Por, Las Letras del Poeta Ebrio
Trata de abrazar tus sueños mientras duermes,
para que nos los veas desaparecer al despertar.
Afronta tu realidad, acéptalo.
Para qué correr, ni siquiera esconderte te servirá.
No trates de huir, mucho menos intentes pelear.
Dormida verás cómo tratas de escapar de tu pesadilla,
verás la aptitud cobarde de tu espíritu
y a tu filosofía aceptar su propia derrota.
Sigue dormida, no naciste para luchar.
tu fuerza y coraje se fueron de viaje.
Tu cabeza, tus brazos y tus piernas claudicaron.
Duerme, ¿Por qué lo intentas?,
si de tu sueño prefieres no despertar.
Te pareces un tanto a mí,
aunque dormida, aunque despierta
no hagas más sino soñar.
Te lo digo yo, que escribir más no quiero,
no quiero luchar, tampoco correr es lo que quiero.
Estoy cansado, tengo sueño.
No quiero, no creo, no puedo aceptarlo.
Soy yo quien se mantiene en un profundo sueño;
nunca, de lo profundo, me quiero despertar.
No quiero, no creo, no puedo aceptarlo.
¡Lo siento!, déjame dormir.
¿A quién engaño?
Soy yo el que no quiere despertar.
¿Escribir es tu cuento? ¿Tu vida es una poesía?