La banda bogotana de rock industrial Info está estrenando nueva placa discográfica, Neurodrón. En la emisión del pasado 7 de noviembre, Jasa Rehm, nos acerca a nuevo trabajo de la agrupación.
La literatura ha sido siempre uno de los grandes regalos que la humanidad se ha hecho a sí misma. Perdidos en un mundo de complicaciones y superficialidad, la literatura se ha convertido en un camino hacía una felicidad íntima, un portal con entrada en la realidad, pero con salidas infinitas, que igual puede llevarnos a los calabozos de un castillo, al comedor de un aristócrata, a un campo cubierto de trigo o de algodón, o a un pequeño cuarto donde minutos antes fue cometido un asesinato.
Una historia descubierta en unas cuantas hojas, puede hacernos llorar de tristeza, como saltar de felicidad, puede hacernos temblar de miedo, rabia o impotencia, como puede también hacernos enamorar. Abrir un libro es conectarse a una pequeña máquina del tiempo, que nos transporta lejos, ya sea al pasado o al futuro de nuestra fría y, a veces, aburrida realidad. Y es que aquí no existen los gigantes, no hay fiestas con vampiros, ni anillos misteriosos, los bailes ya no son ceremoniales, las torres han sido reemplazadas por vidrio y no hay dragones ni varitas mágicas.
¿Qué sería de nosotros sin el encanto del olor de un libro, sin la emoción de las ferias, sin las historias que por algún tiempo tomamos como propias? No seríamos más que autómatas vacíos, sin nada en qué pensar que no fuera el trabajo, las obligaciones, las aburridas reuniones, la economía y la guerra.
Aprender a leer, es pues, el salto hacia un mundo infinito, es aprender a soñar con los ojos abiertos, a vestir la piel de seres extraños y misteriosos. Es llenar nuestros cerebros de palabras desconocidas, descubrir verdades más allá de las que vemos y abrirnos paso por caminos de los cuales ya nunca vamos a querer regresar.
La lectura es tal vez una rareza en vía de extinción, una piedra preciosa que ya muy pocos ven, a causa de las superfluas distracciones que encuentran en el camino. Está entonces en nuestras manos no dejarla morir, seguir haciendo estallar la chispa que propague el fuego de la literatura, hacer que los más jóvenes encuentren su paraíso, abrir la puerta del ropero, llevarlos a la estación y permitirles saltar a la aventura.
Poner un libro en manos de un niño es salvarle la vida, es un laberinto maravilloso del cual ya no saldrá y un hermoso regalo que jamás olvidará.
En esta emisión de Como la Cigarra… El arte y la cultura son también formas de resistencia social y política. En ellos se expresan los problemas y los descontentos, se concretan las luchas de las comunidades, y se narran las memorias de los pueblos. En todo lugar hay alguien cantando lo que no se puede contar, y en ese canto pervive la esperanza…
La potencia de The Unveiling fue el preludio de una noche dispuesta para los sonidos más oscuros que se tomarían las instalaciones del Royal Center el pasado 15 de noviembre en la ciudad de Bogotá.
La impaciencia de los asistentes por ingresar al concierto se vio altamente recompensada, cuando en tarima hicieron su aparición los integrantes de la agrupación noruega que no visitaba nuestro país desde el 2012.
No era una noche cualquiera, Dimmu Borgir, es una de las bandas más representativas del black metal a nivel mundial y que se presentara esa noche de jueves, cuando semanas atrás habían sido canceladas las presentaciones de Marduk y de Ángeles del Infierno, en Bogotá y Pereira respectivamente, daban a su presentación un golpe de rebeldía a ese grupo conservador que le teme a las expresiones disidentes.
La penumbra invadió el escenario y la fuerza de las canciones más representativas de los noruegos como Interdimensional Summit, The Chosen Legacy, Gateways y, por supuesto, Dimmu Borgir, tema homónimo de la agrupación, indicaba que había valido el costo de la boleta y el tiempo de espera para ingresar al concierto.
La puesta en escena de Dimmu Borgir es impresionante, sus conciertos son espectáculos integrales en los cuales, la estética, la música y el sonido son combinados a la perfección. Su presentación en Bogotá dio cuenta de ello. Los cambios de colores, en acorde con los temas interpretados permitieron que cada una de las canciones atravesara las entrañas y emocionara al público asistente.
El camino de Dimmu Borgir, luego de 25 años de historia, desde su fundación en Oslo, Noruega, de 10 álbumes, varios premios Spellemann, giras alrededor del mundo y presentaciones en festivales de la altura del Wacken Open Air y el Ozzfest, ha supuesto cambios de alineaciones en su nómina y críticas dirigidas por una parte de sus fans que sienten que su sonido, con los años, ha perdido fuerza. No obstante, su presentación en la capital colombiana contradijo dichas versiones.
