El cine nos muestra que un hombre con decisión puede cambiar el rumbo de su destino, el rumbo de su gente y hasta el rumbo de la humanidad, pero los hechos me hacen pensar que las personas tienden a actuar según los lleve la ola, ya sea por indignación, por efusividad o por miedo.
A veces siento que John Connor es un pobre pendejo comparado con un ciudadano del común en estos días, soy menor de 40 años, pero en lo que recuerdo he sobrevivido, entre otros, a los siguientes eventos:
La crisis de los 666: “A bautizarse que llega el demonio”, a los más jóvenes les cuento que el 6 de junio de 1996 se iba a acabar el mundo y el diablo se iba a llevar a los no bautizados, la gente corrió a bautizar a los niños, la gente quería estar confesada y a las 6 de la tarde no se movía una aguja. Luego, como no ocurrió nada, comenzaron a hacer otro tipo de cuentas, que por el antiguo calendario era en septiembre, que Nostradamus dijo y desdijo… En fin, cada vez que sale un hecho que suene a desastre, la gente lo encuadra con las dichosas profecías de ese señor.
El nuevo milenio nos iba a dejar sin computadores, todo gracias al Y2K… para mi generación ese era el T-800 porque nos podía dejar sin bancos, sin datos, sin sistemas y todo lo que ello pueda suponer, y efectivamente hubo problemas: en España dejaron de funcionar algunos parquímetros, sonaron algunas alarmas, hubo algunos problemas de fechas… pero sobrevivimos como especie dominante en el planeta (cita de la película Godzilla).
Los mayas llegaron más lejos… Se les produjo su propia película: 2012, todo por cortesía de una mala lectura de su calendario. Expertos en su momento explicaron que el cambió de era Baktún (medida de tiempo), sin embargo, el miedo en sectores del mundo fue evidente, incluso Chichen Itzá estaba llena para recibir el cambio de era.
Ahora bien, lo más visto en cuanto a posibles fines del mundo son las enfermedades, hemos visto la de las vacas locas, el H1N1, H5N1 (gripe aviar) el SARS, MERS (que médicamente hablando es otro tipo de coronavirus) y el ébola, entre otras tantas. Hay que decirlo: Son enfermedades mortales, que no pueden ser subestimadas y que requieren medidas de contención, que por ser nuevas en el hombre son de cuidado y requieren un tiempo para poder conocerlas y combatirlas efectivamente.
No obstante, ninguna de ellas supuso una posible extinción de la especie o un nivel de mortalidad tal que pudiera generar una parálisis en el devenir social, creo que el deber de nosotros como ciudadanos ante cada enfermedad contagiosa es informarnos realmente de los conocedores en la materia, evitar caer en el pánico, atender las recomendaciones de las autoridades sanitarias, eso sí, sin caer en exageraciones.
Subirse en un transporte público y ver a todo el mundo con tapabocas muestra que el miedo nos gobierna, no se trata de que no se use el tapabocas, sino que, como han dicho los expertos, son las personas que tienen síntomas asociados los que deben efectivamente usarlos.
Acabar con los tapabocas, con los desinfectantes y demás productos asociados puede hacer que aquellos que los requieran no los puedan conseguir o se les hagan muy costosos, eso solo agrava el problema.
Sé que los noticieros no ayudan, pero hay prácticas informativas saludables, por ejemplo, en España los temas en medios son expresados por el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, quitando el tema político y dejándolo donde debe ser, en un tema médico-científico.
A veces los seres humanos queremos oír voces de lo que sea para lo que sea, solo por alimentar alguna esperanza, algún rumor, algún miedo… Por ejemplo, a algún brillante periodista le preguntó a Jurgen Klopp sobre riesgos asociados al Coronavirus, el DT de manera contundente le aclaró que no era un tema de su conocimiento, ¡Qué gran lección!
Si permitimos que nuestros conocimientos en estos temas sean dictados por políticos, actores, futbolistas, “socialités” o por meras especulaciones periodísticas (hay periodismo con rigor investigativo, eso lo debe analizar cada lector), es perfectamente posible que la comunidad salga con crucetas, machetes y palos de escoba a evitar la entrada del coronavirus a su conjunto residencial.
