«El caballo de la vida es muy rápido. No temo la muerte»
‘TUS’ (TILEKEI)
(Abakán, Jakasia / Bogotá D.C. Colombia)
Por, Olugna
Es un idioma que me resulta esquivo. Sin embargo, la fuerza de la voz, junto al sonido expresivo de los riffs de guitarra y el galope de una batería que no descansa, transmiten una sensación que no necesita de la comprensión del lenguaje para quedarse en la memoria, para emocionar. Es una canción separada por la inmensidad del océano Pacífico, pero unida por el alma nómada ―y sin tiempo― del Rock ‘n’ Roll; la misma que sabe vestirse de jean y chaqueta para caminar la ciudad o con ropa de invierno cuando el frío penetra la piel.
Es una composición dedicada al tiempo, a su complejidad y a su plenitud, a su conexión con la vida y la muerte, a su relación con el universo y la tierra. Ha sido escrita en lengua jakasa, idioma originario que ha resistido al acecho de la extinción y que encuentra en la voz de Umai, su compositora e intérprete, una forma de extender sus pasos para no perder la huella de la ancestralidad siberiana que la atraviesa y rendir ―de paso― homenaje a la herencia que la antecede.
Es ‘Tus’, canción que presenta TILEKEI, agrupación de rock de formada por Umai Chebodeva, artista proveniente de la República Jakasia ―ubicada la Federación Rusa, en la fría Siberia― y por Íkaro Valderrama, guitarrista nacido en Sogamoso, en el altiplano cundiboyacense de Colombia; dos nómadas que juntaron sus pasos, para recorrer juntos los inacabables caminos del Rock ‘n’ Roll.

En ‘Tus’, TILEKEI, ha creado una obra simétrica que encuentra equilibrio en la fuerza de su lírica y la potencia de su sonido. No obstante, la esencia bajo la cual fue concebida, permite que pueda percibirse, también, desde las narrativas que confluyen en ella: la poesía que se desplaza a través de sus líneas, para cerrar cada estrofa con frases definitivas que no pasan desapercibidas; la expresión de la música, que se manifiesta en la velocidad de la batería, en la interpretación acelerada y en el ataque enérgico de frases de guitarra que trastocan y conmueven; en el video que la acompaña, pieza audiovisual en la que la danza es la metáfora del tiempo, y donde un caballo desbocado galopa el presente, el pasado y el futuro; y, por supuesto, en la voz de Umai, que deja al descubierto su talento, la energía y el sentimiento de su interpretación.
«Esa otra metáfora, el reloj de arena, junto al sonido de rock fresco, no rebuscado, que permite que uno siga la secuencia; la vorágine de imágenes que envuelven sus significados». Señala el poeta Rubén Darío Flórez, sobre el quinto sencillo de TILEKEI.

Recorro cada una de las frases de la canción, para detenerme con calma en ellas y observar en detalle el significado que las envuelve. Su letra ―cuya traducción fue plasmada en la descripción del video oficial en YouTube―, esa primera estación del viaje guiado por TILEKEI en ‘Tus’, es impregnada por la nostalgia que proyecta el tiempo cuando es entendido como una presencia más grande que toda existencia, que estuvo aquí antes del origen y permanecerá incólume, después de que todo termine.
«El caballo de la vida es muy rápido / No temo la muerte, allá están mi papá y mi mamá / Para siempre, por siempre, para siempre».
Compuesta por Umai, ‘Tus’, recoge sus raíces étnicas y elementos propios de su cultura, para expresarlas a través de las posibilidades de la literatura. Es una canción de rock con claras influencias de la sonoridad vintage de las décadas 60 y 70, permeada tenuemente por el folk; es, también, un homenaje al tiempo, a las raíces, a la vida misma.
«El tiempo, entre las estrellas, entre la gente / En medio del camino, en medio de la vida / De aquí para allá, de allá para acá».
«No sabría por el momento cómo decir la pertinencia de esa voz con las capas sedimentadas de la canción, como si esas capas fuesen una suerte de capas de tierra y aguas y barros y la voz algo que de allí emerge a la manera de un árbol (…) la electricidad con aires naturales (parecería una contradicción, pero no lo es, en la canción no lo es)». Expresa el escritor y poeta Alejandro Burgos Bernal.
Me acojo a la interpretación que hace el escritor bogotano. La voz de Umai es pertinente, también necesaria. Gracias a ella, aún sin conocer la profundidad de su letra, es posible entender que es una canción que transita el tiempo y borra de tajo las fronteras que separan culturas, que fragmentan la historia: «Como si esas capas fuesen una suerte de capas de tierra y aguas y barros».

Me detengo, por último, en la danza ejecutada por imágenes sin un orden definido, con la intención de retratar el tiempo como ese bucle en el que la existencia permanece atrapada entre sus virtudes y desgracias. Al igual que la letra, la pieza audiovisual, hace de la nostalgia una inyección emocional que nos recuerda que ―al final― no somos más que un átomo ―pequeño, torpe y confundido―, tratando de resistir a la fragilidad de la memoria, tratando de ver en la muerte la continuidad de la vida.