In a sky of a million stars: tributo a Chester Bennington

El próximo 21 de julio Tribute Theory, banda tributo a Linkin Park, rendirá homenaje a la memoria de Chester Bennington en el Auditorio Lumiere en la ciudad de Bogotá.

Por, Rugidos Disidentes

A un año de la muerte de Chester Bennington, la agrupación colombiana Tribute Theory rendirá homenaje al vocalista de Linkin Park con un espectáculo especial, en el que se incluirá un completo repertorio con canciones exclusivas y una puesta en escena única. Radio Fall, agrupación de Pop/Punk, será la encargada de abrir el evento.

El evento se realiza con el apoyo de Radioacktiva y 4Cuartos en al Auditorio Lumiere (Carrera 14 # 85-59).

La preventa de la boletería tiene un costo de $20.000 pesos las pueden conseguir en 4Cuartos (Calle 36 #16 – 23) o en Tatto Club (Carrera 14ª #83 – 10) el servicio tiene un costo de $1.000 pesos. El precio de la boletería el día del evento es de $25.000 pesos, es un evento para mayores de edad y podrán obtener boletas de regalo escuchando Radioacktiva.

Tribute Theory nació en el 2010 con el fin de rendirle tributo a la banda estadounidense Linkin Park. Su trabajo ha sido reconocido por el club de fans oficial Linkin Park Colombia “Doomsday Soldiers”.

Tribute Theory

Fanpage oficial del evento

Fanpage oficial Tribute Theory

 

 

Fundación Jóvenes Talentos de Colombia: una apuesta por el Rock y la formación humana

Pretenden apoyar a jóvenes en la formación académica y el  perfeccionamiento de sus habilidades musicales desde el programa Rock y Vida

Por, Luis Alfredo López 

Creada apenas desde el 2017, la Fundación Jóvenes Talentos de Colombia, con sede en el municipio de la Mesa Cundinamarca, es una organización con impacto social y cultural que apuesta por la formación humana de adolescentes y niños de la zona del Tequendama, a partir de la formación musical y específicamente el Rock.

 

Lanzamiento de la Fundación:

La fundación es un proyecto que surgió del interés de Mario Alberto Jiménez y su esposa Sabina Acero quienes, por ahora, pretenden apoyar a jóvenes en la formación académica y el  perfeccionamiento de sus habilidades musicales desde el programa Rock y Vida, entregando espacios y capacitación necesarios para el desarrollo de sus capacidades, la formación humana, y creando o participando en espacios de proyección donde los chicos inscritos han podido dar a conocer sus propuestas en públicos y tarimas de alta calidad, como a cualquier agrupación de rock de nivel le gustaría.

La Fundación Jóvenes Talentos de Colombia al identificar, cultivar y perseguir estas habilidades, ayuda a los jóvenes a mantenerse comprometidos con su educación, mantenerse activos en su comunidad, siempre orientados a tener un futuro próspero.

Desde la fundación existe una visión renovada del rock, entendiendo el papel y el impacto social que este género musical ha tenido históricamente, tras más de sesenta años, superando los clichés de los medios y de algunas agrupaciones, tratando de utilizar los aspectos positivos que lo han relacionado como un elemento transformador y un vehículo de expresión con fuerte contenido crítico e intelectual que puede servir de motivación a las nuevas generaciones para explotar sus propias capacidades al máximo.

Es por ello que durante el último año, el trabajo de la fundación desde el programa Rock y Vida se ha enfocado en varios frentes:

Primero: la formación de ensambles de rock con composiciones propias de los jóvenes.

Segundo: la presentación en vivo desde espacios tan llamativos como Rock al Pueblo en La Mesa, un concierto que contó con la presencia de más de quince bandas y cuyo cierre estuvo a cargo de la legendaria Ekhymosis –en éste, su retorno al metal– y en el primer festival Rock y Vida en el famoso Food and Rock de Bogotá, en cual se presentaron agrupaciones como Noxos, Elite y Herejía, que además de sus propuestas musicales, se han acercado como artistas a la comunidad, brindando su experiencia sobre la escena.

Cave Myth primer ensamble de la Fundación en el Rock y Vida Fest: 

Tercero: el cubrimiento de eventos, donde los estudiantes han visto de primera mano la producción de festivales como Rock Inc, Día del Rock Colombia o el propio Rock al Parque 2017, realizando entrevistas, fotografía, videografía y teniendo como resultado, productos muy interesantes como el corto documental No soy un mito, soy un rockero, el cual narra la experiencia de la primera asistencia de un joven mesuno al festival más grande de rock del país y las implicaciones de escuchar esta música en un ambiente de provincia, donde aún existen fuertes prejuicios alrededor del tema.

Corto No Soy Un Mito Soy Un Rockero:

Cuarto: el apoyo a agrupaciones emergentes como Hysteresis, banda Hard Heavy, conformada por adolescentes entre los 12 a los 18 años, que ya ha participado en varios escenarios y se viene labrando un espacio en la escena. La fundación les ha aportado sesiones en estudio y la grabación de un vídeo donde podemos apreciar todo su talento, una muestra además, junto al corto y varios productos que se encuentran en elaboración, del potencial audiovisual, del que participan varios profesionales y que Jóvenes Talento por Colombia, ofrece para la profesionalización y comercialización de las nuevas propuestas.

Vídeo Lugar Perdido de Hysteresis producido por la Fundación:  

 

Más allá del componente Rock y Vida la Fundación Jóvenes Talentos de Colombia tiene como proyección, impactar en los jóvenes no sólo con la música, en donde su labor de formación de nuevo público, talento y escenarios es de un valor y necesidad innegables, sino también: “desde los espacios y capacitación necesarios para el desarrollo de sus capacidades, ya sean estas artísticas, deportivas, científicas” o cualquiera que esta sea por lo cual, como organización sin ánimo de lucro, plantea varios proyectos para recaudar fondos,  recibir aportes individuales y cuenta con alianzas estratégicas que puedan ayudar a sostener esta iniciativa por largo tiempo.

Recientemente se ha anunciado la creación de una nueva sede en la localidad de Bosa en Bogotá, para quienes deseen inscribirse en el componente Rock y Vida.

Los Invitamos a conocer todos los proyectos de la Fundación Jóvenes Talentos de Colombia en su página web y redes sociales:

Página web

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Lanzamiento de Acórdico, Más música

Acórdico, Más música es la nueva revista dedicada ciento por ciento a la escena del rock local.

