«La música de gaita es la herencia directa de nuestros antepasados indígenas zenúes y finzenúes, quienes fabricaban el instrumento bajo el nombre de chuana»
RADIO NACIONAL DE COLOMBIA
Por, Olugna
Es una andariega que ha caminado el tiempo y que en su larga travesía alrededor del mundo, ha echado raíces en cada territorio que la ha adoptado como una más de sus habitantes y ha hecho de ella, un símbolo de arraigo, una extensión de su identidad. Ha sido, también, testigo y narradora de las vivencias cotidianas de la comunidad, que no necesita de la palabra, porque su lenguaje es la melodía que proyecta.
Su cuerpo es delgado y su sonido es delicado. Elaborada artesanalmente con madera de cardón, cera de abeja y carbón vegetal, la gaita colombiana, simboliza la conexión de los pueblos ancestrales con su entorno. De acuerdo con algunos antecedentes históricos, nació en la Serranía de San Jacinto ―también conocida como los Montes de María― y su origen se remonta al siglo XVIII. Sus raíces indígenas han resistido el paso del tiempo y ha sido fundamental en diversos ritmos del Caribe, como la cumbia, la puya o el merengue.
Declarada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación, la gaita colombiana ―en sus tres variaciones: hembra, macho y machiembriá―, es la portadora de un legado que ha mantenido vida la tradición cultural de la región. Por ello, no resulta extraño que diferentes expresiones musicales modernas del continente, rindan homenaje a su esencia, a su historia. Así lo ha hecho, Calle Mambo, agrupación de origen chileno que presenta su más reciente sencillo bajo el nombre de ‘Sopla Gaitero’.
Su título es definitivo. Más que una canción de folclor, ‘Sopla Gaitero’, es una historia de convicción, en la que la obsesión por perseguir un sueño, es más fuerte que el bienestar ―algunas veces embustero― del dinero, la comodidad y ―por qué no― del amor, cuando este es visto como el tributo que exige la vida, para no vivir en soledad.
―Es mucho más que una melodía; es un llamado a ser fieles a nosotros mismos y a atrevernos a seguir nuestros corazones, incluso si eso significa dejar atrás lo que conocemos―. Señala Calle Mambo.
La gaita es primordial en la esencia que busca proyectar Calle Mambo en su sencillo más reciente. No obstante, no está sola, junto a ella, maracas y tambores alegres, crean un telón que rinde homenaje a la cultura tradicional del Caribe colombiano y a una de sus expresiones más representativas: la cumbia, ritmo que es fusionado en la canción de manera armoniosa, con el raggamuffin, la música urbana y los sonidos electrónicos.
―Es una canción poderosa y sincera, con arreglos musicales y folclóricos que reflejan nuestra pasión por la música latina. Es una invitación a romper con la rutina―, agrega la agrupación.
No es casualidad que la gaita colombiana sea la protagonista de ‘Sopla Gaitero’. Detrás del mensaje que deja su lírica, hay una historia que, entre la causalidad y la mística, motivó su creación. John Valle, integrante de la agrupación y compositor de la melodía, narró para Radio Amiga Internacional cómo, después de mucho tiempo, llegaría a sus manos el instrumento colombiano de manos de una expareja chilena que, a su vez, la recibió de los Gaiteros de San Jacinto, el mayor exponente colombiano de ritmos tradicionales.
«Siempre quise encontrar una gaita colombiana, pero al final la gaita me encontró a mí», señaló John durante la entrevista y agregó, «Me puse a soplarla, me puse a improvisar, y ella me dijo “¡Sopla, gaitero!”».
Bajo está inspiración, ‘Sopla Gaitero’, se convierte en un sincero homenaje al instrumento, y a los hacedores que han hecho de ella un legado, no solo de Colombia, sino del continente. No es capricho, al fin y al cabo, a los hijos del Abya Yala, nos une un lazo ancestral que la banalidad de la modernidad ha sido incapaz de borrar.
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