(Pasto, Nariño, Colombia)
Por, Andrés Angulo Linares
Quizás aquello que la religión ha definido –y la sociedad aceptado– como pecado, no sea más que una extensión de la identidad de un individuo, una demostración de la fragilidad a la que se encuentra expuesta un ser humano durante el transcurso de su existencia. Quizás, esos «vicios a los que la naturaleza humana está principalmente inclinada», como lo definió el filósofo y fraile Tomás de Aquino, sean solo la manera en la que la iglesia ha encontrado una forma de restringir la libertad que tiene una persona de llevar las riendas de su propia vida.
El pecado, a lo largo de la historia de la humanidad, ha sido concebido y conceptualizado de diversas maneras. La religión, no solo ha reducido los males de la humanidad a siete vicios que derivan en comportamientos que la destruyen, sino que a cada uno de ellos ha dado forma de demonio. Quizás, es más sencillo atribuir el mal que aqueja la humanidad a entidades superiores, que aceptar que el mismo, en últimas, forma parte de la esencia humana.
—Los pecados capitales, de alguna manera, son una distracción. Surgieron para generar miedo. Y el miedo es, como leí alguna vez, la antítesis de la libertad. —Afirma Fernando Khristos, voz líder de Altars of Rebellion.
Arbitraria y ajena a las circunstancias propias del tiempo, la doctrina cristiana sentenció que Lucifer, –encarnación de la soberbia– fuera el demonio más poderoso, al tiempo que Belfegor, –amo de la pereza–, el más débil de los siete pecados capitales.
—La Iglesia Católica al imponer el miedo decía que existía un cielo, un infierno. Estamos “libres”, pero vivimos encadenados a este tipo de cosas que tienen que llevarnos a ser una “persona de bien”. —Señala Fernando.
Altars of Rebellion, agrupación de symphonic black death metal conformada en la ciudad Pasto en 1999, en su cuarto trabajo de estudio, Capital Phase of Karma, retrata en cada canción uno de los siete pecados capitales precedidos por una obertura instrumental:
Of Sins, obertura; The Loss of the Sense, ira; Flesh Made Greed, avaricia; Intuitive, arrogancia; Low Spheres, lujuria; The Source Particle, envidia; Thirst For You Throne y Sloth, gula y The Mothers of All Vices, pereza; son los ocho temas que fueron incluidos en Capital Phase of Karma.
—Los pecados son indispensables, inherentes al ser humano. No hay nadie que no haya sentido gula, lujuria, envidia. Es importante pasar por este tipo de cosas para luego crear una conciencia más avanzada. —Explica y agrega—. Es lo que queremos enmarcar: qué significan los pecados capitales adentro de lo que es el metal.
La vida que la religión ha reducido en siete pecados, se convirtió en el insumo de Capital Phase of Karma, trabajo conceptual influenciado por sonidos densos y progresivos que transportan a una atmosfera de rebelión y liberación.
—Es un trabajo conceptual. No desde la narrativa, sino del mismo hecho de sentir. Hicimos una obertura instrumental que es bastante larga. No quisimos solamente chelos, cuerdas e instrumentación clásica, también incorporamos a toda la banda. Así se concibió el preámbulo para llegar luego a la ira. —Agrega.
Ira, arrogancia, envidia: tres demonios que conviven en el interior
La ira se ha apoderado del mundo. Comparte escenario con el odio, su poder ha sido tan grande que es posible verla paseándose a su antojo entre calles, escuelas o familias.
«Deadly in overthrow the enemy, and thereby save all civilization of the abyss that yawned before Her, if our enemies impose their will».
«Mortal para derrocar al enemigo, y así salvar a toda la civilización del abismo que bosteza ante ella, si nuestros enemigos imponen su voluntad».
Compuesta por Fernando Khristos, The Loss of the Sense, es una canción furiosa de letra extensa y compleja, que se acopla al sonido que la agrupación ha dispuesto para la misma. El mensaje, aunque pueda percibirse desde el pesimismo, es una proyección de la realidad que respira la sociedad.
La arrogancia sabe esconderse detrás de la inseguridad, su efecto es devastador en el otro. Quien la ejerce, asume una condición de superioridad que deja al descubierto su propia decadencia. También, de sonido denso en el que el death metal se fusiona con algunas sinfonías oscuras; de voz gutural y agresiva; de riffs elaborados y letra cruda, Intuitive, es una fuerte declaración en la que desobediencia es un grito emancipador de la consciencia.
«For this reason, we are fallen gods, for our disobedience to our consciousness. But, here I Am, I still want build more houses in the sand».
«Por esta razón, somos dioses caídos, por la desobediencia a nuestra conciencia. Pero, aquí sigo, todavía intento construir casas en la arena».
The Source Particle, retrata ese vicio que carcome a una gran parte de la sociedad que se refleja en el sentimiento que produce en un individuo la felicidad del otro.
«Produce more than a shadow. It’s almost a kind of positive behaviorism (…) because you’re doing if for yourself, It comes from the inside».
«Produzca algo más que una sombra. Es casi una especie de conductismo positivo (…) porque lo haces por ti mismo, viene del interior».
Las composiciones de Capital Phase of Karma, son atravesadas por la crudeza de sus letras, mismas que involucran diversos recursos literarios, lo que permite concebirlas como piezas artísticas con la capacidad de trascender.
Altars of Rebellion, un concepto musical que busca que el ser humano se haga responsable de su existencia, al tiempo que se libera de las cadenas que lo oprimen.