“Sikuri, viene de Siku, un instrumento de cañas amarradas que se toca en las comunidades indígenas latinoamericanas, y a la persona que interpreta el instrumento se le llama sikuri.”
“Sikuri, viene de Siku, un instrumento de cañas amarradas que se toca en las comunidades indígenas latinoamericanas, y a la persona que interpreta el instrumento se le llama sikuri.” Nos explica uno de los integrantes de Sikuris, un grupo de música andina con casi 30 años de trayectoria que ya ha logrado varios frutos tanto en el ámbito musical como en el pedagógico y el social. Su propuesta gira alrededor de la fusión de ritmos tradicionales latinoamericanos y el reconocimiento por las raíces ancestrales, generando una propuesta sólida y propia que ya ha alcanzado importantes escenarios, pero que no se detiene en su labor en Colombia y en el resto de países andinos.
Rugidos Disidentes: ¿Cómo empiezan los Sikuris?
Sikuris: Esto es una inquietud que surge para 1986 en un barrio al sur de Bogotá, desde la escuela nos surgió un gusto por la música andina. Hoy, somos un grupo consolidado. Cuando no somos los Sikuris, trabajamos en cada una de nuestras áreas, somos ingenieros, profesores, telecomunicadores, músicos, pero hallamos en el grupo un espacio para compartir y hacer lo que nos gusta.
RD: ¿Cómo está la música andina en Bogotá?
S: La música andina siempre ha estado presente, lo que pasa es que su forma de divulgación ha sido muy sectorizada, por ejemplos, eventos como el Killa Raymi en la media torta son para que hubiera un mayor flujo de gente, pero no sale como uno espera; años atrás, la música andina tenía un auge tremendo. Sin embargo, es rescatable lo que ha venido haciendo IDARTES con las convocatorias para evitar que se pierda la trayectoria de la música latinoamericana. Por nuestra parte hacemos las interpretaciones de la música que ya existe y avanzamos en nuestras propias creaciones, en un pequeño aporte a la cultura.
RD: ¿Adelantan alguna labor de enseñanza?
S: Nosotros nos reunimos para ensayar, componer y tocar en los eventos. Y, además, cada uno por separado tiene su grupo de estudiantes y hemos generado un semillero a nivel de Boyacá y sus alrededores donde se están creando grupos de formación de sikuris, tropas de 30 o 40 músicos –niños, jóvenes y abuelos– que se vinculan a tocar el siku en comunidad. La tarea es, entonces, ser multiplicadores de los saberes que hemos adquirido en los viajes y la trayectoria que ha hecho el conjunto musical.
RD: Hablemos de las producciones que ya han logrado y de su recorrido por Latinoamérica.
S: Tenemos dos CD. Siembra la Vida, que salió en 2002 y Canto sin Límites, de 2008. Hay otro que fue una compilación con motivo del cuidado del agua, unos cantos que compusimos para CIPS, una ONG. Y nuestro trabajo ha sido proyectado hacia afuera, hemos viajado a Bolivia, Perú, Argentina, Ecuador, Venezuela y adicionalmente, alcanzamos Alemania y Francia. Hemos recorrido un camino largo, de investigación y trabajo comunitario.
Ana Puentes
anapuentes@rugidosdisidentes.co
Imagen tomada de internet: https://www.youtube.com/watch?v=EfY6PIMWJsc