Por, Luis Alfredo López

Un esfuerzo personal de la periodista Estela Ramírez con el apoyo del guitarrista Patricio Stiglich Campos (PSP – Indio – Black Cat Bone), Acórdico es una revista impresa a full color que en su primer número presenta entrevistas con Alfonso Pinzón creador del Festival del Diablo, José Ramírez ‘El Sastre’, el melómano y cabeza de la tradicional tienda Mort Discos, El baterista Logan Portnoy, bandas como Yooko, M.I.J.O., Alfonso Espriella, y en general un repaso de la escena actual, por lo cual es un gran aporte para la configuración de la misma que requiere difusión de los proyectos nacionales, generalmente, poco visibilizados en los grandes medios.

Acórdico hizo su lanzamiento oficial el pasado viernes 15 de junio en The Grange Bar, que se ha configurado tanto como medio y como espacio de promoción de la música en nuestro país. El acompañamiento musical estuvo a cargo de la agrupación Indio, conformada por el vocalista guitarrista Pablo Russi, la guitarra líder de Patricio Stiglich, el bajo de Luis Ramírez (Kraken) y en esta ocasión la batería de Matthias Krieger (prolífico productor del estudio Poket Audio) presentando lo temas de su álbum debut Requiem.

También se hicieron presentes los DJs Jack N’ Brothas quienes nos hablaron de su álbum Mi Gaita y entre el público encontramos al tecladista Rubén Gélvez (Kraken) y los componentes de PSP, todo en una noche dedicada a resaltar el producto nacional.

Pueden encontrar la primera edición de la revista Acórdico en: Uncommon Guitar Shop (Av Calle 39 # 7-10 local 105 CC Plaza 39), Mort-discos (Cra 7 # 22-31 local 1) y en la calle 151 # 16- 19 centro comercial Cedritos de la 151 local 297.

Galería lanzamiento de Acórdico, Más música

País de titulares: nuevo trabajo de La Pestilencia

El 22 de mayo pasado La Pestilencia lanzó su más reciente trabajo discográfico titulado País de Titulares, muy acorde con la realidad nacional.

Por, Rugidos Disidentes

Hace unas semanas la agrupación lidera por Dilson Díaz nos presentaron tres sencillos: El muro hay que romperlo, Qué buen ciudadano soy y el liryc video Les vale huevo.

País de titulares, no sólo es coherente con el estilo de la agrupación bogotana, sino que corresponde, también, a las coyunturas sociales y políticas presentes en Colombia y en América Latina.

El nuevo álbum presenta 12 temas y será posible encontrarlo en plataformas digitales. La agrupación misma fue la encargada de la producción del disco, el cual fue grabado en Los Ángeles y la mezcla estuvo a cargo de Nicolas Essig, quien ha trabajado con artistas de la talla de Lanaa del Rey, Neil Diamond y Paul McCartney.

El nuevo albúm de La Peste, será publicado con una edición especial de la cual, sólo estarán disponibles 500 copias en las que están incluidas letras, imágenes y dará la posibilidad a quienes adquieran la adquieran de conocer a la banda en un Meet & Greet exclusivo para los 500 compradores.

La Pestilencia regresa bajo el liderazgo de Dilson Díaz, quien  sigue siendo uno de los mejores letristas en cuanto a mensajes que traduzcan la desesperanza y agobio acerca del gobierno, la política o la liberación animal. Una realidad que se aborda de manera esmerada en este nuevo disco, incluyendo la brecha generacional, que hace de La Pestilencia una banda insignia del rock colombiano en sus más de 30 años de carrera.

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Premios Subterránica 2018: Rock independiente en el corazón de Manhattan

«¿Te imaginas esta vaina en New York?». Lo escuché incrédulo, miré las fotos y le respondí, como siempre hago «Del putas, parce. ¡Hágale con toda!»

Por, Luis Alfredo López

Hace cerca de unos diez meses me encontraba en el SOFA en el último día del Monster of Rock esperando la presentación de Blazing, una de las bandas finalistas.  Allí, ante una galería fotográfica de diferentes momentos de los premios Subterránica, saludé a Felipe Szarruk, él contemplaba las imágenes y me decía expectante «¿Te imaginas esta vaina en New York?». Lo escuché incrédulo, miré las fotos y le respondí, como siempre hago «Del putas, parce. ¡Hágale con toda!» Un año después de los premios 2017 en Revolution Bar, la gala se trasladó a New York y ahora estoy escribiendo el artículo para la edición de mayo – junio, que saldrá unas semanas después del evento.

Todos saben que Subterránica es el producto del trabajo de Felipe Szarruk, quien durante más de 15 años se ha dedicado, desde el Salvador y Colombia, a desenterrar el trabajo del rock independiente. Lo ha hecho casi todo, sus propios discos, emisoras, circuitos de rock, portales digitales, investigación académica o los premios al rock (ocho versiones de Colombia donde  recordamos la mítica reunión de los tres Victorinos, por ejemplo), luchando contra corriente, contra las propias circunstancias, contra los medios privados o estatales y el ‘mainstream’, que como el ha señalado en el último año, son aquellos que distorsionan y desconfiguran el rock como género musical propiamente dicho y, que a la final, entran a aportar más a su crisis que al fortalecimiento de la música de nicho.

SubterránicaTras proponerse dicho plan, y con la colaboración de Javier Díaz (organizador de las convenciones Pégate al Parche) Felipe anunció el cierre de todas las actividades la organización en Colombia, y con varios meses transmitiendo el proceso de construcción de los premios en New York, finalmente consiguió su propósito, y el pasado 22 de mayo, desde el 204 Varick Street donde se ubica el SOB’s Auditorio, se transmitió la primera entrega de los premios al rock y pop Subterránica en New York con sound out y la asistencia de 160 músicos en invitados de la escena latinoamericana.

Durante la noche se presentaron siete actos en vivo: Vulgarxito y M.I.J.O de Colombia; Zantto´s de México y RioAluna, Red Dog y Punto Ge de Estados Unidos. Marcas importantes en la música apoyaron la realización de este evento: Supro, D´angelico Guitars, The Collective School of Music, Paymelist.com, TMS y Symmetry.

Tras el éxito de esta empresa que muchos no alcanzan a comprender y del esfuerzo que implica, y pese a la despedida inicial, Subterránica anuncia la décima versión de Monster of Rock en Bogotá, con lo cual retomará labores en Colombia.

SubterránicaDurante la noche de premios además se lanzó en compilado ROCK INDEPENDIENTE ARRIBA VOL.VI con la participación de varias agrupaciones bogotanas, pertenecientes al AMIC, otra de las labores de Felipe Szarruk al congregar músicos independientes que no quieren depender de organizaciones tan cuestionadas como Sayco Acinpro.

