‘Panteón Rococo’: desde la disidencia

 

En medio de un crecimiento desmesurado del desempleo, aumento en los impuestos, una desigualdad entre clases sociales mucho más notoria y otros flagelos, más que obvios, en un gobierno que desconocía los derechos de las minorías, México experimentaría, entonces, una nueva era que comenzaría con la declaración de guerra pronunciada por el Ejercito Zapatista de Liberación – EZLN en contra del gobierno de turno. Grupo rebelde que, cansado de no ser escuchado y de sus repetitivas peticiones ignoradas durante años, decidió declarar una confrontación armada en nombre del pueblo mexicano el 1 de enero de 1994.

 

Desde finales del mismo año de inicio del conflicto, las partes enfrentadas han buscado el diálogo para la disolución del conflicto y para el 1996, se llegó a la firma de los Acuerdos de San Andrés Larráinzar, no obstante dicho acuerdo no se ha respetado en su totalidad y desde el 2001, planteado el desacuerdo del grupo insurgente con la aprobación unilateral de la reforma constitucional, no se ha llegado a un escenario oficial en el que las partes, de nuevo busquen acercamiento.

 

Para el 2006 se pone en marcha La Otra Campaña, un intento del EZLN por conformar alianzas con distintos actores políticos y sociales afiliados a la izquierda, mas los resultados no fueron, precisamente, los esperados. En su actualidad, el zapatismo mantiene el control político en distintas zonas  del estado de Chiapas y sus filas conservan, tanto a personas que desde el principio han estado con el grupo, hasta la nueva generación que nació y creció en medio del conflicto, como también una porción importante de indígenas que aún militan para ellos, no obstante, su sostenimiento cada vez es más complicado, por lo tanto su situación en algunas zonas se puede considerar precario.

 

Para junio del 2014, año en que se celebraron los 20 años del grupo insurgente, su Comandante Marcos anunció para la prensa mundial que él había dejado de existir o para ser más precisos que nunca había existido, y que a partir del día del comunicado adoptaría el alias de “Galeano”, sobre nombre de un indígena asesinado llamado José Luís Solís Sánchez.

 

 

Entre tanto y de forma paralela del nacimiento del EZLN, en Ciudad de México a mediados de 1995, nació Panteón Rococo, banda que adaptó su nombre de una obra de teatro de 1981 El Cocodrilo Solitario del Panteón Rococo, escrita por Hugo Arguelles. Su sonido integra diversos ritmos como la cumbia, la salsa, el punk, música indígena, entre otras, siendo el más el más destacado el ska. Su simpatía con el EZLN los llevó a presentarse hacia 1997, en conciertos organizados como manifestación de apoyo al ejército rebelde.

 

 

El apoyo al ejército zapatista se confirma en su álbum Compañeros Musicales, en éste Panteón Rococo contó con la producción de Flavio Cianciarulo, bajista de los Fabulosos Cadillac.

 

 

Panteón Rococo ha visitado nuestror país en repetidas ocasiones para el Festival de Rock al Parque de y otros festivales como el Manizalez Grita Rock y el Jamming Festival.

 

Andrés Angulo Linares
andresangulo@rugidosdisidentes.co
@olugnaelgato

 

Imagen Principal tomada de internet: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/e/e4/Panteon_Rococo_Tanis_2008_01.jpg/1024px-Panteon_Rococo_Tanis_2008_01.jpg
 

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