«Tanta cosa en la calle, en la web, en la red; tanta cosa que me enredé con tanto, nené»
‘BOM BOM’ (NUMASBALA)
(Bogotá D.C., Colombia)
Por, Olugna
Un hombre, de gabán y boina, abre las puertas de una bodega de paredes blancas. En su interior, sobre el suelo, un computador rodeado de claves, transmite una sensación de soledad. Es una imagen desafiante que, al analizarla en detalle, plantea diversas inquietudes: ¿Quién la puso allí?, ¿cuál es su función?, ¿cuánto tiempo lleva ahí?
A continuación, casi que de inmediato, la pieza audiovisual, salta a otro escenario. La primera bailarina aparece en escena con los brazos abiertos. De ella, solo se percibe su silueta; la reja que se observa a su espalda, permite entender que está en un calle solitaria en medio de la noche. Al igual que el computador del primer cuadro, la presencia de la mujer, también, origina diferentes interrogantes: ¿Cómo llegó ahí?, ¿qué hace ahí?, ¿qué desea?
El tercer cuadro no tarda en aparecer. Una mujer danza con un aro que se desplaza a través de sus brazos. Es un escenario oscuro atravesado por una luz roja. Es difícil establecer si es un espacio encerrado o abierto. Quizás, no sea determinante saberlo. No obstante, las preguntas, a medida que el video sigue avanzado, no dejan de aparecer: ¿Quién es ella?, ¿conoce a la primera bailarina?, ¿las dos mujeres tienen alguna relación con el hombre de la primera escena?
Han pasado solo seis segundos. La ráfaga de imágenes desarrolladas en el video que acompaña la canción más reciente de Numasbala, ‘Bom Bom’, logra llamar la atención, abre la curiosidad de saber más y despierta el deseo de conocer las respuestas a las inquietudes que la pieza audiovisual ha logrado despertar en una minúscula fracción de tiempo.
Es una narrativa teatral, dancística y simbólica, que entrelaza cuatro lenguajes: música y lírica, imagen y corporeidad; es, también una coreografía que trabaja en función del ritmo propuesto por Numasbala en ‘Bom Bom’ y del mensaje escondido que busca entregar en su primer sencillo de 2024.
―Espero generar más conciencia, acerca de lo que el internet está haciéndonos. ―Explica Numasbala y continúa―. De lo poderoso y seductivo que es el internet y las redes sociales.
Es una pieza musical etérea difícil de encasillar en una expresión definida. Tampoco vale la pena hacerlo. Precisamente, su sonido ―fiel a la identidad del proyecto formado Fabio Montenegro en 2006―, transita con libertad por diversas posibilidades musicales que recrean, al mismo tiempo, atmósferas dispares que viajan de las sonoridades tradicionales del Caribe a las fusiones rebeldes de la ciudad. En ‘Bom Bom’, el reggae y el afrobeat danzan con el hip hop y el dancehall; mientras que percusiones, vientos, cuerdas y beats electrónicos, construyen un escenario seductor que invita, necesariamente, al baile.
La letra de ‘Bom Bom’ es sencilla. A través de frases espontáneas, cada una de sus líneas, establece un diálogo directo que ―al igual que la música― no se apega a estructuras definidas para expresarse. No obstante, entre palabras escritas en español e inglés, da respuesta a las inquietudes del inicio: Internet sumergió en la superficialidad a la sociedad actual.
Antecedida por ‘Baila’, ‘Rebota’, ‘¿A dónde irá?’, ‘Telepatía’, ‘Llena de soluciones’ y ‘Sweet Sip’, ‘Bom Bom’, es otra estación más del viaje sideral que plantea Numasbala en ‘La Radio Intergaláctica’, placa discográfica que será dado a conocer paulatinamente a lo largo del año.
Al final del video, el hombre de gabán y boina, cumplió su aparente propósito: desconectar la computadora. No se establece su relación con las bailarinas; sin embargo, algo está claro, más allá de la tecnología, es extiende un mundo real que necesita de cada individuo.
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