Los ganadores de los Premios Subterránica 2018 fueron:

Subterránica  Award for Music Agents in the USA or Latin America
GERMÁN VILLACORTA (Perú)

Subterránica  Rock Journalism Award
REVISTA INDY ROCK (España)

Subterránica  Video of the Year Award
THE INNER STRUGGLE – M.I.J.O (Colombia)

Subterránica  Best Electronic or Tech Artist
JAMMIE (USA)

Subterránica  Best Blues or Jazz Artist
VANEGAS BLUES (Colombia)

Subterránica  Best Ska or Reggae Artists
THE LADRONES (USA)

Subterránica  Best Metal Artist
METALFIER (USA)

Subterránica  Best Fusion in Rock Artist
PERÚ SALVAJE (Perú)

Subterránica  Best Fusion in Pop Artist
HENRY G (USA)

Subterránica  Best Rock Artist
VULGARXITO (Colombia)

Subterránica  Best Pop Artist
RIOALUNA (USA)

Subterránica  Best Punk Artist
ADAPTADOS (Costa Rica)

Subterránica USA Award
TEORÍA Q (USA)

Subterránica  Colombia Award
M.I.J.O (Colombia)

Subterránica  El Salvador Award
JUAN MEJÍA (El Salvador)

Subterránica  Latin America Award
ZANTTO´S (México)

Subterránica  Best Guitar Player
CRISTIAN CAMILO CASTRO (USA)

Subterránica  Best Bass Player
DANNY ROJO (USA)

Subterránica  Best Drummer
ABDALA SAGHIR (USA)

Subterránica  Best Vocal Performance
KARLA IRIARTE (USA)

Subterránica  Best New Artist
M.I.J.O (Colombia)

Subterránica  Song/recording of the Year
THE INNER STRUGGLE – M.I.J.O (Colombia)

Subterránica Álbum of the Year
MUTANTE – DANIEL CADENA (Colombia)

Subterránica  Artist of the Year
THE LADRONES (USA)

Todo sobre Subterránica en New York aquí:

Felicitaciones a Subterránica por este logro que pensamos, puede catapultar apoyos para las bandas nacionales y reconfigurar la escena nacional y, también, claro está, a todos los que se hicieron del galardón en un momento histórico muy importante para el rock latinoamericano en general, que busca mantenerse y llegar donde nunca antes.

 

Por, Luis Alfredo López

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Cuando alguien se nos va: homenaje a Carlos Posada, fundador de Sociedad Anónima

Con el tema La Causa Nacional la agrupación de Posada se acercaba a los sonidos del rock post punk y de moda para 1989, siendo un precedente del movimiento del llamado Rock en Español desarrollado en los noventas, también con algunas influencias de la movida madrileña.

Por, Luis Alfredo López

Una triste noticia nos tomó por sorpresa el 23 de abril al enterarnos del fallecimiento del guitarrista Carlos Posada, pionero del rock colombiano y quien fuera miembro fundador de la agrupación Compañía Ilimitada junto con Juan Pulido ‘Juancho’ y Camilo Jaramillo ‘Piyo’ en 1973 y posteriormente de la banda vanguardista de rock alternativo Sociedad Anónima.

Con Sociedad Anónima fue, además, compositor y vocalista líder, con quienes dejó un clásico fundamental del rock nacional en el trabajo denominado El Álbum con Menor Venta en la Historia del Disco, del cual, curiosamente, se vendió todo el tiraje de la época y hoy hace parte de los más codiciados por coleccionistas.

Carlos Posada y el español Gonzalo de Sagarmínaga conformaron a Sociedad Anónima. Sagarmínaga en la batería, quien sería remplazado por Francisco Reyes Villamizar (en la actualidad, superintendente de Sociedades), Pedro Roda en teclados y Jorge Estrada al bajo.

Con el tema La Causa Nacional la agrupación de Posada se acercaba a los sonidos del rock post punk y de moda para 1989, siendo un precedente del movimiento del llamado Rock en Español desarrollado en los noventas, también con algunas influencias de la movida madrileña.

Junto a las agrupaciones Zona Postal, Hora Local, Escape, Hangar 27 o Pasaporte, fueron los encargados de mantener vivo el Rock colombiano a finales de los ochenta y allanaron el camino del éxito de posteriores bandas que contaron con más apoyo y difusión comercial. Fueron parte de la movida cuando prácticamente nadie apostaba por el rock en español y colombiano.

La Causa Nacional es un álbum variado, irónico, divertido, referente a nuestra idiosincrasia y retador de las costumbres sociales o lo políticamente correcto para la música de la época, con denuncias sociales sobre el narcotráfico o la política de la era del narcoterrorismo (les recomendamos escuchar, particularmente, el tema Decadencia), son canciones plenamente disfrutables hoy en día con la particular voz que imprimía Carlos Posada en su interpretación. Este año el escritor Jacobo Celnik escogió La Causa Nacional, como título de su libro sobre la historia del rock colombiano.

El Álbum De Menor Venta En La Historia Del Disco estaba compuesto por 12 temas:

La chispa, Los rebeldes,  Humo, Río Bogotá, La Causa Nacional, Dime tú, Decadencia, Hay un lugar, llorando me dormí, Cuando alguien se nos va, Un amigo romántico, Los porcinos.

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Por, Luis Alfredo López

Arte corporal entre dos localidades

La Tercera Convención Anual de Tatuadores de Ciudad Bolívar se llevó a cabo los días 18, 19 y 20 de mayo en las instalaciones de la Casa de la Cultura de Ciudad Bolívar y el parque La Aurora en la Localidad de Usme.

Por, Luis Alfredo López

Tercera Convención Internacional de Tatuadores de Ciudad Bolívar

La Tercera Convención Anual de Tatuadores de Ciudad Bolívar se llevó a cabo los días 18, 19 y 20 de mayo en las instalaciones de la Casa de la Cultura de Ciudad Bolívar y el parque La Aurora en la Localidad de Usme.

Esta duplicidad en el emplazamiento del festival, que sin duda que confundió a algunos asistentes, se debió a la injerencia por parte de las autoridades de la Alcaldía Menor de Ciudad Bolívar, quienes argumentaron durante el primer día, alguna falta en el papeleo requerido para el evento, por lo cual se tuvo que trasladar a la localidad de Usme para el sábado y el domingo, lo cual imposibilitó que un público más amplio asistiera a la cita.

TatuadoresSin embargo, hablando del evento en sí, podemos decir que cumplió con las expectativas, presentó un amplio stand de artistas tatuadores y modificadores corporales que dieron a conocer su labor durante los tres días. Warlock Producciones respondió con una organización adecuada, en la cual se destinó un espacio con una amplia oferta de tatuadores reconocidos de la capital, presentaciones de Parkour, Tela Acrobática, merchandising, grafiti, zona de comidas y una buena tarima para las presentaciones de Metal el día domingo.

