La Biblia - Vox Dei (2)

El Génesis del rock argentino: ‘La Biblia’ de Vox Dei


Por: Sebastián González Z.


Hablemos de un álbum que partió la historia del rock argentino en dos: ‘La Biblia’ de Vox Dei. Como una revelación caída del cielo, esta obra maestra marcó un antes y un después en la música, revolucionando el género desde la creencia y la espiritualidad. Rubén Basoalto, Ricardo Soulé, Juan Carlos Godoy y Willy Quiroga dieron forma a un disco que, más que un simple lanzamiento, fue un manifiesto sonoro.

En marzo de 1971, en una Argentina convulsionada por dictaduras, revoluciones de facto, artistas exiliados y confrontaciones sociales, ideológicas y religiosas, ‘La Biblia’ irrumpió como un grito de resistencia. Con su lírica profunda, abordó desde el Génesis hasta las frases de Cristo en la cruz, pasando por los pecados capitales, en un acto de osadía artística que trascendió lo musical para convertirse en un mensaje revolucionario.

Se podría decir que ‘La Biblia’ es un álbum de Art-Rock, pero en realidad tomó influencias de distintos sonidos para magnificar la esencia de la banda. A partir de este, su segundo disco, se pueden distinguir matices de rock progresivo, ópera rock, blues rock y hard rock, convirtiéndolo en una obra selecta para quienes disfrutan de un sonido totalmente nuevo para los oyentes a principios de los años 70.

Todo empezó, cuando el lunes 15 de marzo de 1971, un álbum sin precedentes llegó a las tiendas de discos porteñas, lo que en efecto también es la primera obra o placa doble concebida por una banda de rock argentino. Pero el país apenas tuvo reparó en ello. La escena aún era un murmullo subterráneo, y la historia se escribía en el corazón de Córdoba, cuando el pueblo estallaba con un paro general y una movilización masiva contra las últimas imposiciones del gobierno de Roberto Marcelo Levingston.

La revuelta fue implacable. Su eco derribó a Levingston y abrió las compuertas de una transición democrática que aún se vislumbraba lejana. Mientras tanto, en los márgenes del rock nacional argentino, para muchos era inexplicable que un puñado de cuatro jóvenes suburbanos aguardaran de tal forma el destino de su obra colosal sin precedentes, cumpliendo con llevar las sagradas escrituras al lenguaje del rock.


«Han pasado tantas cosas con ‘La Biblia’ según Vox Dei que superó mis sueños», expresó uno de sus creadores, Ricardo Soulé. Y no es para menos. No muchas obras logran mantenerse vigentes por más de medio siglo, siguen despertando el interés del público y alcanzan un estatus especial tanto entre los entendidos como en el pueblo, que al final es lo más importante.


Parte de su trascendencia radica en los temas que aborda. ‘La Biblia’ no es solo un álbum de rock, sino una exploración profunda de cuestiones universales que atraviesan la vida de todos los seres humanos, sin distinción de clase social, nivel cultural o situación económica. Es la condición humana la que nos impulsa a reflexionar sobre estos temas, y quizás ahí radique el secreto de su inmortalidad.

En esta obra, se presenta desde una óptica profundamente humana, despojada de dogmatismos religiosos. explica Soulé:



Este álbum tiene mucho en su proceso de producción por contar, tanto así que puede decirse que quedó inconcluso en su proceso de grabación. Luego de registrar los fragmentos destinados al coro y la orquesta, Ricardo Soulé y sus compañeros enfrentaron una serie de contratiempos. La primera gran sacudida ocurrió cuando Juan Carlos Godoy decidió abandonar la banda, lo que coincidió con la quiebra del sello Mandioca, obligándolos a buscar una nueva discográfica. En medio de la incertidumbre, Jorge Álvarez, en un acto desesperado, tomó las cintas de grabación sin permiso, lo que llevó a una denuncia policial. Finalmente, el grupo regresó al sello Disc Jockey que, sin consultar a la agrupación, decidió prensar los vinilos pese a que aún faltaban las voces en dos canciones y algunos detalles de producción. Décadas después, en 2005, una reedición permitió recuperar parte de esas grabaciones originales, brindando una nueva perspectiva sobre la obra inacabada.


Por si fuera poco, la Iglesia Católica puso su atención en la producción, interesada en el contenido de las letras, llevando a que la banda tuviera un encuentro para evaluar el proyecto, con el Monseñor Emilio Graselli, persona que años más tarde sería investigado por delitos de lesa humanidad, dando su visto bueno. Como muestra de apoyo, la primera edición del disco incluyó un volante escrito por el propio Graselli, en el que destacaba la intención de los músicos:



Esta placa tiene como canciones principales, ‘Génesis’, ‘Moisés’, ‘Las Guerras’, ‘Libros Sapienciales’, ‘Profecías’, ‘Cristo (nacimiento)’, ‘Cristo (muerte y resurrección)’ y ‘Apocalipsis’.


Vox Dei llegó tan lejos con este álbum que incluso fue utilizado para la banda sonora de un documental sobre la vida de Jorge Bergoglio, conocido mundialmente como el Papa Francisco. La película, filmada entre Argentina e Italia y producida por Miguel Rodríguez Arias, rompió contraculturalmente las barreras entre el rock y la religión, desafiando los límites de ambos mundos.


En términos musicales y de producción, la grabación del álbum se llevó a cabo en los estudios TNT. Sin embargo, la sección de cuerdas y la orquesta, integrada por 50 músicos, se registraron en los estudios Phonal bajo los arreglos de Roberto Lar, quien fue contratado específicamente para dar mayor realce a ciertas piezas. Lar seleccionó el primer tramo de ‘Cristo’, una composición de Godoy dedicada a su madre, para aportar su toque orquestal.


El proceso de grabación fue extenso, acumulando más de 150 horas en estudio, una cifra impresionante para la época. Entre las curiosidades de la producción, se destaca que Rubén Basoalto utilizó una batería Ludwig prestada por Oscar Moro, mientras que en el tema ‘Las guerras’, Willy Quiroga tocó con un exclusivo amplificador Marshall cedido por Emilio Del Guercio.

Este álbum no solo marcó un hito en la historia del rock argentino, sino que se convirtió en una pieza fundamental del cancionero universal. Su grandeza radica en su capacidad de resonar en cada generación, manteniendo intacta su intensidad emocional y su relevancia lírica. ‘La Biblia’ es la prueba de que el rock puede ser un vehículo para la introspección, la provocación y la trascendencia.

Porque el rock no solo se escucha, se siente. Y cuando la aguja toca el vinilo de ‘La Biblia’, la historia se repite: una vez más, el trueno sagrado de Vox Dei resuena en el alma de quienes buscan algo más allá de la música, algo eterno.


Sebastián González Zuluaga es un cuyabro de pura cepa, rockero de corazón y futbolero de pasión. Estudiante de último semestre de derecho en la UGCA de Armenia y director de Tendencia Rocker, combina su amor por la música con una visión crítica del mundo. Siempre entre el ruido de las guitarras y el debate, busca dejar su huella en la cultura y el derecho.


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