Rock of Ages un festival de Heavy Metal serio y enserio
La cita fue la tarde del domingo 24 de septiembre en Ozzy Bar, y cuando a uno le gusta realmente el Heavy Metal y todas sus ramas, no importa que al otro día toque trabajar, el verdadero seguidor de esta, nuestra cultura, el que apoya el rock y el metal nacional, irá donde y cuando sea a ver buenas bandas, como lo demostró el público en esta oportunidad.
Rock of Ages, es una iniciativa bajo el estandarte del “Rock No Morirá” fundada desde el 2013 que busca visualizar a las bandas emergentes y de mayor experiencia en el país, otorgando un espacio de sonido y tarima profesional, como lo es el tradicional bar al noroccidente de la capital. Aquí se han presentado infinidad de bandas nacionales e internacionales y cuenta con uno de los mejores backline en cuanto a escenarios de la ciudad y el país. Todo con el objetivo a portar en la dignificación de la escena que cada día es más grande en cuanto oferta de agrupaciones.
Organizado por Alexander Piraban y liderado por los miembros de su banda HolyForce, este concierto Rock Of Ages incluyó un cartel bien variado de bandas que atacaron desde el balck metal al heavy metal neoclásico. Contando con una convocatoria abierta, se realiza varias veces en el año, para dar cabida a todas las bandas que quieran incluirse en este proyecto y que puedan aportar, con su propio esfuerzo, un público que quiera escuchar todo el material que se produce constantemente en la oferta nacional. Dando cuenta que aquí el rock está vivo y antes de calificar o descalificar, es el público con su apoyo, quien determina los que merecen seguir en la carrera, siendo una gestión simplemente de los propios músicos.
En esta oportunidad el cartel estuvo conformado por las agrupaciones Fe Ciega, Licantrophy, Abandon Light, SteelWhitch, Energema, Riffle, Einsen, FireDragon, Ablind Beggar y los propios HolyForce.
De todas esta bandas que cuentan con una calidad innegable e igual de destacable, elegimos, en nuestro humilde criterio, las sobresalientes presentaciones de Abandon Light que pese a algunos problemas de micrófono ese día, cuentan con una excelente interpretación de temas que ponen a cualquiera a cabecear, buenos temas propios donde su vocalista alcanza notas altísimas en guturales rasgados y chilleantes. Realizaron un movido cover de PainKiller de Judas y se nota que convocan ya sus propia legión de seguidores, cuentan con experiencia en varios festivales locales y están en pleno momento de auge en la escena.
Así mismo los Riffle pusieron el bar de cabeza rokeando a la antigua pero con su propio sonido que va desde el hard rock hasta el alternativo más pesado. Son un power trío que ha pasado por varias formaciones pero que en esta oportunidad demuestran que no necesitan más componentes para dictar cátedra en lo que a esta música se refiere.
Los muy jóvenes chicos de Eisen nos recordaron las buenas épocas Thrash, no temen demostrar su influencias y que son puristas de la vieja escuela. Tocaron a tope dándoles una pequeña muestra a algunos con mucha más experiencia en esto, y es que, ¿qué es el metal sino tocar para divertirse y hacerlo con todas las ganas? Hicieron levantar a un público ya algo cansado pero que no pudo dejar de moverse al escuchar el poder guitarrero de esta banda que promete mucho.
Una de las más esperadas ese día era sin duda Energema, agrupación de power metal que cuenta con el virtuoso Nicolas Waldo y que ha presentado una gran rotación por canales europeos. Son realmente poderosos en vivo y la batuta total del conjunto es Nicolás, quien demostró excelentes solos y artes de entretenimiento shred, tocaba tanto teclados como guitarra en un estilo que iba de Malmsteen a Tolki. Presentaron los temas de su álbum debut –The Lion´s Forces-. Llenaron totalmente el auditorio y demostraron por qué es la cara más prominente del power nacional, ya que hace falta algo de variedad en la escena donde el death y el thrash mandan la parada.
Un conjunto sorprendente de fuerza y estilo contemporáneo son Ablind Beggar, integrado de manera mixta, cuentan con una vocalista prominente y potente en verdad en las guturales. Mucho estilo, fuerza, y buena energía que sirvieron para rematar de forma completa una extensa jornada de metal. Pusieron la vara alta pues salieron a demostrar que pese a su corta carrera tienen dominio del escenario y bastante calidad en la ejecución.
