Neones Ocultos: la búsqueda de la luz en medio de la decadencia

«Crear canciones más extrañas y cósmicas que la ciencia ficción, siempre con el ruido de la ciudad como telón de fondo»

ANDRÉS GATOR

(Bogotá D.C., Colombia)

Por, Olugna

En la ciudad de Bogotá, la poesía sería una de las influencias que le permitirían a Andrés Gator concebir un proyecto musical que logrará identificar esas sociedades ocultas que se desenvuelven entre las calles de las ciudades; pequeños o grandes grupos integrados, a su vez, por seres extraños a la vista de muchos, pero que, en su esencia más pura, no son más que individuos tratando de existir.

Neones Ocultos, agrupación de rock alternativo cuyo principal objetivo es, como lo afirma su líder: «Crear canciones más extrañas y cósmicas que la ciencia ficción, siempre con el ruido de la ciudad como telón de fondo».


Sumergirse en las canciones de Neones Ocultos, significa transitar por una atmósfera musical influenciada por los sonidos del rock, post-punk, el rock experimental, el synthpop y del new age. Analizar la lírica de sus composiciones, permite adentrarse en un concepto –complejo e inquietante– en el que, a través de sus letras, Neones Ocultos elabora retratos de seres marginados, contradictorios, desafiantes; también son estas, el reflejo de las emociones que atraviesan la existencia de un ser humano. Es una propuesta transgresora capaz de contradecir, incluso, la filosofía del género que le da identidad a su sonido: el rock.

―El rock es una actitud, la de un ser anti-autoritario, es la voz de los desposeídos; es un estado mental y espiritual diferente; aunque es una palabra restrictiva, llena de clichés de pelo largo, uniformes de chaquetas de cuero y botas. ―Explica Andrés y agrega―. Puede ser una farsa y un mal disfraz.

Con solo un año de trayectoria y coherente con el concepto bajo el cual fue concebida, Neones Ocultos presenta su primer trabajo musical, Ultraje Espiritual, producción musical compuesta por 6 composiciones que transitan por las emociones más íntimas del ser humano. Esperanza y furia; desolación, decepción y melancolía; alienación y rencores, son interpretados a través de líricas construidas desde una poesía intensa, simbólica y –si se quiere– desesperada.

―Quería hacer música con una intensidad genuina que contuviera todo lo que yo había sentido en mi vida; quería canciones poéticas y cinematográficas. Mi tema es la decadencia urbana y la corrupción del espíritu―, afirma Andrés.

Cada una de las canciones experimenta con las diferentes posibilidades del rock contemporáneo. Riffs extensos y melódicos, percusiones constantes –y por momentos agresivas– y un bajo que define una atmósfera densa que no se mantiene estática.

Ultraje Espiritual se constituye de esta manera, en un debut con el que Neones Ocultos busca proyectarse con un sonido auténtico, en el que la poesía y otras corrientes literarias son el punto de partida y el rock –entendido desde su esencia más genuina– un derrotero.

‘Ultraje espiritual’ en Plataformas musicales:

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Under Threat: un extenso relato en la historia del metal colombiano

Por, Olugna

Una fotografía para la posteridad. En el costado izquierdo del retrato que reúne a todos los integrantes está su nombre, es el primero de los cinco; en el extremo contrario, el de su hermano, es el último. La contraportada del disco es el vestigio del paso de dos colombianos que trazarían un rumbo definitivo en la trayectoria bastante extensa de Bayley Alexander Cook (Blaze Bayley), quien durante cuatro años fuera el frontman de una de las leyendas con más trayectoria del heavy metal: Iron Maiden.

Una llamada para historia. El manager de Bayley se contactaría con David Bermúdez, radicado en ese momento en Estados Unidos, para que formara parte de la grabación de Alive In Poland, producción que el músico nacido en Birmingham estaba preparando para que fuera lanzado en 2006. Era apenas el primer paso. La historia del músico colombiano y la de su hermano en Blaze Bayley, habría de extenderse por cinco años más, dejando a su paso tres trabajos musicales más: The Man Who Would Not Die, Promise and Terror y The Night That Will Not Die.



