«Sin rumbo y desahuciado, solo y desesperado, la arena del tiempo cubre mi piel»
‘VUELVO A CAER’ (DANI ZAPATA)
(Pereira, Risaralda, Colombia)
Detrás de un escritorio se esconden los sueños anónimos que no lograron germinar; sepultadas entre documentos, se encuentra enterradas esas pasiones que no lograron transformarse en aventura; aplastados por el peso de un puñado de monedas, fallecen los deseos que no alcanzaron a convertirse en legado; asfixiadas por un nudo, las voces ahogadas de aquellos que no pudieron ―o no quisieron― intentarlo.
«Contemplo el pasado, en el suelo derrotado, no hay razones para estar en pie; me levanto y vuelvo a caer»
‘VUELVO A CAER’
Disfrazados de eso que alguien llamó “progreso”, millones de talentos escondidos solo son un testimonio de una realidad paralela que no existe, pero que les reclama a esos individuos ―hombres y mujeres― qué tan felices serían, si esos sueños no hubiesen escapado de sus manos.
Allí, atrapados en un sistema que atrapa y disfraza de felicidad a la rutina, millones de anónimos han encontrado ―sin dejar de respirar― un prematuro final. Allí, detrás de un enorme cristal, se les puede ver ―muchas veces hasta el anochecer― tratando de conciliar las codiciosas cifras que harán de su jefe un tipo “exitoso”. Yo fui uno de ellos.
«Ataúd de carne y hueso, siento el frío invierno; abrumado por la oscuridad, vacío en el pecho»
‘VUELVO A CAER’
Al igual que el protagonista del video de ‘Vuelvo a Caer´ ―encarnado por su autor―, estuve ocho años viendo pasar mi existencia entre números, informes y cierres. Casi una década, imaginando a través de la ventana, que retrataba el mundo a través de la escritura. Dani Zapata, en la canción lanzada el pasado 17 de julio, logra retratar esa sensación que provoca en una persona, eso que alguien definió como “zona de confort”.
Pensada inicialmente como una balada que formaría parte del nuevo álbum de Ekhymosis ―agrupación en la que Dani Zapata es vocalista―, la concepción final de ‘Vuelvo a Caer’ sería convertirse en una canción explosiva que encontraría en riffs melódicos, un bajo denso, una batería punzante y en una voz rasgada, el complemento que necesitaba para darse a conocer.
―La letra nace de un momento de inspiración espontánea, sus acordes me condujeron a ahondar en sentimientos de temor, pesimismo, nostalgia y melancolía―, explica Dani Zapata.
No es una canción estática, es una pieza musical dinámica que transita por diversas atmósferas sonoras, que abre la posibilidad de ser analizada desde los diferentes elementos que forman parte de ella y que logra conectar de manera directa con el espectador. En ella, Dani Zapata, también deja en libertad sus inquietudes sobre la forma en la que muchos son atrapados por una oficina, entendida esta como cualquier escenario laboral asfixiante.
―Me permití también pensar en mis cercanos, en si realmente están viviendo el sueño de sus vidas o si son solo autómatas confinados en una oficina luchando una carrera contra el tiempo y batallando contra la ansiedad que muchos padecemos al querer lograr nuestros objetivos en una sociedad cada vez más deshumanizada―, agrega el músico.
Antecedida por dos sencillos anteriores, ‘Callar y Temer’ y ‘Salto al Vacío’, ‘Vuelvo a Caer’ es un paso más en ese camino que Dani Zapata iniciara años atrás como solista, sin dejar de lado su participación en Ekhymosis, agrupación que desde 1987 ha dejado una extensa huella en la escena del rock nacional.
Entre sus líneas ―ese retrato pesimista de millones de realidades―, también es posible interpretar ese llamado de atención que hace la vida a un individuo para que despierte del letargo, haga del miedo un arma y se entregue a la libertad que supone luchar por un sueño. Si se mira más allá de la literalidad de su letra, ‘Vuelvo a Caer’ puede ser el impulso que le permita a una persona liberarse.
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