Una vuelta de tuerca

Sheppard corría, después de haber robado ese almacén, tenía que hacerlo; llevaba esmeraldas, amatistas y un caro y precioso diamante en una pequeña bolsa.

Por, Irving Pacheco Gutiérrez

Capítulo 1. El escritor

“Bien, aquí vamos de nuevo, supongo que iré por marihuana mientras escribo, mejor alcohol, mejor ambos”.

 

15 minutos después…

 

Sheppard corría, después de haber robado ese almacén, tenía que hacerlo; llevaba esmeraldas, amatistas y un caro y precioso diamante en una pequeña bolsa. Un botín pequeño pero cuantioso, que logró sacar antes de que sonara una alarma. Sheppard quería sombras que lo ocultaran y sólo encontraba haces de luz hechos círculos. Unos matones, dueños de la luz buscaban a alguien con ella, querían ver, hallar algo, hallar al ladrón, a él.

Al final del bloque de bodegas  del que huía, tropezó con la visión de un bote amarrado al ( ______ ) a orillas del puerto, la noche lo cubría bien, pues las farolas no servían en esa zona, subió al bote y respiró con gran esfuerzo, tuvo un minuto de paz antes de que uno de sus cazadores lo enfocara con la lámpara.

— ¡Ahí está! — gritó uno. Dispararon.

“Creo no sirve, de cualquier modo, ni siquiera encuentro la palabra para la cosa con la que amarran los botes en el puerto, y ¿quién usa la palabra matones? Eso es demasiado de los setenta, pfff mala idea. Mejor empiezo de nuevo”.

Esta es la historia de un ladrón; por ahora, nos interesa la situación: está corriendo, robó gemas y se equivocó de víctima, media docena de mafiosos lo persigue por un bloque de bodegas cerca de un río, respira con dificultad y busca evitar las lámparas que con mucho ahínco lo buscan, sus dueños lo quieren, el botín es valioso y no dejarían que un ladronzuelo se los quitara con tan sólo el esfuerzo de sus piernas.

Por radio les anuncian que ha doblado hacia “la zona” un lugar donde salir río abajo para deshacerse de los cuerpos y que misteriosamente siempre tiene las farolas descompuestas, los impuestos no sirven en esa parte de la ciudad, al parecer. Ya lo tienen, sólo disparan.

“Mejor, pararé un rato e iré por cerveza”.

— ¿Entonces se muere? —

—Pero como sabré yo eso pelotudo, que escriba lo que quiera y que por mí termine la historia como le plazca—

¡Mierda! esto no es lo que yo quiero. Necesito decirle a Sheppard.

 

Capítulo 2. El aviso

— ¡Agáchate! — Gritó una voz.

Sheppard reaccionó por instinto y más que agacharse se tiró de bruces al río, “¿Qué está pasando?” Retumbaba su cabeza y una voz le alentaba, ¡Vamos! ¡Vamos!. Aún agitado, nadaba pegado al muro lleno de musgo, había una especie de flashes y sonidos sordos que interpretó primero como cañones y luego como silbidos  ya dentro del agua, “disparos” pensó con miedo y la adrenalina al mil por ciento.

—Escucha chico: quiere matarte—

— ¿Quién eres? —

— Quiere matarte, búscalo, tiene tu historia—

— ¿Qué? —

— ¿Pero de qué hablas? ¿Dónde estás?—

—Búscalo, calle Hawkins N° 31—

La voz desapareció, Sheppard se desmayaba, los perseguidores habían desaparecido por alguna extraña razón. “Tiene tu historia” se repetía en su cabeza.

Continuará…

 

Por, Irving Pacheco Gutiérrez

Alvarado (Veracruz, México)

 

 

Reseña del Autor

Irving Pacheco Gutiérrez  31 de Julio 1991. , Nace en Alvarado,  México  viviendo la mayor parte de su vida en Lerdo de Tejada, donde desarrolla el oficio de Auxiliar contable, nihilista y escritor de ocasión a raíz de una infancia interesada en libros y estudio por cuenta propia.

Autores favoritos: VIctor Hugo, Jhon Katzenbach, Italo Calvino, Anne Rice, Isaac Asimov, Thomas Mann entre otros.

Revisó: Erika Molina Gallego (Editora Narraciones Transeúntes)

“Tiene una enorme capacidad para transportar  al lector al  interior de la historia, y de hacer sentir eso, que en algún momento, todo escritor experimenta”.

‘Popeye’: un camino hacia la fama cubierto de sangre

La vida de los criminales es exaltada con esmero en producciones multimillonarias y su memoria perpetuada en el imaginario colectivo de la nación, mientras que el legado de personas que han sobresalido o han dado su vida a las causas justas y dignas de homenaje, han quedado olvidadas en los anaqueles de las bibliotecas.

Por, Andrés Angulo Linares

Cerca de trescientos asesinatos ejecutados por él mismo y alrededor de tres mil, en los cuales tuvo participación indirecta, son las cifras que resumen a grandes rasgos la carrera criminal de Jhon Jairo Velásquez como jefe de sicarios del Cartel de Medellín.

585 mil seguidores en YouTube, un promedio de más de 100.000 reproducciones alcanzan sus videos en dicha plataforma, dos libros de su autoría, uno de ellos escritos en prisión y más de 53.000 seguidores en Twitter, son las cifras con las cuales puede resumirse la actualidad mediática de ‘Popeye’.

La fama es un espacio reservado para unos cuantos y sus caminos son tan diversos como opuestos, no siempre se alcanza la cumbre siendo un ejemplo de vida, todo lo contrario, en ocasiones, la popularidad termina siendo un homenaje para los individuos que han dedicado su vida a construir tragedias ajenas.

La fama no lo abandonó en ningún momento, junto con el arrepentimiento por sus crímenes, el confeso asesino, se ha hecho popular en las plataformas digitales, su comportamiento no dista mucho de los ‘youtubers’ más reconocidos del momento, firma autógrafos, se toma ‘selfies’ con los transeúntes que lo asedian cuando lo ven por la calle, sus opiniones políticas expresadas en Twitter causan impacto y algunas de sus entrevistas alcanzan millones de reproducciones, es toda una celebridad. ‘Popeye’ arrepentido, como se hace llamar en YouTube, ahora recorre los senderos del estrellato en Internet.