Shagrath en la voz, Galder en la guitarra líder, Silenoz en el bajo, Daray en la batería y Gerlioz en los teclados, ofrecieron un espectáculo a todo dar. Bogotá sigue siendo un territorio que abre sus puertas a los sonidos más extremos y le ha ganado la batalla a la censura y a la moral de ciertos grupos políticos y religiosos, demostrándoles que el arte no tiene que ser color rosa.
La presentación de Dimmu Borgir fue el primer evento para 71 Decibeles, nuestra nueva sección de rock y significó, también, el debut para nuestra fotógrafa Zul de la Mochila. Por lo tanto, el 15 de noviembre, marcó para nosotros, como revista digital cultural alternativa, un nuevo camino.
Estuvimos presentes el pasado 8 de noviembre en el lanzamiento de Dúo, el nuevo sencillo del álbum Claroscura de nuestros amigos disidentes de Aterciopelados.
Este triunfo contúndente fue fruto de una ardúa y larga labor por parte de las comunidades y líderes ambientales habitantes del municipio que ocupa el antiguo territorio de los indígenas Sutagaos.
Acompáñanos en este recorrido multimedia, en el cual podremos entender cómo se llevó a cabo dicho proceso, que sirve de ejemplo para otros territorios y comunidades con problématicas similares.
Alejandro Molano Vásquez, sonidista y productor de cine, conversó con el equipo de Cineclopedia acerca de su trabajo en el cine colombiano. En Banda Sonora hablamos de Round Midnight OST – Herbie Hancock
Carlos y José es un par de amigos con muchas aspiraciones de querer cambiar la dura realidad del país, pero a decir verdad, con muy pocos logros. Su terruño, es un pueblo ubicado en la Costa Atlántica colombiana, región corroída por la corrupción y donde la actividad política está basada muchas veces en la práctica de los delitos más comunes contra el sufragio. Un voto allí puede ser pagado con una tarifa que va desde los 10 mil a los 200 mil pesos.
Por azares de la vida los dos compadres fueron invitados a la posesión de los Congresistas el 20 de julio de 2018, un evento que para la ocasión resultó histórica a raíz de que ex guerrilleros de las FARC se posesionaron de 10 curules, con base en lo acordado en el Acuerdo de Paz suscrito en la Habana.
Ese día Carlos y José, acostumbrados a su vida austera, estrato 2, vieron como en el Congreso de la República, se vive en una gran burbuja que contrasta con la pobreza, violencia y desigualdad social que se vive a menos de 500 metros de las puertas del Capitolio, y se extiende por toda la Colombia real.
Y comenzó el show…
A Carlos y José lo que más le resultó difícil, a decir verdad, ese día festivo de la democracia, fue vestirse de paño y corbata, debido a su carácter caribe e informal, pero sabían que la formalidad en el vestir era clave para dar una buena impresión. No querían pasar de «lagartos», como se conoce a quienes se acercan a los políticos sólo con el fin de conseguir un trabajo o un privilegio.
Fotografía tomada del artículo “Así conocí a Pablo Escobar”, publicado en Revista Semana (2007)
No obstante optaron, entonces, por vestir de paño: blazer y pantalón oscuro complementado de camisa formal, pero no sabían a ciencia cierta si la corbata era obligatoria, recordaron el sonado caso del extinto narcotraficante Pablo Escobar en 1982, cuando fue elegido como Representante a la Cámara, a quien casi no lo dejan entrar a posesionarse de su curul por falta de corbata.
Escobar solucionó el impasse 36 años atrás usando la corbata de su conductor y Carlos y José, optaron en 2018, llevándola en el bolsillo, «por si las moscas».
Al llegar al Congreso al par de amigos les impresionó el fuerte operativo de seguridad, más de 3.500 policías cuidaron la zona acordonada que representaba 30 cuadras del centro de la ciudad y les produjo un alto impacto ver la Plaza del Bolívar solitaria, solo con la presencia de las palomas que acostumbran visitarla, lucía hermosa por la arquitectura que data de siglos atrás y el radiante sol que reinó durante la jornada. Se sintieron personas VIP (Very Important Person), porque no todo el mundo podía entrar allí, a la burbuja.
Ingresaron, pasaron por el detector de metales, fueron explorando ese mundo desconocido para ellos, de grandes pasillos, pisos de mármol, columnas de arquitectura republicana y neoclásica, grandes espacios que evocan la historia con vistosos murales, estatuas y cuadros de los próceres de la República.
