Reseña Ad
(Bogotá D.C., Colombia)
Por, Olugna
Antecedido por su propia sombra, un pequeño hombre, en medio de un espacio intangible, se dirige hacia el destello de luz que corta con la atmósfera índigo que le rodea. De alguna manera, aquel lugar se muestra como un escenario conocido; sin embargo, sus formas escapan a la interpretación convencional de los sentidos. Es una pintura inquietante, la complejidad de la existencia y la fragilidad del individuo atrapadas en una carátula; el inicio de un viaje inmersivo que busca trascender ―quizás― hacia otra dimensión.
La carátula ―ese primer elemento que forma parte del concepto que desarrolla Narwhal en su trabajo debut― es, apenas, el punto de partida de una travesía que explora aquellos rincones de la consciencia; un itinerario que, bajo el nombre de ‘Trascendentia’, explora las inquietudes que deja a su paso el tránsito por la vida. Su objetivo se extiende más allá de la búsqueda de respuestas, procura despejar ese camino que parece esquivo, pero que resulta necesario para descifrar el conflicto que significa existir.
Decido abordar este viaje en primera persona, encarnar por 42 minutos y ocho composiciones, ese pequeño hombre que es dibujado en la portada. Al fin y cabo, su retrato podría ser el de cualquiera de nosotros: individuos diminutos, atrapados en un escenario confuso al que llamamos vida, tratando de encontrar el sentido ―ese destello de luz― de aquello que ha sido definido como existencia.
―Cada canción, a pesar de ser muy distinta, tiene un hilo conector apreciado en distintos detalles de letra y musicalidad―, afirma Narwhal.
La música ―el segundo elemento que forma parte de ‘Trascendentia’―, en esta ocasión, creada bajo las posibilidades y complejidades del metal progresivo, proporciona las atmósferas que rodean el viaje conceptual propuesto por Narwhal en su álbum debut; la letra ―ese tercer elemento―, por su parte, la percibo como el equipaje que todos acumulamos a lo largo del camino; la valija en la que llevamos los trozos del pasado y las inquietudes del futuro.
―Las letras las inspiraron diversas situaciones de integrantes de la banda. Pérdidas, desamores, cuestionamientos existenciales y filosóficos. ―Explica la agrupación.
Escarbo en la primera valija, ‘Feel’, encuentro el miedo, la incertidumbre, la desconfianza: «I feel confused, scared. We are losing. It feels a great emptiness». Envuelto en la atmósfera de un sonido denso, escucho una voz gutural que se desplaza con firmeza a través de cada línea de una lírica metafórica. Minuto y medio más tarde, percibo con claridad el desahogo del pesimismo ―el retrato más honesto de la realidad― expresado en frases cortas en las que se encierra la fragilidad del ser humano: «On My feet the spilled blood, the sound of the wind despairs me. Your pain and your cry don’t stop!!».
Me dirijo a ‘Life’, la canción más larga de ‘Trascendentia’ con casi siete minutos de duración. Es una composición densa que involucra segmentos melódicos extensos que conservan la esencia de Narwhal: experimentar con diversas sonoras, adaptándolas a un sonido progresivo que recoge influencias del rock y del metal.
La lírica de ‘Life’ reflexiona sobre la evolución de la humanidad, cuestiona la relación del poder en la historia y reevalúa la relación del individuo con su entorno: «Natural connection is lost. Desire of power has become the virus. We are the virus». El eco de la batería retumba en mi cabeza; la voz gutural que se desgarra, permanece en mi memoria.
Escrita en inglés, la canción, es atravesada por un segmento en español que es recitado como por un narrador omnisciente que relata la decadencia en la que nos hemos convertido: «… no hay ningún indicio de ayuda que pueda llegar desde el exterior para salvarnos de nosotros mismos».
Abro la tercera maleta, me encuentro a mí mismo observando el miedo desde el abismo. ‘Abbys’, es una canción fuerte, de melodía estridente, densa y progresiva que atraviesa diferentes identidades del metal; una composición en la que el simbolismo de su lírica, abre las puertas de la interpretación subjetiva: «Here I am observing the abyss, where the white rabbit descent».
De manera instintiva, abro la cuarta valija de mi viaje a través de ‘Trascendentia’, el final del retrato inmersivo que ha dibujado Narwhal; el último bocado de existencia que ha sido interpretado en el primer disco que la agrupación formada en Bogotá da a conocer. Me encuentro con una balada escrita en español en la que veo identificados mis errores y mis decadencias; una canción permeada por el amor desde sus orillas más oscuras: ‘Ritus’.
«Soy cada ruido de tus noches, desde el rincón cuento las lágrimas»
‘RITUS’
Es una canción que rompe con la tendencia del disco, el giro dramático que convierte una sencilla narración en un huella que trasciende. Es melancólica, es sensible. No sé qué se esconde detrás de esa luz que veo frente a mí; pero me siento más ligero de equipaje. Quizás ‘Ritus’ sea el final; quizás, solo sea la transición hacia otro comienzo.
Estoy de nuevo afuera de la carátula. El viaje inmersivo que me propuso Narwhal ha llegado a su destino y cumplió con un objetivo: sacudir fibras internas a través del metal progresivo.
―El álbum nació como experimento y terminó siendo el punto de partida de lo que ahora sabemos, somos como agrupación y a lo que queremos encaminarnos―, finaliza.
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