Al trasladarse al Parque la Aurora de Usme se contó además con un público inesperado de vecinos, sobre todo niños, que desde las afueras contemplaron las diferentes manifestaciones artísticas que ofreció el festival.

Las agrupaciones que se presentaron muy puntualmente en tarima fueron en su orden respectivo: Violent Game, Aticos, Metaltouch, Poker, Angershield, Surviving in a World, Noxos, Implosion Brain, Tears of Misery y Dead Silence.

TatuadoresSi bien cada banda presente dejó lo mejor de sí en la tarima, dando cuenta de la gran calidad de la escena actual,  podemos destacar el papel de agrupaciones como Angershield, que se conectó con un público escaso y hasta renuente dado el inclemente sol. Fredy Fontecha es un frontman en toda la extensión de la palabra y recorrió todo el lugar con micrófono en mano, dando cuenta de su potencia y energía, mientras que interpretaba el ‘set list’ de ese gran álbum que es Promesa, lanzado por allá en el 2012. Celebramos el retorno de esta banda.

Noxos se destaca por llevar un parche a cada presentación, recordando que las bandas deben trabajar para tener un público y seguidores. En cada oportunidad es agradable ver y escuchar esta agrupación que cuenta con su propia corridilla de fanáticos, quienes asisten con carteles alusivos a la banda, se saben los temas y encienden el aforo.

La propuesta de Surviving in a World es muy interesante a nivel musical, ofreciendo un Metalcore muy actual, pero nada blando, que aporta a una escena bogotana extrema muy afianzada en los sonidos clásicos. Destacable el papel de Camilo Barbosa en los teclados y secuencias, pues al contrario de lo que se espera en este género, no disminuye con las melodías el impacto sonoro del resto de la banda.

La presentación final de Dead Silence denota la trayectoria de esta propuesta y que ya habíamos podido apreciar en Rock al Parque el año pasado, puro y clásico Death Metal de alta factura, especial atención jugó el acompañamiento del show de fuego que otorgó al performance un aparatado atractivo y de nuevo despertó la atención del público.

Durante el día se premiaron las diferentes categorías de tatuadores y estilos, la seguridad del lugar fue impecable y en todo momento de pudo disfrutar de un ambiente ordenado. Además es importante destacar la presencia de algunos escritos que, si bien no estuvieron ubicados de manera plenamente visible y destacable, llamaron nuestra atención dado el aporte literario que ofrecían a esta cultural, cuentos y narraciones de experiencias personales alrededor de este arte, del cual aún está todo por contar y cuyas experiencias no han trascendido todavía mas allá de los medios especializados en el tatuaje.

Toda una experiencia de diferentes elementos alrededor de las culturas alternativas, que busca romper las fronteras del señalamiento social y la entrada en vigor de la tolerancia y el respeto se dejaron ver como objetivos de esta convención que se alcanzaron, pese a los pequeños baches descritos en su tercera versión en el sur de la ciudad, territorio que poco a poco, por medio de los gestores de estas actividades, busca fomentar la paz y el entendimiento entre las formas diferentes de expresión y las problemáticas sociales vigentes.

Reviva en imágenes la Tercera Convención de Tatuadores Ciudad Bolívar

Crónica y fotografía: Luis Alfredo López

 

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Thrash liberador para alienígenas terrestres: Earthliens, nuevo álbum de Perpetual Warfare

Earthliens no es un álbum conceptual, pero gira de cierta forma sobre una preocupación particular: el sentimiento de manipulación social o individual

Por, Luis Alfredo López

Earthliens es la nueva placa de la agrupación bogotana de Thrash Metal, Perpetual Warfare, sin duda, la banda más potente y a la vanguardia del movimiento ‘thrasher’ en el país.

Earthliens es un disco esperado en la escena nacional, pues el ascenso de Perpetual Warfare ha sido lo suficientemente impactante para crear expectativa. Como pocas bandas en el país, han sabido manejar sus redes, utilizar los espacios más significativos para realizar sus videos y presentar, tema tras tema, adelantos del álbum, de tal forma que ya estamos asociados a su sonido y quienes estábamos al tanto de la movida, sólo aguardábamos entender el concepto general del mismo.

De este álbum se han liberado 4 temas previos en video: Earthliens, filmado durante su presentación en Rock al Parque 2016; A.C.A.B. (Total Hate), realizado en animación, dirigido y animado por Christian Giusseppe Zaparrata y Mauricio Nieto, que participó además en el Festival de Cortos de Bogotá Bogoshorts 2017; The Megalodon, captado en vivo durante su apertura en el concierto de Slayer en la carpa Corferias y Las Venas Abiertas, con imágenes de homenaje y recuerdo de su gira en Suramérica en 2015, la cual contó con presentaciones en Perú, Ecuador, Chile, Argentina Bolivia y Venezuela. Son realizaciones de gran calidad audiovisual, que dan cuenta del entendimiento sobre el mercadeo actual de la música y la manera profesional con que la banda imprime su sello a cada producto.

Hablando del álbum en sí, se puede decir que es uno de los mejores discos de Thrash nacional facturados hasta el momento, un apartado gráfico destacable, formato físico que vale la pena coleccionar y un libreto despegable con mini poster en el cual se nos otorga el control sobre la nave que realiza este viaje a redescubrir, con ojos de extrañamiento, el planeta.

Comenzando con un intro instrumental, Hallucinations, medio tiempo de riff cadente y sólo ascendente que, sin embargo, deja oír voces con alguna letanía extraterrestre o infernal, nos invita perfectamente a la apertura de un disco veloz y muy Heavy.

Earthliens no es un álbum conceptual, pero gira de cierta forma sobre una preocupación particular: el sentimiento de manipulación social o individual. Temas como la canción que titula el disco, Alienación, Sueño de un Maniquí, Hum-Antz y A.C.A.B, expresan con determinación la sensación de opresión social y dominación que diferentes fuerzas imprimen sobre el individuo; ya sea el poder político, el abuso policía o la propia mente. Sin estar afianzado al pensamiento marxista el disco plantea como somos extraños en nuestro propio mundo, indiferentes al control que se ejerce sobre nosotros y que nos aleja del grito de libertad necesario para mantenernos realmente humanos.

