(San Joaquín, Mahates, Bolívar)
Por, Jorge del Río
Nos dirigimos al corregimiento de San Joaquín, en Mahates, Bolívar, ubicado a casi tres horas por carretera desde Barranquilla. Faltando diez kilómetros para llegar al pueblo, nos dimos al abandono hacia una trocha con árboles frondosos, aire fresco y cálido. Fincas con terrenos que evidencian el trabajo y los buenos frutos cosechados por los campesinos.
Este es uno de esos pueblos de los que jamás había escuchado. De esos en los que su gente se niega a abandonarle; donde los malos momentos no afectaron las memorias, donde crece la esperanza, y solo se habla de lo bueno y bonito de vivir donde nacen los montes de María ―conocidos también como la serranía de San Jacinto―.
Este corregimiento ―aunque mayormente― conformado por mulatos, es hermano de San Basilio de Palenque; además, posee la particularidad de ser un pueblo que no se sienta a esperar a que caigan las obras ―o peor aún― las sobras que les niega el gobierno, pues sus habitantes, con mucho entusiasmo, han pavimentado la mayor parte y hasta han construido puentes con recursos propios. Parece que han heredado la tenacidad con la que sus ancestros construyeron, con dolor y sangre, el canal del Dique en el río Magdalena.
En medio de este paisaje de bosque seco tropical del Caribe colombiano, dos jóvenes unieron sus ideas para ayudar a visibilizar las riquezas, bellezas y los talentos que posee este escondido pueblo. Se trata de Marcia Pérez y María Teresa Valdelamar. Estas valientes y ejemplares mujeres, impulsan una iniciativa llamada Proyecto Mural ―financiado con rifas y colectas que ellas mismas han gestionado―, el cual invita a varios artistas a participar con la creación de murales en las fachadas de las casas en las que se puedan plasmar los saberes, la cultura, la riqueza natural y la historia de San Joaquín, partiendo de colores vibrantes que contribuyen a generar un ambiente pacífico, tradicional y folclórico, con el carácter que ofrece un verdadero pueblo caribeño.
Rina y yo hemos sido invitados con nuestro Laboratorio Amarillo a participar ‘muraleando’, junto a unos artistas muy tesos de la ciudad de Cartagena, como lo son: Pollo CTG, Serok Siete, Eg Merino, Jez, Sanjuan y Bluny. En dos jornadas realizamos murales que transformaron el paisaje y resignificaron diferentes temas del pueblo. Los ánimos se despertaron con la intervención musical del grupo Corporación Cabildo, desde la Boquilla, Cartagena.
En esta oportunidad nos otorgaron pintar la fachada de lo que se considera la primera escuela del pueblo. Fue así que propusimos Sabia-Savia, exaltando las raíces del conocimiento a través de las plantas y los animales; estos, como mensajeros de códigos transmitidos a los humanos y recibidos como ciencia.
Esta ciencia abandonada nos hace el llamado para proyectar de nuevo nuestra mirada hacia la fuente y así comprender nuestra conexión con el universo. El saber es, además, el sabor del conocimiento, está vinculado con el buen gusto y este es asociado, a su vez, con la lengua. Es decir, las palabras son las que transmiten el sabor del conocimiento de la verdad y hace referencia a la ciencia gastronómica como medicina; por eso, la sabiduría es la medicina que combate la desnutrida ignorancia.
San Joaquín es, sin duda, un lugar para conocer, pintar, reír y compartir con la impecable amabilidad de su gente. Es un espacio para enamorarse y disfrutar los sancochos de la tía; para admirar el trabajo del ganadero, de los que labran la tierra.
Encontrarás músicos talentosos, como los hermanos Kendry García, Moisés García y su bella familia. Es un pequeño pueblo que vive de la grandeza de su corazón. De nuestra parte, estamos muy agradecidos por la hospitalidad, y dispuestos a seguir participando en este hermoso proyecto, que le apuesta a la transformación social, a partir del arte.
Galería de la intervención realizada
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Nota Editorial
Aún desconocemos esa Colombia que se desborda en los relatos que la violencia ha dibujado en una gran parte del territorio; pero, que logran reivindicarse a través del arte. Desde hoy, liderado por el artista plástico Jorge del Río, iniciaremos un recorrido para la reconstrucción de la memoria a través de su trabajo. Bienvenidos.