Ariel Tobo - Jet Lag (5)

Ariel Tobo en ‘Jet Lag’: anotaciones de un viajero extraviado


Por: Olugna


El horizonte se difumina en medio de la niebla que cubre la montaña y el asfalto. El chico de la camisa roja a cuadros se levanta de nuevo y, en el borde de la carretera, rasca su guitarra aguamarina. Las cosas que trajo consigo permanecen a un lado de la cerca. Los aventones lo trajeron hasta aquí; el siguiente auto seguirá marcando la ruta de un viaje del que no sabemos por qué comenzó ni dónde terminará; es posible que él tampoco lo sepa. Es una imagen simbólica en cada uno de sus elementos: los que saltan a la vista y los que prefieren quedar abiertos a la percepción del observador.


La quietud de esa postal inicial parecía el punto de partida del relato. ‘Hasta el final’ nos hizo pensar que era la primera estación de una travesía emocional. Sin embargo, en el videoclip de ‘El Viaje’, el chico que permanecía sentado al borde de la carretera vuelve a ponerse en marcha y deja claro que el trayecto había comenzado mucho antes, cuando decidió salir —o escapar— de un lugar que ya no quería habitar.



La poesía de las imágenes de la primera canción y las escenas recreadas en la pieza audiovisual es acompañada por acordes agudos y melancólicos del blues. Es la intención de Ariel Tobo crear una obra en la que también hay espacio para el rock y otras sonoridades modernas, sin alejarse de la sensibilidad propia de un género nacido al sur de Estados Unidos.

Ariel Tobo, artista bumangués, es el protagonista y narrador de las canciones que conforman su disco debut ‘Jet Lag’: nueve estaciones emocionales —y un bonus track— en las que se desprende de fragmentos de historias personales para compartirlas con nosotros, individuos que también hemos sentido el deseo de escapar, de buscar, simplemente otro lugar.

«Y ahora decides hacer tuyo el camino, labrar un destino con tu propio Dios»


La poesía, presente tanto en las imágenes como en las armonías, y en las letras que el artista narra en primera persona, es cotidiana: relatos que podrían surgir en medio de una conversación o durante una tertulia con amigos. Sin embargo, lo simbólico no pierde su lugar y la metáfora amplía el significado de sus canciones.

‘La Acera Izquierda’ narra una historia en la que la timidez, que busca sus armas entre la poesía, es derrotada por la espontaneidad. La imprudencia no conoce de recursos literarios cuando sabe que un “hola” puede ser la primera línea del amor.


La melancolía en ‘Caminos’ es explícita. Su melodía taciturna y el monólogo que exhibe el artista nos deja en una estación de quietud en la que solo deseamos permanecer sentados, observar cuánto hemos recorrido y expresar cuánto nos ha dolido el viaje.


‘Tiempo’ es otra canción que duele, otro vistazo al camino recorrido, una remembranza de las historias que hemos escrito. El futuro, planteado en la lírica como una pregunta, cuestiona la vida entendida como el transcurrir sucesivo de horas, minutos y segundos.


‘Jet Lag’ nos entrega dos versiones de una misma canción. ‘Silencio’, en la primera de ellas, es rítmica y combina la fuerza del rock ‘n’ roll con el blues; mientras que su segunda lectura se transforma en una balada acústica, una canción en la que el lugar que se busca es, quizá, el más anhelado y esquivo al mismo tiempo: el amor.


La obviedad de saber que todos estamos en nuestro propio viaje, en ‘Jet Lag’, nos hace detenernos en estaciones precisas para preguntarnos —quizáa de nuevo— por aquello que alguna vez sentimos; para regresar a lugares a los que probablemente no deseamos volver; para admitir que estar extraviados es, muchas veces, la primera razón para intentar pisar otros destinos, reencontrar el rumbo o —por qué no— descubrir uno nuevo.