El tema Las Venas Abiertas mantiene el planteamiento general, pero evidencia el impacto en la banda de su recorrido por el hemisferio sur y su acercamiento tanto al publico como a la tierra, no tiene referencias directas al libro homónimo de Eduardo Galeano, pero su espíritu se mantiene en cuanto al mensaje especifico, la religión impuesta y el desangre de la colonización, aunque también es un saludo fraterno a los amigos captados en el camino y una bitácora interesante de sus actividades durante la mencionada gira.

El impacto de las tierras ancestrales sin duda marcó el imaginario creativo del cuarteto y a punto de cerrar el álbum nos regalan otro instrumental, el destacable The Return of Kalasasaya, dedicado al llamado el Templo de las Piedras Paradas en Tiahuanaco Bolivia. Tiene ese aire místico y cautivante de los lugares milenarios, es un tema suave y reiterativo que denota sensibilidad en medio del caos y la furia que caracterizan este trabajo.

El álbum se completa con The Megalodon y Los Hijos de la Evolución, ejercicios de puro Thrash en su onda clásica y guitarrera, con sonidos que transitan entre las influencias americana y alemana, a camino entre unos Whiplash y Kreator por referir algunas de las influencias perceptibles.

El sonido propio de la banda está consolidado y es, precisamente, un factor que permite entender su propuesta, sin desmarcarse de los elementos que ha tomado para crear lo que identifica a la agrupación. Por allá en los ochenta, el Thrash naciente surgía reuniendo elementos de la NWOBHM, la actitud punk y el speed metal, a los cuales recurre con frecuencia Perpetual Warfare, sin caer en el revival o demasiada nostalgia con el pasado, pues practica un Thrash con compromiso en su estilo, suficientemente técnico para dotarlo  de personalidad propia y conjugando temas en español e inglés, que le permite ampliar su exposición en el mercado nacional e internacional, un espacio donde el Thrash es uno de los géneros con más acogida en la actualidad y en el cual resulta difícil competir.

Pocas veces la calidad instrumental se puede percibir en un estilo que busca la velocidad sin límites y la despreocupación por la mezcla, pero Perpetual Warfare evidencia sus ganas de continuidad, de trascendencia, de no quedarse en el camino y logra acertar en su estrategia, su mirada al presente sin descuidar la escuela, su sonido y estética, un apartado vocal destacable, además, por su buena interpretación del idioma inglés, (personalmente me gustan más sus temas en dicho idioma) por lo cual, no cabe dudas, Eartlhiens se posicionará como uno de los mejores discos del presente año en todo el continente.

Earthliens corrió con la producción de Gustavo Adolfo Valderrama y Perpetual Warfare, mezclado por Jesse Gander en los estudios Rain City de Vancouver con ingeniería de Christian Giussepe y el señor Matthias Krieger de Pocket estudio en Bogotá.

Firma de autógrafos The Grange Bar

 

Por, Luis Alfredo López

 

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A propósito de La Causa Nacional, el nuevo libro de Jacobo Celnik

Son historias y por tanto existen otras por contar; son historias y por tanto existen otras versiones de las mismas; son historias y por ello, es una invitación general a seguir escarbando en la historia misma.

Por, Luis Alfredo López

Historias del Rock Colombiano

Iniciamos con un dato que no es para nada anecdótico, de hecho, representa una pieza fundamental en la construcción de una historiografía aún por desarrollar: el primer Rock and Roll que sonó en la radio colombiana fue en el programa Radiolente, en la cadena La Voz de Antioquia que pertenecía a Caracol Radio, y quien pinchó esta música por primera vez fue un hombre llamado Hernán Restrepo Duque. Si quiere saber más, nada qué hacer, compre el libro La Causa Nacional, Historias Del Rock en Colombia de Jacobo Celnik, que trae junto a éste, muchas referencias del mismo calibre.

Para esta fecha, casi tres meses después de su salida, ya se ha escrito bastante sobre este libro, pero hasta que no lo devoré, procesé y hasta repetí, no pude realizar esta reseña con gusto. De hecho, aún creo que la cantidad de datos y música por escuchar tras su lectura no me dejan digerirlo completamente, es una verdadera arqueología del rock colombiano, frase que utiliza reiteradamente el propio Jacobo, y que es el esfuerzo más significativo que hasta el momento se ha hecho por describir el proceso histórico, en el que se fue desarrollando la creación artística musical del género más trascendente del siglo XX –después del jazz– en el mundo.

Con un conversatorio en el Festival del Libro Parque 93, una rueda prensa y hasta el momento dos fechas en un ciclo de conferencias organizadas por la Biblioteca Nacional de Colombia, este recuento de nuestro rock se posiciona como uno de los lanzamientos imperdibles del año y a conseguir en la próxima Feria Internacional del Libro –FILBo, donde será uno de los protagonistas.

Jacobo Celnik es una autoridad en cuanto a rock se refiere, sus libros precedentes Rockestra junto a Andrés Duran y Satisfaction, son una colección entrevistas con las grandes leyendas del género (conversaciones que son joyas como las de Ian Anderson, Ian Gillan, Steve Hackett, Andrew Loog Oldham, Jack Bruce, Brian Eno o Geddy Lee)  y donde se devela, entre líneas, el gusto del autor por el rock progresivo inglés y de cierta forma insinúa el método de La Causa Nacional, la historia contada por sus propios protagonistas.

Causa NacionalEn Bob Dylan a Las Puertas Del Cielo junto con Carolina Sanín, se describe la trayectoria del Premio Nobel de 2016 en apenas 20 canciones selectas y explica a muchos colombianos alejados tanto del rock como de la literatura, porque un cantante del género merecía tal galardón. Sobra recordar el extenso trabajo del autor en radio y prensa que hablan por sí mismos.

Sobre las ventajas, aciertos, desaciertos, gustos personales o lo que algunos consideran omisiones en el libro no puedo tomar partido, los comentarios que ya se han ido postulando en diferentes medios, opiniones sobre el por qué tal o cual banda no se encuentra, qué se considera rock o no, o si cierto dato o narrativa es correspondiente a los recuerdos que tiene cada uno de los momentos que se cuentan en el libro, son irrelevantes, ante todo porque el mismo autor, de forma estratégica y con lógica consciente, adelantándose al problema, tituló el libro en plural Historias Del Rock y otorgándose así, no uno, sino tres puntos a favor: son historias y por tanto existen otras por contar; son historias y por tanto existen otras versiones de las mismas; son historias y por ello, es una invitación general a seguir escarbando en la historia misma.

