Narraciones Transeúntes

«Nada es más luminoso, que el abrazo del fraseo de unas notas musicales y las líricas sentidas que hacen coro en las voces de un pueblo»

«Martín, le regalo a la gorda y déjeme a Jazmín», debería decirle un día de estos.

«Tan embebido estaba, que no fue, sino el croar de un viejo sapo en la otra orilla del estanque el que pudo sacarme de aquel letargo»

Mientras me siento al borde del jacuzzi, miro a Jazmín y su vestidito de baño

Una reflexión por aquellos octubres en los que jugaba con la primavera; un llanto por aquel amor que ya no está.

Marujita es de esas personas que te da duro perder. La razón, es porque su amor fue incondicional

Me parece estar viéndolo inmóvil en una esquina de mi escritorio, mientras lo dibujaba

«La palidez de mi rostro nauseas sin fin y sueños eternos son himnos de tu presencia»

Mientras niego lo que me dice ese maldito ser, reparo en lo largas que son las piernas de Jazmín

«Aún recuerdo su mirada clavada en la mía, castigándome, desaprobando mi simple existencia y yo sintiéndome cada vez más…