El nacimiento de un mito

Una decisión puede cambiar nuestro destino de manera drástica e irreversible. Nacido en Yarumal Antioquia el 15 de abril de 1962, Jhon Jairo Velásquez desde muy niño sintió curiosidad por las armas de fuego, razón que lo motivó a integrarse a la Escuela de Suboficiales de la Armada en Barranquilla y luego a la Escuela de Oficiales de la Policía en Bogotá siendo aún menor de edad, sin embargo, la legalidad no representaba para él ningún aliciente, por lo cual terminó retirándose de una carrera que apenas estaba comenzando.

Su regreso a la capital de Antioquia marcó el inicio de un nuevo camino al lado de Pablo Escobar. En el Cartel de Medellín se destacó y logró ascender rápidamente hasta convertirse en uno de los hombres de confianza del ‘Patrón’. Abnegado y obediente antes las órdenes recibidas por Escobar, ‘Popeye’ se convertiría, de esta manera, en leyenda.

En entrevistas dadas a los medios, confiesa sin remordimiento los atentados perpetrados con bombas, en los cuales participó, sus asesinatos y el día en el que ordenó matar a Wendy Chavarriaga, su novia por aquel entonces, por petición directa del ‘Patrón’.

En 1992 se entregó a las autoridades y fue condenado a 24 años de prisión en la cárcel de Cómbita. De esta manera llegaba a su fin el camino que años atrás había elegido.

En el marco del cumplimiento de su condena confesó sus crímenes y sus declaraciones fueron definitivas para resolver otros tantos, entre los cuales se incluye el asesinato de Luis Carlos Galán Sarmiento, ordenado de acuerdo con las pruebas presentadas, por Alberto Santofimio Botero, destacado político en aquellos años.

Podría decirse que su constancia, disciplina y, ante todo, su lealtad ante Escobar, le dio el reconocimiento del que ahora goza de manera increíble en un sector de la sociedad que, al parecer, por las interacciones generadas en redes sociales con sus intervenciones, siente admiración por un hombre que en su espalda carga con la desgracia que él mismo provocó en miles de familias que se privaron de sus seres queridos, gracias a su eficaz acción.

Colombia: país en el que se rinde homenaje a los criminales y se olvida a los héroes

Ser crítico en nuestro país es una cuestión de valientes ejercida por algunos pocos, pues el costo de enfrentarse y de denunciar a los políticos y organizaciones  criminales del momento, suele tener un costo que en muchas ocasiones sólo es cubierto con la muerte. Así, de esta manera, Jaime Garzón, fue asesinado un 13 de agosto hacia finales de los 90.

En YouTube reposan sus recuerdo en miles de videos, episodios de sus programas, entrevistas, documentales y demás homenajes que se han producido alrededor de la imagen del fallecido humorista, ninguno de éstos supera las 800.000 reproducciones. Hoy es recordado cada aniversario de su muerte y en el ‘Garzonazo’ de RCN radio, durante unos cuantos minutos al día. Sin Internet, seguramente, sería reducido a un triste episodio de la historia política del país. Su voz, como la de muchos otros, fue silenciada y su heroica labor podría estar muy cerca del olvido total.

En enero del presente año, YouTube le otorgó a ‘Popeye’ arrepentido el Botón de Plata por los más de 220.000 seguidores que tenía en ese instante en su canal.

Las entrevistas que le han realizado alcanzan hasta las ocho millones de reproducciones. Su vida es narrada como si se tratase de una película de acción a las que nos ha acostumbrado Hollywood, las dificultades que pasó en su infancia, las acciones que lo llevaron a ganarse un espacio de importancia en el Cartel de Medellín son contadas con cierta emotividad y su aspecto humano sobresale a través del arrepentimiento que ha manifestado y por algunas acciones sociales que ha llevado a cabo, para evitar que jóvenes caigan en el agujero que representa el crimen, a partir del dinero fácil.

El arrepentimiento es el resultado de un ejercicio reflexivo que nos cuestiona sobre nuestras acciones y nos da, en muchos casos, una valiosa oportunidad para el cambio. Para ‘Popeye’, su discurso, el perdón que pidió a sus miles de víctimas y sus acciones sociales (Ver más), se contradicen con las declaraciones que él mismo ha hecho por diferentes medios, por su cercanía con los grandes capos de la actualidad y por la lealtad que aún guarda por su gestor Pablo Escobar Gaviria.

“Si Pablo Escobar volviera a nacer, me iría con él sin pensarlo”, declaró en una entrevista que concedió a Revista Bocas el 28 de agosto de 2014.”

El 9 de diciembre ‘Popeye’ se encontraba en la fiesta en la cual fue capturado Juan Carlos Vallejo ‘Tom’, poderoso narcotraficante colombiano, mientras celebraba su cumpleaños, sobre él se ofrecía una recompensa de 2.000.000 millones de pesos.

Para la Fiscalía, Velásquez estaría quebrantando los compromisos pactados para que se le pudiera otorgar la libertad, tras haber cumplido 23 años y 3  meses de condena, y solicitó la revocatoria de su libertad. Para ‘Popeye’ su presencia en el lugar de la captura de ‘Tom,’ obedecía a un evento social y dejó conocer sus airadas respuestas en su cuenta de Twitter:

«No le temo ni a la cárcel ni a la muerte».

«Hola aparecí. Las Ratas miserables que están hablando lo que no Es. Hablar sin conocer lo qué pasó es muy fácil. Eso es de las Ratas del sí. Estaba en una fiesta y pasó lo qué pasó. No es delito ir a una fiesta. Por eso me liberaron»

«No le tengo miedo a lo que le temen las Ratas del sí. Si hay que ir a prisión. Voy. En poco tiempo estaré de nuevo atacando este maldito gobierno. No le temo ni a la Cárcel ni a la muerte. Soy un guerrero y como tal. Me comporto. Soy una figura pública y puedo ir donde sea»

“Ahhhhh se me olvidaba. Fiscalía olvidesen de mí para todos los casos del cartel de Medellín. Busquen otro que les ayude hasta acá llego yo. Chaoooo pescado.” (Sic)

Rating versus ética

El flagelo del narcotráfico permeó nuestra cultura y ante el mundo la imagen del país quedó reducida a este pasaje de nuestra historia, que sumados a la violencia concebida desde grupos paramilitares, guerrilleros, BACRIM y en ocasiones, desde el mismo Estado y la corrupción política han creado un estigma en el exterior, que somete a los colombianos a calificativos infames.

