La luciérnaga no deja de dar vueltas sobre mi cabeza, en el trance más tenaz de mi vida. Al paso efímero del tiempo, su luz vuelve fuego mis cenizas.
La luciérnaga no deja de dar vueltas sobre mi cabeza, en el trance más tenaz de mi vida. Al paso efímero del tiempo, su luz vuelve fuego mis cenizas.