(Bogotá D.C., Colombia)
Por, Rugidos Disidentes
Víctimas del conflicto armado se encuentran desde el 7 de septiembre en las instalaciones de Minvivienda exigiendo cumplimiento a los compromisos adquiridos por el gobierno años atrás.
Johanna López ha sufrido en carne propia la crueldad del conflicto armado, ha sido víctima de la violencia y del incumplimiento del gobierno frente a los compromisos adquiridos en la Ley 1448 de 2011.
Johanna lidera a la organización Víctimas Unidas por un Mejor Futuro, la cual agrupa alrededor de 120 familias que, como ella, también han sido violentadas por grupos armados y por el mismo Estado.
Johanna lidera a la organización Víctimas Unidas por un Mejor Futuro, la cual agrupa alrededor de 120 familias que, como ella, también han sido violentadas por grupos armados y por el mismo Estado.
Desde el pasado lunes 7 de septiembre, miembros de la organización se encuentran en las instalaciones del Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio para exigir que la entidad dé cumplimiento a los artículos 64 y 25 de la Ley 1448 de 2011, sin que hasta el momento algún funcionario con poder de decisión se haya acercado para escuchar las peticiones de los manifestantes.
En un año de existencia, Víctimas Unidas por un Mejor Futuro ha empezado una lucha constante por el cumplimiento de los derechos que les ha sido vulnerados por el Gobierno Nacional.
A Bogotá llegaron hace seis meses, tuvieron que marcharse por problemas de seguridad y desde hace tres meses regresaron, para reclamar sus derechos ante la Procuraduría Nacional de la Nación. Alrededor de 65 familias pasaron 12 días en la calle, sin que recibieran una respuesta satisfactoria por parte de los funcionarios que se acercaron a dialogar con ellas.
—No nos daban garantías de nada, simplemente que nos fuéramos y que después nos daban la reunión. No quisieron aceptar el trato, que primero fuera la reunión. Primero nos ultrajaron con el Esmad, golpearon a un abuelito de 80 años —menciona Johana en entrevista con Como la Cigarra… Radio y Rugidos Disidentes.
La paciencia ha llegado a un límite, en el cual la única opción para ser escuchadas son las vías de hecho.
—Siempre nos dan evasivas. Solamente nos dicen mentiras, nos llenan de documentos. Muchas víctimas llevan más de 20 años esperando respuesta y hasta ahora la Unidad de Víctimas, el Minvivienda, Acción Social y otras entidades no han dado respuesta —agrega.
El lunes en la mañana llegaron al Minvivienda, no fueron atendidos, tampoco los dejaron entrar. Pasaron la noche a la intemperie y al día siguiente lograron ingresar.
—Nos dieron otra evasiva más, como siempre nos las han dado —menciona—. Realmente nos tocó tomar esta vía de hecho. Nos sentimos impotentes. Todos los compañeros ya están cansados de las mismas mentiras.
La respuesta de los funcionarios que se han acercado no son satisfactorias. —Que teníamos que meternos por la página, mandar los correos, como lo hemos venido haciendo durante muchos años. Siempre son mentiras, evasivas, engaños y nunca dan resultado, ni una solución —explica Johanna.
La situación para las víctimas presentes en el Minvivienda no es sencilla. Menciona Johanna que las están presionando para que se retiren de allí, restringiendo la entrada de alimentos.
Aunque el día de ayer se hicieron presentes el Defensor del Pueblo y un Personero de la localidad de Santa Fe, no hubo ningún acuerdo. Hoy no se hicieron presentes.
Las víctimas manifestantes requieren de alimentos no perecederos para poder resistir la lucha que decidieron emprender hasta ser escuchadas.
Buscaremos las versiones de las entidades involucradas, para que den respuesta a los múltiples interrogantes que surgen frente al incumplimiento de la Ley de Víctimas.