Colombia ha sido protagonista de numerosos episodios en distintos ámbitos que nos permiten mantener el orgullo en alto. Grandes y destacados deportistas, científicos que brillan en el exterior por su aporte en diversas áreas, eventos culturales de gran magnitud, territorios ricos en flora y fauna, artistas reconocidos mundialmente y otros factores forman parte de los logros que el país ha obtenido a lo largo de los años. No obstante, los medios de comunicación privados nacionales y ahora Netflix se han encargado de arraigar el narcotráfico como parte de nuestra cultura, con contenidos que, contradictoriamente, reciben una gran aceptación en una parte de la sociedad.

La vida de los criminales es exaltada con esmero en producciones multimillonarias y su memoria perpetuada en el imaginario colectivo de la nación, mientras que el legado de personas que han sobresalido o han dado su vida a las causas justas y dignas de homenaje, han quedado olvidadas en los anaqueles de las bibliotecas, en los programas de Señal Colombia y en otros contenidos comunicativos, que no cuentan con la misma difusión que los productos de los canales privados.

Se exalta la trayectoria criminal y se deja de lado las historias dignas de ser contadas. La memoria del país está siendo narrada desde las ‘narcoseries’, dándole prioridad a la versión de los victimarios sobre la de las víctimas. La reivindicación de éstas ha sido plasmada en documentos académicos e investigaciones de organizaciones sociales de difícil acceso o, por lo menos, no tan difundidas.

“Mientras que la historia oficial dice que Maza Márquez, Rosso José Serrano y el Gobierno derrotaron al narco, ‘Escobar, el patrón del mal’ cuenta la historia de sobrevivencia y heroísmo de Pablito y el ‘Cartel de los sapos’ es la versión narco de nuestra historia contra los narcos.”, afirmó Omar Rincón, director del Ceper (Universidad de los Andes) y crítico de televisión del El Tiempo, en su columna de opinión del 6 de septiembre de 2015. (Ver más)

La trayectoria criminal de Jhon Jairo Velásquez, como la de otros tantos criminales, debe procurar la construcción de memoria para la no repetición y para la reparación de las víctimas, su testimonio es fundamental para esclarecer los hechos acontecidos en la época en la que el narcotráfico sembró el terror y permeo la política del país, su integración a la legalidad debe respetar los compromisos adquiridos y su vida debe ser tomada como ejemplo para evitar que los más jóvenes se conviertan en lo que, él mismo ha definido, como una generación pérdida.

Por, Andrés Angulo Linares

El libreto

Un nuevo embarazo en la familia, la noticia se esparce rápidamente, la alegría y el jolgorio no se hacen esperar. Desde ya todos empiezan a adivinar “¿qué será?” niño o niña, si la ropa será rosa o azul, si se va a parecer a la madre, al padre…

 Por, Erika Molina Gallego

El principio de todos los males

Un nuevo embarazo en la familia, la noticia se esparce rápidamente, la alegría y el jolgorio no se hacen esperar. Desde ya todos empiezan a adivinar “¿qué será?” niño o niña, si la ropa será rosa o azul, si se va a parecer a la madre, al padre…

La criatura no ha empezado a formarse y ahí está todo el mundo, decidiendo su vida, cómo se llamará, a qué escuela irá, en cuál dios creerá. Lo han imaginado perfecto, educado, bonito, decente y obediente, sobre todo obediente.

Ha nacido niña, tiene vagina, así que eso la hace niña; al menos así debe ser, tendrá que comportarse como toda una dama, perfectamente femenina, aprenderá a sentarse con las piernas cerradas, a tender su cama, a quedarse callada, a jugar con muñecas, a ser madre.

Ha nacido niño, tiene pene, eso lo hace niño; al menos eso quieren creer, tendrá que aprender a ser “macho” a jugar con carros, a no llorar, a ser fuerte, todo un “varón”.

Los primeros años son una maravilla, risas, juegos, mimos y principios rectores, pura felicidad, pero en cuanto la criatura empieza  a pensar, todo cambia. Llegan las peleas, los castigos, la imposición, la dictadura. Y es que para una sociedad en la que la obediencia es sagrada, atreverse a pensar diferente es un verdadero pecado.

La adolescencia llega y todo es un conflicto, se empieza a salir del camino, de lo que han planeado para él, y se desata el caos. Ya no le gusta la música de sus padres, ni la ropa que ellos le ponían, cuestiona sus órdenes y pensamientos, todo se descontrola y la felicidad que antes proporcionaba se va al carajo.

La ley de la vida

Una gran parte de la población de nuestra amada Colombia tiene la misma percepción de la vida, la misma visión, las mismas expectativas, y es que, tristemente, basados en nuestra idiosincrasia, el machismo, la religiosidad y el conservatismo que nos ha caracterizado, han implantado en nosotros un chip, un formato, un libreto, que nos dice exactamente cómo tenemos que vivir, los roles que nos corresponden según nuestro género y hasta la edad en la que debemos tener un trabajo, casarnos, y la cereza del pastel: tener hijos.

Alguien que decidió vivir su vida libre de los preceptos establecidos; ese que nunca maduró, nunca sentó cabeza, aquel que se atrevió a perseguir un sueño, quien dejó de hacer lo que su familia hizo toda la vida o aquel que simplemente no permitió que decidieran por él, es tildado de loco, vago, descarriado, para él hay una lista interminable de adjetivos, y no precisamente positivos.

Pero ningún “pecado” es tan grande, ninguno ofende tanto, nada hace hervir más la sangre de todo nuestro amado entorno, que el hecho de no querer tener retoños.

