(Arauca, Colombia)
Por, Andrés Angulo Linares
El canto de los grillos, el sonido inconfundible del arpa acompañada por el cuatro, el golpeteo de las semillas de los capachos y la interpretación vocal de Camilo Guerrero, transportan a los paisaje de extensas llanuras de la región oriental de Colombia, invitan a navegar en ese tiempo ajeno a la generación actual, pero que el joropo recuerda que aún está allí, incólume en la historia musical del país.
Con la sensibilidad propia del joropo, Cómo te Canto, es una composición en la que la poesía de su letra danza con los acordes musicales; una canción impregnada de nostalgia y sentimiento que permite entenderla más allá de la estética del sonido, para contemplarla desde la emoción que despierta en quien la escucha.
«Cómo le canto a la luna, cómo le canto al lucero, cómo le canto a tus ojos, que son lo que yo más quiero»
Dedicada a su esposa e hijo, Cómo te Canto, conserva esa tradición que Camilo Guerrero ha heredado y reivindicado desde que era un adolescente, la misma que ha proyectado a través de diversos proyectos musicales y que ha traído para él importantes reconocimientos a nivel nacional. La música es su lenguaje; el cuatro y el arpa, sus instrumentos; el llano, una pasión que corre por sus venas.
«Cómo negar que te quiero, cómo negar que me quieres, cómo negarle un suspiro al entorno placentero»
La voz de Camilo Guerrero se desplaza por la letra de Cómo te Canto, proyectando esa esencia inconfundible de la música llanera; es una canción que le canta el amor, que le rinde homenaje al territorio que lo vio nacer.
« Lucero, la luna, mi llano hermoso, la luna; eres mi luna y mi lucero; eres mi llanura de amor»
Entendiendo la música, precisamente, como un lenguaje universal que se mueve a su antojo entre fronteras y géneros, Camilo Guerrero ha fusionado los ritmos tradicionales llaneros con sonidos –a simple vista distantes de estos– como el rock y el blues, a través de Chimo Psicodélico, agrupación que desde el 2013 está escribiendo su propia historia en el rock nacional.
De origen ibérico, el Joropo se instaló en Venezuela y se extendió por territorios orientales colombianos entre los siglos XVII y XVIII; es una expresión de arte popular compuesta por baile, poesía e indumentaria, que identifica el sentir llanero representando en la gallardía, carácter férreo y pasión por el trabajo de sus hombres y mujeres; es, en sí mismo, el lenguaje de una región que permanece fuertemente arraigada a su herencia cultural.
El camino del Joropo en nuestro país ha sido labrado por la huella de grandes exponentes de la música llanera. El Cholo Valderrama, Nancy Vargas, entre muchos más, han mantenido vivo un legado cultural que ha resistido en el tiempo, en medio de diversas tendencias musicales contemporáneas, y que en encuentra en Camilo Guerrero un exponente dispuesto a extender esta tradición.
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