Sin embargo, la historia de Nicolás y David en Blaze Bayley es antecedida por un relato mucho más extenso y superada por una narración que aún no termina de escribirse. Ellos, dos bogotanos que crecieron en las calles de un barrio de clase media de la capital, cuya existencia fuera atravesada por la cotidianidad que suponía la vida de colegio y la ansiedad constante que provocaba el estado de violencia que azotaba al país, respondieron a esa inquietud que el metal había dejado en ellos, con la formación de Under Threat. Hoy, 23 años después –sin que así lo hubiesen imaginado sus integrantes– continúa escribiendo su memoria y es considerada una insignia en el metal nacional.

Nicolás Bermúdez | Fotografía: Colonia Records

Narrada en retrospectiva, la historia de Under Threat permite comprender que su trayectoria ha sido atravesada por cientos –quizás miles– de anécdotas que han señalado momentos definitivos para la agrupación. Su música, por su parte, ha sido la banda sonora de las vivencias de las generaciones que ha visto crecer al frente de las tarimas; mientras que sus letras han trascendido hacia un concepto inspirado en la construcción de un pensamiento crítico que no se rinde ante la trivialidad.

David Bermúdez | Fotografía: Colonia Records

Sus cinco placas discográficas: Hipostasis, Behind Mankind’s Disguise, Deathmosphere, The Manifested Void y The Prison Within, permiten comprender la evolución que ha tenido la agrupación a lo largo de su existencia. Cada una de ellas, es la voz de una memoria que se ha formado a lo largo de 23 años de historia.


Hipostasis, ese debut logrado en 1999, fue la producción con la que Under Threat ingresaría a Estados Unidos, escenario que habría de convertirse en una sede permanente para la agrupación. La exigencia de una industria musical desarrollada y compleja, sería ese reto que obligaría a sus integrantes a entregarse por completo a una opción de vida en la que no había lugar para las dudas y los miedos.



Cuatro años y cientos de conciertos después, Behind Mankind’s Disguise comprobaría que la agrupación se había adaptado a un camino que muchos desean transitar, pero en el que muy pocos están dispuestos a pagar el precio que significa perseguir un sueño con determinación. En este segundo trabajo, Under Threat explora con sonidos progresivos y juega con diversos matices guturales, mientras que conserva los riffs melódicos y extensos que caracterizaron el trabajo anterior.



Considerado por medios especializados como la mejor producción de la agrupación, Deathmosphere, tercer álbum de Under Threat, sería también el que obligaría a un receso de la agrupación, el cual habría de extenderse hasta 2011 por circunstancias individuales de sus integrantes. Entre ellas, el llamado que realizaría Blaze Bayley a los hermanos Bermúdez para formar parte de su proyecto musical.

«A Blaze le gustó mucho Deathmosphere. Recuerdo que particularmente le gustó Third World Blood. Hasta quería que hiciéramos con la banda una versión de esta canción», expresó Nicolás Bermúdez en una entrevista para Factor Metal.



Un regreso definitivo. Inspirado en tres piezas clásicas de la literatura, The Manifested Void, cuarta producción musical de la agrupación y la primera después de su regreso en 2011, es un trabajo conceptual que, como lo describe Nicolás, «Cuenta la historia del ciclo cosmogónico interminable de la existencia desde la no-existencia». 



El entramado que plantea la existencia, interpretada a través de la ciencia, el pensamiento y el humanismo, como también la necesidad de dejar la religión a un lado, fueron las premisas con las que Under Threat desarrolló el concepto de su más reciente producción, The Prison Within, trabajo que recogería las dos décadas con las que contaba la agrupación para 2017.

«Si en Tormenta Interna de 1999 parecía no haber salida, en A New Myth parecen encontrarse las respuestas que se buscaban hace 20 años», describiría el periodista especializado Alfredo Sánchez para Metallive.



23 años, en ese retrato que ha construido Under Threat de sí misma, no han pasado desapercibidos en la historia del metal en Colombia. Su trayectoria, ha influido la carrera de muchas agrupaciones actuales; su existencia, ha sido narrada desde diferentes perspectivas por periodistas especializados.

Ellos han estado en varios momentos claves del Fortín del Caballero. Recuerdo mucho esa entrevista que hicimos con Javier Barrero (Q.E.P.D), cuando habían sacado el Deathmosphere―, explica Alejandro Barbosa, director del Fortín del Caballero.

Con el cuidado que debe tenerse con una pieza de colección, Nicolás guarda de nuevo en su morral el vinilo de The Man Who Would Not Die. Fue una conversación para la historia.

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