Para la mayoría de las personas, de todos los estratos, de todas las edades, creencias y posiciones políticas o religiosas, tener hijos debe ser un hecho casi inamovible, que tendría que estar en los planes de hombres y mujeres. Las razones son muchas, preservar el apellido, darle nietos a los padres, llevar al punto máximo la esencia y motivo de nuestra existencia, no estar solos en la vejez: “los hijos son la base de la familia” “¿entonces uno para quien trabaja?”…

Puedo quedarme citando cientos de frases que a diario se escuchan por aquí y por allá, razones sin sentido que simplemente se han dedicado a repetir como disco rayado, de generación en generación, hasta el punto de crear en la mente de quienes las escuchan la convicción de que tener hijos es casi una obligación con la sociedad. “¿Qué le vamos a hacer? Esa es la ley de la vida”.

Todos al ataque

La presión se ejerce desde todos los frentes, el primero de ellos es la familia. Las reuniones familiares se convierten en una pesadilla para aquellas parejas que desean disfrutar de su vida felizmente sin chiquillos gritando por toda la casa. Su “situación” es el tema central y los comentarios infortunados no se hacen esperar, las preguntas incomodas son el plato fuerte y la frasecita “les hace falta un niño” hace que corran del lugar en la primera oportunidad. ¿Cómo carajos saben lo que les hace falta? Tal vez sólo necesiten unas cuantas cervezas más en su refrigerador.

El segundo cañón es disparado en el trabajo, no es sino que sea el día de la madre, del padre, de la virgen del Carmen, del árbol… cualquier día es bueno para sacar a relucir los logros y travesuras de los hijos de todos los compañeros –lo cual está perfecto– si no fuera por el pequeño detalle de que al final te dicen simpáticamente: “¿para cuándo los tuyos?”, “ya estás en edad, te está dejando el tren”, “¿es que no te gustan los niños?”

La presión es realmente asfixiante y llega al punto de que la “víctima” en cuestión, termina peleando con todo el mundo o aislándose, casi completamente, para no tener que soportar los dardos llenos de veneno.

Las explicaciones nunca son suficientes y aunque se tengan miles de razones –que por supuesto no tendrías que recitar– ellos jamás entenderán.

Los datos

Según cifras preliminares del Departamento Administrativo Nacional de Estadística DANE, en 2017 se han reportado  311.972 nacimientos y según el Banco Mundial, a 2016 Colombia tenía 40 habitantes por kilómetro cuadrado, 29 más que hace 50 años. La población crece de una manera descontrolada, como también lo hacen la contaminación, la violencia y la descomposición social, mientras se reducen los recursos hídricos, el espacio y la tranquilidad.

La economía de las familias cada vez es más precaria, muchos gastos, muchos impuestos, muchas facturas, muchas preocupaciones, y claro, muchos hijos, niños que no irán a la universidad, que no cumplirán sus sueños, que seguramente tendrán que trabajar, como sus padres, en lo primero que encuentren para poder sobrevivir, mentes en las cuales implantarán los mismos preceptos, el mismo ciclo de vida: naces, creces, te reproduces, te reproduces, te reproduces, mueres.

Las verdaderas razones

Por supuesto, nadie piensa en esto, o por lo menos, no la mayoría, y los que nos atrevemos a pensar un poco en que la vida es mucho más que tener un chiquitín entre los brazos, somos duramente atacados.

Ahora, mientras contempla la cara de sus hijos, sobrinos, nietos o cualquier niño que tenga cerca, piense, vale la pena detenerse un poco y reflexionar en el futuro que les espera. No se trata de satanizar la reproducción, por eso estamos aquí, se trata de hacer una elección libre y consciente, sin presiones, sin seguir ese libreto que otros han escrito por nosotros, esos que no van a solucionar nuestras vidas. Tampoco se trata de que odiemos los niños, al contrario, se trata de que los que lleguen, lo hagan bien, y no de llenar el mundo de criaturas infelices, simplemente porque “esa es la ley de la vida”.

Empecemos a entender que cada quien es libre de elegir, de tatuarse, de viajar, de no querer estar encerrado en una oficina, de estudiar música, arte o literatura, y sí, también contaduría, derecho o teología.

Que es igual de respetable querer tener un niño, un perro o un gato, y que debe ser una decisión consciente, es hora de tener una visión más amplia, de salir del molde, de romper los esquemas, de dejar de pensar en el que dirán. Nuestra responsabilidad con la sociedad no es llenar el mundo de habitantes, es tratar de que, los que ya estamos, vivamos mejor.

Por, Erika Molina Gallego

erikamolina@rugidosdisidentes.co

Memorias de Rock al Pueblo 2017, mucho más que un Concierto

Los días 3 y 4 de noviembre se llevó a cabo Rock al Pueblo, festival realizado en La Mesa Cundinamarca, siendo una apuesta diferente y con un gran sentido pedagógico que se expandió para llevar el rock donde nunca antes.

Por, Luis Alfredo López

“Formando público nuevo y llevando el Rock donde nunca antes”

Los días 3 y 4 de noviembre se llevó a cabo Rock al Pueblo, festival realizado en La Mesa Cundinamarca, siendo una apuesta diferente y con un gran sentido pedagógico que se expandió para llevar el rock donde nunca antes.

Más que un concierto tradicional, el Festival busca la formación de un nuevo público en los municipios de la región del Tequendama, retomando el discurso comprometido del Rock para la formación de un pensamiento crítico y social, principalmente en los jóvenes.

Gestado originalmente por un grupo de maestros que querían brindar un nuevo espacio cultural a los jóvenes de La Mesa, y asimismo poder tocar un poco de rock con sus propias bandas, ya fuere de propuestas nuevas o covers, e intentando llevar esta música a un lugar donde los géneros populares como la ranchera, el corrido, el reguetón y el vallenato son dominantes.

La característica principal este año fue el crecimiento del Festival, que si bien alcanzó su cuarta edición, en el presente se fortaleció logrando un cartel mixto de agrupaciones amateur, profesionales de la escena bogotana y la inclusión de la leyenda nacional Ekhymosis, que se presentaba en la región por primera vez, pasando de ser una oferta exclusiva para los habitantes del municipio, atrayendo a los rockeros de Bogotá principalmente.