Estoy convencido que los verdaderos zombis de esta generación son las falsas noticias o las noticias infladas y que algunos periodistas son sus profetas, asimismo, que el verdadero miedo no lo producen organismos microscópicos, sino las personas a quienes no les interesan los demás. Que juzgue el lector si lo dicho es aplicable al tema actual.
Los pasados 29 de febrero y 1 de marzo, se llevó a cabo una edición más de Rock Hyntiba y Cuando las calles hablan, festivales en los que se dan cita, año tras año, diferentes exponentes locales, distritales y nacionales de cada uno de estos movimientos.
La realidad de las localidades dista de la proyectada en los grandes medios de comunicación. 19 territorios con una historia individual, una lucha constante por conservar intacta, aunque sea en parte, su tradición e identidad cultural.
Algunas de ellas fueron otrora, municipios aledaños a Bogotá que con el tiempo y gracias a la expansión de la capital, eso que alguien llamó «desarrollo», terminó por absorberlas.
Fontibón, la tierra del cacique Hyntiba en la época de la conquista española, dejó de ser municipio en 1954, cuando fue incluida, junto con otros cinco territorios, como localidad de la ciudad de Bogotá.
Las paredes de las edificaciones que aún conservan su arquitectura colonial, han sido testigos de la historia que se escribió sobre su suelo, cuando era identificada en vocablos indígenas como Hontibón u Ontibón hasta adoptar su nombre actual: Fontibón.
Las calles, parques, bares y salones comunales han sido escenarios del surgimiento cultural de Fontibón, que ha abierto espacios para que los ‘pelados’ de la localidad, puedan expresar su talento y que sean ellos en su propio lenguaje los que narren, también, su propia historia, ya sea desde los sonidos extremos o desde esas rimas cargadas de vivencias cotidianas y de realidad. Expresiones culturales que son, en sí mismas, un canto de resistencia y una extensión de su propia identidad.
Los movimientos del rock y del hip hop, cada uno desde su propuesta musical, han trabajado alrededor de la comunidad y han contribuido al desarrollo cultural de la localidad novena.
Los pasados 29 de febrero y 1 de marzo, se llevó a cabo una edición más de Rock Hyntiba y Cuando las calles hablan, festivales en los que se dan cita, año tras año, diferentes exponentes locales, distritales y nacionales de cada uno de estos movimientos.
Más allá de dos días de concierto Rock Hyntiba y Cuando las Calles Hablan, nos demuestran que más allá de las diferencias somos una sola raza.
9:00 de la noche, la Plaza Fundacional de Fontibón estaba a reventar. En la tarima, La Etnnia, con Real, después de una hora de concierto, se despedía de un público que no dejó de corear uno a uno los temas que la agrupación de rap, una de las más importante del país, había preparado para el cierre de Cuando las Calles Hablan.
El nombre de La Etnnia se instaló en la memoria cultural de la ciudad, convirtiéndose en un hito de las calles. Kany, Káiser y Ata, tres hermanos que se entregaron al rap desde muy jóvenes, dieron vida en 1994, en la casa de placa 5-27 del barrio las cruces de Bogotá, a un proyecto que trazaría un nuevo rumbo para la cultura del hip hop de nuestro país, convirtiéndolo en patrimonio cultural de la nación.
Hoppers, metaleros, rockeros o punkeros identifican a La Etnnia como una institución musical y reconocen el peso que la agrupación ha ganado en casi 26 años de historia.
Esta era la primera presentación de La Etnnia en un festival local, que esta haya sido, precisamente, Cuando las Calles Hablan, dan cuenta de la importancia que el festival tiene en la ciudad de Bogotá.
La jornada del domingo significaba para nosotros, como medio de comunicación alternativo, la oportunidad, después de seis años de trayectoria, de asistir por primera vez al cubrimiento de un festival de hip hop.