En medio de la jornada se destacaron sin duda los anfitriones HolyForce, esta es una banda de esas que uno no se cansa de ver en vivo, pues de verdad que saben tocar, tienen un estilo que solo es en definitiva, puro y verdadero Heavy Metal, capaces de presentar sus temas y covers con una fuerza y energía contagiosas, hacen de las suyas en el escenario. Excelente cover de Ángeles del Infierno, así como el presentado para el homenaje a Elkin Ramírez en el álbum –La ascensión del Titán- con el clásico No me Hables de Amor. Cabe siempre resaltar sus propios temas, la sentida y absolutamente genial Anunciando Tu Partida, o Sign Here Sign Now del álbum de 2016 -Qué Nos Depara el Destino– gran producción que nos evoca a los mejores sonidos del poder metalero con el que crecimos muchos y que siempre estará vigente.
En definitiva el Rock of Ages es uno de los mejores espacios para presentar el trabajo de las bandas, que además cuentan con un organizador apasionado por nuestra cultura, y que con mente abierta no niega la posibilidad a las bandas que quieran trabajar realmente, la oportunidad de presentarse y tener una tarima con todas las de la ley, así que invitados todos a acercarse y ser parte de las próximas versiones de este encuentro entre las bandas y el público.
Ya tenemos fecha para el próximo encuentro, así que no se pierdan el siguiente Rock of Ages, el próximo 3 de diciembre, porque “El Rock no Morirá” jamás.
Durante la primera mitad del año atestiguamos una corridilla de festivales locales: USMETAL, Hyntiba, Barrios Unidos, Puente Aranda, Centro y Metal de las Montañas 2017, el mejor evento en su tipo. Tras su ausencia durante el 2016, afectado por las políticas distritales, asistimos a uno de los momentos más importantes para la música local, que sin duda, de nuevo, logró su cometido.
En la lucha por el compromiso social del Metal
El Ambiente del Evento
Durante la primera mitad del año atestiguamos una corridilla de festivales locales: USMETAL, Hyntiba, Barrios Unidos, Puente Aranda, Centro y Metal de las Montañas 2017, el mejor evento en su tipo. Tras su ausencia durante el 2016, afectado por las políticas distritales, asistimos a uno de los momentos más importantes para la música local, que sin duda, de nuevo, logró su cometido.
Estos eventos musicales, que han permitido debutar o conseguir audiencias masivas y significativas para que las bandas puedan mostrar sus producciones en unas tarimas más que adecuadas, logran atraer seguidores de toda la ciudad, quienes asisten fielmente a estas citas, ya tradicionales, consagradas principalmente –valga decirlo– a los sonidos extremos y que lastimosamente, están acostumbradas a la gratuidad, afectando la escena puesto que por estas mismas fechas varias bandas locales realizaron conciertos privados con una mínima presencia del público. Aunque es importante resaltar que en el caso del Metal de las Montañas, el venerable, debía entregar un kilo de alimento no perecedero, destinado a la labor social que es fundamental del Movimiento Rock por los Derechos Humanos de Ciudad Bolívar, en tanto que como ellos mismos señalan, no son un simple concierto, son una organización social en pie de lucha.
Este festival no está ajeno a las críticas, por parte de los empresarios privados, que aseguran y difunden el argumento en contra de la gratuidad que afecta la conciencia de los melómanos del rock y hace que estos prefieran no pagar por una boleta, haciendo que muchas veces se cancelen o hasta se regalen las entradas para conciertos. Es innegable que en el formato de festival, se logra una concurrencia de público significativa. De lado y lado, lo importante, es que se debe seguir educando nuevas generaciones, puesto que este momento es de suma importancia histórica, dado que tenemos más bandas con muy buenos músicos, pero cada vez, menos público para apreciar su trabajo.
La versión número XV, de Metal de las Montañas, organizado por el Movimiento Rock por Los Derechos Humanos de Ciudad Bolívar, retoma su importante labor al frente de una suerte de actividades que realizan durante todo el año y que son visibles plenamente, durante los dos días de más de 8 horas diarias de descargas de Metal Extremo y algo de Heavy (aunque mínimamente). Es aquí donde se evidencia su atento y continuo compromiso no sólo por la escena metalera, sino por las comunidades. Ya es infaltable, para quienes asistimos, las charlas con los familiares y víctimas de los falsos positivos, logrando que sintamos ese compromiso social, pues en medio de toda la actividad musical, es posible interactuar con ellos y escuchar de fuente directa, los testimonios salvajes de la violencia que, de una otra forma, nos ha tocado a todos.
Asimismo, las escuelas de formación deportiva y, ante todo, el proceso riguroso de encuentros de debate y profesionalización que realizan con las bandas participantes en el proceso de selección, logra conectar a los artistas de forma sincera con los propósitos del festival y sus organizadores. Durante sus presentaciones las agrupaciones recurren constantemente a palabras como: compromiso social, derechos y deberes, conciencia, solidaridad, crítica y acción, creando un ambiente interesante, donde el público se muestra receptivo y conectado a estas prerrogativas. Más allá de las posturas políticas e ideológicas individuales, se contagia esa energía que transmite el Movimiento por colaborar en la causa social y no quedarse en palabras, para quienes somos habitantes del sector, realmente, este festival es un orgullo.