Rock al PuebloSin embargo, el objetivo se centró en la acción pedagógica con los jóvenes, desde los esfuerzos conjuntos de la Red Educativa para la Calidad Regional de la Enseñanza y el Aprendizaje (R.E.C.R.E.A), la Alcaldía Municipal de La Mesa y la incorporación para este año de la Fundación Jóvenes Talentos de Colombia, que se ha propuesto incentivar la formación musical desde el Rock en el pueblo y apoyar a diferentes agrupaciones de niños y jóvenes en la profesionalización musical, así como el intercambio de experiencias.

Es claro que en un terreno donde se mantienen los estereotipos acerca del rockero y la sociedad aún mantiene criterios moralistas clásicos e incluso plenamente católicos, acerca de los conceptos de la música rock y metal, el trabajo de preparar un festival de este tipo es una lucha contracorriente, pero  desde el inicio sus organizadores han visto un marco de posibilidades, antes que una suma de dificultades.

Día Uno

Para el día viernes tres de noviembre se concentraron en el teatro municipal, más de trescientos estudiantes con los cuales se programó toda una jornada pedagógica que los llevó a explorar, tanto los sonidos, como los mensajes que el rock puede comprometer a nivel cultural, social y personal, siendo todo un éxito en cuanto a la participación de niños y jóvenes de los diferentes colegios del municipio.

La jornada inicio con la presentación de la conferencia “El Rock Nuestra Forma de Vida” por parte de quien escribe, señalando algunos prejuicios sociales que los medios de comunicación transmiten de personajes con vidas y desenlaces trágicos, contrarrestando con la revisión de algunas biografías ejemplares de grandes músicos de rock, que permitieron a los estudiantes ampliar el panorama respecto a la vida personal de un músico y la oportunidad que brinda la música en general para ser también un vehículo que los lleve a cumplir sus propios sueños. Bruce Rock al PuebloDickinson de Iron Maiden, Brian May de Queen, Bod Dylan, Dexter Holland de The Offspring, Art Garfunkel de Simon & Garfunkel, fueron algunos ejemplos de los temas tratados, que fueron recibidos con entusiasmo entre los presentes. Asimismo, se escucharon algunos apartes de entrevistas a la leyenda nacional, el “Titán” Elkin Ramírez, hablando acerca de las posibilidades que la vida, el trabajo duro y los sueños pueden generar para de ser dioses en esta tierra, en general un mensaje de compromiso con la vida. Valga decir que la presencia y el recuerdo de nuestro rockstar nacional se sintió durante los dos días con sendos homenajes, iniciando con el Coro del Colegio Americano Menno, que hizo un sentido cover de Lenguaje de mi piel, mismo que se hizo viral en Youtube y Facebook como tributo para Elkin, quien nos dejó tristemente este año.

Lo segundo fue la presentación de las agrupaciones juveniles Cave Myth, Isikhova e Hysterisis, quienes lograron conquistar al público, interactuando con sus experiencias personales sobre la preparación, la puesta en escena, los escenarios donde han podido presentarse y su relación personal con la música.

La recepción entre los jóvenes, quienes no dudaron en subirse a la tarima para tomarse fotos y hablar directamente con las bandas, fue más que grata. Cave Myth es una propuesta que inició este año, producto de la labor de la Fundación Jóvenes Talentos de Colombia y que ha logrado un avance significativo en poco tiempo, contando con presentaciones prácticamente desde su inicio y capacitándose directamente con algunas figuras de gran peso en la escena nacional, la fundación ha contado con el apoyo de músicos respetados como el guitarrista Tom Abella, Ricardo Chica de Herejía o Salvatore Casandro de la clásica agrupación Escape. Mientras que Isikhova e Hysterisis son dos propuestas fuertes que tocan sus propios temas y destacan por una gran puesta en escena, así como por un profesionalismo e innovación que se plantan al mismo nivel que bandas de trayectoria, nos recordaron que el rock fue por mucho tiempo música de adolecentes críticos y comprometidos.

Rock al PuebloEspecialmente Hystéresis ha tomado una relevancia que vale la pena tener en cuenta, este año hicieron parte de varios festivales distritales como Rock al Kennedy, Rockademia y  Rock INC, Organización que también se vinculó a Rock al Pueblo. Precisamente, para cerrar la jornada académica los integrantes de la agrupación NOXOS, una de las agrupaciones del ramillete de la organización Rock INC (Rock Industria Nacional Colombiana),  hablaron acerca del compromiso social y el trabajo en territorios que ellos mismos gestan. Charlas con jóvenes y niños, presentaciones en colegios, programas como Los Perros Ricos con mascotas rescatadas de la calle, son algunos ejemplos del trabajo de esta banda que implementa la acción más allá del discurso.

El resultado fue una mañana increíble de rock con estudiantes que marcaron en su rostros sonrisas y una actitud que nos da esperanzas para quienes amamos este género musical, pues fue evidente la aceptación, el divertimento y el cambio de pensamiento que los asistentes demostraron. Sin duda el mayor logro de este año para el festival fue la incursión de esta experiencia que servirá de ejemplo para la renovación de festivales que se están ampliando por los municipios.

Rock al Pueblo 2018 Jornada Pedagógica galería fotográfica

Día Dos

Para el día sábado cuatro, nos enfrentamos a una jornada extensa de música que contó con 17 agrupaciones. Los encargados de abrir fueron Omnia, una propuesta del trabajo del profesor Alex Rodríguez en las veredas del Rock al PuebloTequendama como La esperanza, San Javier y San Joaquín, quienes con algunos covers mostraron como el rock es un instrumento que potencia y permite procesos pedagógicos. Asimismo Cave Myth dio cuenta del trabajo de la fundación que como parte de los anfitriones, se encargaron de ir animando al público. Durante el día se fue generando la expectativa por la presentación del documental “No soy un Mito Soy un Rockero” que tiene como protagonista al guitarrista de esta formación.

La sección plenamente juvenil continúo con Isikhova, quienes ya tenía una parte del público ganado por la intervención del día anterior y estaban siendo esperados por los más jóvenes. Una formación mixta, con chicas al mando de una potente voz líder y una bajista que transmite pura energía y se llevaron las palmas al lado de un joven guitarrista que puntea como virtuoso.

