Cuando me invitaron a participar en este proyecto de comunicación acepté por una corazonada, puede parecer romántico, pero es así y no me da vergüenza admitirlo.
RUGIDOS DISIDENTES fueron las dos palabras que abrieron la ventana para lanzarme a esta tarea. Sin embargo, cuando reparé en lo que sería esta columna atiborrada de palabras mías y que será publicada de forma mensual, rumié por semanas una sola idea: evitar a toda costa concebir un texto plagado de egocentrismo o argumentos radicales. Por eso reitero que la opinión no es esta columna, la opinión es lo que queda de ella para los cientos de usuarios que se atrevan a leerla.
Cada mes encontrarán una situación diferente, una historia bogotana, un sentido abierto sobre lo que la capital es capaz de contarnos mientras caminamos por ella.
Les aseguro un viaje conmigo, vamos a caminar por esta ciudad con la fuerza que tienen las palabras para transportarnos con solo instalarlas en nuestra mente.
Vamos a conocer qué pasa en la ciudad mientras el trancón perdura por más horas, durante el aguacero interminable, intentaremos comprender lo que sucede al otro lado de la marcha y la protesta, dejaremos de hablar más de lo mismo y quizá juntos logremos al final de cada caminata adentrarnos en esta ciudad insoportable que amamos sin que se note.
Les aseguro un esfuerzo de mi parte y la búsqueda incisiva de las palabras precisas para contarles, en cada oportunidad, una historia capaz de revolver al citadino que está detrás de la pantalla leyendo una torre de palabras que se convertirá en un diario de viaje cotidiano.
Me comprometo con un RUGIDO DISIDENTE, con uno animal y potente sin marcas de violencia o insultos, un rugido que despierte y construya desde la línea que separa nuestras vidas y las junta por la ciudad que compartimos a fuerza de quererlo.
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Sobre mí les queda saber que tengo 22 años, que vivo de escribir y que es mi mayor pasión. Que no me adhiero a ningún equipo de fútbol, ni a un partido político, que no me gustan los radicalismos. Les queda saber que soy periodista, que valoro la poesía y la literatura, que gracias a ella tengo un RUGIDO DISIDENTE adentro mío, uno que espero compartir para que rujamos juntos.
¡Hasta un nuevo rugido queridos disidentes!
Yulieth Mora