Muchos jóvenes han encontrado en la cultura hopper una forma de vida en la que pueden expresarse libremente, dar rienda suelta a su creatividad y sentirse identificados con las rimas creadas por los artistas de rap, que al igual que ellos, han crecido con las problemáticas sociales que traen consigo el vivir en barrios populares y en sectores marginados.
Las chamarras de cuero, los jeans ajustados, las camisetas negras y las botas del día anterior, fueron reemplazadas por los jerséis anchos, pantalones caídos y zapatillas. Son públicos claramente diferentes, pero que coinciden en la pasión que despiertan en ellos los dos géneros.
La jornada de Cuando las Calles Hablan había preparado 13 presentaciones: Clandestino, Surcrem, Andersound, Kantor y Arte Ilicito, agrupaciones de la localidad; DJ Mook y La Wera Deejay, D.J. invitados; Elorik y The Negro Tapes, bandas distritales; la proyección del video Voces Ancestrales, grabado con la partipación de artistas de rap y rock de Fontibón y el cierre, a cargo de La Etnnia.
La Plaza Fundacional de Fontibón, desde muy temprano se vio invadida por hoppers, provenientes desde diferentes puntos de la ciudad, para brindar su apoyo a los primeros artistas de la jornada, representantes de la localidad: Clandestino, Surcrem y Andersound. Prometía ser un domingo bastante soleado. Así fue.
Sentado sobre la tarima, un hombre joven con los ojos vendados, narraba a partir de sus versos, una cotidianidad que bien podría ser la de miles de jóvenes habitantes de zonas populares en las grandes ciudades. Atrás de él, de pie, estaba su compañero de rimas, también con los ojos vendados, mientras que en la tornamesa, el D.J. se encargaba de las mezclas musicales.
Elorik, fue el primer artista distrital de en Cuando las Calles Hablan. Juan David, líder del proyecto, tomó el nombre del personaje principal de una serie de anime, con la cual se sintió identificado.
Alto, de pelo largo y de barba espesa, Elorik, bien podría ser un artista de rock alternativo, pero fue el hip hop, el movimiento con el cual encontró una conexión especial desde muy joven.
El proyecto está compuesto por un solista (Juan David), quien detrás cuenta con un equipo de trabajo. La propuesta está enfocada en el rap, con alguna fusión de jazz, rock y soul.
Son seis años de trayectoria profesional para Elorik, tiempo en el cual ha buscado la forma de hacerlo visible. Para Juan David, “La idea es recuperar esa música clásica del hip hop”.
“El hip hop se siente como un metrónomo, siempre está acompasado, siempre va en un compás de 4/4. Se siente rudo, pero a la misma vez, se puede sentir muy suave, muy delicado, muy bello… muchas personas siente que el hip hop es poesía” –Afirma Juan David.
“Le canto a esa persona del común, busco identificar a la mayor cantidad de personas en mis letras”. Agrega.
Para Juan David, el proceso de composición nace en la intimidad. No podría darse si se encuentra rodeado de personas: “… tengo que estar en mi casa, tranquilo. Un lápiz y un cuaderno; o el mismo celular… trato de enfocarme en los problemas del ser humano común, nada de hablar de cosas que no he vivido, que no he experimentado”
Para Juan David la música no debería dividir, por lo contrario, a partir de ella, se puede entender que hay causas en común que nos unen. “Perfectamente, una persona puede disfrutar del metal y al mismo tiempo de hip hop. Disfrutar, por qué no, de un evento mixto. Precisamente sería una respuesta a una cuestión común… Dejar de ver el rap como un ruido, dejar de ver el metal, el hard core, el rock como un ruido…”
Liberté, Zazen y On son tres canciones con la que Elorik se conecta en el escenario. Según él, es la esencia de Juan David la que está allí, en la tarima.
El mensaje de Juan David es contundente: “Siempre habrán posibilidades para los proyectos que uno ama”.
El Break Dance es una de las manifestaciones de la cultura Hopper que más llama la atención. Su origen se remonta a la década de los 60 a las calles de Brooklyn. Es una danza coordinada en la que pasos y acrobacias son combinados para entregar un performance lleno de estilo y vitalidad.