Lo siguiente fueron las presentaciones de Angel DelDucca, quien con una propuesta fusión, nos habló acerca de su trabajo con niños que sufren de cáncer, acercándonos a una labor social interesante de la cual fueron representantes dos niñas en dicha condición y a quienes Ángel lleva ratos de alegría. En adelante fue Cruzio, agrupación joven de propuestas hardcore, luego llegaron los Alarahk, integrada por los docentes de R.E.C.R.E.A, quienes fueron Rock al Puebloimprimiendo el discurso social y eje principal del día dándole introducción a los NOXOS una de las bandas de mayor trabajo con comunidades y compromiso en la escena, cuyos integrantes entraron ataviados con ropa folclórica y maquillaje conceptual, levantaron al público de la gradería, invitaron a mover el cuerpo, al ‘pogo’, al baile y tocaron su RockCore Foundation con toda la garra, marcando también recordación entre los asistentes, una de las mejores del día, sin dudas.

Pasamos a bandas de tributos y covers, que de igual forma nos fueron dejando algunos temas propios y que mantuvieron la atención mientras transcurría la tarde, Exodica, Cyclothymia, Tributo Rock, Rock & Rolos que presentó su sencillo Thrash Milenio y logró gran acogida con temas clásicos que fueron coreados todo el tiempo, se destacó de sobremanera Natural Tribute, banda en homenaje a Pink Floyd, que la define como una de las mejores del país en este tema.

El plato fuerte de la noche comenzaba con Hysteresis, siendo de la más esperada, supo aprovechar de nuevo el Rock al Puebloespacio, dándola toda con el show creativo que maneja y su Hard Heavy de aire fresco, impresiona que siendo una agrupación, cuyos integrantes son bastante jóvenes, ya tengan un sonido propio, pero también la puesta en escena sea tan clara y dinámica, uso de efectos, trampolín y sobre todo buena música justificó claramente su horario.

Para el cierre Age Of Reborn tocó su Speed Thrah Metal como la banda más pesada del día y que ya había sido parte del festival, dando cátedra desde lo extremo, directos y sin concesiones puso el último peldaño antes de la esperadísima Ekhymosis, pero antes llegó el turno del documental anunciado, donde se nos relata cómo es la experiencia de un primer Rock al Parque para un joven de la Mesa, que hasta hace unos meses veía imposible si quiera ser parte de un grupo de Rock. Mensaje de personajes como los periodistas Pablo Wilson y Santiago Rivas hicieron parte del corto No Soy Un Mito Soy Un Rockero, expresando la importancia del papel crítico de la música y el aporte cultural que pueden hacer los jóvenes que se vinculan con la música, tanto para cambiar sus contextos como para aportar con su propia producción a la escena nacional. Conmovedor momento que logró la atención de los asistentes y de los familiares del protagonista que con orgullo y sentimiento aplaudieron generosamente. El ver que su municipio y sus jóvenes eran parte de esta producción es algo que los motiva a “seguir impulsando el festival y a continuar apoyando los programas que se realizan en la región”, comentó la alcaldesa de La Mesa.

Después de casi 10 horas continuas de música llegó finalmente la tan esperada agrupación Ekhymosis,  que en efecto tocó dando un show espectacular y centrado específicamente en su primer álbum Niño Gigante y su última producción Paz con Cadenas, álbumes dedicados al Heavy Thrash de contenidos contestatarios y de sonidos guitarreros donde la nueva formación dirigida por el bajista Andrés García “Andy” como único miembro original, se ha encargado de orientar el que fue el criterio original de la banda, mucho antes de la fama alcanzada cuando se vincularon en ese periodo de los noventa a la llamada corriente del “rock en español”.

En efecto muchos asistentes menos interesados en el heavy se extrañaron y hasta abandonaron la concha acústica de La Mesa, no faltó la señora que dijo “esa banda no es ni sombra de lo que fue con Juanes” y quienes disfrutamos de este género agradecemos y decimos menos mal que no. Ekhymosis produjo y nos presentó uno de los mejores álbumes del 2016 y 17, mismo que nos gozamos esa noche entre quienes se quedaron hasta el final y pudimos hasta cantar al lado del vocalista Luis Duque, actual frontman de la banda, quien no dudó en mezclarse con el público y ganarse a los más jóvenes, los protagonistas del evento y a quienes estaba dirigido. Ellos resistieron hasta las doce de la noche demostrando que para renovar la escena del rock y metal nacional, hay que devolverle el contenido al sector juvenil, pues muchos de los que consumen esta música por lo general ya pasan de la treintena.

Los aspectos que quedaron para mejorar y para que el evento siga creciendo, es que es necesario realizar una difusión organizada hacia los municipios aledaños y Bogotá, con mayor tiempo de anterioridad, incluso al interior del pueblo. Una cosa que se debe tener en cuenta, es que la fecha no coincida con festivales nacionales importantes como Altavoz de Medellín, lo cual disminuye la cantidad de asistentes interesados que podrían haber acudido. Los mismos músicos vieron que la inversión y el prestigio que se ganó este año permitirán realizar audiciones por concurso para las próximas bandas, pues el prestigio que se alcanza crea expectativa por tocar en La Mesa, con ello el número de bandas de covers y en general la cantidad de agrupaciones a presentarse se puede disminuir y ampliar el tiempo en el escenario de quienes sean seleccionadas. Finalmente la asociación con el sector turístico para que quienes viajan de Bogotá puedan acceder a hoteles, transporte y recreación adicional son un punto clave a tener en cuenta si se continúa con la presentación de bandas nacionales como lo fue Ekhymosis.

En definitiva el festival fue un éxito sin precedentes para la población de la Mesa Cundinamarca, cabe destacar el fabuloso backline por parte de Global Entertainment, gran staff que permitió prácticamente cero problemas de sonido durante el día, asimismo la buena actitud de la bandas para dar un gran show y la de los organizadores para mantener un gran ambiente. La apuesta por el trabajo con la juventud y el factor pedagógico son un plus que no sólo garantiza público, además abre la oportunidad de crear mercado y que las bandas puedan ofrecer su merchandising, por ello, en resumen creemos que este festival se puede transformar en uno de los mejores eventos de rock  y liderar la oferta que desde los municipios está creciendo, más allá de los conciertos de las localidades en la ciudad.

