‘A los totazos… pero se hizo’: un recorrido por los sonidos alternativos de Bogotá

Nueve totazos, nueve expresiones musicales, nueve experiencias que son recogidas en el compilado más reciente de Muchacho Berraco

(Bogotá D.C, Colombia)

Por, Olugna

El barrio, ese cúmulo de experiencias, supervivencias e historias, nos ha enseñado que la vida no es ese cuento que de niños ―con mucho amor y un tanto de fe― nos narraron; que alcanzar la noche, en ocasiones, es el trofeo de un día definido por la ansiedad y la angustia constantes. Desde chicos, aprendimos que una idea puede morir antes de convertirse en un sueño, que si queremos dejar huella, debemos estar dispuestos a enfrentarnos a los miedos ―a los propios y a los inculcados―, que aquí las cosas ―la mayoría de las veces― se logran a los totazos; que debemos ser unos berracos, como lo fueron nuestros padres, nuestros abuelos.

Muchacho Berraco, colectivo artístico musical formado en Bogotá, es eso, la esencia que identifica a la mayor parte de la sociedad; el retrato de ese espíritu libre y convencido que, en medio de las imposiciones de una industria musical que prioriza las cifras sobre el talento, es posible encontrar un rumbo, definir un sueño.

Muchacho Berraco

Formado en 2015 y consolidado cinco años más tarde como sello discográfico, Muchacho Berraco, se ha proyectado como una plataforma en la que los artistas musicales independientes pueden acercarse a sus objetivos de proyección, sin necesidad de vender sus ideales, ni dejar a un lado su identidad.

Desde su concepción, el sello discográfico fundado por Enrique Melgarejo, Andrés Mira yAndrés Giraldo, ha producido compilados con las producciones de los artistas que forman parte de él. Siendo el 2022 el año que les ha permitido una mayor cantidad de proyectos musicales. En virtud de los logros obtenidos, Muchacho Berraco, presenta ‘A los totazos… pero se hizo’, placa discográfica que expresa la esencia del colectivo y recoge las canciones de las agrupaciones que la hicieron posible.

«Este año ha sido realmente especial para nosotros pues ya, consolidados como sello, hemos alcanzado nuestro momento más creativo y productivo con más de 10 artistas que hacen parte del sello», Muchacho Berraco

Conformada por nueve canciones de un mismo número de artistas, ‘A los totazos… pero se hizo’, recorre diferentes expresiones musicales, experimenta con los sonidos diversos que identifican a cada una de las agrupaciones y viaja a través de diferentes posibilidades creativas: Rock, Punk, Hip Hop y fusiones, ofrecen la posibilidad de experimentar diferentes sensaciones en un recorrido de media hora.

El viaje, a través de estos nueve ‘totazos’, comienza con ‘Raspen All’ de Kokodrilo, agrupación bogotana que se la juega entre la psicodelia ―bastante criolla, por cierto― y la fusión con otras posibilidades musicales. En la canción, matices tropicales se mezclan con el Punk.

De la psicodelia pasamos al Hip Hop con ‘El Rebusque’, canción de Latência, que es definida por la agrupación como «una reflexión post-pandemica que reúne improvisaciones remotas y experimentaciones sonoras». Su letra es una crítica a las dinámicas económicas, un reclamo insistente y necesario.

Han pasado casi siete minutos, es viaje nos lleva al tercer ´totazo’, en esta ocasión, recreado a través de las posibilidades de los sonidos electrónicos. Es una canción etérea que se desplaza a través de una mezcla musical sin pronunciar una sola palabra. Necesariamente, ‘El Futuro’, canción realizada por Carri, permea los sentidos. Si se escucha con detenimiento, es posible que logre un efecto psicodélico.

Diana Tovar, artista bogotana que ­busca conectar la tradición con la modernidad, es la anfitriona del cuarto ‘totazo’, a través de ‘Una Señal’ una canción en, definitiva, introspectiva que recrea una atmósfera melancólica. Es evidente la intención de crear una experiencia atravesada por diversos elementos estéticos y artísticos.

La Salsa, género de culto en Bogotá, también fue convocada en esta producción musical con ‘El Tratamiento’, canción de Combo Barullo, que recrea un oasis en medio de un trabajo atravesado por la psicodelia. Después de ella, es el turno de Potrero que participa del compilado con ‘Nitsugarai (Ladrilleros)’, una composición introspectiva y compleja que juega con diversas posibilidades creativas.

Llegó el turno para el Metal en su versión más extrema a cargo de Nostravamus, misteriosa agrupación cuya música, según lo define Camilo Casallas, es «para salir a la calle a pelear con pata e’ cabra, comer pastel de yuca y luego salir a pelear otra vez». La agrupación bogotana fue citada con la canción ‘No me digas casposo’.

El octavo corte se acerca de nuevo a las atmósferas etéreas e introspectivas con ‘La Última Vez Versión Final Final 2’, de es.pectro, proyecto de sonidos experimentales. Su canción, es el preludio del último ´totazo’, esta vez a cargo de Caverna que ­cierra este compilado con ‘Espada’, composición que se deja ir en una rima extensa, sin pausa, en la que el artista deja en liberta un desahogo; al tiempo que es acompañado por una mezcla de beats y sonidos electrónicos.

De esta manera, a punta de nueve ´totazos’, Muchacho Berraco ofrece la posibilidad de atravesar la ciudad, recorrer el barrio, sentarnos en un parque, a través de los sonidos alternativos de Bogotá.

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