Alienígenas aburridos

Alienígenas aburridos

Obviamente no llegaron. Una vez más, la humanidad entera ha quedado aburrida esperando la anunciada llegada de los alienígenas

Por, René Jiménez

Esta semana, sin previo aviso, en la prensa del mundo se anunció la profecía de un nuevo Nostradamus vaticinando un evento apocalíptico, el cual cambiaría el curso de la humanidad y nuestra comprensión del universo. Eno Alaric, un tiktoker que asegura ser un viajero en el tiempo y que a través de la red social sostiene la fe de un puñado de creyentes anunciando el fin del mundo ―algo así como lo que hace María Luisa Piraquive― salió del anonimato al desprestigio anunciando la llegada de una invasión extraterrestre el pasado 23 de marzo; una raza alienígena muy hostil que venía a aprovechar el momento de la humanidad para invadirnos violentamente. Un evento que merecía todo el cubrimiento de aquellos que hace la prensa, que tan ocupados como viven los fabricantes de noticias nunca han pasado por el buen trabajo de Orson Wells. 

Obviamente no llegaron. Una vez más, la humanidad entera ha quedado aburrida esperando la anunciada llegada de los alienígenas. Estos cabezones de pupilas dilatadas, que andan desnudos por el universo y que parecían programados a tirarse el Estéreo Picnic, después de cruzar el universo por años a una velocidad cercana a la de la luz, después de miles de años de desarrollo de una tecnología capaz de permitirles sobrevivir en el frío vacío del universo para encontrar vida civilizada, una vez más, prefirieron pasar de largo y buscar en otro sistema planetario y realizar su intercambio de civilizaciones. Ni el calendario maya y su fin del mundo nos había mentido de manera tan descarada.


Sin embargo, no se me sale de la cabeza, la posibilidad de que, ante la falta de lugares seguros para su aterrizaje, escogieran nuestra patria.  Hay que tener en cuenta que EEUU perdió su buena fama de anfitrión interplanetario desde hace décadas, cuando a ET casi lo capturan para meterle cosas por los agujeros del cuerpo como en cualquier abducción de película, sumado a que el pobre Gordon Shumway tuvo que convertirse en Alf y soportar por años una sosa familia de clase media americana en cabeza de un hippie demócrata reformado por el sistema. Mientras, en el otro lado del mundo Putin y los vecinos de Europa están a menos de tres doritos de iniciar su propio cataclismo final. Y pues en el Salvador van y los meten presos por sospecha. Entonces, no es descabellado que la civilización invasora decidiera iniciar su operación en el planeta, justo en las tierras cafeteras que vieron nacer al concejal más joven de la galaxia.

En caso de ser así, también es comprensible que hayan desistido y se hayan marchado en busca de vida inteligente en otro rincón del universo. Basta con imaginar los frutos que traería este intercambio de culturas en nuestra nación. Conocedores de la reptiliana costumbre de nuestra clase política de sacarle el jugo a cualquier oportunidad, serían ellos, nuestros líderes políticos, los protagonistas del intercambio de mundos.


El saludo inicial no podría estar a cargo del doctor Leyva, pues el sobreviviente a muchos periodos geológicos del planeta sería visto como un verdadero dinosaurio y los reptilianos no sentirían que llegaron a una sociedad moderna. Dicho honor estará guardado para el más reptiliano de los nuestros, el doctor Roy, a pesar de la verde envidia del joven Jota Pe que no guardará su cámara en todo el encuentro, acusando a los no terrícolas de ser solo un montaje para distraernos de sus importantes investigaciones dentro del Congreso y que todo eso se destapará en su próximo video. El doctor Barreras recibirá a los invasores en son de paz total, haciendo que se levante la voz de quienes esperaban tratar a los invasores con mano dura y corazón grande, quienes lo harán con la publicación del escudo de la república acompañado del “libertad y orden” y un sonoro ¡Ajua! que rompa el orden constitucional. Habrá quienes inclusive llegarán a asegurar, gracias a una exhaustiva investigación de la revista Semana, que los extraterrestres fueron contratados en el último viaje de Petro a Venezuela para traer el rayo homosexualisador y que fueron pagados con rublos que sobraron de lo que se les paga a las bodegas.


Mientras, el doctor Lafaurie les ofrece a los visitantes unas pocas miles de hectáreas con su respectiva vaca, para que inicien su colonia en la tierra con todo y un curso para la elaboración de leche en polvo, los alienígenas pondrán a disposición de los interesados un curso sobre el manejo de objetos voladores no identificados, el cual recibirán con gozo los dueños de muchas avionetas de ayuda humanitaria.  Polo Polo alegará ser abducido y desde entonces se reconocerá alienígena y también indígena, del tipo no alineado y, por supuesto, con toda esta diversidad en un solo cuerpo, un digno seguidor del petrismo más fanático. Miguel Uribe se ofrecerá, junto a Daniel Briceño, para una lobotomía cerebral exploratoria, que terminará en la irrefutable conclusión de que estos dos genios guardan el universo en su cráneo, pues al abrirles la cabeza los alienígenas encontrarán que en un gran porcentaje son vacío y materia oscura. Lo cual será debatido y negado por la procuradora Margarita Cabello, quien alegará que los exámenes realizados por los invasores se hicieron de mala fe.

Al final, al igual que a la mayoría de los colombianos, la clase política criolla terminara por aburrir a los visitantes espaciales, quienes preferirán armar maletas y marcharse a buscar vida inteligente en otro lado, sin siquiera tomarse la molestia de destruirnos, con esta plaga nuestro destino no es otro más que el más miserable de los finales.

Por ahora, las enormes distancias cósmicas nos salvan de hacer un ridículo intergaláctico, mientras esperamos que en la campaña electoral que viene aparezcan los candidatos tiktokers, anunciando el final de todos los males con sus promesas que parecen de otro planeta.

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