Este año se innovó con la Carpa de la Memoria, donde, además de comida y cerveza, venta de discos, merchandising, fotografías de recuerdo y camisetas, se pudo interactuar con las víctimas y los representantes de los desplazados de Quiba y en conferencia abierta, junto con algunas bandas, fueron contestando preguntas del público.
Sólo podemos felicitar a la organización pues, como siempre, fue un éxito en su enfoque social y por la capacidad que ha tenido para transmitir y generar un espacio en el que se manifieste la reivindicación del rockero y el metalero, como parte de una cultura con dignidad. En tanto, es posible entrar sin regulación policial restrictiva, ser parte del ejemplo de buen comportamiento entre los asistentes, participar de un ‘pogo’ sin peleas o heridos. Realmente, muestra de diversidad, ya que es posible el ingreso y el encuentro con niños, ancianos, personas discapacitadas, y vecinos que ya sea por curiosidad o convicción se acercan al evento, incluso, con sus mascotas –“Aquí no se le quitan las correas, los zapatos o los taches”, afirma vehementemente Juan Carlos Prieto, líder y presentador del Festival, cuya consigna para este año fue “Memoria, Arte y Paz”, nunca mejor titulado.
Día 1: sábado, 29 de Abril
Epittafio
La tarde comenzó con la presentación de Epittafio, con Doble T, encargados de inaugurar el evento. Descargaron toda su furia Death. Poderosa presentación inicial de esta banda surgida en el 2012, que está conformada por Jonathan Carnage en la batería, Daniel Bambagüe en la guitarra, Camilo Díaz al bajo y Sergio Gómez en las vocales. Banda joven que aun puede desatar todo su potencial, patente en su primer demo Poder e Impunidad del 2016, del cual se puede disfrutar del video homónimo.
Inner Betrayer
El siguiente acto estuvo a cargo de esta banda, un tanto más veterana en el terreno local y que ya cuenta con su álbum debut de 2013 Corporatócracia,mientras se encuentran en la producción de siguiente placa denominada RAZA. Para estas alturas, el sonido aún presentaba fallas, pero la banda supo con su experiencia sortear el impase y ejecutar todo su repertorio sin temor, motivando, desde muy temprano, la entrada del público, que encontró un escenario un tanto más pequeño al de hace dos años, pero que permitió una visualización efectiva desde cualquier punto. Inner Betrayer practican un Death Metal que apuesta por un sonido crudo y directo sin mayores retoques, retomando los aspectos más identitarios del género. Tras varios cambios de alineación, se encuentran conformada por Jorge Cuitiva en la Voz, Andrés Lozano y Maikol Hernández en las guitarras, Steven Cartagena Lozano en el bajista y David Gómez en la bateria.
Pacto
A continuación entró al escenario Pacto, solida agrupación de Black Metal, que se destaca por la combinación de armonías sustentadas en el trabajo de la guitarra y el teclado –evidenciando la hermandad entre estos dos componentes–. Su estética no recurre en particular a los clichés del género. Se centra más en la búsqueda de un sonido particular, que sin duda está muy bien logrado. Pese a las dificultades técnicas, su presentación fue una de las más destacadas de la tarde, pues la combinación entre momentos de riff muy heavys y la cadencia de los pasajes casi que orquestales, inundaron el ambiente con un sentimiento épico y lúgubre, trasmitiendo su intención sonora bajo el tremendo rayo de sol que acompañó la tarde. Pacto cuenta con el álbum, Reino De Los Hechiceros, de 2014. En la actualidad la banda está conformada por John Sabogal en la guitarra, Manuel Sabogal en teclados,
Giovanni Cantor en la voz, Jorge Arévalo al bajo y Johan Montaño en batería.
