Superbia - Murder Hate - portada

‘Superbia’ (Murder Hate): la bestia que jadea tras el espejo


Por: Olugna

La pantalla permanece en blanco. Intento conectar ideas, repasar las respuestas y encontrar el rumbo adecuado para escribir sobre la canción que no ha dejado de pasearse por mi cabeza. «Todos los caminos conducen a Roma»; quizás, deba asumir un rol diferente y no llegar a ella desde afuera, sino desde el interior. Al final, hay obras que son portadoras de veneno y solo necesitan encontrar el cuerpo adecuado para inyectarlo. Oprimo el botón del reproductor una vez más.

***

Su aliento tibio empaña el cristal del espejo lentamente. Siento su respiración sobre mi hombro. Su jadeo, mucho más intenso, me lleva a pensar que el momento ha llegado. Su presencia se percibe como una criatura impalpable a mis sentidos, pero tan cercana que puedo afirmar que crecimos juntos. El riff de guitarra inicial es el preludio de la transmutación de la que he fingido escapar.

«Un triste cadáver atrapado en mi piel. La hipoxia que tiende poco a poco a crecer»

El ritual que comenzó como el juego del ratón huyendo de su depredador, ha llegado al clímax de la seducción.

«El miedo se torna en un frío color gris, simbiótica atrocidad que viene por mí»

Al principio me resultaba ajena e incomprensible. Eran otros tiempos, aún no me enfrentaba a la sevicia asfixiante de la existencia. Ahora es diferente: la acepto como una extensión de mi identidad, como ese alter ego que pretendo emular, que me hace sentir más cómodo, y que necesito para acallar la fragilidad que nos reduce al cúmulo de heridas que deja el amor, que deja la vida.

«El tiempo melancólico logró engañar, envejeciendo mi parte antagónica»

La contradicción que supone su presencia ha dejado de asustarme: forma parte de ese sentimiento enfermizo en el que suelo revolcarme para olvidar todo aquello que ha intentado hacerme sentir vivo. Es demencial y al mismo tiempo placentera.

«Este es un acto que ha de trasegar, dicotomía perfecta y aun así fracasar»

A medida que su jadeo se hace más intenso, una luz va tomando el lugar donde su vaho dejó huella. Su destello, es solo la metáfora de una vida que se apagó años atrás y que solo desafía a la muerte por el placer retorcido de saber que es el pecado más grande de todos: mismo por el que sucumbió Lucifer, mismo que muchos ocultan por vergüenza y miedo. Yo no.

«Distópica es mi soberbia mental, la esfera arbitraria que me influenció al depravado placer de perder la razón. Ahora el pánico es mi satisfacción»

Frente al espejo, rodeado de la soledad que cuidadosamente construí a mi alrededor, confronto al ser que se dibuja en el cristal. Muchas veces me pregunté quién ―o qué― era esa criatura inquietante que me ha acompañado. No había podido ponerle un rostro a esa bestia ―para algunos odiosa― que, amenazante, mostraba sus colmillos para intimidar y provocar repulsión en aquellos que intentaron mostrarme otros rumbos.

«La angustiosa pesadilla en aquel umbral. El tiempo melancólico logró engañar, envejeciendo mi parte antagónica»

Después de tantos años, comprendo que mis intentos por revelar su identidad no eran más que pataleos inútiles, que el deseo de ahuyentar su presencia de mi habitación era, simplemente, una negación con la que buscaba disfrazar el engendro que golpeaba mi soledad, intentando salir.  Fue, desde siempre, una relación tormentosa y placentera; un pacto de caballeros que solo podría honrarse de una forma.

«Tu soga en mi garganta es pacto cruel. La muerte susurra y seduce sin querer»

El jadeo es ahora un susurro hipnotizante: el horrible secreto de un amigo que solo quiere verte caer, el poema póstumo de una existencia vacía y una vida extraviada.

«Me asfixia el crudo silencio

Me arranca la vida sin miedo

Brindando un perdido consuelo

Exquisito es mi tormento»

Nunca hubo otro ser, nunca existió. Solo era yo, escondido detrás de mi soberbia, tratando de romper el frágil cascarón que nos protege de nuestros propios instintos.

«La muerte susurra y seduce sin querer. Trazar la última línea lacerándome. ¡Lacerándome!»

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Inspirada en ‘El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde’, escrita por el novelista nacido en Edimburgo, Robert Louis Balfour Stevenson, la historia narrada en ‘Superbia’ se concentra en uno de los pecados capitales ―el más fuerte―, la soberbia. La intensidad de su lírica y la desesperación gutural con la que es interpretada por Mauricio Rey, frontman de la agrupación por la época en que fue publicada la canción (2019), cumple a cabalidad con la premisa planteada por Murder Hate.


‘Superbia’, corte número ocho de ‘Alter Ego’, es la representación de nueve “criaturas” que la agrupación formada en 2010 encarnó en su cuarta producción musical.  En la placa discográfica, cada canción representa un alter ego distinto. Aunque no se conectan entre sí para contar una sola historia, desarrollan un concepto que retrata las manifestaciones del “yo” en conflicto y que contrastan dos rostros: el exterior que mostramos y el interior que buscamos esconder y que intentamos proteger, quizás, de maneras enfermas.

No obstante, la influencia de una de las obras más representativas de Stevenson, se percibe en otras canciones del álbum, siendo la más directa en el sencillo homónimo, ´Alter Ego’. No es casualidad, finalmente, los demonios que invaden a una persona, son una extensión de su propia identidad.


Escrita en primera persona, la canción retrata la lucha interna de un individuo que se debate entre su ego desbordado y su deseo de desaparecer. Con una estructura musical pensada para atravesar emocionalmente al oyente, ’Superbia’ es una manifestación estética de cómo los sonidos más densos del metal, escarban en el interior del individuo sus inquietudes más ocultas para enfrentarlo a ellas e invitarlo a dialogar con esos demonios que todos ―de alguna u otra manera― nos acompañan desde que nacemos y ―seguramente― morirán con nosotros.



Formada en el Eje Cafetero, Murder Hate se ha proyectado en la escena de sonidos duros del rock, bajo una propuesta donde confluyen en death melódico y el groove. Formada inicialmente por amigos de colegio que compartían su pasión por el metal, ha transitado desde la visceralidad adolescente hasta una madurez introspectiva. Actualmente conformada por Nicolas Espinosa, (Batería), Jonathan Sánchez (bajo), Leonardo Avilés (guitarra) y Carlos Yama (voz), la banda mantiene viva su esencia mientras redefine su sonido con nuevos matices emocionales. A lo largo de su trayectoria ha experimentado con diferentes alineaciones y estilos, siempre manteniendo una identidad que explora las zonas más oscuras de la mente humana.

La discografía de Murder Hate está compuesta por ‘Instinto Asesino’, (demo de 2010); ‘Macabro’, (2013); ‘Fragmentos’ (2016); ‘Alter Ego’ (2019) e Infortunii Ex Nihilo (2021).

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Sobre Olugna

Cada crónica es un ritual. Quizás suene demasiado romántico, pero así es. Así soy yo, complejo y trascendental; sensitivo y melancólico, pero entregado a una labor que, después de algunos años, me ha abierto la posibilidad de vivir de mis dos grandes pasiones: la escritura y la música. A la primera me acerqué como creador, a la segunda –con un talento negado para ejecutarla– como espectador.


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