(Caracas, Venezuela)
Por, Olugna
Casi cuatro décadas de historia lo anteceden; 38 años de un relato que definieron una etapa importante de una expresión musical que nació a finales de la década de los 50´s y que se las arregló para resistir en el tiempo y extender su sonido hacia nuevas fronteras: el Ska. En compañía de José Luis Chacín, Horacio Blanco, formaría en Caracas, una agrupación que trazaría un hito para el género que aprendió a vestirse con pantalones entallados, zapatos de punta y tirantas: Desorden Público.
«No es Ska», menciona el comunicado de prensa con el que Horacio Blanco anuncia la canción que promociona su primer álbum de estudio en esta nueva etapa de su carrera. Una premisa que, desde el primer instante, se me antoja ―por lo menos― inquietante, pues ignoro si después de caminar un largo trayecto, es posible zafarse de esa esencia que se convirtió en un sello identitario.
Es así, cómo me doy a la tarea de repasar, una y otra vez, la canción que aterrizó en la bandeja de entrada del correo de la revista, la cual es presentada bajo el nombre de ‘Conexión’, tres minutos y medios de una composición atravesada por la nostalgia que provoca la aceptación de que el sentimiento que une a dos personas se ha extinguido.
Los primeros acordes de ‘Conexión’, en efecto, son el preludio de una balada de lírica sencilla, que hace uso de términos propios de la tecnología para reconocer que una relación ha llegado a su etapa final. La voz limpia de Horacio Blanco, en esta ocasión, transmite ese sentimiento honesto que denota, además madurez y valentía, para aceptar que no vale la pena seguir.
La canción, atravesada por riffs melódicos que la acercan a los sonidos del Rock en español, integra, también, pasajes electrónicos que dejan ver la influencia del New Wave y el Dubstep; sin embargo, quizás motivado por la historia de Desorden Público, percibo ―de manera subjetiva― una esencia ligera del Ska.
Compuesta por Horacio Blanco, ‘Conexión’, es una composición de fácil recordación, cuya estructura musical hace posible que pueda ser digerida por distintos públicos. No obstante, es una canción que recoge las influencias musicales de los músicos que forma parte del proyecto y expresa esa identidad con la que el cantautor venezolano pretende extender el relato que ha escrito en 38 años de trayectoria.
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