Galería Rock al Pueblo 2018

Galería Fotográfica Fundación Jóvenes Talentos  

Crónica: Luis Alfredo López

Fotografía: Luis Alfredo López y Andrés Angulo Linares

 

Pasado

Dicen que siempre volvemos a los lugares en los que fuimos felices, y es verdad, pero caminar por estos lugares, es como recoger los pasos de un pasado que se quedó detenido, en el aire, en las risas, en los gritos, en los pensamientos.

Por, Erika Molina gallego

Dicen que siempre volvemos a los lugares en los que fuimos felices, y es verdad, pero caminar por estos lugares, es como recoger los pasos de un pasado que se quedó detenido, en el aire, en las risas, en los gritos, en los pensamientos. 

PasadoEn el silencio profundo de ese pasado, hoy se respira un soledad que hiere, una que llena de lágrimas los ojos, en parte por la nostalgia de la felicidad que allí se vivió, pero también por el dolor de saber que casi en un abrir y cerrar de ojos, todo quedó atrás.

Cómo ansiábamos crecer, pienso en eso mientras recorro paso a paso los viejos caminos, ahora llenos de telarañas. Los pinos crujen con el viento, tal vez ellos también recuerden mi presencia, nuestra presencia, o quizá, también nos olvidaron. Muchos de ellos ya murieron, seguramente cansados de esperar por los gritos de siempre, otros más apenas empiezan a crecer, y nunca serán testigos de aquellas historias que sus viejos ancestros conocieron.

PasadoEl lecho del pinar ya no es el mismo de antes, los nuevos habitantes lo cubren casi por completo, la vieja rama del columpio aún sigue allí, fuerte, arqueada como siempre, seguro esperando el lazo que nos lanzaría muy lejos. El claro aún deja entrar el sol y todavía se puede ver el azul del cielo, me parece ver allí la olla tiznada puesta en el fogón, ese en el que se preparaba chocolate los domingos, y el balón a punto de caerle dentro y  la leña parada en el tronco de casi cada árbol de aquellos cientos, puesta allí por unas manos viejas, arrugadas, llenas de pecas ya por el paso del tiempo.

Las tapias de las antiguas casas ya no son visibles, la naturaleza reclamó su lugar, los frutos que llenaban nuestros bolsillos ahora son escasos, pero el agua sigue brotando del nacimiento sin parar, sigue ahí, limpia, pura, las ranas cantan a su alrededor, igual que siempre, como si el tiempo nunca hubiera pasado.

Nuestro espíritu sigue vivo allí, aún permanecen nuestras risas, en el silencio del viento, en cada hoja que cae, en una que otra ardilla que trepa por un pino, la algarabía permanece. Ante mis ojos se dibujan los costales en los que nos arrastrábamos por la viruta, los bejucos con los que era amarrada la leña, las piñas con las que jugaban los perros y los sueños que plasmábamos en las nubes, recostadas en el cálido suelo del bosque por las tardes.

PasadoNos gustaba imaginar cómo sería el mundo, qué habría más allá de las quebradas, las huertas, el pinar, el musgo, las carreteras de tierra, las cáscaras de eucalipto, y el vuelo de las palomas abanico.  Ahora lo conocemos, y no, nada es como lo imaginamos, ¿cómo íbamos a saber que aquello era todo lo que necesitábamos?

Sigo caminando, repasando en mi mente cada pequeña historia, cada pelea, cada escondite y cada choza, cada juego inventado con complicidad, me parece escuchar las carcajadas de los muchachos jugando futbol en la cancha en un día soleado, lluvioso, no importaba, todos se disfrutaban por igual. Las huertas, antes llenas de comida, ya no son más que maleza y los eucaliptos aún se levantan imponentes, tal vez contentos de que no haya cometas insolentes que se enreden en sus altísimas ramas. Todos nos fuimos, uno tras otro hicimos una vida lejos, los más chicos nunca lo entendimos, era una traición abandonar la gran casa en la que vivimos, pero nosotros también crecimos.

PasadoUna adorable voz me saca por un momento de mis recuerdos, pero verla a ella sólo hace más grande mi sentimiento, ¿cómo es posible que este aquí? Si hasta hace poco éramos tan pequeñas como ella.  Tomo el camino de regreso, y mientras me alejo siento como si un puñal atravesara mi pecho. Trato de imaginar que existe un pasado viviente, uno que nunca pasa, que nuca termina, que allí, es los lugares que nos hicieron felices, aún hay un montón de niños, que ríen, que corren y a los que podremos visitar  siempre que queramos recordar lo que siempre hemos sido.

 

Por, Erika Molina Gallego

 

Corrupción: la horrible noche no cesó

No cesó la horrible noche para Colombia. Una noche que arrancó cuando apenas América había sido descubierta por los españoles y se ha extendido a perpetuidad con la historia misma del país. De los 5 mil pesos de la Corona a Odebrecht.

Por, Andrés Angulo Linares

No cesó la horrible noche para Colombia. Una noche que arrancó cuando apenas América había sido descubierta por los españoles y se ha extendido a perpetuidad con la historia misma del país. De los 5 mil pesos de la Corona a Odebrecht.

Francisco de Sande, Presidente de la Real Audiencia de Santa Fe, en 1602 entregó cinco mil pesos oro para que fueran depositados en la Tesorería del Virreinato, dinero que nunca llegó a su destinatario. Llevaba poco tiempo gobernando y las protestas sobre su tiranía eran constantes, razón que llevó a España a enviar un visitador que corroborara si era justo o no el levantamiento del pueblo.

Andrés Salierna de Mariaca fue el encomendado de dicha comisión, pero tuvo que liderarla desde un lecho a causa de una intoxicación, aun así ordenó el exilio de Sande a Villa de Leyva, este último prestó poca importancia al respecto y desde el municipio boyacense dejó escapar el rumor que había sobornado al visitador con la cifra extraviada y que saldría triunfante del proceso en su contra.