Aunque pudieron entrar sin corbata, porque los tiempos han cambiado, se sintieron un poco intimidados cuando caminaron entre personas que lucían costosos paños y modernos vestidos, bonitas mujeres que denotaban elegancia, glamour, y unas fragancias de perfume profundamente deliciosas.
Era otro mundo, muy distinto al de la Colombia real que comienza a pocos metros del centro de poder.
Carlos y José pudieron apreciar a políticos que ostentan su fama, otros que hacen alarde de sus ilustres apellidos y los menos conocidos y recién llegados, felices, porque habían coronado su meta a pesar de lo costoso que resultó el proceso.
Llegar al Congreso no es fácil. De 2.957 inscritos en las listas, la victoria la lograron 268. Unos como José Obdulio Gaviria del Centro Democrático que fue anunciado como gran derrotado en el pre-conteo el día de elecciones, exigió revisión voto a voto de los escrutinios y se salvó, obtuvo su curul.
La sombra de la corrupción
No es un secreto, en Colombia hacer política cuesta, por los gastos de publicidad, las lechonas, los tamales, las rumbas, las reuniones, el transporte, las brigadas, en fin, para conquistar el “favor” popular se necesita de mucho dinero. No faltan los candidatos que buscan seducir con golpes de opinión pero ya pasó esa época de que emboladores, celadores y hasta actores conquistaban una curul, la maquinaria política los arrasó.
Hay quienes advierten que muchos de los políticos al lograr ganar una curul, llegan comprometidos con sus patrocinadores que en ciertos casos invierten en el negocio de la contratación pública, lo que puede terminar en corrupción. En los corredores del Congreso se respira poder y la sed por ese poder, mal manejada, ha sido uno de los principales cánceres de nuestra sociedad.
Fotografía tomada de El Colombiano: http://www.elcolombiano.com/colombia/paz-y-derechos-humanos/seguridad-de-lideres-sociales-fue-debatido-en-el-congreso-CH9283985
El par de costeños impresionados por la historia y el lugar caminaron los diversos rincones del Congreso, había muchísima gente esperando en salones llenos la trasmisión por televisión. Con un pequeño engaño, nuestros protagonistas, pudieron ingresar a los palcos donde ya no había cupo, porque invitados precavidos madrugaron para tener el honor de ver la instalación del Parlamento, cómodamente sentados y atendidos muy bien por los encargados del protocolo, “… a quien madruga, Dios lo ayuda”.
Desde el palco observaron la majestuosidad del recinto, el cuadro gigante del maestro Obregón presidiendo el salón, los congresistas en pleno en las curules luciendo cómodos en muebles elaborados con madera fina. Las pantallas de computador instaladas en cada uno de los escritorios dieron cierto toque modernista al escenario.
La combinación de todos los elementos constituían una panorámica única y espectacular, estaban absortos de ver con sus propios ojos donde se define el destino de millones de colombianos, emocionados estaban hasta cuando dos policías les aguaron esa fiesta visual y solicitaron a Carlos y José que salieran del palco, el engaño solo les surtió efecto durante 15 minutos.
La alfombra roja
Un tanto frustrados, luego de haber sido removidos del palco, los dos amigos continuaron su exploración y se encontraron algo mejor, la entrada al recinto principal. Allí comenzaron a reconocer a todas personalidades de la política colombiana actual, sin darse cuenta, llegaron a la alfombra roja del evento.
María Fernanda Cabal y José Félix Lafaurie | Tomada de Radar Económico: http://radareconomicointernacional.blogspot.com/2015/11/maria-fernanda-cabal-el-infierno-no.html
Los medios de comunicación cazaban entrevistas, los más solicitados fueron los primíparos del naciente partido de las Farc, la ex senadora Claudia López, a quien le encanta “mojar” prensa y que aprovechó la elección de su pareja sentimental, la representante Angélica Lozano, para darse su palomazo mediático a pesar de ya no hacer parte del Congreso. Así también lo hizo una de las más controvertidas figuras del uribismo, María Fernanda Cabal y su esposo el dirigente Gremial, del mismo modo controversial, José Félix Lafaurie, Enrique Robledo, Antanas Mockus, Álvaro Velasco, en fin, la constelación de estrellas políticas criollas desfilaban uno tras otro para llegar al recinto de instalación.
El ex candidato Gustavo Petro, quien ganó el derecho a una curul por ser el segundo en las elecciones presidenciales, un «regalito» que le dejó Juan Manuel Santos al nuevo Gobierno con la nueva ley de equilibrio de poderes, no aceptó entrevistas, pero sí accedió a tomarse selfis con las empleadas del aseo del Congreso.
