(Caracas, Venezuela)
Por, Olugna
Sus manos empuñan la rienda de su caballo. Un primer plano fugaz, pero profundo en el significado que se encierra en una escena que no dura más de tres segundos. Es un breve instante que se extiende en la memoria, para escarbar en las razones ―todas incapaces de explicar una realidad― que han condenado a millones de latinoamericanos a uno de los castigos más duros para un ser humano: el exilio de su territorio; el desarraigo impuesto a su herencia cultural.
Es un hombre joven, su atuendo revela sus orígenes. Montado en su caballo, es el retrato del éxodo que ha obligado a millones de familias a buscar en tierras foráneas, lo que les ha sido arrebatado en las propias; a dejar atrás su historia, para intentar escribir una nueva lejos de casa, bajo la angustia de la incertidumbre y llevando en sus espaldas el peso de la estigmatización.
Irónicamente es una extensa llanura, símbolo de libertad, el punto de partida de un canto inspirado en la sensación de aquellos que, por razones ajenas a su voluntad, han escapado de su territorio y hoy, no son ‘Ni de aquí, ni de allá’. Es una canción herida que busca respuestas, una arenga contestataria compuesta por Luis Sojo, joven artista nacido en Venezuela y radicado en Costa Rica, que se presenta bajo el alter ego de Le Venz.
Video, música y lírica, resultan fundamentales en ‘Ni de aquí, ni de allá’ y se unen a través de la melancolía que cada una transmite. La pieza audiovisual, por ejemplo, se desarrolla en campo abierto sobre los llanos orientales que atraviesan y conectan a Colombia con Venezuela, hace uso de elementos representativos de la región y es recreado en blanco y negro, reforzando la intención que desea proyectar Le Venz.
La música, por su parte, involucra instrumentos y sonidos propios de Latinoamérica. ‘Ni de aquí, ni de allá’, está influenciada por los sonidos de las canciones de protesta que han servido como banda sonora de diversos momentos históricos a lo largo del continente. Podría pensarse que es una composición detenida en el tiempo; sin embargo, basta con repasar de manera breve las circunstancias propias de la región, para comprender que es la realidad la que, al parecer, se ha mantenido estática por estas tierras.
La lírica de la canción, presentada en febrero del presente año, es una poesía herida permeada de realidad. Una catarsis del exilio, un desahogo a una situación que en los últimos años ha cobrado fuerza, una denuncia hacia la indiferencia de una parte de la sociedad que se niega a aceptar que detrás de cada inmigrante, hay un relato que ha sido escrito por la violencia, el destierro y el abandono del establecimiento.
La presentación de ‘Ni de aquí, ni de allá’, se complementa con otra dos canciones que invitan a explorar el trabajo de Le Venz, cuyo nombre es un homenaje a ese instante de su vida en los que descubrió su amor por la música. Es así como, el artista venezolano, expone los sencillos ‘Volátil’ y ‘27’.
‘Volátil’, es una balada pop que se desenvuelve en la ausencia de la percusión y que prefiere el sonido acústico ofrecido por el piano, la guitarra y el cuatro venezolano, para decir esas palabras que no fueron pronunciadas, pero que permanecen intactas en la memoria.
La letra de ‘Volátil’, permite establecer la intención de Le Venz por construir piezas musicales nostálgicas que encuentran en la poesía una forma de liberar sentimientos. Lanzada a finales de abril, la canción, también brinda la posibilidad de acercarse a la versatilidad del joven artista.
Al igual que en las demás composiciones que forman parte de su repertorio, en ‘27’, se identifica que la melancolía es un eje transversal en el trabajo de Le Venz. El sencillo, publicado a finales del año anterior, recoge de manera simbólica los primeros años de infancia del artista en Caracas; los miedos, dudas y ansiedades, que lo han acompañado y la transición que ha representado para él enfrentarse a la vida adulta.
Si ‘Ni de aquí, ni de allá’, es el canto herido de millones de personas, ‘27’, es el grito interior del artista, con el cual busca dejar plasmados sus sentimientos más íntimos en una canción. Es, también, un tributo a sus abuelos, a sus padres y a su tía Inés.
En tres canciones, Le Venz, ofrece un acercamiento a lo que será una larga trayectoria en el camino de la música, a través de una propuesta que busca abrirse espacio bajo las influencias del pop y logra identificarse en la sensibilidad de la poesía.