«Agarra bien mi mano, y ya no la sueltes; que habernos encontrado fue un golpe de suerte»
‘GOLPE DE SUERTE’ (DAN T)
Por: Olugna
Un camión naranja detenido frente a un mural azul. Entre el cabezote y el remolque, un músico rasca su guitarra. Es un imagen sencilla que nos lleva a suponer que es una ciudad ruidosa como todas. Autos, buses, motos y otros sonidos caóticos, hacen que el silencio ―entendido como esa calma necesaria y esquiva en las urbes― sea un golpe de suerte, como también puede serlo el amor en una Bogotá que no suele entregarlo sin heridas, ni obsequiar un tris de ternura en medio de esa cotidianidad que nos acostumbramos a ver entre la comedia y el horror.
―Es una canción muy especial que escribí para una persona con la que compartí gran parte de mi vida. Es para esas personas que se aman y pueden construir una vida juntos―, nos cuenta Alejandro Huérfano para presentarnos su debut como solista bajo el nombre de Dan T.

El artista colombiano ―integrante junto a su hermano y su primo de Los Huérfanos― debuta con ‘Golpe de suerte’ para mostrarnos una faceta un poco más tranquila a través de una canción que cree en la calma. Su voz, sutilmente ronca, se abre paso entre acordes de guitarra y un acompañamiento limpio que no pretende más de lo que ofrece: serenidad. El ritmo es sencillo, amigable. Podría sonar en un almuerzo, en una tarde cualquiera o en una primera cita. Suena a esa etapa en la que el amor todavía no conoce las lágrimas.
El videoclip refuerza esa sensación: retratos de ciudad que han sido plasmados en sus paredes, calles comunes, el sol sobre el concreto. Es una puesta en escena amable. Para algunos, puede parecer ingenua; sin embargo, el amor ―al menos en su rostro más optimista― es la metáfora de la esperanza; y todos la necesitamos para volver a creer, más aún cuando nos hemos acostumbrado a prepararnos para el dolor que llega cuando el final aparece. ‘Golpe de suerte’, en este sentido, prefiere el encuentro, la estabilidad, el sosiego.
Musicalmente, se mueve entre el pop y el folk más sutil. Las guitarras acústicas, el cajón peruano y los bongos sostienen una base cálida. Los violines le dan esa capa romántica que suaviza la voz y amplifica el sentimiento. No hay giros inesperados ni cambios de atmósfera. No los necesita: es una canción serena y tranquila que camina, sin sobresaltos, por senderos optimistas y contemplativos.
En la letra, Dan T canta a una relación construida sobre la certeza. Habla de manos que no se sueltan, de amores que dan tranquilidad, de la fortuna de coincidir. ‘Golpe de suerte’ no teme en mostrarse con una mensaje inocente que proyecta con seguridad.
Es una canción luminosa en una ciudad gris en la que en ocasiones parece esquiva al amor. No obstante, Dan T nos entrega un golpe de suerte canta como si el dolor no fuera parte del contrato. Tal vez valga la pena celebrar el amor, aun sabiendo que el golpe —tarde o temprano— llegará.

―Mi mayor expectativa es que las personas se enamoren de esta canción, la dediquen, la compartan y poder seguir haciendo música para que la disfruten―, concluye.
Pese al ruido, la distancia y el cansancio, todavía hay quienes se atreven a reconocerle a otro ser, sin miedo y con esperanza: «me das tranquilidad y es lo que necesito… agarra bien mi mano y ya no la sueltes».
Sobre Olugna
Cada crónica es un ritual. Quizás suene demasiado romántico, pero así es. Así soy yo, complejo y trascendental; sensitivo y melancólico, pero entregado a una labor que, después de algunos años, me ha abierto la posibilidad de vivir de mis dos grandes pasiones: la escritura y la música. A la primera me acerqué como creador, a la segunda –con un talento negado para ejecutarla– como espectador