(Soacha, Cundinarmaca)
Las panaderías son los lugares predilectos de los bogotanos para compartir un rato agradable con los amigos, con la familia o solos. Se habla de la vida, se confiesan secretos, se admiran novelas y programas de T.V. y se abren debates políticos, sociales, educativos y religiosos.
Estábamos compartiendo con mi hijo menor un rato agradable al sabor de un exquisito jugo de naranja en una panadería del barrio, cuando, de repente, apareció un señor encorbatado, muy elegante él, con su comitiva —señores humildes en el vestir y en el hablar— y se dispusieron a ocupar la mesa al lado izquierdo de nosotros.
—Ironía o casualidad ¡qué sé yo!— Y empezó el repertorio…
—Yo no voté por ese guerrillero.
—A esos petristas hay que acabarlos.
—En el nombre de dios, hay que hacer lo que está haciendo El Salvador.
—Esas vacas eran del guerrillero narcotraficante.
—Hay que exterminar a los vándalos.
—Dios es grande y nos va a bajar a esos guerrilleros.
—Los muchachos de mi iglesia serán congresistas para derrotar el comunismo.
¡Uf! Me tomé un trago de jugo y fue el más amargo, el solo hecho de ser testigo y de ser señalada junto con mi hijo —de los alaridos de un señor, haciendo apología al genocidio en nombre de dios dentro de un espacio público en pleno siglo XXI— me llevaron a indignarme, a no quedarme callada, a decir: ¡basta!
—¿Qué le pasa, señor? ¿No les basta con todos los ‘Falsos Positivos’ y los miles de jóvenes asesinados durante el Paro Nacional?— Le reclamé al señor encorbatado, a lo cual él respondió con gestos de desprecio.
Nos congregamos en colectivos políticos, sociales y religiosos, en plena fraternidad con nuestros semejantes… Sí, con nuestros semejantes, porque el que es diferente a nosotros, lo vamos sacando del radar en nuestra querida patria inmarcesible.
Según Gerard Haddad la relación grupal entre seres humanos es la competencia entre hermanos marcando los comportamientos de los individuos (complejo de Caín), esas competencias explican los conflictos actuales, desde el terrorismo como acto individual y social hasta los conflictos de oriente y occidente y todas las polarizaciones que la sociedad replica constantemente. Nos enseñan que debemos recuperar los principios fraternales; sin embargo, la fraternidad nos lleva más a dividirnos que a unirnos y si nos unimos, nos unimos contra otros, para dañar a otros, para exterminar a otros.
Escribo esta anécdota para reflexionar sobre la fraternidad entre los seres humanos, una fraternidad que está desbocada para hacer daño, para dar razón a ideologías políticas y religiosas mientras millones de personas mueren en guerras absurdas, millones de niños y jóvenes son reclutados para la guerra, millones de personas mueren de hambre gracias a la acumulación de riquezas… fraternidades que conspiran para el bienestar de su congregación pisoteando a los débiles, aún nos es difícil aceptar las diferencias porque nuestros complejos actúan sobre la razón, porque aún no entendemos que la democracia se construye a partir de las diferencias y hemos minimizado el diálogo demostrando que como seres humanos hemos fallado.
Y para usted ¿Qué es fraternidad? ¿Acepta, está de acuerdo y respeta a las personas que piensan diferente a usted?
Reflexione según sus respuestas a estas preguntas en la panadería de su barrio…