Indiscutiblemente es el libro más completo que hasta el momento se ha escrito sobre el tema en el país, particularmente ofrece ventajas como su bibliografía que nos abre las puertas a una visión del contexto latinoamericano, el acercamiento a la historia de la radio y la distribución musical en el país, el tratamiento por décadas característico del análisis de los cambios del rock a nivel mundial, una narrativa personalista muy amena, una confrontación directa con los pioneros,  y un CD compilatorio con clásicos no muy difundidos y reliquias de la discografía colombiana (Nostalgia de Columna de Fuego, Sonata N° 7 a la Revolución de Malanga, Dulce y Bella Estrella de Miguel Muñoz, o Candelaria de Distrito, son algunas de las fresas que decoran el pastel) estos y más, son puntos a favor que he encontrado en el libro.

Pero más allá y lo que más me entusiasma de esta investigación, es la compilación de mitos que intenta resolver junto a la gran cantidad de nuevas preguntas y posibilidades que plantea. En definitiva, es una invitación a explorar y recapitular nuestra experiencia con la música moderna, con la música más allá del folclore y de la música tropical, es una relación de Colombia con el mundo, a que se haga con el mismo rigor una historia del R.A.P, del jazz, del blues nacional (recientemente el propio Andrés Duran anunció este último), a realizar nuevos aportes acerca de una historia de la cual todavía no sabemos mucho, porque de cierto imaginario, es reciente en nuestra cultura.

La Causa Nacional nos recuerda ese principio fundamental de la filosofía que es el extrañamiento de lo que nos está en frente, de lo que consideramos como obvio, de lo que creemos completo o ya hecho, pero que en realidad cambia constantemente y que se sigue escribiendo día a día.

¿Una bibliografía básica del rock colombiano?

Causa NacionalSi realizamos una búsqueda rápida por el catálogo en línea de la Academia Colombiana de Historia y escribimos la palabra “Rock”, el único texto que aparece es Imaginarios Sociales, Política y Resistencia: Las Culturas Juveniles de la Música «Rock» en Argentina y Colombia Desde 1966 Hasta 1986 de Hernando Cepeda Sánchez, un excelente documento académico que compara la escena argentina y colombiana, las cuales no distaron mucho en sus primeros años, pero que sólo logró consolidarse en el país del sur, sin embargo es una análisis es específicamente sociológico.  

Es decir, si tenemos en cuenta que los primeros temas y agrupaciones de rock realizado en Colombia datan de los primeros 60, lo que se ha escrito de manera oficial es muy poco, o muy poco se ha clasificado y reunido, ademas tal como el texto citado, generalmente se ha referido a periodos específicos o sectorizados por géneros. La importancia de la investigación de Jacobo no admite replicas, casi sesenta años de rock que han sido escasamente organizados, aclarados y justificados.

Es claro entonces que era una necesidad imperante, tanto porque es una apuesta por entender el surgimiento y establecimiento del género en el país, tropical y vallenatero (cosa que además determinó involuntariamente parte del sonido rock nacional y siendo uno de los aspectos más interesantes que el lector pude explorar en La Causa Nacional. Segundo dato; las ecualizaciones de los primeros álbumes, como no, eran para vallenato), porque de cara al futuro siempre debemos entender el pasado.

Si bien para muchos esta compilación de historias puede sonar cercana o conocida en algunos momentos, y no faltará el torpe que quiera señalar que sabe más del tema, como si fuere una competencia de las que son propias entre los melómanos, es sin duda, el más importante ejemplo de historiografía sobre rock, que de hecho viene a recuperar los ejercicios y esfuerzos anteriores.

En literatura

Al continuar revisando los textos alrededor de lo que ha sido la incursión, la aceptación, la explosión, la difusión o la producción musical del rock en el país, existen algunos que podríamos llamar fundamentales, pero no todos se refieren a lo mismo. Tenemos así textos literarios, investigaciones sociológicas, artículos de prensa compilatorios, biografías de bandas, revistas especializadas o de entrevistas. Los siguientes son algunos que considero sobresalientes, podremos analizar un panorama interesante acerca de nuestra bibliografía de rock. Quisiera así recordar a propósito de La Causa Nacional algunos de ellos:

Antes de cuestionarnos acerca de la propia música nacional, los escritores decidieron en primera instancia narrar algunos de los hechos, anécdotas, reales o ficticias, de sus relaciones personales con el rock, de manera alegórica, y, ante todo, entrelazada a sus propias vivencias o sus propias afinidades, aunque en algunos casos más cercanos al género en sí. Tenemos así el clásico ¡Que Viva la Música! de Andrés Caicedo con sus referencias a los Rolling Stones entre otros, o El Atravesado con el mítico momento donde se proyectó por primera vez Al Compás Del Reloj (Rock Around The Clock, 1956 de Fred F. Sears) en Cali.

Muchas referencias a bandas reales o ficticias las encontramos en obras de Efraín medina Reyes con su Érase Una Vez el Amor, Pero Tuve Que Matarlo, Música de los Sex Pistols y Nirvana, por ejemplo, u Opio en las Nubes de Rafael Chaparro Madiedo, ejercicios de literatura nihilista, cínica, maldita, y hasta costumbrista de las urbes locales que retoman grandes clásicos del género, en los ambientes marginales o nocturnos, una de las formas en las que muchos se han acercado al rock teniendo en cuenta su variable difusión

También tenemos la fundamental obra de Sandro Romero Rey (amigo personal de Jacobo Celnik) con libros como Clock around the rock (crónicas de un fan fatal) o Las Ceremonias del Deseo, el clásico donde nos cuenta el improbable, mítico y bochornoso evento EcoMundo 92, donde a costa de la importancia de Chucho Merchán, el músico de rock colombiano más histórico a nivel internacional, se presentaron por primera vez en Colombia Roger Daltrey de The Who y David Gilmour de Pink Floyd, junto con otros grandes nombres de la industria ante un público mayoritariamente salsero y con una pésima producción, o también Piedra Sobre Piedra. Confesiones de un Adicto a Los Rolling Stones y la biografía Mick Jagger: El Rock Suena Piedras Trae, donde atestiguamos su  fascinación erudita por la legendaria y longeva banda.

Imperdibles son también la colección de poemas Diabulus In Música de Henry Alexander Gómez (admirado compañero de estudios de Ciencias Sociales en UD de quien escribe) y la novela La Nostalgia Del Melómano de Juan Carlos Garay. El primero recoge una selección de versos inspirados por Jon Lord, Jim Morrison, Cliff Burton o Stevie Ray Vaughan, el argentino Pappo Napolitano o nuestra leyenda local Humberto Monroy, el segundo es un ejercicio novelístico donde se mezclan perfectamente el rock, la salsa, el ambiente y la intimidad de coleccionista en una historia que aún nos cuestiona, o convence, que Eric Clapton grabó con Cheo Feliciano.

