«Una vejez que deteriora el pensamiento, una memoria que se esfuma sin saberlo»
‘SILLAS DE HIERRO’ (PROYECTO EDRISH)
(Ciudad de Panamá)
Por, Olugna
Poco a poco, la melodía, gana en intensidad. Sin perder la solemnidad que proyecta su sonido, ‘Lil Xilén, la primera pieza musical del disco, es el preludio de una obra teatral en la que el rock sinfónico será el protagonista. La breve introducción, favorece la conexión con el trabajo conceptual que Proyecto EdRisH ha preparado en su álbum debut, ‘Ilusías’.
‘Lil Xilén’, canción instrumental que no supera los 90 segundos, se percibe como la apertura de un telón que, al caer, dará apertura a una función compuesta por 12 composiciones más; 12 actos en los que el artista nacido en Panamá, deja plasmada su visión optimista de un mundo diferente al que habitamos a diario; uno más amigable y menos ambicioso, guiado ―en la interpretación de Proyecto EdRisH― por el amor, los sueños y la fuerza de la ilusión, valores que han sido desfigurados por la contaminación espiritual de la humanidad.
―Me gusta promover valores a través de la música y las letras de cada canción que hago bajo las bases sólidas de una propuesta de rock innovador y con elementos teatrales―. Afirma Proyecto EdRisH.
‘Ilusías’, se percibe como un trabajo conceptual que exalta el simbolismo religioso e interpreta la vida, el paso del tiempo y la huella del amor. Desde la majestuosidad de un templo, hasta la longevidad propia del ser humano, son insumos en el trabajo musical de Edwin René Ríos, el hombre detrás del proyecto.
Es un disco influenciado por los sonidos del rock sinfónico, que contradice la herejía propuesta por una gran parte de agrupaciones de Rock ‘n’ Roll (en todas sus expresiones) y se aleja de la tendencia de retratar la precariedad de la humanidad ―otro sello identitario del género―; sin embargo, ‘Ilusías’, al buscar acercarnos de nuevo a la esperanza, deja al descubierto un lado rebelde que busca el amor, como un acto emancipatorio en un mundo convulsionado.
El segundo acto de ‘Ilusías’, contrasta con el preludio ofrecido por Proyecto EdRisH. Los primeros segundos, anuncian su cercanía con el heavy metal. A medida que avanza, ‘Iluminados’, retrata el poder simbólico que tiene el Altar de Oro ―una combinación de cedro y hojas de oro― de la iglesia San José del Casco Antiguo ―cuya estructura se vio amenazada en repetidas ocasiones durante el siglo XVII― en una pareja que promete a permanecer unida hasta la muerte.
Los hijos, otro de los insumos para las historias relatadas en la placa discográfica, son retratados en ‘Eclipse de Vida’, cuya primera parte es el corte número cuatro y la segunda, la octava canción. Ambas baladas, proyectan la sensibilidad de una lírica dulce que exalta el sentimiento que despierta en un individuo convertirse en papá.
La vejez ―la fragilidad de la vida cuando se extiende hasta la longevidad―, es retratada en ‘Silla de Hierro’, balada impregnada de melancolía dedicada a la «memoria que se esfuma».
‘Ilusías’, básicamente, es una cronología de vida, desde el día cero hasta el ocaso de la existencia.
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