¿Se imaginan que esta misma situación se la hubiesen descubierto a un gobierno progresista?
Nací el 24 de octubre de 1983, año en el que se fundó la banda Red Hot Chili Peppers y en el que la cadena NBC de Estados Unidos lanzó la serie Los Magníficos. Además, se dio el estreno de la película Star Wars episodio VI el Retorno del Jedi. Artísticamente bueno.
Sin embargo, en ese mismo año en Colombia la tragedia llegó sin avisar. Popayán fue semidestruida por un terremoto con saldo de 250 personas muertas y más de 5.000 familias damnificadas, esto sin contar las decenas de estructuras desaparecidas y dañadas. Fue también el año, en el que Pablo Emilio Escobar Gaviria, el narcotraficante más renombrado en la historia actual, pierde su investidura como representante a la Cámara y pasa a ser buscado y perseguido.
Hago esta remembranza de sucesos porque hoy estamos debatiendo si la Vicepresidenta de Colombia, Marta Lucía Ramírez Blanco, debió contar o no al país el pasado narco de su hermano y la gestión que hizo para su libertad. Es de aclarar que aunque parezcan sucesos que no tienen relación, se hace porque precisamente el pasado narco y sus negocios sucios llevaron a la salida de Escobar del Congreso, dando así inicio a una guerra donde más de 6 mil personas murieron con las más de 200 bombas explotadas por el Cartel de Medellín.
No estoy sugiriendo que la Vice vaya a empezar una guerra o que sus amigos de mala reputación lo vayan hacer, simplemente es que no se logra entender cómo esto que ella misma ha llamado una tragedia no se haya hecho público antes y más si se tiene en cuenta que Ramírez ha pasado por varios de los gobiernos de las últimas décadas.
Si bien es cierto en Colombia no existe un delito de sangre, pero si comparto con María Jimena Dussan que cometió una imprudencia política. Ahora, ¿se imaginan que esta misma situación se la hubiesen descubierto a un gobierno progresista? El escándalo sería diferente, los medios actuarían de otra manera y la opinión pública estaría explotando en furia. Sin embargo, en este caso hay muchos intereses juntos que protegen a la Vice. Lo que es claro es que esto debió contarse y no esperar a que se hiciese público. El país necesita conocer la verdad y no esperar que la verdad se estrelle con la realidad.
Ya por último, a la vice hay que recordarle que esto sí es una tragedia pero nacional, en otro país democrático ya estaría fuera del gobierno por un tema que aquí en Colombia poco se maneja: la ética.
Será esperar qué sucede con todo esto, mientras tanto párenle mucho ojo a las propuestas de los ministerios de este gobierno que en medio de esta pandemia están enriqueciendo a los más ricos y casi dejando en la calle a los más pobres.
Fotografía tomada de: https://www.lafm.com.co/entretenimiento/marta-lucia-ramirez-se-suma-al-10yearchallenge