En Historia y Sociología

Aparte del ya mencionado Las Culturas Juveniles de la Música «Rock» en Argentina y Colombia, los acercamientos académicos a esta música nos traen algunos libros realmente valiosos, pero que a estas alturas son muy difíciles de conseguir.

En primera instancia los dos textos auto-publicados del profesor Carlos Reina, pionero de las clases universitarias sobre rock en Colombia, donde se trataban el rock, punk, metal, tribus urbanas o identidades juveniles en la Universidad Distrital y que cursamos con el escritor Henry Alexander Gómez así como muchos músicos actuales de la escena metalera. Cuando el Rock Iza su Bandera en Colombia (2004) y Bogotá Más Que Pesado, Metal Con Historia (2009), son dos investigaciones, prácticamente piezas de coleccionista, no solo históricas con bandas como Darkness, Killcrops, Neurosis, Ursus, Hangar 27, Escape, Herejía, también la sociología acerca de la configuración del metal como subcultura, contracultura, espacio de identificación y generación de identidad para los jóvenes desde finales de los años ochenta, concediendo su explosión con el auge del movimiento mediático del rock en español, pero manteniéndose principalmente en el llamado Underground.

Bogotá Epicentro del Rock Colombiano Entre 1957 y 1975, Una Manifestación Social, Cultural y Juvenil (2007) de Umberto Pérez, un antecedente evidente para La Causa Nacional y que se acerca al estudio de la cuestión de la juventud y su relación con el rock en la capital como reflejo de la producción del género en sus primeros años, hasta la llegada de la decadencia cuando la fuga de talentos al extranjero y el entusiasmo inicial del género decayeron casi hasta desaparecer. Este libro tuvo una edición muy limitada de ejemplares, pero se puede consultar en PDF dando click aqui; Bogotá, epicentro del rock colombiano entre 1957 y 1975. Una manifestación social, cultural, nacional y juvenil.

Música Para Oídos Zurdos, Rock y Rap de Resistencia en Bogotá (2015) de Diego Sánchez González, es una aproximación a la identificación ideológica y política de la producción musical juvenil desde los años sesenta, teniendo en cuenta tanto el rock tradicional, el punk anarco y de izquierda casi por igual o la denuncia vivencial de la calle característica de la cultura hip hop, a partir tanto de sus líricas como de su contexto social.

Finalmente, Medellín en Canciones “El rock Como Cronista de la Ciudad” (2014) de Diego Londoño, quien es tal vez el único que se aleja especialmente del contexto bogotano y trata específicamente a una ciudad que Jacobo Celnik, nos descubre como más cercana al rock en los primeros años y que en sus palabras “Pego Primero”. La ciudad de Rodrigo D No Futuro, la ciudad de grandes leyendas nacionales como Kraken, Masacre, I.R.A, Estados Alterados, La Pestilencia y Mutantex (hoy en día Peste Mutantex, una sola Banda). El autor también ha publicado el valiosísimo Los Yetis, Una Bomba Atómica A Go Go, La Historia De Los Abuelos de Nuestro Rock (2014).

Prensa

Cabe resaltar que algunos periodistas como Karl Troller, Eduardo Arias, Félix Riaño o Andrés Ospina han participado deforma más que directa en la historia del nacional, no sólo porque sus textos para diferentes medios, una cantidad muy importante disponible en la web, son escritos que resaltan apartes fundamentales de la escena colombiana, también y principalmente porque han sido protagonistas de la misma, ya que participaron o aún lo hacen con sus propias agrupaciones: Hora Local, Banda Sonora y Contrabanda  respectivamente.  Así que en realidad mucho de lo que se podía leer acerca de nuestro rock viene de medios independientes o de alcance nacional que abrieron sus puertas a contar lo que las bandas iban sacando.

En este aparte se destaca el libro del periodista colombo argentino Pablito Wilson: Rock Colombiano 100 Discos 50 Años (2013), una recopilación de reseñas que rescata algunos clásicos incunables pero olvidados, así como su visión personal del rock donde plantea, con polémica abordo, lo que denomina como otras formas de construir el rock (La Etnia y Ataque del Metano) y algunos innombrables (La Tierra del Olvido de Carlos Vives), casi un Rock al Parque en libro.

La cantidad de blogs, medios especializados y páginas de internet dedicadas a hablar de rock colombiano ya son casi incontables, de diferente calidad , profundidad y hasta veracidad, hacen que sea muy difícil escoger algunas para recomendar, lo cierto es que muchas fallas son presentes en la mediatez del internet y hacen difícil discernir que es cuento o realidad, sin embargo es interesante que con la explosión de medios digitales de distribución y promoción, el rock nacional se encuentra en un momento muy complejo de sobrevivencia.

CODA

Para 1989 la editorial Planeta presentó bajo la dirección del historiador Alvarado Tirado Mejía la enciclopedia Nueva Historia de Colombia, con ocho tomos que pretendían renovar nuestra historiografía y actualizar no sólo la visión de esta ciencia en el país, además presentar aspectos fundamentales de cara a la modernidad, la cultura, la mujer y hasta el humor.  El octavo tomo cuenta con un capítulo sobre la música y otro sobre la cultura popular en el siglo XX, en ninguno se nombra el rock a pesar de que para entonces el país ya se aproximaba a unos treinta años de historia rockera. El próximo proyecto de esta envergadura deberá contar con más de un capítulo dedicado al mismo, al propio Jacobo Celnik no le alcanzó con La Causa Nacional y ha prometido el segundo volumen para seguir contando las historias de este arte, en un país tropical y vallenatero.

Por, Luis Alfredo López

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No Reaction: el último álbum de Patricio Stiglich Project

El nuevo disco de Patricio Stiglich Project, No Reaction, estrictamente hablando, es un trabajo grueso y compacto; complejo y completo

Por, Luis Alfredo López

 

El último y cuarto trabajo de la agrupación bogotana liderada por el guitarrista Patricio Stiglich, PSP, es un cañonazo de buen rock, heavy metal, metal progresivo y rock instrumental condensado en un trabajo genial que destila, como siempre, virtuosismo y calidad, y que en esta ocasión va más allá de la tradición de guitarrista shred de Patricio.

Patricio Stiglich Project
El nuevo disco de Patricio Stiglich Project, No Reaction, estrictamente hablando, es un trabajo grueso y compacto; complejo y completo.

Pero ojo, “más allá” no significa que no sea un disco de un guitarrista muy talentoso en la generación de virtuosos nacionales que se arriesgan en este género, por demás minoritario que está en una clara desventaja frente a la popularidad del metal extremo en el país. “Más allá”, en este caso significa que siendo un producto que parte de las características de los grandes álbumes de guitarra rock, rompe así sus esquemas y llega con una variedad muy importante que supera los clichés y defectos de dicho estilo.

