Bogotá D.C., Colombia
Por, Olugna
Con la curiosidad propia de una criatura que no sabe ―o no quiere saberlo― qué encontrará después de cada paso que da, recorre calles, olfatea paredes, atraviesa esquinas, se sumerge en esa ciudad de muros de ladrillo. No es un camino fácil, pero él no lo sabe aún. Solo busca divertirse, a pesar del miedo que le provoca la incertidumbre de enfrentarse a lo desconocido.
Con la ingenuidad que muchas veces camina de la mano con la valentía, se entrega al amor ―quizás furtivo― que la noche le muestra. Es joven aún, el trayecto, hasta el momento, ha sido corto; sin embargo, esa ciudad que tanto anhela, no tardará en ponerse hostil.
Es momento de crecer, de enfrentarse a la dureza de esa metrópolis que ha sido su hogar. Nuestro pequeño amigo, no tarda en descubrir la soledad, la depresión y ―junto a ellas― la impotencia que muchas veces provoca la existencia. Sin embargo, no ha olvidado que es un gato ―uno callejero y fiestero― que aprendió a caminar y a defenderse de la crudeza de la vida. Es un gato loko que, a través de un café, encuentra desahogo y en el Rock ‘n’ Roll, una excusa para soñar.
Han pasado seis años desde su nacimiento en el barrio el Virrey, en la ciudad de Bogotá, cuando cuatro pelados ―unos ‘gatos’ amantes del Rock ‘n’ Roll― encontraron en la música un escape y en Gato Loko una excusa, un sueño y un propósito. El pasado 31 de octubre, la agrupación dio a conocer su primer EP grabado en estudio, bajo el nombre de ‘Somos o no Somos’, producción que retrata, a través de sus canciones, momentos definitivos en la existencia de un individuo: la diversión y el miedo; la inspiración y el amor; la impotencia y la desesperación; el desahogo y el desquite.
En ‘Somos o no somos’ la invitación es directa: recorrer cada canción ―esos pequeños retratos de la vida― y las influencias musicales que han cimentado esa identidad de Gato Loko; una identidad que expresan desde el 2016, y que hoy se ve reflejada en una producción ―breve, quizás―, pero que recoge el aprendizaje acumulado por cada uno de sus integrantes en su andar por la ciudad, entendida como un escenario delirante que ve nacer el Rock ‘n’ Roll en cada esquina.
- Conoce otros detalles del EP: ‘Somos o no Somos’, el primer EP en estudio de Gato Loko
‘Diversión y Miedo’ es el primer momento de la vida de aquel gato ―reflejo simbólico de un individuo inquieto―, que empieza a descubrir sus primeras emociones. Su recorrido se ve impulsado por el sonido de una guitarras sucias ―característica propia del Stoner Rock―, que acompañan una letra que, de manera simple y directa, retrata el vaivén interno que puede llevar a un ser humano del éxtasis a la depresión en un solo instante, para concluir al final que de ese juego letal no se puede escapar.
El segundo momento de la dualidad que propone Gato Loko, se vive en tiempo ‘Presente’, a través de una canción suave que, sin alejarse del Rock, proyecta un sonido más limpio. El pequeño felino ha descubierto que el amor es un instante de inspiración, que el ayer fueron gotas y el mañana poco importa. Al fin y al cabo, lo único cierto es que, al día siguiente, quizás ya no esté.
El tercer retrato es una representación del desgaste que somete la existencia a un individuo ―ese gato cansado― que ha caído en el hastío de la rutina, en la melancolía de la soledad; pero que, de alguna manera, sabe que debe mantenerse en pie. Es el instante más reflexivo de ‘Somos o no Somos’, el momento perfecto para sentarse frente a frente con la muerte, tomarse un café con ella y sostener una conversación incómoda y ―al mismo tiempo― necesaria para continuar.
‘Café’ es eso, un diálogo introspectivo, una charla molesta que ―en últimas― acepta a los demonios internos como compañeros permanentes de viaje; que la ciudad ―el retrato de la vida― no es un jardín, es una selva en la que rendirse no es opción.
Queda poco tiempo para ese gato viejo, él lo sabe ―o así quiere aparentarlo―, pero está curtido por el viaje. El trayecto ―corto o largo― le ha endurecido y se las ha arreglado para no caer. Solo le queda ser sincero y enfrentar a la vida sin el miedo que ella misma le enseñó a vencer.
Así es ‘Mátame’, cuarto retrato de ‘Somos o no Somos’: un grito de coraje, la pelea de un individuo que ya tuvo su tiempo para divertirse y sentir miedo; enamorarse y olvidar; morir en depresión y levantarse. Ahora sabe que es su momento para decirle a la vida: «Mátame, sácame la sangre de las venas».
Es la canción más fuerte del recorrido, también la más extensa. Personalmente, no creo que sea casualidad, es una composición que vale la pena contemplar a través de cada uno de sus elementos: desde ese sonido que recrea una atmósfera densa; desde la voz limpia de Enrique Luis ―quien también interpreta ‘Presente’ y debuta como cantante de Gato Loko― y desde una letra que juega con la metáfora y la crudeza de la literalidad.
- Escúchalo completo aquí: https://ditto.fm/somos-o-no-somos
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