Quien no ha disfrutado por años de la magia del cine, de los millares de héroes a los que quisiéramos tener acceso, quien no ha soñado con volar como Superman, o ser un x-men, o vivir un romance con la mujer de tus sueños, todo esto es lo que da la pantalla gigante a nuestras vidas normales, llenándolas de alegrías, tristezas y en ocasiones hasta llanto, es por eso que recibimos con beneplácito la noticia de la nueva ley de fomento a la industria cinematográfica en Colombia.
¿Qué nos dice esta ley?, pues que el Estado apoyará de manera gratificante a aquellos productores que vean a Colombia como país para traer sus producciones más o menos en palabras castizas, pero para ser más completos diría lo siguiente, fomentar la actividad cinematográfica de Colombia, promoviendo el territorio nacional como elemento del patrimonio cultural para la filmación de audiovisuales y a través de estos, la actividad turística y la promoción de la imagen del país, así como el desarrollo de nuestra industria cinematográfica; la llamada nueva Ley del Cine ordena que un productor que haga un rodaje en territorio colombiano recibirá una contraprestación del 40 por ciento de los gastos por servicios cinematográficos, y del 20 por ciento de los gastos de hotelería, alimentación y transporte. “Los servicios cinematográficos deberán ser contratados con sociedades colombianas, lo que, a su vez, elevaría el nivel de la producción local”.
¿Pero hasta qué punto puede ser buena esta ley para los productores colombianos?, es allí donde empezaría a salirle cayo a la historia, pues como la avalancha de producciones extranjeras sería tan grande, las pequeñas productoras colombianas se verían de alguna manera acorraladas, a estos últimos les preocupa que el rumbo de la ley coja otro camino y se pierdan las buenas intenciones a la hora de la aplicación.
Con la entrada de la nueva ley, se cree que podrán abrirse 4.000 campos laborales y nuevas oportunidades por un valor arriba de los 200 millones de dólares. Esta ley hará de Colombia un país pionero en el fomento de la filmación de películas en su suelo.
El Sr. Takeshi Pedraos y Adrián F Comas realizador y productor de programas colombianos nos presentan su inquietud ante la nueva ley.
http://jornadadiaria.com/el-emergente-cine-dominicano-se-muestra-por-primera-vez-en-la-india/
Takeshi Pedraos (realizador Yo me llamo, profesor de cinematografía Universidad Nacional)
“Cualquier causa que permita que se genere industria y dinero está bien, pero hay algo que preocupa más, como está reglamentada esta ley, como van a ser esas participaciones, cuales son las personas que pueden participar en la parte técnica de producción o creación, donde se están generando estos empleos que dice dicha ley, de cierta manera tiene un parecido a la apertura económica de hace unos años, si la ley no queda bien reglamentada lo que se va es a traer un poco de personas del extranjero que tendrán una cierta cantidad de descuentos y beneficios, y los de aquí no los van a tener, lo preocupante de esta ley como cualquier otra es que solamente se han resuelto los porcentajes económicos, pero y ¿dónde queda la calidad de las películas?, ¿hay alguna regulación que diga que este cine no va a alterar el buen nombre e imagen del pueblo colombiano?, ¿dónde queda dicho que las empresas colombianas puedan trabajar en conjunto con estas productoras para que las empresas nacionales se vean más beneficiadas?, en pleno siglo XXI se escucharía absurdo hablar de proteccionismo y apertura global, pero creo que no es nada diferente a lo que hacen las grandes economías proteger primero su producto nacional, con esta ley solo se está promoviendo la parte de impuestos y beneficios, pero ¿quiénes vienen a invertir acá?, ¿para dónde van esas películas?, lo que más se debe tener en cuenta es la identidad de nuestro cine, algo que la Presidencia no está teniendo en cuenta ya que lo que realmente cuenta es traer futuros inversionistas con una ley momentánea, que probablemente no va a proteger nada nuestro producto nacional como ya lo había”.