Sobre Olugna

Cada crónica es un ritual. Quizás suene demasiado romántico, pero así es. Así soy yo, complejo y trascendental; sensitivo y melancólico, pero entregado a una labor que, después de algunos años, me ha abierto la posibilidad de vivir de mis dos grandes pasiones: la escritura y la música. A la primera me acerqué como creador, a la segunda –con un talento negado para ejecutarla– como espectador

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Hasta el final: «Tendrás que luchar por un ideal, no hay valor sin miedo»

Shadows of Fire, agrupación colombiana de heavy metal, presenta su sencillo más reciente Hasta el Final, un grito de batalla, una invitación a no rendirnos.

Por, Rugidos Disidentes

Con el tiempo descubrimos que aquellos sueños que de niños dibujábamos pueden perder su forma: algunas veces se harán más lejanos, otras inalcanzables. Con los años entendemos que la vida es un campo de batalla constante en el que la realidad nos dará los golpes más certeros. Quizás ella –la vida– nos pone a prueba para comprobar de qué estamos hechos, para saber si estamos dispuestos a darlo todo por un ideal, o sí por lo contrario, veremos cómo un sueño se desmorona en la gaveta de un escritorio.

Nadie nos advirtió qué tan difícil puede ser entregarse a una pasión, tratar de vivir en libertad o perseguir un ideal; nadie lo hizo y quizás nadie lo haga. En últimas, somos nosotros mismos, quienes debemos vencer el miedo, porque rendirse no es una opción cuando alcanzar un sueño es un objetivo.

Hasta el Final, sencillo más reciente de la agrupación colombiana Shadows of Fire es la banda sonora de la batalla que implica perseguir un sueño.

—Si en el trabajo o cualquier escenario de la vida te dicen que no puedes, que no eres capaz o que algo te quedó grande, es el momento de demostrar de qué estamos hechos—. Afirma comenta el Johan Valcárcel, vocalista de Shadows of Fire.

Muchos de los sonidos clásicos del heavy metal se convirtieron en gritos de batallas que nos motivaron a luchar por un sueño a pesar del miedo. Precisamente, el heavy fue el camino que decidió transitar Shadows of Fire, cuya propuesta nos acerca a los años dorados del género.

—Nuestro nombre hace referencia al equilibrio del ser, no todos somos buenos ni todos somos malos…todos somos sombras de fuego—. Explica Shadows of Fire.

Compuesta por Johan Valcárcel e inspirada en un momento en donde la vida quería derrotarlo, pero no se dejó y demostró lo mejor de su carácter, Hasta el final,  explora sonidos del metal moderno con esos toques clásicos que le dan un salto de calidad a la canción.

—Cuando iba en el bus hacia mi casa me llegó un ritmo a la cabeza que decía: «deberás ser fuerte, tendrás que luchar por un ideal, no hay valor sin miedo». Luego me bajé corriendo y empecé a crear la base de la canción—. Agrega el vocalista.

El sencillo estará incluido en el próximo disco de Shadows of Fire Mi legado que espera ver la luz a final de año. El álbum contará el inicio, nudo y desenlace de una historia proyectada a cada persona que lo escuche, de tal manera que cada quien se apersone del álbum y cuando lo tenga en sus manos diga «este es mi legado». Esta producción abordará temáticas cotidianas de los seres humanos como los amores, desamores y las luchas internas, esos «demonios» que no permiten desarrollar el ser.

La banda cuyas influencias musicales provienen de géneros como el black metal, el heavy, el power, el hard y del jazz se encuentra en la producción y realización del video de ‘Hasta el final’, ultimando detalles de su nuevo disco y planeando una serie de conciertos en la capital aprovechando la reapertura de eventos en la ciudad.

«Shadows of Fire es una propuesta seria y con muchas historias para contar. Trabajamos de forma honesta para entregar lo mejor de nosotros a quienes nos escuchan. Nos gusta hacer música de calidad para que nuestros seguidores se apropien de nuestras creaciones y las hagan suyas», concluye el grupo.

Shadows of Fire | Integrantes

  • Voz: Johan Valcárcel en la voz
  • Guitarra: Darío Acosta
  • Guitarra: Mateo Gómez
  • Bajo: Ángel Herrera
  • Batería: David Piraquive

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