No existen barreras para entregarse a una pasión. En la tarima, dos grupos de bailarines se enfrentaron en una batalla de movimientos, pasos y acrobacias. Compuestos por hombres, mujeres y un chico en silla de ruedas, estos jóvenes entregaron un perfomance que nos hizo comprender cuán difícil puede ser aprender las técnicas del Break Dance.
Un saxofonista, una mujer en los coros, un D.J. en la tornamesa y el dúo formado por los raperos ‘Kamo’ y ‘Blak’, hacen de la puesta en escena de The Negro Tapes, una presentación que queda grabada en los sentidos.
Andrés García (‘Kamo’) y Daniel Bernal (‘Blak’), llegaron al rap siendo muy jóvenes, aproximadamente hace 8 años, desde hace dos, dieron vida a The Negro Tapes, proyecto musical de hip hop alternativo, el cual fusiona el sound system, el jazz, el soul, el rock y otros ritmos, entregando de esta manera una propuesta musical y estética que les ha permitido llegar a un público mucho más amplio.
“El hip hop es una escena bien guerreada aquí en Bogotá y en Colombia, entonces toca hacer las cosas siempre muy bien…”, manifiesta The Negro Tapes.
‘Kamo’ y ‘Blak’ llegaron al rap cuando aún eran adolescentes, hoy con casi 30 años de edad, conforma una de las agrupaciones actuales con mayor proyección. “Arrancamos escuchando mixtape. También la búsqueda de identidad de la adolescencia, uno quiere ser rapero, metalero, punkero…”. Agrega la agrupación.
El género del rap ha dado grandes artistas a nivel nacional, muchos de ellos han servido como fuente de inspiración para The Negro Tapes, que muestra gran respeto por la música de Tres Coronas, La Etnnia,Crack Family, entre muchos más en una lista bastante extensa.
Para ser rapero, manifiestan ‘Kamo’ y ‘Blak’, basta con tener algo que contar: “Tener algo que decir, básicamente. No solamente en el rap, sino en el mundo del arte, si tienes algo que decir, un sentir… puedes convertirlo en música. El rap requiere de mucha lectura, llenar la cabeza con muchas palabras, de mucho léxico”, agregan.
El proceso de composición dista con cada momento: “Podemos sacar primero la letra, luego nos sentamos con el D.J. vamos experimentando, tenemos una idea en la cabeza y vamos ahora por un beat… o también, escuchamos un beat y decimos ¡uf! este nos gusta para escribir algo, una canción que tenga ese color… Ambos componemos, cada quien se sienta por su lado, es un proceso de acompañamiento constante, no solo entre nosotros dos, sino con el D.J., el saxofonista… Tratamos de meter a todo el grupo durante el proceso de una canción…”.
Para The Negros Tapes hay una canción que los conecta de manera especial, “Modelo 90, la canción que nos abrió las puertas al panorama nacional… fue puesto número uno del top 25 de Radiónica… llegamos a muchos oídos, mucha gente ajena al rap nos escuchó y les gustó la propuesta”.
En la actualidad, la agrupación cuenta con cinco canciones en plataformas digitales, pero se está preparando para grabar su primer EP a mitad del presente año.
Frente al estigma que recae sobre el rap conciencia, The Negro Tapes manifiesta una postura bastante firme: “Básicamente, nosotros tenemos un sello y es la honestidad… a todas las canciones que hacemos, queremos impregnarles eso. Muchas veces escuchas un rap conciencia… y vas a ver, y son personas que le pegan a la mujer en la casa… entonces es más show que otra cosa. Nuestro sello es la honestidad, tanto en la muisca como en las letras, también como personas. Si eres honesto, así mismo le llegas a la gente”.
Para The Negro Tapes toda la música nutre los oídos, y el rap, en sí mismo, se nutre de otros sonidos.
Arte Ilícito, agrupación de localidad, era también una de las más esperadas de la jornada. El reto no podría ser más exigente, no solo es presentaba ante un público que llenó la Plaza Fundacional de Fontibón, sino que sería la banda que abría la presentación de La Etnnia.
