Por, Carolina Vargas Vanegas
Cuando enciende la televisión, y ve la realidad contada a través de cualquier noticiero, ha pensado usted qué por el único hecho de existir ya está participando en política; pero, ¿y cómo es eso?, muy sencillo, la política puede definirse desde su etimología; en griego: “Politeía” que está relacionada directamente con “Paideia” que significa Educación. ¿Lo sabía?, también en latín: “Políticus” que la define como: “de los ciudadanos” o “del Estado”.
Entonces, ¿Es usted un políticus-politeío (educado) de dónde reside o nació?, pues bien, esta es una invitación a que se ejerzan los derechos “civitas” que es otra definición etimológica de la palabra política, así pues, ahora ya sabe que solo por respirar ya es participante activo en política; extraño, ¿no? Aunque algunas palabras se omiten por desconocimiento del individuo, pero ello, no significa que sus derechos no estén presentes.
Ahora sí, entremos en materia; la política nace con la misma humanidad, pero es hasta el Siglo IV en Grecia, que se organizaron algunos conceptos, y fueron expuestos por varios filósofos de esa época, su primer impulsor fue Platón, a través de La República, en la que expresa sus ideas acerca de la justicia, y argumenta que el sistema político es corrupto por naturaleza, para ello es importante la educación; pero ello no demerita a los más antiguos como Confucio, que plantearon la importancia de la ética; para la época de Aristóteles, discípulo de Platón, perfila que la política es intrínseca al hombre, así que, desde Italia nos encontramos a Nicolás Maquiavelo en su obra: El Príncipe, el cual celebra el triunfo bajo la frase: “el fin, justifica los medios”.
En el protagonismo de la época renacentista, en la que el hombre es el centro del universo y no dios, aparecen varios pensadores como: Thomas Hobbes, y su libro Leviatán, el cual hace referencia a la separación del Estado y la iglesia, teniendo un único representante absolutista: el monarca, posteriormente se encuentran intelectuales como Jhon Locke, padre del Liberalismo inglés, para la transición a la edad moderna, Jean-Jacques Rousseau escribe el Contrato Social y su recordada frase: “el hombre nace bueno y la sociedad le corrompe”.
La historia del hombre continua en desarrollo y es en la edad contemporánea en la que con el pensamiento de Jhon Stuart Mill defiende los derechos civiles y libertades individuales, como también plantea el voto femenino, este período aparece la figura de Karl Marx, en su obra el Capital, menciona que la lucha de clases debe ser determinante, la cual muestra como consecuencia el socialismo y de una manera más radical, el comunismo.
Colombia y su política
Pero, y ¿Colombia tiene sus filósofos políticos? ¿O sencillamente hemos tropicalizado extranjerismos lejanos a la realidad nacional?, pues bien, la historia intelectual del país es bastante pobre, aunque eso no desmerita que grandes personalidades como Gabriel García Márquez, Adriana Ocampo Uria, Jorge Reynolds, Nelson Sabogal y Martha C. Gómez, puedan seguir mostrando el rostro de una Colombia educada, que en palabras etimológicas bien podrían relacionarse con paidea, los que saben, pueden opinar.
Hace más 200 años, Colombia se puede considerar una nación libre, lo curioso del caso, es que mientras los criollos estaban en pie de lucha, España también intentaba alcanzar su independencia de los franceses, quienes tenían a Napoleón Bonaparte como emperador; curioso, ¿no? Parece que a nadie le gustaba ser colonia por esa época.
La nación ha tenido en cierta manera sus representantes, unos más políticos (educados) que otros, los cuales han mostrado a través de los hechos, sus intereses, en algunas oportunidades propios, y otras de manera que apoyen la jurisprudencia de los “civitas” (civiles), pues bien, el General Gustavo Rojas Pinilla entregó cédula a la mujer colombiana, para que ella pudiera ejercer su derecho al voto, Jorge Eliecer Gaitán Ayala y Luís Carlos Galán Sarmiento aunque no llegaron a la presidencia sus ideas liberales dejan un legado que siguen motivando a las nuevas generaciones, en un aspecto más académico, está la figura de Estanislao Zuleta, quien interpretaba la política de una manera avanzada para la época, y tal vez, el más aplaudido e influyente genio del humor crítico Jaime Hernando Garzón Forero.
Garzón mayormente conocido por sus personajes: Heriberto de la Calle, Dioselina Tibaná, Godofredo Cínico Caspa, entre otros; fue asesinado el 13 de agosto de 1999, representando una enorme pérdida para Colombia, su legado demuestra que era un hombre serio, de argumentos, y sobre todo, un analista político, que utilizaba la risa para educar al pueblo colombiano.
Así que para cualquier consideración, es importante conocer de manera argumentativa el tema a tratar, en ejemplo, no se podría hablar de política colombiana, si se desconoce el pensamiento de sus líderes más representativos, aunque eso no desmeritan los esfuerzos que hacen los participantes de redes sociales, que en algunas ocasiones caen en el juego de la creencia, herramienta muy utilizada por los genios de la psicología social, generando temores, falsas afirmaciones, que a oídos de un experto, no pasaremos de “ignorantes”, palabra que puede ofender a algunos, se podría considerar como un medidor de conocimiento.
Por, Carolina Vargas Vanegas*
carolinavargas@rugidosdisidentes.co
Contador público, Universidad de Pamplona
Estudiante de III Semestre de Maestría en educación, UNIMINUTO
Estudiante de posgrado/Investigador en Grupo de estudios e investigación de educación y tecnología en la Universidad Industrial de Santander.
Obtuvo carta de agradecimiento por una ponencia en el Congreso mundial en educación superior para el trabajo: reflexiones sobre el sistema educativo finlandés: aportes al rol docente.
Ponente invitada en STEP2017 viaje de aprendizaje para profesionales de la educación. En Helsinki Finlandia