'4 Latidos' de Rappert Mc: el pulso de la vida en cuatro canciones

«Me repito, lo quiero, lo voy a conseguir, vamos a hacerlo»
RAPPERT MC

Por: Olugna

Cada día que vivimos es un latido que guía nuestros pasos; un impulso al que respondemos, algunas veces de manera intuitiva, en otras, obligados. No hay otra forma. El corazón no solo bombea sangre: inyecta emociones, transmuta recuerdos en nostalgias y convierte el deseo en una aproximación de ese lugar ideal al que queremos llegar. Somos criaturas tratando de existir, habitantes del asfalto y caminantes de una gran ciudad que late agitada porque, al parecer, está más extraviada que nosotros.

Aunque algunos se empeñen en aferrarse a la lógica, es el corazón el que guía nuestros impulsos. Sus latidos ―por momentos serenos― no dejan de ser instintivos, desenfrenados e imprevisibles. Con cada bombeo de sangre, nos recuerdan que estamos vivos, respirando y sintiendo.

«Me repito, lo quiero, lo voy a conseguir, vamos a hacerlo» es el mantra diario del protagonista de esta reseña: Rappert Mc, artista que destapa para nosotros ‘4 Latidos’, un EP que condensa su esencia en cuatro canciones.

La música, como cualquier otra voz del arte, también es un latido; uno que nos atraviesa sin pedir permiso. Es una fuerza que despierta aquello que creíamos dormido y nos enfrenta, muchas veces, a lo que solemos callar. Puede llevarnos de la mano o, simplemente, empujarnos a través de sus ritmos y sacudirnos el alma con sus letras. También puede mostrarnos que no todo es trascendental, que hay días en los que vale la pena dejarse llevar por la cadencia de los beats y permitir que sea el cuerpo el que se exprese.

―Es un EP para escuchar en toda ocasión, desde estar en un carro parchado escuchándolo con los amigos, hasta estando en la oficina camellando juicioso―, explica Rappert Mc.

Cada canción de ‘4 Latidos’ es un pulso único que busca unir dos sentimientos en un diálogo sensitivo: el del autor y el de quien la escucha. Su objetivo es crear una conexión simbólica e instintiva a través de las piezas musicales que componen la producción: ‘Agüita de coco’, ‘Días’, ‘Tren a vapor’ y ‘Vamos a hacerlo’.

―La inspiración detrás del EP nace de seguirle apostando a nuevos retos―, afirma el artista.

Estos cuatro latidos no siguen una estructura rígida. Encuentran en el afrobeat, el reggaetón, el trap y el rap cuatro caminos en los que el artista plasma momentos de vida que a todos nos resultan familiares: la atracción, el deseo, la franqueza y la resistencia.

‘Agüita de coco’, la primera canción del EP, es un latido de afrobeat moderno que se desplaza a través de rimas rápidas y ágiles sin perder las raíces del rap. Es una confesión de sentimientos, una propuesta que prefiere arriesgarse a cruzar la línea antes que permanecer en silencio.

Su letra hace uso de un lenguaje sencillo y se percibe como una declaración espontánea. El amor, al final, no necesita de recursos literarios complejos para inyectar su veneno, y así nos lo deja saber el artista manizaleño en ‘Agüita de coco’.

―Dirigida a toda esa gente que quizás quiere romper esa barrera con alguien, pero no se atreve a decirlo por miedo al rechazo―, señala.

De los sonidos electrónicos y los beats cadenciosos, pasamos a ‘Días’, el segundo latido del EP. Aquí el reggaetón rompe su molde comercial para evocar los recuerdos, definidos por el equipo de prensa de Rappert Mc como un «tesoro muy preciado que en el futuro te sacará una sonrisa».

―El reggaetón es ideal para recordar los buenos momentos vividos―, complementa.

https://open.spotify.com/intl-es/track/0S5XfVkxC9XVHWwOB2qd28?si=a46285cd265346c2

Este reggaetón nos conduce al trap, utilizado en ‘Tren a vapor’ para hablar sin tapujos. Sus rimas desparpajadas se juegan entre el deseo y la atracción, con una composición directa que también deja espacio a interpretaciones metafóricas.

―En el trap hay que ir sin rodeos y ser lo más directo posible en todas las situaciones de la vida―, añade.

El rap es el cuarto latido del EP publicado por el artista colombiano. ‘Vamos a hacerlo’ es una invitación a no rendirse, un llamado a la acción y un recordatorio de que los objetivos no se logran lamentándose. Así lo enseña el barrio y así lo hemos aprendido.

―También hay presencia de rap hablando de persistencia para lograr los objetivos y dejando un mensaje positivo―, finaliza.