HolyForce
Tras la demostración de melodía y oscuridad de Pacto, llegó HolyForce (sí, pegado, para no confundir con la banda Power Prog, del legendario Marck Boals). Con una contundente demostración de Heavy Metal en el estilo clásico, levantó la energía del público e hizo que éste alzara su voz, en un apoyo coral impresionante. La banda del día, para nuestro gusto entre todo el metal extremo del Festival. Se destacó por su sonido limpio, una cabalgada efectiva de bajo y batería, solos perfectos de un guitarrista muy destacable que acompañó la impresionante voz de Fabián Galindo, quien alcanzó las notas más altas para cantar clásicos como I want Out (Helloween) y en el homenaje que HolyForce realizó al maestro Elkin Ramírez con No Me Hables de Amor (no ha escapado ningún festival de estas demostraciones de respeto por Kraken y su fundador). Sin embargo, también presentó sus temas propios, como, con una conmovedora letra, Anunciando tu Partida, escrita como réquiem en dedicatoria para el tristemente fallecido hermano del guitarrista Alexander Pirabán Guillén, producto de la violencia sin sentido que nos rodea, pero que en manos de estos artistas se trasforma en una catarsis artística de calidad innegable. Acompañamos de corazón su dolor y exaltamos la presentación de HolyForce que, sin duda, va por el camino de romper con calidad los esquemas de una escena. en que a veces, las propuestas más tradicionales terminan por impactar más que la monotonía de un extremismo con paradigmas muy rígidos de brutalidad. La alineación se complementa con Andrés Villegas en el bajo y Fernando Rodríguez en los tarros. Nacida en el 2006 ha producido los álbumes El Reino del Fuego, de 2006 cuando se denominaba Paradigma; Symphonia de la Noche , 2007; Si Pierdo la Ilusión, 2010 y ¿Qué Nos Depara el Destino?, 2016.
DesintegrateD
Prosiguiendo la tarde se montó en la tarima esta agrupación de Death Metal, en todo el sentido que esas dos palabras puedan trasmitir y que si bien ya es normal en nuestra escena nacional, cabe resaltar la inconfundible presencia y la voz de Geidi Cano, quien la rompió con toda. Realizaron el cover de La PestilenciaSoñar Despierto, pero se enfocaron en la presentación de su álbum Mundo de Perversión y sus lanzamientos más recientes como Milicia Espiritual, Muerte Silenciosa o el más reciente, Falling Dreams. Surgidos en el 2010, desde Soacha, esta agrupación está compuesta por Kevin Ortiz en batería,
Manuel Buenaventura y Brayan Cantor en las guitarras y Alejandro Carbonero en el bajo. Logró la aclamación del público que siguió los ‘pogos’comandados, desde la tarima, pues sudominio del escenario y del público es fuerte. Una banda que no pasará desapercibida.
Dead Silence
Iniciando el final de esta primera tarde de festival, llegó el turno para Dead Silence, confirmando la supremacía del Death Metal en la tarima de este año. Inició labores en el 2008.Su alineación cuenta con Andrés Sanabria en la voz, Andrés Bello en guitarra, Jason Camargo en la batería Y Miguel Contreras al bajo. Tras una parada de tres años retomó la escena y está promocionando su sencillo The Judgment, a través del siguiente Lyric Video. Destacados por la fuerza de su sonido, es característico un aire de metal contemporáneo, pero sin salirse en ningún momento de los cánones del género que ostentan pura rudeza. El público disfrutó de ‘pogos’ organizados por el líder de la agrupación, que realmente hizo temblar el piso del parqueadero de la casa de la cultura de Ciudad Bolívar.
Behind The Mask
Antes Nox Corvus, es una agrupación de Metal Melódico que se formó a principios de 2010 en Bogotá. Recurre con efectividad a efectos del Gótico, el Doom, el Black y el poco afamado Dark Metal. La entrada de la noche en pleno y el juego de luces jugó a favor de su presentación, que logró transmitir una atmosfera de melancolía y poder mortuorio, característico de este proyecto. Otra gran presentación del día que rompió el molde y presentó un show centrado en las liricas de la vocalista femenina Ana María Montes y el contraste del vocalista gutural Camilo Moreno. Con sonido limpio y sin imperfecciones, para esta altura de la noche, el público se mostró más receptivo a la música bajando un poco la energía que se reservaría para el cierre. Sin duda, esta agrupación se hace notar por la calidad de los temas y el aire de solemnidad que dota la unidad de sus integrantes en cuanto a composición, sin destacar ninguno por encima de los demás, pero sin que se sienta un eslabón débil. Es un conjunto perfecto para quienes buscan propuestas diferentes dentro de los géneros extremos. Ellos son Beatriz Ospino en la voz, Mario Alonso Díaz Rey en guitarra, Luis Fernando Rosero al bajo, Cristian Martínez en batería y Juan Camilo Moreno Duarte en la voz y teclado.
The End
El cierre definitivo del primer día de este Metal de las Montañas corrió a cargo deThe End, quienes han autodenominado su sonido como Colombian Cyborg Metal, con muchas referencias del Groove, Death Metal y Thrash más contundente y técnico. Ataviados con máscaras de referencia cinematográfica o comics hacia personajes como Predator, el T100 o The Punisher, realizó una presentación de sonido brutal y extremista que sacudió las cabezas ya agotadas, pero con toda la disposición de dar y entrar al ‘pogo’ hasta el último momento. Se evidencia un manejo del escenario que resalta su indumentaria y un frontman que, tras su máscara, conecta con el público.
Nos dejaron con ganas de saber más de esta agrupación, reciente y enmascarada.