La ciudad luz y del amor: la Ville lumière et d’amour, me ha enseñado todas sus caras después de casi dos años de mezclarme en su día a día, en su cultura, en sus sitios turísticos, en sus innumerables cafés, museos, parques, galerías y entre su gente.
Por, Andrea Castro
La ciudad luz y del amor: la Ville lumière et d’amour, me ha enseñado todas sus caras después de casi dos años de mezclarme en su día a día, en su cultura, en sus sitios turísticos, en sus innumerables cafés, museos, parques, galerías y entre su gente. Gente de aquí y de allá; parisinos, rusos, árabes, africanos, bolivianos, colombianos. Un sinnúmero de nacionalidades concentradas aquí con intereses diferentes, pero constantes en su deseo de perderse en la magia de París.
La romántica París es poseedora de importantes espacios turísticos que todos, por alguna razón, ya conocemos e idealizamos como próximo destino en nuestros proyectos de vida y a la cual le llamaré el Cuerpo de París.
El Cuerpo
¿Cómo no hablar de sus calles?, algunas tranquilas y espaciosas, otras un tanto estrechas y empedradas con grandes edificios de arquitectura neoclásica y con nombres memorables de algún presidente, poeta o escritor del siglo XVIII, perfectas para aquellos con espíritu bohemio, de historiador, de escritor o de artista.
También están aquellas divertidas por las que vagan melodías y olores de diferentes partes del mundo, gracias a la variedad de bares y restaurantes, como los que podemos encontrar en el Barrio Latino en la plaza Saint Michel, propicia para aquellos más rumberos y de buen comer. Para los que aman la moda y las compras: Les Champs Elysées, una avenida entera, de principio a fin, atestada de locales de las mejores marcas de ropa, bolsos, restaurantes, autos y más.
Para los más creyentes, las iglesias: Notre Dame, La Sainte Chapelle o Sacre Coeur de Montmartre, entre muchas otras. Ni hablar de sus museos, llenos de obras de artes y esculturas de artistas famosos, como las que se encuentran en el Musée de Louvre donde está la tan deseada Gioconda, mejor conocida como La Mona Lisa de Leonardo da Vinci, como éste, encontramos para todos los gustos más de 150 museos.
Imposible pasar por aquí y no visitar los grandes y majestuosos castillos que datan del siglo XIV y XVII en los cuales está la historia de Francia y, por supuesto, está la monumental Torre Eiffel, la estructura más deseada por turistas, fotógrafos, directores de cine y hasta vendedores ambulantes. Sí, vendedores ambulantes. Y con esto doy paso a lo que llamaré el Alma de Paris.
El Alma
Una realidad que sólo se conoce teniendo una rutina de vida como ciudadano promedio en la villa de la luz; pues es verdad que aquí existe gran variedad de olores, sensaciones y emociones.
Empecemos por los muy comunes vendedores ambulantes que se encuentran por doquier en la majestuosa metrópoli; si pasa por la Torre Eiffel, déjese persuadir por algunos de ellos, en su mayoría hombres de tez morena, que dependiendo de sus rasgos físicos logrará identificar su lengua nativa y en esa misma le hablará de manera mediamente correcta, para poder ofrecerle desde pequeñas réplicas de la Torre Eiffel hasta una deliciosa botella de vino o de cerveza, para que pueda pasar la tarde en les Champs de Mars gozando de la increíble vista. Si la velada es larga y le coge la noche en este lugar, podrá disfrutar en alguna hora en punto de la Torre, la cual se ilumina evocando la espuma de licor al abrir un delicioso champagne,logrando los aplausos y efusividad de los asistentes.
También los artistas callejeros hacen parte de esta gran ciudad, pues no es raro encontrarse por las calles con algún grupo de jóvenes entreteniendo a los transeúntes con sus coreografías al ritmo de una mezcla de sonidos alternativos, cuyo volumen logra la atención de los tantos visitantes que por allí coinciden.
Además de encontrarlos por las calles, también los encontramos en los metros y ocasionalmente en los trenes, a los que se suben en compañía de su guitarra, acordeón, o simplemente de su voz –una que otra melódica–, para entonar notas y canciones en cualquier idioma, que pueden ir desde George Brassens hasta Juanes, a cambio de lo que usted considere que puede darle.
