Conocidas por su explosiva mezcla de heavy metal y una sexualidad desenfrenada, las integrantes de Dogma, que prefieren mantener su origen en el misterio, aportan su sello distintivo a este clásico, convirtiéndolo en un himno oscuro y provocador.
La nueva versión invita a los oyentes a explorar un mundo donde lo divino y lo carnal chocan. Con Dogma, la realidad es un juego de ilusiones, y su reinterpretación de ‘Like a Prayer’ promete llevar estos límites más allá de lo imaginable.
El lanzamiento se complementa con un video musical visualmente impactante que desafía las imágenes religiosas convencionales. La intrépida vocalista Lilith se sumerge en una interacción cargada de sensualidad con una figura que evoca al Jesucristo del video original de Madonna, generando una experiencia que atrae tanto a los seguidores de la banda como a los amantes del arte provocador.
Siguiendo el estilo provocador de Dogma, las cruces no solo arden; están invertidas, simbolizando un poderoso desafío a las tradiciones y un rechazo a creencias anacrónicas. Las imágenes son más que simples provocaciones, son una crítica directa a los sistemas de control y a la hipocresía que dominan la sociedad.
Lilith, con su carácter desafiante, comparte: «En las sombras de lo que se considera sagrado, es donde encontramos la forma más cruda del deseo. Nuestra versión de ‘Like a Prayer’ no es solo música, es un acto de liberación, un grito para quienes no temen abrazar su verdad. Algunos se arrodillan para rezar, pero hay cosas mucho más emocionantes que puedes hacer ahí abajo, ¿no? Siguiendo los pasos de Madonna, estamos aquí para romper las reglas, pero esta vez lo hacemos a nuestra manera, desatando lo divino que llevamos dentro».
Mientras Madonna revolucionó el pop con su mezcla de espiritualidad, Dogma lleva esa idea un paso más allá, despojando la canción de su brillo superficial y transformándola en un poderoso himno para los rebeldes y los que desafían las normas, convirtiéndose en la voz de los no escuchados y de aquellos que aún no se atreven a hablar por diversas circunstancias.
Con esta nueva interpretación, Dogma no solo rinde homenaje a un clásico; redefine lo que significa ser un artista en el escenario contemporáneo, invitando a su público a cuestionar lo que consideran sagrado.