(Bogotá D.C., Colombia)
Por, Olugna
La sensación de desespero es evidente. Un hombre anónimo deja escapar esos sentimientos que muchas veces nos negamos a revelar. Es sencillo ―y casi inevitable― sentirse identificado con la lírica de la canción, con la profundidad de sus metáforas y con la sinceridad que se percibe en su composición. ‘Veneno’, la primera dosis de introspección que entrega Wisaro, es intensa, catártica, trascendental.
Desde el primer instante, a través de la combinación de sonidos electrónicos, ‘Veneno’, transmite una sensación psicodélica envuelta en una atmósfera íntima que proyecta la angustia bajo la que fue concebida. Es una canción para digerir lentamente; un monólogo pronunciado por una voz áspera que habla al oído, que gana en fuerza e intensidad a medida que avanza entre las líneas de su lírica.
―Es una escapatoria que, por medio de un estado de reflexión, armonía y paz, puede llegar a ser una solución―, señala Wisaro.
‘Veneno’ es cambiante. No se mantiene estática en una melodía definida; todo lo contrario, involucra elementos que permiten percibirla como la respuesta a un estado de crisis. Sintetizadores, guitarras, bajo y batería, en combinación con la voz de Wisaro y la cantante que interviene en algunos pasajes de la canción, nos acerca a las influencias del rock latinoamericano y anglosajón que forman parte de la identidad del cantautor bogotano.
―Habla de cómo me he sentido en algún momento de exigencia externa y cómo repercute esa exigencia en querer envenenar mi cuerpo y mi alma para ser lo que no soy―, agrega el artista bogotano.
La voz de Wisaro, al igual que las emociones que transmite en la primera dosis de introspección que nos presenta, es dinámica. Es grave y áspera; pero, por momentos, dejan en libertad sutiles tonos limpios.
«No soporta más su cautiverio / Intento controlar esta adicción al fuego / Mi voluntad me lleva casi siempre hasta el extremo»
‘Despierto’, la segunda dosis de introspección que inyecta el artista influenciado por las diferentes expresiones del rock, el pop y los sonidos electrónicos, es más liviana ―y si se quiere― más optimista. En ella, los riffs melódicos generan una sensación tranquila. Es la reacción que se desprende después de la tormenta, la respuesta lógica cuando hemos expulsado nuestras convulsiones internas.
―Nació directamente del inconsciente y pareciera que fuese un llamado a sí mismo desde un interior muy despierto que existe en Wisaro―, explica el equipo de prensa del cantautor.
Wisaro, en esta ocasión, se acerca de manera directa al rock. ‘Despierto’ es un balada reflexiva que expresa cansancio, pero que reconoce que la vida debe continuar; es un diálogo interior que asimila la vulnerabilidad que a todos ―de alguna manera― nos atraviesa. Su mensaje, al igual que en ‘Veneno’, es honesto y resulta fácil conectar con la intensión del artista.
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