Asimismo nos topamos con ellos en los pasillos del metro, mientras corremos a cumplir con nuestros deberes. Otros afortunados son patrocinados por la empresa de transporte público y autorizados a tener un espacio allí, para que puedan dar a conocer sus composiciones de manera más cómoda. Eso referente a las emociones que despiertan las melodías.
El olfato también se entretiene aquí, pues a causa de aquellos Sin hogar que pasan sus días deambulando por las calles de la ciudad y pasando sus noches –algunas muy frías, otras muy calientes dependiendo de la época del año– en alguna silla de las diferentes estaciones del metro sin tener la posibilidad de una buena ducha, al pasar de los días su presencia se hace sentir y notar. No se asombre, si en vez de encontrarse con fragancias exquisitas y glamurosas, lo que encuentra es un fuerte olor a orina encerrado entre los pasajes subterráneos, además de la presencia de aquellos infortunados tomando su siesta a los costados de las estaciones entre cartones y cobijas maltrechas por el uso. Este es un escenario difícil de entender, dado que el gobierno dispone de espacios en los cuales les brindan ayuda, abrigo y comida para suplir sus necesidades y puedan, de esta manera, llevar una mejor vida.
Tampoco se extrañe si al caminar por las calles, de repente, encuentra a alguna familia proveniente del continente africano que a causa de la guerra migró a territorio europeo con la esperanza de hallar un mejor modo de vida y que por más esfuerzos que hace el gobierno por ayudarles, los medios resultan escasos para abastecer todas sus necesidades, entonces su única opción en la espera de algo mejor, es ir al encuentro de la buena fe y colaboración de algún transeúnte.
Para hablar del alma de Paris, se debe hablar de la propiedad y amor que proyectan los parisinos por su ciudad, como también su posición socio-cultural y política, frente a los acontecimientos de su día a día, por tal motivo es importante mencionar cómo reacciona la población frente a los terribles sucesos por los que ha tenido que pasar en los últimos meses.
Francia es un país donde el ciudadano sabe cuáles son sus derechos y los hace valer pese a cualquier veredicto, razón por la cual, cuando ocurren situaciones que afectan la tranquilad y el orden público, la ciudadanía manifiesta su inconformidad mediante protestas pacíficas en las calles, congregándose frente al lugar del siniestro, como tampoco es motivo de asombro, que en los principales canales de televisión, dentro de sus parrillas de programación, se encuentren espacios de debate frente a la situación por la que atraviesa la nación. Quizás se deba a que el parisino tiene una fuerte inclinación por la lectura, tanto de actualidad como de literatura, y es esto lo que lo hace culto y educado, pues gracias a este hábito cuenta con los argumentos para hacer respetar sus derechos y defender su posición frente a los demás. Es tanta su pasión, que en efecto logra contagiarla, es por esto que todo aquel que viva aquí, siempre llevará un libro en sus manos.
En conclusión, la Ville lumière et d’amour, es un hermoso lugar, que como toda gran ciudad, tiene sus problemáticas internas que no se hacen indiferentes ni invisibles por ser uno de los destinos turísticos más deseados de todo el mundo, por lo contrario, momento a momento manifiesta su interés y preocupación por ofrecer y cambiar aquellos aspectos negativos, y que rechaza que algún suceso opaque la magia que recorre la villa, que siempre da la mejor bienvenida al que está de paso o a aquel que decide pasar una buena temporada aquí. Sin duda lo mejor de estar en Paris, es no querer regresar a su lugar de origen.
Galería fotográfica
Por, Andrea Castro
París (Francia)
Sobre Andrea…
Mi nombre es Andrea Castro, tengo 29 años, nací en Bogotá, soy egresada de la Fundación Universitaria UNINPAHU de Comunicación Social y Periodismo, vivo en París, donde llevo a cabo estudios de lengua francesa.
Interesada en las redes sociales y el marketing digital, Amante del teatro, el reggae y una buena copa de vino.
Imagen principal libre de derechos: https://pixabay.com/es/noche-de-la-ciudad-par%C3%ADs-puente-1567384/
Imagen Barrio Latino tomada de internet: www.paris.es