(Bogotá D.C., Colombia)
Por, Andrés Angulo Linares
A algunos los descubrió siendo tan solo unos niños, a otros los sedujo en la adolescencia y en ocasiones, simplemente los atrapó de forma desprevenida a través de una canción o dejando escapar sus estridencias gracias a las ondas radiales. Transgresor, rebelde y apasionado, ha conquistado a generaciones enteras desde la década de los 50’s. Con esfuerzo, valentía y –muchas veces– con las uñas, logró escribir su propia historia en el extenso repertorio universal de la música. El rock n’ roll, en definitiva, se convirtió en un transeúnte más de las calles y los campos; de los condominios y de los suburbios.
Para alguno ha sido un sueño, para otros una pasión. Hoy, más de 70 años después, sigue rugiendo y llamando adeptos. Muchos han dicho que murió en los 90’s, otros que ya no es lo que solía ser; sin embargo, mientras en algún lugar del mundo –puede ser Bogotá –haya jóvenes –como Jeison y Joan– dispuestos a proyectar un horizonte a través de él, el rock n’ roll seguirá vivo y escribiendo historias que con mucho esfuerzo y –quizás– con algo de suerte, se conviertan en inmortales.
Como muchos, Jesion Riaño y Joan Cobos –uno desde la batería otro desde la guitarra– unieron su talento para ir tras un sueño en donde los golpes enfurecidos de los bombos, platillos y baquetas, se funden con los estridencias y los riffs extensos. Como muchos, estos dos jóvenes de 17 y 32 años de edad respectivamente y con la complicidad de sus padres, con más ganas que expectativas, se embarcaron a través de Dream Hunter en una aventura que seguramente los acompañará de por vida, por una vez el rock –ese perro endemoniado– cierra sus fauces, ya no suelta.
También, como muchos proyectos, Dream Hunter, inicia su camino a través de la interpretación de canciones insignes en el rock; pero, como pocas, la agrupación se aleja de la imitación para acercarse a un homenaje a esos clásicos, inyectándoles su propia personalidad.
Transitar por su canal de YouTube, es recorrer en cinco canciones grandes momentos del rock, es acercarse a una época que Jeison y Joan no vivieron, pero que gracias a las versiones instrumentales que realiza cobran un segundo aliento.
En un movimiento rockero nacional que todos los días ve el nacimiento de proyectos, casi que a diario, cada vez es más complicado para los artistas lograr abrirse espacio y proyectarse como proyectos independientes que quieren dejar su propia huella en un extenso y transitado camino en el que sobra el talento, pero que, lamentablemente, carece de apoyo suficiente.
En su corta trayectoria, Dream Hunter, es consciente de que el camino que le espera no es sencillo, pero no es cosa que le cause preocupación ahorita, pues sus dos integrantes solo quieren entregarse a una pasión y –por qué no– dejar un poco de ellos mismos en cada presentación. También sabe que apenas está en proceso de formación y que aún le queda mucho para aprender, circunstancia que le resulta favorable, pues comprende que es demasiado lo que podría explorar y, por supuesto, lo que podría crear.
A simple vista, Dream Hunter, quizás sin que sea esa su intención, está explorando las amplias posibilidades de experimentación que le permite el género progresivo, caracterizado por transmitir un concepto y por recrear atmosferas etéreas en las que diferentes sonidos y estilos dan origen a piezas únicas y complejas.
Dream Hunter recorre un camino en presente para buscar un horizonte a futuro. Sin embargo, el mañana es incierto, por lo único que queda, es vivir cada día como si fuese el último.
Mientras tanto, Dream Hunter, permanece al asecho de ese gran sueño que para muchos se ha convertido en su vida entera. Jeison y Joan, por lo pronto, solo esperar encontrar una nueva tarima, para descargar en ella esa pasión que transmiten en cada una de sus presentaciones. También, dentro de poco, estará haciendo su debut con sus propias composiciones.
Solo nos resta por decir: ¡Buen viaje, Dream Hunter!
Dream Hunter| Integrantes
- Batería: Jeison Riaño
- Guitarra: Joan Cobos