«Quiero un instante guardado en mi retina, que me cure cuando no sirva la medicina»
‘UN INSTANTE’ (ECO MEDELLÍN)
«La palabra es honor y ley»: el código del barrio en ‘Blessed’, de Custodia
«Nena, aunque no siempre pude encontrar las formas para darte el mundo, esta es mi manera de darte las gracias» ‘1981’ (CUSTODIA)
MaYita ‘Somos’: 45 minutos para volver a nuestras abuelas y abuelos
«Centro pulsante y vivificador del universo de nuestras relaciones. Sostenedora de la vida, del equilibrio y la belleza»
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«pícaro que vive sin empleo, de pequeños trabajos y que intenta salir adelante con pequeñas mentiras»
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«Abrasa el arcoíris en las tardes sobre los Andes. Sumérgete en el plasma de los mares: el útero madre»
Ale G Queen y ‘Pa ti es bonito’: el amor que empieza donde termina la postal
Ale G Queen presenta ‘Pa ti es bonito’, un merengue urbano que habla del amor que se construye más allá de las postales perfectas de verano
Una Noche en Bogotá y ‘Hacía mí’: dos rostros de la soledad
«Detente ya, no hay excusa que te puedas inventar. Ya todo me da igual»
Catalina Uscátegui y el vértigo de estar despierta: ‘Constelaciones’
«Y mi mente ya no para de deambular. Sueño y sueño, pero no logro descansar»
La última canción de Ozzy
«I tell you to enjoy life, I wish I could. But it’s too late»
Por: Olugna
Su cuerpo, con los años, fue quedándose atrás. Aun así, el vertiginoso paso del rock ‘n’ roll permaneció con él, aunque sus piernas ya no respondieran igual. Así lo vimos en su despedida, sacudiendo sus extremidades como si el título de Príncipe de las Tinieblas fuese suficiente para vencer a la fuerza implacable de una naturaleza odiosa y mordaz que es capaz de vencer a la vida, pero que sucumbe ante la grandeza de un legado.
Su última canción fue, para muchos de nosotros, la apertura a una dimensión oscura que retrataba la vida desde su rostro más visceral y funesto; pero, por ello mismo, más humano. ‘Paranoid’ fue uno de los refugios que el metal nos ofreció para escapar de la realidad, huir de los ruidos de la adolescencia y escondernos de la muerte cuando sentíamos que la depresión tenía un lado romántico que nos seducía.
«Vuélvanse locos» fueron sus palabras antes de interpretarla en el cierre de Back to the Beginning: una epifanía que nos entregó como un último obsequio que millones de personas recibimos a través de una fría transferencia de datos. Ozzy Osbourne, con ‘Paranoid’, nos dijo adiós a su manera: sacudiéndonos. Diciéndonos que disfrutemos la vida, aunque para él ya fuera tarde.
«I tell you to enjoy life, I wish I could. But it’s too late»
La muerte tuvo la cortesía de dejar que se despidiera, que nos dijera adiós desde la ciudad que vio nacer al heavy metal bajo la insignia de Black Sabbath.
Birmingham puede sentirse orgullosa: sobre su suelo el rock aprendió a sonar más pesado y en su Estadio Villa Park, Ozzy Osbourne interpretó su última canción.
Somos la generación que verá morir a los ídolos con los que crecimos. Un honor que duele.
‘Ocaso’, de El Viajero: una cartografía de amor, memoria y vida
«Soy un andariego, el fuego en la montaña, ardiendo voy»