Por, Olugna
Ha sido una travesía difícil e incierta. Días atrás, con un morral a su espalda, cargado de sueños, miedos, dudas, recuerdos y fotografías, tomó la decisión que lo separaría de su hogar. Atrás quedaron su familia, sus amigos y su barrio; adelante, la esperanza de encontrar ―con algo de suerte y mucha fe― en suelos ajenos, lo que no le fue posible encontrar en su patria. De rodillas sobre la tierra húmeda, con la vida pendiendo de un hilo, sabe que no hay retorno. La selva no es amiga de los forasteros.
600 mil hectáreas de una espesa vegetación, animales salvajes, insectos y el silencio vigilante de la selva, le recuerdan la fragilidad de su cuerpo. Con los pies descalzos y la mirada fija en la fotografía maltratada que sostiene en sus manos, busca una razón para seguir, intenta honrar la promesa que hizo antes de partir: regresar con el orgullo de haber luchado por un sueño. Ese es su aliciente para levantarse, aunque no sepa si el próximo paso será el último.
Ha pasado un buen tiempo desde que desafió a la muerte y sobrevivió al Tapón del Darién. Ahora, trabaja en construcción en el país que supo vender un gran sueño americano. No está solo. Como él, sus compañeros de obra, abandonaron sus lugares de origen buscando en la bandera de las 13 franjas un lugar más amigable con sus ilusiones. Sus testimonios serán la motivación para aquellos que se atrevan a intentarlo; sin embargo, el suelo del corredor fronterizo entre Colombia y Panamá, es un extenso panteón de sueños inconclusos que no lograron atravesarlo.
El video de ‘Regresar’, el más reciente lanzamiento de Verssek, es un homenaje a los migrantes que, legales o no, dejaron atrás sus países en busca de un futuro mejor para ellos y sus familias. Es el reflejo de millones de expatriados que buscan en Estados Unidos la tierra prometida por el Tío Sam. A su vez, es el testimonio vivo de los exiliados que compartieron sus historias con Sebastián García, fundador de este proyecto solista, quien ha personificado sus vivencias en una pieza audiovisual que resuena con las experiencias de aquellos que asumen el riesgo de migrar.
―Son testimonios personales de algunos de los migrantes que cruzaron la selva del Darién con su mochila al hombro y en ella, las fotos familiares que los acompañaron―. Explica el cantautor.
Alrededor de ‘Regresar’, Verssek desarrolló un concepto que se extiende más allá de la composición musical. En la inspiración de la canción, lanzada el 18 de diciembre, Día Mundial de los Migrantes, participaron 15 exiliados de diferentes países que entregaron sus testimonios al cantautor colombiano.
15 rostros de hombres y mujeres provenientes de Brasil, Costa Rica, Nicaragua, Colombia, Venezuela, México e Italia, se presentan en los videos promocionales de ‘Regresar’. Cada uno de ellos lleva consigo los recuerdos de la vida que dejaron atrás, pero todos comparten una promesa que los une; la misma que le permite a Sebastián enfrentarse a largas jornadas laborales cada día: no olvidar sus raíces y, algún día, regresar a sus hogares.
―Cada historia es un reflejo de lo que somos como latinos: luchadores, soñadores y profundamente conectados a nuestra tierra―, afirma Verssek.
‘Regresar’ es una balada que evoca las influencias del rock folk latinoamericano, género que se expandió por el continente en tiempos de convulsión, uniendo a los países de la región bajo una consigna de paz y solidaridad. Es una canción sensible que se mantiene fiel a la identidad que Verssek ha cultivado desde sus inicios. Y, al mismo tiempo, marca el regreso del artista colombiano a los sonidos de sus primeras composiciones.
A nivel lírico, el sencillo se presenta como una crónica de vida en la que Sebastián encarna las emociones que surgen de la experiencia de los migrantes desde que dejan sus países. Es un canto de esperanza que enciende el deseo de regresar, un poema de tres versos y dos coros que, juntos, se convierten en un pacto de resiliencia y memoria.
«Dejé mi tierra, crucé el mar, con la esperanza de soñar / Luchando cada día sin parar / Con la misma fuerza para avanzar»
No obstante, ‘Regresar’ nos da la oportunidad de conversar alrededor de las realidades de los países de la región, de reflexionar sobre el éxodo que se ha disparado en las últimas décadas y de cuestionar, por qué no, las acciones ―y omisiones― políticas que han desencadenado un fenómeno que no ha estado ajeno a la xenofobia y otras formas de discriminación.
Verssek cierra el 2024 con una canción que se convierte en un testimonio que reivindica a los migrantes y les recuerda que, a miles de kilómetros de distancia, una familia espera que una promesa sea cumplida.
«Todos los que han hecho vida aquí en Estados Unidos deben ser recibidos con la oportunidad de ser ciudadanos», afirma Luh Jon, joven nacido en Detroit, quien fue entrevistado por Sebastián durante el proceso de creación de ‘Regresar’.
La afirmación de Luh resalta la necesidad de sembrar conciencia colectiva sobre la situación migratoria en todos los países. Al final, más allá de fronteras y nacionalidades, todos somos hijos y habitantes de la misma tierra.
―Migrar separa, pero también nos une―, finaliza.
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