Mariaca murió unos días después, negando hasta el último instante su participación en el cohecho insinuado por el Presidente, Sande falleció dos semanas después y con ellos la verdad sobre lo sucedido con el dinero extraviado.

La anécdota anterior fue registrada por Juan Rodríguez Freyle en una crónica escrita para El Carnero, bien puede ser el primer caso de corrupción de la que se tenga conocimiento, aunque históricamente, el primero se haya dado a comienzos del siglo pasado, cuando Rafael Reyes, entregó a sus hermanos unos campos petrolíferos y con los sobornos de los políticos de entonces para que facilitaran la pérdida de Panamá.

Podría afirmarse, sin temor a equivocarse, que la corrupción ha cabalgado con toda calma en el país, mucho antes de que llegara a ser bautizado como Colombia. Los recursos públicos son desviados constantemente y las cifras que ha alcanzado, por escandalosas que éstas sean, ya no causan sorpresa alguna en la opinión pública. La indignación es temporal y débil, ante un flagelo mucho más antiguo que la violencia que agobia a los colombianos desde mediados del siglo pasado.

Puertos de Colombia (Foncopuertos), Ferrocarriles Nacionales, Fondo Nacional de Caminos Vecinales, Proceso 8.000, Dragacol, Cajanal, la ‘yidispolítica”, Telecom, el “carrusel” de la contratación, Agro Ingreso Seguro, Saludcoop, Odebrecht; y el más reciente “el cartel de la Toga” que destapó la olla podrida de la justicia, son sólo una parte de los casos denunciados de más renombre, sin contar los muchos que representan una mínima cuantía y otros tantos que habrán pasado desapercibidos.

La corrupción se ve representada en distintos sectores de la sociedad, su práctica se hizo cotidiana hasta en los escenarios más comunes, como el no pagar un pasaje en Transmilenio, comprar productos de contrabando, evadiendo los impuestos gravados en artículos de consumo o hasta apropiarse de los recursos públicos. Todas sus manifestaciones son el reflejo de ese cáncer que agobia al país.

No obstante, son los grandes casos los que en verdad ponen en juego la estabilidad económica y los que han puesto en entredicho a los gobiernos de turno. En cada periodo presidencial se anuncian nuevas estrategias para prevenir, detectar y castigar las prácticas corruptas en cualquiera de sus categorías: peculado, prevaricato, concusión, cohecho, fraude o tráfico de influencias.

A comienzos de este año la Secretaría Anticorrupción, creada en el 2011, dio a conocer el Índice de Transparencia de las entidades públicas durante el periodo comprendido entre 2015 a 2016, la secretaría, mediante su observatorio, analizó 165 instituciones  y ninguna presentó un nivel bajo de riesgo de corrupción, la mayoría se ubicó entre el rango alto y muy alto.

La medición se hace, según Marcela Restrepo, una de sus directoras, sobre 100 puntos y entre más cerca se esté de este tope, menor será dicho riesgo.

La Fiscalía General de la Nación obtuvo una calificación de 50,9, que la ubica en el segundo lugar con un nivel de riesgo alto, después de la Unidad de Información de Análisis Financiero –UIAF. Los ministerios de Justica y de Transporte presentaron, también, un riesgo alto.

Las gobernaciones fueron incluidas dentro del observatorio, lo cual arrojó que Chocó es el departamento con mayor riesgo, ubicándose en el nivel alto con una calificación de 30,2, seguido de la Guajira que obtuvo un 43 en la evaluación, la misma que Guainía.

En cuanto a las Alcaldías, Puerto Vichada, Cúcuta, Riohacha, Santa Marta  y Arauca fueron las que obtuvieron los puntajes más bajos.

No es difícil inferir, de acuerdo con este informe, que los esfuerzos son insuficientes y que en los controles no han surtido un efectivo positivo en la lucha contra la corrupción, aunque el gobierno actual asegure que uno de los mayores retos en el posconflicto es, precisamente, la erradicación de la corrupción. Según el mismo índice, se requiere un mayor  control social ciudadano que no calle ante las irregularidades cometidas por los funcionarios.

Teniendo en cuenta que, en teoría, los servidores públicos deben ser ejemplo de ética y de moral, el panorama está lejos de representar un mejor horizonte para el país, que en cada época ha tenido grandes monstruos que enfrentar: el narcotráfico, los paramilitares, la guerrilla, entre otros y la corrupción, cuyo paso no es silencioso, camina con la complicidad de instituciones que deberían hacerle frente en vez de hacerle calle de honor o, lo que es peor, la acompañen en su paso, permeando por igual a todos los poderes.

Corrupción: causa y consecuencia de la crisis social

Con la descentralización planteada en la Constitución de 1991 se pensó que dicho cambio permitiría reducir la corrupción, detectarla y erradicarla. No fue así. Se pensó, además, que la Contraloría, la Procuraduría y las fiscalías regionales podrían ejercer un control mucho más estricto sobre las regiones. 26 años después, la realidad es muy diferente y a hoy, no hay entidad pública que no esté involucrada en casos que atentan contra el erario de la nación.

La corrupción le está costando a Colombia, según el contralor general Edgardo Maya, 50 billones de pesos al año, la procuraduría dice que la cifra es menor, 32 billones de pesos, lo cual representa un 4% del Producto Interno Bruto –PIB. La Sociedad Colombiana de Economistas –SCE, estudió la última década del siglo pasado y la primera del nuevo milenio y la cifra presentada por la entidad fue cercana a los 189 billones de pesos.

Esta enfermedad ha puesto en riesgo el desarrollo del país y provoca que cualquier discusión sobre proyectos o inversiones que se vean frustradas por falta de recursos, se quede sin argumentos. Los efectos nefastos que deja a su paso no sólo golpean a la economía del país, es un desastre social que no sólo le niega a Colombia un mejor futuro, sino que a su paso ha dejado una gran mancha de sangre.

400 años después Colombia ha sido testigo de cómo su erario no llega a su destinatario y de cómo, con el tiempo, la verdad es extraviada, muriendo, como Sande y Mariaca, en el silencio.

Por, Andrés Angulo Linares

@OlugnaElGato