Ana Botero - 'El tiempo que nos sostiene' 2

El tiempo que nos sostiene (Ana Botero): melodías de un viaje sin retorno


Por: Olugna

El tiempo no siempre avanza de forma lineal. A veces se queda suspendido en fragmentos de memoria, en ecos de esas voces que fuimos y que, de algún modo, seguimos siendo. Hay instantes que no se disuelven con los años, que permanecen aferrados a la piel como cicatrices invisibles, como susurros de una infancia que aún nos habita. Entre la incertidumbre del crecimiento y la nostalgia de lo que dejamos atrás, se dibuja un puente frágil entre el niño que alguna vez miró el mundo con asombro y el adulto que hoy lo enfrenta, quizás, con más inquietudes que respuestas.

Pero crecer no es solo avanzar, también es detenerse, mirar atrás y entender que cada paso ha dejado una marca. Es aprender a esperar sin ansiedad, a confiar en que el tiempo hará su trabajo, a soltar el miedo y abrazar la transformación. Es descubrir que huir no siempre significa perderse, que a veces escapar es solo otra forma de encontrarse. Es despojarse de lo que ya no nos pertenece y caminar más livianos, sin certezas absolutas, pero con la seguridad de que algo más grande nos sostiene. En ese tránsito, entre lo que fuimos y lo que seremos, quedan las promesas susurradas a media voz, las verdades que un día nos negamos y la libertad de aceptar ―por fin― quiénes somos.


Son diez canciones, diez estaciones en el viaje personal de Ana Botero; el testimonio de una mujer que ha llegado a la vida adulta sin soltar la mano de la niña que, sin saberlo, comenzó a trazar este camino. Un camino donde la huella no es otra que su expresión artística. ‘El tiempo que nos sostiene’, álbum que nos presenta la artista nacida en Colombia y radicada en Argentina, es un retrato existencial en el que cada composición es un fragmento de vida compartido con nosotros, envuelto en las atmósferas suaves del indie pop.


En ‘El tiempo que nos sostiene’, Ana Botero nos invita a tomarla de la mano y recorrer junto a ella un camino que, al final, no es tan distinto del nuestro. Toda existencia necesita del tiempo, se alimenta de cada experiencia y se escribe a partir de las emociones que dejamos en nuestro andar. Porque, al final, esas pequeñas huellas de vida son los vestigios de un viaje sin retorno, aunque su origen permanezca con nosotros en forma de recuerdos, fragmentos de existencia y testimonios de vida.


Este viaje que nos propone la artista, al igual que la vida misma, debemos realizarlo de manera intuitiva y dejar que cada canción nos sorprenda. Entre todas, hemos decidido detenernos en tres estaciones, en esos tres fragmentos de vida que Ana Botero nos quiere mostrar: ‘Runaway’, ‘Sin filtro’ y ‘Saber esperar’. La intuición, en esta ocasión, será nuestra guía en la travesía que supone ‘El tiempo que nos sostiene’.


‘Runaway’ es una canción fugitiva; una delicada balada que Ana Botero compuso a los 13 años de edad en compañía de su amiga María Paula Cote, pero que vio la luz mucho tiempo después. El video en que nos es presentada esta pieza es sencillo y simbólico, cuyo propósito parece reforzar un mensaje tranquilizador: la vida se vive un día a la vez y un camino se forja paso a paso. Los primeros planos a los pies descalzos no son casualidad; son un recordatorio de que somos caminantes en busca de un rumbo.


«Después de más de 15 años decidí armarme de valentía, conectarme con mi niña interior y lanzar esta canción», señala la descripción del videoclip.


‘Runaway’ es nuestra estación inicial, pero antes de ella nos encontramos con ‘Va a Pasar’ y ‘Cambia’, canciones que deben ser escuchadas para entender la historia autobiográfica que nos propone Ana Botero.

―Tengo muchas canciones esperando salir, pero necesitaba terminar y sacar al mundo este álbum―, expresa la cantautora.

‘Sin Filtro’, segunda estación a la que nos lleva nuestra intuición, es una composición interpretada a dos voces por Ana Botero y Giorgio Rome. Su título anticipa lo que encontraremos entre las líneas de su lírica: pensamientos que salen a flote sin tapujos, sin máscaras, aunque dejen al descubierto las contradicciones que rodean todo sentimiento.



Antecedida por ‘Prométeme’ y ‘Tu cuerpo’, ‘Sin Filtro’ nos conduce a ‘I Am Here’, ‘Dueña de Nada’ y a nuestra tercera estación: ‘Saber Esperar’, otra canción interpretada a dos voces, esta vez junto a Thaissa.

‘Saber Esperar’, a través de sus primeras armonías, inspira tranquilidad y misticismo. Las voces corales que acompañan la melodía refuerzan esta intención. En su lírica, la artista incluyó un poema de su prima Carolyn Flechas como forma de homenaje. Es una composición que resalta la importancia de la paciencia y cómo esta va de la mano de la confianza.


Después de ‘Saber Esperar’, encontramos la última estación, ‘Un Pedacito’, canción que da un cierre ceremonioso al diario de vida que Ana Botero comparte con nosotros y nos deja con una sutil reflexión: todos tenemos una historia para contar.


Sobre Olugna

Cada crónica es un ritual. Quizás suene demasiado romántico, pero así es. Así soy yo, complejo y trascendental; sensitivo y melancólico, pero entregado a una labor que, después de algunos años, me ha abierto la posibilidad de vivir de mis dos grandes pasiones: la escritura y la música. A la primera me acerqué como creador, a la segunda –con un talento negado para ejecutarla– como espectador.


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