En un perfomance imponente, cargado de rimas y beats explosivas, los chicos de las chaquetas rojas, se llevaron la ovación de los hoppers, que no pararon de corear las canciones de Arte Ilícito.
La apuesta de Fontibón por la cultura se refleja en todos los procesos sociales que se adelantan en la localidad, lo cual ha contribuido a que la misma comunidad se empodere de su territorio y guarde sentido de pertenencia hacia él.
Previo a la presentación de La Etnnia, ‘Pacheco’, anfitrión de Cuando las Calles Hablan, invitó al escenario a Jasa Rehm, el presentador de la jornada de Rock Hyntiba, un momento emotivo en el que se rindió un sentido homenaje al fallecido Samurái, uno de los artistas más destacados en la cultural del hip hop de nuestra ciudad.
Dos géneros urbanos que se unieron en 1999, para desarrollar un proceso social en conjunto con los jóvenes de la localidad, y trabajar en equipo compartiendo experiencias y conocimiento, para darle una nueva proyección a Rock Hyntiba y a Cuando las Calles Hablan, demostrando que más allá de nuestras diferencias somos una misma raza.
Fontibón tiene una fuerte presencia cultural a nivel distrital, lo cual ha permitido el posicionamiento de los dos movimientos que hacen posible este escenario durante dos días, objetivo que ha sido posible gracias al esfuerzo conjunto de la comunidad, artistas y medios de comunicación alternativos que han creído en las expresiones artísticas como un motor de convivencia.
La labor de Fontibón Medios con sus tres plataformas: Fontibón Radio, Fontibón TV y el Pregonero de Fontibón, junto a la gestión realizada por Oscura Radio TV y la mesa de medios de la localidad, han brindado un apoyo directo al movimiento cultural de la tierra del cacique Hyntiba, convirtiéndola en ejemplo para otros territorios en la ciudad de Bogotá.
Jasa Rehm, director y fundador de Oscura Radio TV, en más de 15 años de gestión cultural y ocho a cargo a de su programa, ha acompañado al movimiento metalero local, distrital y nacional. Jasa fue el anfitrión de la jornada sabatina dedicada al rock n’ roll.
Alrededor de la Plaza Fundacional de Fontibón, se resguardaba del agua una legión metalera que no perdía detalle de las presentaciones de las bandas que en tarima descargaban truenos musicales con sus instrumentos.
Ocho bandas se presentarían durante la jornada del sábado, cinco de ellas surgidas en la misma localidad, dos distritales y una invitada nacional.
La primera en subirse a la tarima, sería DCrema Innata, banda joven de la localidad, cuya propuesta musical se enfoca en los sonidos alternativos y progresivos.
Conformada en 2015 e integrada por cinco jóvenes músicos: Hugo Sosa, batería; Henry Rojas, voz y guitarra; Brigitte Torres, sonidos electrónicos y coros; Christian Medina, teclado y Juan Raven en el bajo, tuvo la responsabilidad de abrir escenario y de mostrarse ante un público, que en parte, escuchaba la propuesta de la banda por primera vez.
La reivindicación de nuestro folclore es uno de los compromisos de Origen, agrupación de la localidad, que fusiona el rock con los sonidos tradicionales colombianos.
Conformada por experimentados músicos, gira su propuesta en torno a temáticas ambientales principalmente. Origen fue la segunda banda de la tarde y la que abriría escenario a la primera agrupación de sonidos de extremos: Mask of Insanity.
La tarde, que hasta ese momento había sido acompañada de ritmos un poco más tranquilos, sería atravesada por el death metal melódico de la agrupación nacida en la localidad.
De los sonidos estridentes de regreso al rock, gracias a la aparición en tarima de la primera agrupación distrital, Cuartoscuro, cuya propuesta se centra en el género progresivo, en el cual se fusionan el metal, el gótico, el jazz y ritmos colombianos, ofreciendo un sonido experimental que dota de personalidad a sus presentaciones.
