Garbage Colombia

Garbage: Crónica de una década olvidada que revivió en Bogotá


Por: Mauricio ‘Headrocker’ Durán

Hace casi 13 años desde la última visita de Garbage a nuestro país. Los rumores sobre su posible regreso ilusionaban a los melancólicos fans colombianos, ya que la visita de una banda cuya cúspide comercial estalló en la olvidada década de los 90 no ocurría desde hacía una década, y no precisamente con un aforo justo o un venue a reventar. La noticia se confirmó, y rápidamente las redes sociales anunciaron que la banda de Shirley Manson y Butch Vig se presentaría en el Teatro Royal Center, un recinto destacado por recibir artistas de diferentes géneros y cuyos shows suelen ser cortos.



El día llegó, y el ambiente en las afueras del Royal Center reflejaba rostros maduros, con un promedio de edad que evidenciaba que aquellos tiempos de guitarras distorsionadas y letras depresivas ya habían sobrepasado la tercera década. A las 9 p. m., se apagaron las luces y los primeros acordes de ‘Queer’ dieron inicio a dos horas llenas de éxitos y canciones de culto para los fans más dedicados, aquellos que en 1995 se acercaron al desaparecido Tower Records para comprar su álbum debut homónimo. Así quedó claro que el rock alternativo no era solo cuestión de chicos deprimidos de Seattle, una moción iniciada por Alanis Morissette unos meses atrás. El clímax definitivo de la presentación ocurrió a tres cuartos del show con una ráfaga de hits, desde ‘Stupid Girl’ hasta ‘Push It’, pasando por ‘Only Happy When It Rains’ y ‘I Think I’m Paranoid’.


Es cierto, los años han pasado, pero si algo caracterizó el espíritu joven de aquella década fue su esencia honesta y humana, la cual Shirley demostró que sigue intacta al detener ‘Milk’ en tres ocasiones, argumentando que eso sucede cuando comienzas un tour y es la primera fecha en mucho tiempo. Como muestra de su irreverente personalidad, le expresó abiertamente a su audiencia que sus medias se estaban cayendo y preguntó, con su característico desparpajo, si alguien podía ver su vagina.


Definitivamente, el espíritu joven no se quedó solo en las canciones. Como plus del show, Butch Vig se destacó en la batería, el mismo que produjo ‘Nevermind’ de Nirvana, partiendo en dos la historia del rock, y quien aconsejó a Kurt Cobain modular su voz, además de imponerle a Dave Grohl el uso del metrónomo para evitar la aceleración al grabar ‘Lithium’.


El acostumbrado encore y el cierre con la vibrante ‘When I Grow Up’ marcaron el final de una noche cargada de melancolía. Un show perfectamente imperfecto, con una despedida de Shirley que incluyó la promesa de volver pronto, avivó la esperanza de cada rockero rebelde que estuvo presente. El público salió satisfecho, la banda cumplió: 23 canciones son prueba de que aún tienen madera para shows memorables y, ¿por qué no?, para un futuro álbum de estudio.


Sobre Mauricio Durán

Mauricio es un coleccionista, melómano y audiófilo con más de 30 años de experiencia. Ha sido ganador de múltiples concursos en medios radiales y redes sociales, además de destacarse como host de eventos musicales, analista y difusor musical en plataformas digitales. Desde 2020, se desempeña como locutor para Tendencia Rocker y es Presidente del GUNS N’ ROSES COLOMBIA FAN CLUB.


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