(Guayaquil, Ecuador)
Por, Olugna
Una daga atraviesa su cabeza hasta la mandíbula. Es un felino salvaje, la furia propia de su naturaleza se expresa en cada uno de sus trazos. Es un dibujo perfecto, la consecuencia de una madrugada en la que los sueños cruzaron los límites de la realidad, el resultado de una pasión que hasta las tres y treinta había permanecido oculta en ella, la libertad que tanto anhelaba a un encierro que nadie entendió, pero que ellos ―los que sostienen el poder― definieron como necesario. Es, también, el boceto que definirá de su futuro.
Es Valeria, una chica que descifró los caminos de su pasión en el caos de una madrugada en la que bailó, en compañía de espíritus rebeldes, ese ritmo cadencioso heredado del Caribe y precursor del rocksteady y el reggae. Una daga fue la excusa y el ska el detonante de un nuevo capítulo en su vida; la primera parte de una trilogía que la agrupación ecuatoriana LMSMGJ, ha narrado a través de un EP compuesto por tres canciones: ‘Hasta Cuando’, ‘Raíces’ y ‘El Mismo Gajo’.
‘Trilogía’, el nombre con el que se ha dado a conocer la producción musical de la agrupación formada en Guayaquil, busca narrar la transición que atraviesa Valeria desde el encierro provocado por la pandemia, hasta encontrarse consigo misma; el retrato simbólico de cualquier individuo atrapado que encuentra la razón de la existencia allí, escondida entre sus miedos y dudas.
‘Hasta Cuando’ es la primera parte de ‘Trilogía’. Es una canción envuelta por una atmósfera recreada por la danza del ska, el punk y el hardcore. La Melodía alegre de las trompetas, contrasta con agresividad de la voz rasgada de Fabricio, frontman de LMSMGJ; la crudeza de su letra, es ese empujón que un individuo necesita en ciertos momentos de su vida, para despertar y tomar decisiones.
«Date cuenta que por tu encierro dejaste de vivir, encerrado en tu burbuja sin saber a dónde huir»
‘HASTA CUANDO’
Abrir los ojos después de un largo letargo, significa cuestionarse a sí mismo; preguntarse, también, por el origen. Es allí donde Valeria recibe la ayuda de los espíritus que la acompañan ―los integrantes LMSMGJ―, a descifrar sus ‘Raíces’ y a escarbar en su misma existencia aquello que la hace feliz.
Es una canción vertiginosa y enérgica. En ella, las influencias de los sonidos más extremos del rock se hacen mucho más evidentes; sin embargo, no pierde la esencia permeada por el SKA. Narrativamente, ‘Raíces’, podría interpretarse como el nudo de la historia, el momento más intenso de ‘Trilogía’.
«Siempre guardo una esperanza de volver a mis raíces, soñando siempre en un mañana con mi alma recargada»
‘RAÍCES’
‘El Mismo Gajo’, no solo define el desenlace de una historia en la que Valeria ha despertado del encierro; simboliza, el encuentro de la joven mujer con el arte, con la amistad y con ese sueño que empieza a visualizarse como horizonte.
A diferencia de ‘Hasta Cuando’ y ‘Raíces’, el video que acompaña a ‘El Mismo Gajo’, no se desarrolla en el encierro y busca en la ciudad ―a través de sus diferentes espacios― continuar con la historia concebida en ‘Trilogía’. Es la representación de que Valeria está preparada para escribir un nuevo capítulo atravesado por la música, el arte y la libertad creativa.
La letra de ‘El Mismo Gajo’ recoge el nombre de LMSMGJ; es, además, una declaración en la que la agrupación deja en claro las premisas de su identidad: no permanecer en silencio ante la realidad social de Latinoamérica.
Al final, Valeria, despertó de su letargo. El rock, para ella, fue su salvación; el arte, ese horizonte que desea alcanzar.
«Somos el mismo gajo que siempre reclama la inconformidad de un grupo oprimido y olvidado, que debe vivir para contarlo»
‘EL MISMO GAJO’
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