Adrián F Comas (realizador, gerente de prisma comunicaciones)
“Como es bien sabido, la ley 1556 con sus incentivos económicos como el retorno hasta del 40% de los recursos invertidos en la realización y hasta el 20% de los gastos de hospedaje, alimentación y transporte, así como obtener exenciones tributarias para quienes inviertan en proyectos fílmicos hechos en Colombia, busca promover al país como escenario para el rodaje de obras cinematográficas, lo cual sin duda suena atractivo para la industria, pero la pregunta es ¿basta con otorgar unos incentivos económicos para fomentar la actividad filmográfica y hacer que el universo del cine volteé sus ojos hacia Colombia?. O más bien preguntarse si ¿está el país preparado para ser competitivo en este campo? Contemplándose dentro de esta preparación el incluir leyes que protejan, amparen y reglamenten la utilización de la mano de obra nacional, que estandarice los presupuestos y costos a invertir y no se siga subvalorando la mano de obra nacional con el pretexto de que acá es más “barato”, ídem para los costos reales en equipos y elementos que enriquecen el lenguaje cinematográfico. ¿O tal vez lo que se busca es que superproducciones con grandes presupuestos, vengan a nuestro territorio ahorrándoles permisos y requisitos?, sin importar que los beneficios sean para los de afuera aunque ya tengan un guion escrito y con historias que nada tengan que ver con nuestro país y solo necesiten ayuda para desarrollar la parte técnica, como recientemente ocurrió en Nemocón.
En igual sentido debemos preguntarnos si está controlada la parte presupuestal de cada obra que llegue al país o simplemente a todo el que llegue con una propuesta para desarrollar en nuestro territorio se le asigna los beneficios, lo cual sin duda sería peligroso ya que esto puede dar lugar a casos en los que se asignen beneficios a empresas o proyectos que no lo ameriten o que mediante la sobrefacturación de costos de producción se exageren estos ítems y de esta forma se termine financiando el 100% de los filmes extranjeros impulsando una fuga de dinero que más bien podría invertirse en el desarrollo de películas nacionales, las cuales añoran que se les brinde un mayor apoyo.
En conclusión lo que debería esperarse de este estímulo es que no solo se convierta en una ventana para vender al país, sino también que abra las puertas a grandes producciones para que dejen dividendos a las arcas nacionales, producciones a las cuales se les supervisen sus presupuestos como verdaderos coproductores para que en verdad fomenten el desarrollo del cine colombiano, recordemos el caso concreto del reciente rodaje en Colombia de la Película Los 33 la cual fue grabada en Nemocón y no en Chile en donde ocurrieron originalmente los hechos, simple y llanamente por acogerse a la mencionada ley, pero, ¿qué tanto promovió al territorio nacional?, ¿qué tanto mostró los elementos del patrimonio cultural? y ¿qué tanto promoverá la actividad turística y una mejor imagen del país?, ¿qué tanta pantalla pudo tener nuestra mina de Nemocón? Si tan solo fue utilizada como un escenario más para desarrollar una historia que mundialmente se sabe que ocurrió en Chile, toca esperar que la película llegue a nuestra cartelera para no solo deleitarnos con una más del sin número de historias del séptimo arte, sino también para iniciar una evaluación de la inversión versus el beneficio para nuestro país.
Para concluir debemos también tener muy en cuenta que a nivel nacional persisten dificultades estructurales para el desarrollo de la industria cinematográfica como la rentabilidad, la piratería, la ampliación del mercado, la distribución y el acceso, ítems debieron priorizarse antes de incentivar la promoción del país como escenario para el rodaje de obras cinematográficas”.
Esperemos que la nueva ley no coja rumbos extraños y que el cine nacional realmente tenga un sabor de cierta manera muy Hollywoodense, a lo mejor con el tiempo no se escuchará de Hollywood, Bollywood sino Colyiwood.
Edwin Santamaría