«No seas demasiado engreído, muchacho. Sin importar lo bueno que seas y nunca dejes que te vean llegar, eso lo arruina amigo mío. Debes mantenerte siempre pequeño, inútil, ser siempre el pequeño. Debes ser el tonto, el leproso, el vago desempleado; mírame a mí…subestimado desde el principio. Nunca pensarías que soy un amo del universo, ¿verdad?»
El abogado del diablo (1997)
Por: Joel Cruz
Durante la plenitud de la década en curso, la agrupación colombiana Liturgia ha reconsiderado sus pasos en relación al camino que ha recorrido fecundamente desde 1992, cuando fueron los portales del espectro doom los encargados de definir su tránsito rudimentario en las zonas montañosas de Manizales, destino que se jacta en enseñar un prisma implacable del metal y que se diferencia mucho de ciudades —observadas con ojeada habitual— que ocupan también un rincón influyente en la evolución de los sonidos extremos nacionales.

Como una doctrina hecha con puño de hierro ante la existencia misma e ignorando a su mínima expresión rumores de bar, estereotipos triviales y la sucia estela de individuos que contaminan con una pantalla bufonesca los rasgos distintivos que le han dado tesón y personalidad, el black metal se ha instaurado históricamente como una ofensiva que arremete sin máscaras contra las estructuras eclesiásticas que le impiden una posición reflexiva y referente al ser humano; en razón de la naturaleza a la que pertenece, su lugar en la escala animal e igualmente, a las bajezas que le cohíben aspirar a la sapiencia. Por el contrario, la mirada del estilo sonoro visualiza la vastedad de su ignorancia para animarlo a embarcarse en su búsqueda por la sabiduría, mediante una óptica guerrera y una sincera disposición espiritual.
La relación íntima entre las oscuras ideas que motivaron la llegada del black hacia esta mortificada región suramericana (con sus carencias culturales y cognitivas de antemano), son más antiguas que el disco señalado en darle nombre al género, publicado por Venom diez años antes que los jóvenes miembros de Liturgia decidieran acudir a sus instrumentos musicales como canal de desahogo inspiracional. Pese a tener cualidades agudamente definidas, el concepto de black metal es tercamente simbiótico con las diversas geografías donde halla seno, incluso tan próximas entre sí, como las nacionales.

Si bien, el sendero de la agrupación manizaleña ha bebido de las inmediaciones del metal negro yahace un tiempo bastante largo, su estrecho enlace con este culto antiguo se ha hecho más que evidente, mientras los tiempos modernos se continúan viviendo. Sus movimientos no solo han destrozado una vieja y mala fórmula que algunos poseen al inclinar sus composiciones hacia caprichos comerciales o en virtud de una fama vacía. También han reivindicado un capítulo estridente en el que sus líneas temáticas son mayormente profundas y no dan paso a ambigüedades.

Ctesias De Artajerjes, el único integrante aún sobreviviente de la formación original, no deja dudas de su norte filosófico y tampoco sobre la genealogía a la que le rinde hondo respeto y a través de la cual ha elaborado un mapa muy preciso, a propósito del influjo que le adeuda. Grecia, eje del pensamiento occidental, magna por sus aportes instruidos a la humanidad y que, para fortuna de esta nota, desembocan en un caudal de siglos hasta conducirnos a los dominios de la escuela black metal helénica, denotando una fase evolutiva singular en la carrera de Liturgia y que comparte obra recientemente con Nocturnal Feelings. Las catacumbas de los años noventa en el metal griego abren los portales de la sublevación en el ahora para el veterano proyecto de Ctesias, rebelándose a su discografía clásica y apostándole a una senda renovada, audaz.
Para el armado de este split, Ctesias ocupa la noción absoluta de las canciones, con algunos aportes de ex integrantes de la banda y la huella de un invitado muy especial (averigüen de quién se trata) para la estructura, por ejemplo, de ‘Lucifer el Hermoso’, uno de los temas más relevantes del trabajo. Aun así, ‘El sendero de Ctesias’revela tal vez la letra más diciente del cancionero que corresponde a Liturgia, manifiesto por excelencia. Las bondades minucias de una producción limpia y con bondades vocales amplias (limpias y rasgadas se entienden perfectamente) se recogen en el clima misterioso de ‘Ab origins Lumina Spargo’ y ‘Lux Oculta Et Lux Perpetua’, respetando la usanza clásica del idioma latín en su grabaciones. Contrariando a la costumbre de Pluma de Metal, es imposible para quien amablemente les escribe elegir un tema de la colección en concreto, pues todos son dignos de mentarse. En esa misma línea, les invito a conocer lo que plasma en esta pieza anónima Nocturnal Feelings, insignia underground del departamento caldense.
Obedeciendo al aprecio de Ctesias por el formato CD, la antología fue presentada al mundo en digipak, que constituye una valiosa apuesta del sello Green Revolution y su segmento Black Metal Division, buscando apoyar a grupos que trabajen esta onda temática y musical.

Sobre Joel Cruz
Su relación con el rock y la prensa independiente le ha permitido mirar la vida desde una atmósfera poética. Gracias a ella, los azares de la noche, el ladrido de un perro callejero, una copa de vino tinto y hasta un paquete de papas fritas tienen un lado B más interesante. Ha colaborado con sus reseñas y opiniones para medios alternativos de alta importancia en Colombia.