«Tú eres de las que ve hacia el cielo buscando el norte. Temes, eso lo sé, y te encanta anhelar la noche para soñar una vez más»
‘THIS LOVE IN MIND’ (SERGIO ZARCO)
(Bogotá D.C., Colombia)
Por, Olugna
Es la décima canción, también la que se acerca más al rock. Es una balada, una poesía que se desplaza a través de un sonido acústico y que es atravesada por riffs suaves que señalan una conexión sutil con décadas anteriores. La voz de Sergio Zarco es suave y proyecta tranquilidad; la lírica, por su parte, realiza un retrato de ese sentimiento que nos lleva a creer en el amor, es una canción que busca en la ilusión una certeza. Sus frases escritas en español descubren a una mujer ―quizás― idealizada, pero que «ve hacia el cielo buscando el norte», para cerrar cada estrofa con una expresión que encierra el sentido de la composición y da nombre a la misma: ‘This Love in Mind’.
Es la última canción del viaje que guía Sergio Zarco bajo el nombre de ‘Nadie Más’, un recorrido sin un orden establecido a través de las diferentes reflexiones que se desprenden del amor, un itinerario definido por la sensibilidad y aderezado por los sonidos que definen su identidad musical: pop latino, matizado con pequeñas dosis de funk y de rock.
Después de repasar ―una a una― las diez canciones de ‘Nadie Más’, segundo disco del artista bogotano, decido continuar con este viaje. Mi siguiente parada: ‘Las Orillas’. Me encuentro con una canción bastante cercana al pop que puso música a las historias de amor ―con suspiros y dolores― vividas durante la época de colegio y universidad.
‘Las Orillas’, define los momentos posteriores al final del amor. No es una canción de resentimientos o de súplicas, simplemente, es un desahogo ―si se quiere― necesario, una catarsis al dolor que se desprende del adiós. «Pero mi cuarto sigue abierto y en las orillas de lo bueno estarás».
Me dirijo a la siguiente estación, una canción cuyo título me resulta provocador: ‘Maleta Ligera’. Encuentro otra composición que toma el final como punta de partida, para desahogarse a través de frases más extensas y directas: «Podrías mirar y decirte que todo irá bien, podrías mirar y mentirte, aunque estés equivocado en todo».
Musicalmente, ‘Maleta Ligera’, es mucho más pausada que las dos composiciones anteriores. La guitarra, en ella, cumple con el papel de ofrecer un telón musical a un monólogo reflexivo que reivindica la necesidad de cerrar ciclos, avanzar y recorrer otros caminos; sin embargo, encuentro entre sus frases, que no se trata de negar un sentimiento, sino de encontrar en él, los elementos que permanecerán en nuestra valija, aunque el viaje se dirija, ahora, hacia otro destino.
Cierro la bitácora del viaje propuesto por Sergio Zarco en ‘Nadie Más’ con ‘Conexión’, canción en la que la influencia de ritmos latinos y percusiones es evidente. Siento, con riesgo a equivocarme, trazos cercanos a Bacilos; el ritmo, que se mantiene a lo largo de tres minutos y medio, recrea una atmósfera fresca que se desarrolla a través de una lírica compuesta de frases cortas: «Hoy jugaré con la arena en tus pies como la brisa. Y que la sal, sea de mí, cómplice».
‘Conexión’, al igual que la primera canción que abre esta reseña, toma como punto de partida la ilusión, para visualizar un destino de viaje tranquilo, soñado y reconfortante que queremos ver en los ojos de aquella persona que nos hace pensar que el amor es un lugar feliz.