A partir de las 4:00 p.m. los sonidos extremos se tomarían la Plaza Fundacional, con la presentación de Defaced, banda conformada en la localidad, que ha participado activamente en diferentes procesos culturales de Fontibón.
A partir de sus líricas, la agrupación resalta el valor de la memoria y la cotidianidad, bajo el concepto del south american death groove.
Caía la tarde y con ella la lluvia estaba desapareciendo, para recibir la presentación de Info, la segunda agrupación distrital, que con una puesta estética impresionante, hizo olvidar a los asistentes del frio que por esa hora cubría a la Plaza Fundacional.
El rock industrial de Info está cargado de energía, incita a poderoso ‘pogos’. Permanecer inmóvil durante sus conciertos es imposible.
Doce años de trayectoria se evidenciaron en una presentación que logró atrapar la atención de los asistentes y dar la bienvenida a la última banda de la localidad que se presentaría en la jornada de Rock Hyntiba: El Dorado.
En una escena en la que predominan las voces guturales, una banda está marcando territorio, regresando a los sonidos clásicos del heavy metal, de largos riffs de guitarras y de voces agudas. El Dorado, con casi dos años de trayectoria, ha logrado atraer la atención de docena de seguidores que corean cada canción y aplauden con euforia sus presentaciones.
La expectativa que despierta, haría pensar a cualquier desprevenido que es una banda de vieja data. En tarima, sus cinco integrantes se integran en un performance que trae a la memoria el heavy metal que a comienzos de la década de los ochenta atrapó a una generación y definió un nuevo camino para los sonidos pesados del rock ‘n roll.
El metal bogotano nos ha acompañado desde los años ochenta y creció con una generación que estaba despertando a los sonidos internacionales. La calle y la realidad social han sido una fuente de insumo para sus letras, su música es una descarga constante de ráfagas de inconformidad y de protesta.
Contrario a las afirmaciones de sus detractores, es un movimiento que no solo ha permanecido firme al lado de sus seguidores, sino que ha participado activamente de diferentes procesos sociales con las comunidades, demostrando que la música no nació por generación espontánea, sino que se alimenta, también, de la realidad.
Emociona ver que los más pequeños demuestren cierta inquietud por el rock ‘n roll, más aún cuando en la época actual la industria de la música está empeñada en generar millones de dinero, olvidándose de su esencia fundamental: la pasión.
En medio de la presentación, El Dorado, invitó a la tarima a niños vestidos con una bandera amarilla, quienes en compañía de la agrupación se tomaron el escenario a mitad de la noche.
La potente voz de la hija del vocalista, la personalidad de ella y de los otros niños, permite pensar en que la nueva sangre del metal, alargará la existencia del género por muchas generaciones más.
Se aproximaba el cierre de aquella jornada, el frío acompañó de principio a fin los sonidos extremos de Rock Hyntiba XIX, el público tiñó de negro la Plaza de Fundacional de Fontibón y dio la bienvenida a la banda encargada de clausurar la versión más reciente del festival: No Raza.
Más de dos décadas de trayectoria en el death metal, hacen de No Raza una de las bandas nacionales más influyentes en el movimiento metalero colombiano.
Su poderosa descarga musical estremeció el escenario y cerró por todo lo alto la edición 19 de Rock Hyntiba, que se destacó por el cumplimiento de horarios; por el sonido y la logística; por el trato hacia los medios de comunicación y por el comportamiento de los asistentes.
Agotados, pero con una grata sensación, nos despedimos de aquella jornada y nos prepararíamos para el segundo día de cubrimiento, por primera vez, en Cuando las Calles Hablan.
En un comienzo las compañías de discos tenían sus propios productores bajo su nómina. Esto cambió a medida que los artistas fueron pidiendo más libertad para hacer sus discos, según su criterio y, sobretodo, escoger su equipo de trabajo y dónde realizarlo.
En la entrega anterior de ‘Las caras ocultas detrás de la música’, Enrique Gaviria nos brindaba un contexto histórico sobre lo que acontecía en la industria del rock comenzando la década de los 80.
