Un programa para conocer cómo se mueven los movimientos sociales. Las voces de la gente que se mueve por la paz
En esta oportunidad conversamos con excombatientes que estuvieron o se encuentran en proceso de reincorporación (colectiva, para el caso de las FARC) a la vida civil y política nacional. Se propone establecer un balance sobre los aprendizajes, los aciertos y dificultades del proceso, y del impacto que éste tiene en personas, comunidades y territorios.
Un programa para conocer cómo se mueven los movimientos sociales. Las voces de la gente que se mueve por la paz
Bienvenidos a Como la cigarra… en esta oportunidad estaremos conversando sobre los 200 años del natalicio de Carlos Marx, la vigencia de su pensamiento y su relación con las luchas obreras del siglo XX, expresadas en eventos como la conmemoración del día internacional de los y las trabajadoras…
Lo más perverso del texto es la manera como usa la historia real de Gustavo Petro como lienzo sobre el que construye de manera magistral su propio personaje
Por, Hugo Villegas
La lectura de su texto titulado «Petro» me despertó mil sentimientos encontrados. Hace tiempo que no leía algo tan brillantemente escrito que fuera a la vez tan profundamente perverso.
La última vez que leí algo tan sobrecogedor con un estilo tan impecable, capaz de capitalizar todos los temores con una narrativa tan cautivadora, fue cuando leí la primera parte de Mein Kampf, de Adolfo Hitler, en la sección titulada «Reflexiones sobre mi vida en Viena», en la que se dirige a la dinastía austriaca de los Habsburgos, culpándolos por la decadencia de su imperio. Y luego el discurso, de talante muy parecido, dirigido al Reichstag en 1939, a propósito de la «amenaza judía» y lo que él llamó la «bolchevización de Europa».
Eran estos textos, así como el suyo, regaños desgarrados llenos de indignación y de dolor patrio, que exacerbaban la culpa en el lector desprevenido, llenando su alma de una peligrosa mezcla de odio y pánico, caldo de cultivo perfecto para el establecimiento del Tercer Reich, en las banderas, en la tierra y en los corazones y mentes del pueblo.
Usted tiene mucho talento para el thriller. El día que se decida a escribir una novela seré el primero en comprar un ejemplar porque sé que será excelente de principio a fin, no solo por su vívida imaginación sino por la excelente factura de sus textos.
Lo más perverso del texto es la manera como usa la historia real de Gustavo Petro como lienzo sobre el que construye de manera magistral su propio personaje, un proyecto de Führer criollo, astuto como ninguno, capaz de contaminar las mentes de los débiles y doblegar la voluntad de los poderosos, todo con tal de llevar a cabo su plan, que a juzgar por el pavor, la impotencia y la congoja que se lee entre líneas, debe ser diabólico, por decir poco.
Este alter-ego Hitleriano que surge de su indudablemente poderosa imaginación «le habla al oído» a los necesitados para usar su indignación, su rabia y su frustración como combustible inagotable para su proyecto personal de nación, mientras ellos, los «eternamente ignorados», estos «excluidos que no han tenido voz o han sido silenciados» son solo mencionados por usted como víctimas inocentes de las supuestas y terribles artimañas de un hábil hechicero, mientras al mismo tiempo su misiva se dirige al corrupto, asesino y abusivo establecimiento colombiano con la misma ternura de una hija amorosa que regaña a su padre cuando se ha equivocado.
Compara a quienes vemos las propuestas de Petro como una alternativa real con la gleba que de manera irracional sorprendió al mundo con el Brexit y la puesta de Trump en la casa blanca aduciendo sus mismas razones y su misma euforia, dando por sentado que una eventual victoria del candidato sería una catástrofe de similares proporciones, pero omitiendo hábilmente una mención expresa de esto.
Y me imagino que al lector desconcentrado se le escapa la traicionera nostalgia que salpica todo el texto, esa que deja entrever la imagen tutelar, casi paternal que usted parece tener de las castas políticas que se han auto-otorgado la dirección, sino la propiedad, de este inmensamente rico territorio que llamamos «Colombia».
Todos aquellos cuya pretendida sangre azul corre por sus venas mestizas como los Lleras, los Pastranas, los Gavirias y Samperes, los Turbay, los Betancur, los Barco y los Santos, y con ellos los levantados como Uribe y otros tantos hijos bastardos de reyes imaginarios, se visualizan a sí mismos como los padres afectuosos de una enorme familia, que a veces pueden equivocarse, o ser muy duros con ella, pero que todo lo hacen «por su bien» y dan a cualquiera que ose desafiar su divina autoridad el nada deseable título de «usurpador», opcionalmente sustituido por expresiones más modernas y efectistas como «dictador» o «populista».
Usted, señora De La Torre, llama «arrogante» a quien le habla de tú a tú a los pretendidos jefes de esta inmensa tribu, megalómanos incurables, sociópatas que decretan salarios de hambre para millones de compatriotas con la misma naturalidad con la que niegan las decenas, los cientos de masacres perpetradas para defender su permanencia en sus respectivas parcelas de poder, evidenciando una lamentable reverencia para con esa ralea inmunda de criminales, esos sí usurpadores, genocidas, traficantes de drogas, de influencias y de conciencias.