La música instrumental en el rock es un nicho aparte que muchos han calificado alejado del propio género, el rock y el metal progresivo son criticados en muchas ocasiones por dosificar los elementos propios del rock para hacer énfasis en la capacidad técnica de los interpretes o dar rienda suelta a sus delirios musicales personalistas que pueden aburrir al escucha. En otras opiniones, la extensión de los temas puede ser sofocante ante el imperio desbordado de notas, cambios de ritmo y hasta de silencios conceptuales.

El desafío de llevar música compleja e inteligente a un público más allá de los propios músicos es complejo, pero también debemos recordar que pese a dichas críticas son álbumes clásicos, increíbles y legendarios como  Speed Metal Symphony de Jason Becker y Marty Friedman, Edge of Insanity de Tony Macalpine, Rising Force de Yngwie J. Malmsteen, Passion and Warfare de Steve Vai o tal vez, el más reconocido por la crítica, Surfing With the Alien de Joe Satriani, que lograron llevar a un público extenso, no sólo capacidad sobre humana de estos genios, también el amor por la guitarra y la exploración de todas sus posibilidades eléctricas, la idea de llegar más lejos, más rápido, más preciso, más melódico, más y más allá, o simplemente inspirar lo que es más positivo en un arte: que otros se arriesguen a llegar a las alturas.

En Colombia se ha ido forjando, lentamente y con los clásicos tropiezos nacionales, una escena variada que ha permitido traer estos héroes legendarios al país y que muchos músicos de todas las edades puedan apreciar esta manera de hacer rock, pero también se han ido quedando en la memoria nuestros propios guitar masters; Tom Abella, Nicolás Waldo, José Fernando Cortez, Carlos Reyes, Jorge Luis Vanegas, Carlos Elliot Jr, Jorge Burbano y otros tantos que se me escapan en este momento, pero que han trabajado por llevar la interpretación del instrumento al nivel anglo y europeo, que en algún momento fue la limitante para hacer rock duro como se debe.

El nuevo disco de Patricio Stiglich Project, No Reaction, estrictamente hablando, es un trabajo grueso y compacto; complejo y completo, quiere decir que ofrece un panorama amplio frente a los discos clásicos de guitarristas como señalaba antes, logrando superar los cánones de los mismos.

Enumerando algunas de sus cualidades, podemos encontrar una banda consolidada que viene integrándose desde Bloodline (segundo trabajo), por lo cual, tanto Óscar Riaño (batería) como Mad Kat (bajo) acompañados ahora por Ricardo, el hermano menor de Patricio, (segunda guitarra, pero no menos técnico), suenan realmente como parte de un conjunto y lleva a la agrupación a sonar mejor que otros, donde simplemente se recurre a los samplers, mientras que el solista no cuenta con dicho respaldo.

En beneficio de la composición esta integración aporta además letras y estructura de canción a los temas del disco, por lo cual algunos son realmente pegajosos y alientan a escucharlos una y otra vez. Otro Día Más, esa oda a la procrastinación escrita por Katerin Arevalo (A.K.A. Mad Kat), que es un excelente ejemplo de lo anterior. Describe perfectamente el sonido de la banda, y transmite su propio mensaje con efectividad. Suena frenética y enérgica con un caos controlado. No te invita a la pereza, más bien, hace presente el remolino mental que te agobia cuando recuerdas todas tus obligaciones y te quedas perdido en los pensamientos. Es puro rock del bueno y duro.

Por otra parte, es muy variado, tiene canciones instrumentales (Allowed in Metal, You Shall no Pass), en inglés como debe ser un disco que rompa fronteras en el mercado actual (A Better Life, No Reaction, Here Comes The Day) y otros buenos disparos en español, que son más fáciles de recordar y entonar (Somos Más, Hasta Desfallecer y la antes mencionada, Otro Día Más), los cuales realmente serian éxitos radiales si aquí el rock tuviera apoyo en las emisoras ‘mainstream’.

Se suma además colaboraciones de lujo. Primero,  Somos Más junto con William Tappan, es el sencillo inicial, donde encontramos el sabor de un hard rock que prioriza el riff antes que los punteos, sin abandonar un buena dosis de los mismos por parte del dueto, que logra integrarse perfectamente,  logrando una canción que va creciendo con la escucha y se te pega de inmediato con ese estribillo directo para ser coreado en vivo “¡Somos más los que no queremos dejarnos llevar, hacia un mundo de vidas vacías!”.

Luego y para cerrar, la que es mi favorita del álbum, Here Comes The Day junto a la voz de Fabián Rivas (Black Memory), es un ‘temazo´ en toda la extensión de la palabra, que logra presentar lo mejor del álbum de forma condensada, metal progresivo y metal pesado en esta oportunidad, un trabajo brutal de Fabián en la voces, que canta limpio y gutural con igual solvencia, solos tremendos por parte de los guitarristas, en donde además se introduce la colaboración de Shine Deges (EnePei), un acompañamiento potente en la sección rítmica que se luce en pequeños momentos de los apenas 4:23 minutos que dura el viaje, ¡y qué viaje!

Andrés Durán
Pudimos escuchar música programada por el reconocido locutor de rock, Andrés Durán.

No podría dejar de citar a lo que tal vez es menos evidente entre quienes siguen a un guitarrista virtuoso, baste decir que Patricio además sabe cantar, el plus definitivo evidente, sobretodo, en A Better Life. Lo hace bien sin recurrir a efectos o voces impostadas, su voz natural es adecuada y efectiva. Así, este disco lo voy apuntando sin miedo y desde ya como uno de los mejores del año.

El álbum fue realizado en los estudios Poket Audio, mezclado y masterizado por Matias Krieger, y fue presentado en el bar Boogaloop el pasado jueves ocho de marzo, con una introducción de la nueva agrupación experimental y prog M.I.J.O., donde además de los músicos que colaboraron en el álbum, pudimos escuchar música programada por el reconocido locutor de rock, Andrés Durán.

Unos días antes reunidos en una pequeña rueda de prensa en nuestra segunda casa, The Grange Bar, Patricio se refirió de manera sencilla frente al álbum, como la música que le gusta hacer y la que le nace, sin más expectativas que traducir su mente a sus creaciones musicales. Cero condescendencias con el público o el mercado, y doy gracias por ello, otra demostración de que aquí se puede y se seguirá haciendo rock del bueno, sin folclorismos localistas, porque éste es un lenguaje universal.

Galería: Lanzamiento de No Reaction

 

Crónica y fotografía: Luis Alfredo López