En la entrega anterior de ‘Las caras ocultas detrás de la música’,
Enrique Gaviria nos brindaba un contexto histórico sobre lo que acontecía en la
industria del rock comenzando la década de los 80.
Nos habló en esa primera entrega, también, del
copyright, cómo registrar una obra, de la labor del compositor, los editores y
del papel de entidades como el MIDEM y del ASCAP.
La función de La Editora (que debe tener un contrato con cualquiera de las mega compañías), es registrar las composiciones, controlar y dar licencia sobre las canciones que tiene, promover las composiciones a productores y, sobre todo, recoger los dineros que sus canciones producen en el mundo por las licencias que concede, maneja, coordina y recoge las regalías por derechos de autor que le pagan. Paga a los compositores según un contrato de manejo de sus canciones y el porcentaje es de común acuerdo con el compositor.
Este es un ejemplo donde una canción tiene 5 compositores y cada uno pertenece a una editora diferente y tiene 11 sociedades que controlan los derechos de autor. Al final, todas, incluyendo las grandes (Sony y EMI), son afiliadas a alguna de las tres: ASCAP; BMI o SECAC, para que les recojan las regalías globales.
Phil Collins, Mike Rutherford, Peter Gabriel, Tony Banks, Steve Hackett
Licensed
SME (on behalf of Inside Out Music); LatinAutor – SonyATV, UMPI, EMI Music Publishing, LatinAutor, CMRRA, LatinAutor – PeerMusic, and 11 Music Rights Societies.
Por esto es que se debe tener las canciones registradas:
If a composer feels a song has been infringed upon, she (the plaintiff) will have to prove two things before a court of law: “access” and “substantial similarity.” Music plagiarism law is a “strict liability tort” that means that if the plaintiff is able to prove that the accused (defendant) had access to her composition and the two songs have substantial similarity, it amounts to copyright infringement.
To prove substantial similarity between the two songs, “the ordinary observer test” is carried out where a layperson can identify any common elements between the compositions. Since average jurors cannot read music, experts (musicologists) are called upon by both parties to give their opinion and plagiarism cases often end up being a battle of the experts.
Hace poco finalizó el juicio sobre la autoría de la canción Stair way to heaven, compuesta por Jimmy Page e interpretada por Led Zeppelin. El grupo Spirit alegaba que los habían contratado para abrirle el espectáculo a la banda británica por allá en 1970 y que tenían en su repertorio una canción muy similar.
Por ser una canción exitosa género millones en regalías al compositor (fue interpretada por cientos de artistas y muy difundida en la radio). Al ser demandada por infringir los derechos de autor, tomó muchos años concluir el juicio, en este no exoneraron a Page, simplemente los expertos concluyeron que a pesar de la similitud, no se podía comprobar plagio. Aunque existían las dos pruebas exigidas por la ley: 1. Acceso, según el grupo Spirit, como ellos abrían, Page los oía. 2. Suficiente similitud, sí se parecen. Es otra historia interesante.
Otras dos compositoras que acaban de perder sus juicios por Derechos de Autor, fueron K. Perry y L. Gaga. A sus editoras les tocó pagar millones de dólares en dos juicios muy controvertidos, porque sus canciones eran parecidas a otras. Una, al parecer, era de una canción infantil y la otra de un rapero. Como esta, existen muchas historias ejemplarizantes sobre el plagio y los derechos de autor.
Pensaba registrar todas las canciones de los artistas de Neón en EG Música. Esta editora tendría soporte del sello discográfico y todas las canciones que pudiera registrar de los compositores a quienes les hacía demos, para eso se los hacía. Sabía que iba a necesitar canciones, por lo que el que quisiera grabar un demo, era bienvenido de una. En el baúl de los recuerdos tengo una cantidad de eso.
El mayor problema era, precisamente, la falta de materia prima: composiciones. Los “Artistas” tenían que echar mano a covers, para salir del paso y llenar sus discos de puro afán… Existían muy pocos compositores dentro del ámbito del rock.