Una mujer nueva en el Congreso, la hija del asesinado Carlos Pizarro León Gómez, María José, fue también blanco de los medios de prensa. Todos esperaban al senador Álvaro Uribe, quien no aceptó preguntas y entró al salón elíptico con una rapidez desmesurada en compañía de casi toda su bancada.
Un hecho llamó poderosamente la atención de Carlos y José: alrededor de la “alfombra roja” estaban dos personajes que en su región son enemigos declarados. Sin embargo, ese día parecían los mejores amigos entre abrazos y sonrisas.
Al saber que una prueba de esta conveniente amistad sería una bomba noticiosa para sus paisanos, Carlos se acercó, sacó su celular a una discreta distancia y lanzó un fallido disparo fotográfico, al cual el DR. XXXX supo responder hábilmente haciéndole una verónica de novillero, al taparse el rostro con una de sus manos, con una astucia inusitada. La emotiva amistad y compinchería de dos archienemigos de la costa, que “supuestamente” se odian como los que más, no pudo quedar registrada.
La conclusión que Carlos y José sacaron ante este hecho se resume en la frase: «la política en Colombia es dinámica», algo cierto y conveniente para explicar algo tan inverosímil.
La Colombia real
268 congresistas elegidos por mandato popular más los doce que fueron añadidos entre el partido de Farc y las minorías, le cuestan al país más de 6.500 millones de pesos en diferentes rubros al año.
Cada honorable “Padre de la Patria”, vale mucho dinero al Estado en viajes, viáticos, primas, vehículos, comidas, escoltas, etc., se sabe que sOlo el dispositivo de seguridad que protege al ex Presidente y senador Álvaro Uribe cuesta anualmente 4.116 millones de pesos.
Muchos observadores determinan las anteriores montos como un despilfarro, pero así están las reglas de juego, cifras que analistas piden en parte se destinen a la inversión social en la Colombia real.
Fotografía tomada del artículo «Aumenta la pobreza en Bogotá», del sitio http://www.bogotacomovamos.org/blog/aumenta-la-pobreza-en-bogota/
Paradójicamente, a 880 metros de la emblemática Plaza de Bolívar donde está ubicado el Congreso y la Alcaldía de Bogotá y que goza de una alta seguridad, se desmanteló la famosa calle del Bronx, que por décadas fue un verdadero infierno donde operaba el tráfico de drogas, la trata de blancas y toda clase de crímenes atroces.
A pocos metros de ese centro de poder, en la carrera décima con avenida Caracas, se puede encontrar la mala fortuna a manos del más hábil cuchillero y hasta de familias enteras de delincuentes que con gran descaro atracan a transeúntes, roban espejos de carros aprovechando la ausencia de autoridad.
En esa Colombia real, a pocos metros del Parlamento, están los vendedores ambulantes y los fotógrafos que obtienen por sus trabajos, ingresos menores al salario mínimo legal vigente, se valen de su perseverancia, con la angustia entre las uñas, para buscar un bienestar para ellos y sus familias ante la falta de oportunidades que ofrece el Estado.
Esa es la Colombia que con cierta ingenuidad quieren cambiar Carlos y José, la misma que todos los senadores y representantes elegidos dicen que aliviarán con leyes justas previstas en el seno del Parlamento… ¿será verdad tanta belleza?
El desenlace
La ceremonia oficial comenzó. El mandatario de turno Juan Manuel Santos, a las tres de la tarde instaló el Congreso y mientras todo trascurría en lo que se llama una práctica normal en el parlamento, que mientras los oradores hacen sus discursos no todos escuchan, el senador Mockus bastante afectado ante el irrespeto de sus colegas por Efraín Cepeda, presidente saliente del organismo estatal, no dudó , a pesar de sus 66 años de edad y el Parkinson que padece, ir a la parte baja de la mesa directiva, bajarse los pantalones como lo hizo hace 20 años ante un auditorio de estudiantes, para mostrar las nalgas en señal de protesta a sus colegas.
Fue un momento de pocos segundos, hubo quienes ni se dieron cuenta por estar en otras cosas pero los que sí, sintieron un viento helado al observar tremenda irreverencia.
Perplejos buscaron de manera tranquila la salida comentando lo que habían vivido y luego en sus respectivas casas vieron como las nalgas de Antanas Mockus trascendieron no solo en las noticias locales, sino en las internacionales en lo que se convirtió en “un verdadero oso mundial”.