El Artista es una persona o grupo, bajo contrato, con un específico talento y habilidad que genera atractivo en las masas y ventas derivadas de su trabajo artístico.
Tiene la responsabilidad de entregar la obra u obras objeto del contrato a tiempo y de acuerdo con el presupuesto acordado y especificado.
El artista tiene un contrato de exclusividad con un sello discográfico, también lo debe tener con un manager o una agencia de manejo de talento, otro con el productor musical y si, además es compositor, con la editora.
El artista solo recibe lo pactado en su contrato con el sello discográfico. Por regla general al momento de la firma se le entregaba al manager un adelanto, quien se encarga de este y otros asuntos del artista.
El Manager pacta en otro contrato el manejo del artista y se encarga de la dirección del tour, la programación de fechas, la difusión del espectáculo, las posibilidades de promoción vía empresas, la comercialización de mercancía, las relaciones publicas, los medios de comunicaciones, las leyes y el desorden. ¡Ah!, y lo más importante: conseguir dinero por todas las vías posibles, de eso depende también su sueldo, el cual es un porcentaje de las entradas que genere el artista.
En mi época no había managers, había empresarios del espectáculo que traían artistas y, a veces, contrataban grupos nacionales. El aparente líder de cada grupo era el que se encargaba del manejo del mismo, de lo contrario desaparecía.
La primera persona que conocí que se aventuró a ser manager de un grupo de rock, fue Armando Plata, con Traphico. Antes había explorado con Génesis de Colombia, que no supo valorar su trabajo. Además, eso no era rock.
También exploré el manejo de los artistas que producía para Neón, pero era imposible abarcar tantos campos. Les conseguí presentaciones en televisión, todas esas que están en YouTube de Crash, Ship y todos las demás… Les hice conciertos, incluso monté un bar, La Punkería, para que pudieran tocar. Se hizo lo que se pudo, fueron desagradecidos y nunca valoraron el esfuerzo. Tampoco se les puede llamar artistas, no tenían ni contratos, ni canciones registradas, en pocas palabras: no teníamos nada, por eso no pasó nada.
Solo para darles una idea de lo que es una editora, leí hace poco esto:
Killer Tracks, a Universal Publishing Production Music company, has partnered with composer and music producer Sebastian Robertson to launch joint production music label Sonic Beat Records. The initial release includes more than 170 albums covering a vast range of contemporary styles, genres, themes, moods and emotions. The entire collection is available now for streaming, downloading and licensing through the Killer Tracks website.Killer Tracks is an industry leader in production music and a global source for pre-cleared music for film, television, advertising and interactive media. With more than 3,500 active albums from 44 global libraries, the Killer Tracks catalog spans every genre and features original works from some of the music industry’s most innovative composers, artists and producers. The premium catalog is continuously enhanced with exclusive recordings and new music updates. Friendly, knowledgeable support is always available through a dedicated team of music search specialists and licensing experts. When music matters, rely on the production music experts at Killer Tracks
Como ven, estos ‘Killers’ ¡Compran y venden música a tutiplén!
Entregas anteriores
Febrero 8 de febrero │ Las caras ocultas detrás de la música I: copyright, cómo registrar una obra, de la labor del compositor, los editores y del papel de entidades como el MIDEM y del ASCAP.
Próximas entregas
Viernes 14 de febrero│ Las caras ocultas detrás de la música III: El Productor, Preproducción, Producción, Postproducción y Las compañías discográficas.
Domingo 16 de febrero │ Las caras
ocultas detrás de la música IV:
La evolución del logo de Virgin
Grandes y chicos disfrutaron con las ocurrencias de los personajes en clown y exaltaron el mensaje que la obra busca entregar al público: el secreto para ser feliz.
En Día de Rock Colombia será el lanzamiento oficial de Campesino, álbum que no solo aborda la realidad de Colombia, sino que en cada uno de sus temas, Latinoamérica entera es retratada.
El OFFF, el festival de la creatividad, arte y diseño digital más relevante a nivel mundial, llegará a Bogotá por primera vez, celebrando de esta manera, 20 años de existencia.