Y aunque su excelente diatriba merezca de mi parte quitarme el sombrero por su factura, de la misma manera debo, por respeto a mi propia conciencia, escupir sobre esa evidente oda al sistema de clases, a los prejuicios étnicos, a la barbarie hecha establecimiento.
Porque esas dinastías de sicópatas no son de ninguna manera «instituciones», sino meramente impostores. La única institución verdadera aquí es el pueblo, el que ha puesto el sudor, la sangre y las lágrimas para construir con llagas en sus manos y cicatrices en sus espíritus lo poco que hemos logrado edificar como país, no gracias a esos supuestos líderes sin ninguna legitimidad, sino a pesar de ellos.
Así no le guste que se lo digan, señora De La Torre, lo cierto es que usted y yo, y el presidente Santos, y Gustavo Petro, y Rodrigo Londoño, y Claudia López, y el señor de la panadería, y la señora del aseo, y el profesor de la escuelita en el pueblito de nunca jamás, y Álvaro Uribe, y el raterito callejero y la enfermera y el abogado y el conductor del bus SOMOS TODOS IGUALES.
Ninguno de nosotros, pueblo raso y lleno de callos, le debemos ninguna pleitesía a ninguna corbata, vieja o nueva. Sentimos el mismo frío, el mismo amor, el mismo miedo, el mismo dolor y merecemos el mismo respeto.
Hablarle de tú a tú a usted o al mismísimo presidente de la república no hace «arrogante» a ninguno de nosotros, la chusma, los que venimos del barro con la furia de doscientos años de promesas incumplidas comenzando por la original, la de los próceres de la independencia que le gritaban «¡libertad!» a la indiamenta que lideraban como si alguna vez hubieran pensado cumplir este sagrado juramento.
Estafadores originales, traidores del pueblo que les dio la victoria y luego esclavizaron para su propio beneficio.
Ninguna división social. Todo lo contrario: lo que se busca, y se está logrando, es cohesión con claridad y unidad de propósito.
Estoy seguro de que a cualquier político le va a encantar contratarla para que le escriba sus discursos por su facilidad de palabra y su impecable estilo, y hasta se agradecería, a ver si nos dejan en paz con sus pueriles cantitos de las «farrrr», de Venezuela y el ridículo ‘castrochavismo’.
Le digo la verdad, disfruté mucho leyendo su escrito. Ojalá algún día llegue yo a tener esa habilidad con las letras.
Lástima que sea falso.
Por, Hugo Villegas*
*Docente en Escuela de Música y Audio Fernando Sor y Profesor en SAE Institute Bogotá
Vobiscum Lucipher, es una banda colombiana de Metal, procedente de Pupiales, al suroccidente del departamento de Nariño. Jasa Rehm conversó con Ricardo Azzebel, vocalista de la banda, quien, entre otras cosas, habló de la trayectoria del género en esa parte del país y de su nuevo disco Altar de blasfemias.
Earthliens es la nueva placa de la agrupación bogotana de Thrash Metal, Perpetual Warfare, sin duda, la banda más potente y a la vanguardia del movimiento ‘thrasher’ en el país.
Earthliens es un disco esperado en la escena nacional, pues el ascenso de Perpetual Warfare ha sido lo suficientemente impactante para crear expectativa. Como pocas bandas en el país, han sabido manejar sus redes, utilizar los espacios más significativos para realizar sus videos y presentar, tema tras tema, adelantos del álbum, de tal forma que ya estamos asociados a su sonido y quienes estábamos al tanto de la movida, sólo aguardábamos entender el concepto general del mismo.
De este álbum se han liberado 4 temas previos en video: Earthliens, filmado durante su presentación en Rock al Parque 2016; A.C.A.B. (Total Hate), realizado en animación, dirigido y animado por Christian Giusseppe Zaparrata y Mauricio Nieto, que participó además en el Festival de Cortos de Bogotá Bogoshorts 2017; The Megalodon, captado en vivo durante su apertura en el concierto de Slayer en la carpa Corferias y Las Venas Abiertas, con imágenes de homenaje y recuerdo de su gira en Suramérica en 2015, la cual contó con presentaciones en Perú, Ecuador, Chile, Argentina Bolivia y Venezuela. Son realizaciones de gran calidad audiovisual, que dan cuenta del entendimiento sobre el mercadeo actual de la música y la manera profesional con que la banda imprime su sello a cada producto.
Hablando del álbum en sí, se puede decir que es uno de los mejores discos de Thrash nacional facturados hasta el momento, un apartado gráfico destacable, formato físico que vale la pena coleccionar y un libreto despegable con mini poster en el cual se nos otorga el control sobre la nave que realiza este viaje a redescubrir, con ojos de extrañamiento, el planeta.
Comenzando con un intro instrumental, Hallucinations, medio tiempo de riff cadente y sólo ascendente que, sin embargo, deja oír voces con alguna letanía extraterrestre o infernal, nos invita perfectamente a la apertura de un disco veloz y muy Heavy.
Earthliens no es un álbum conceptual, pero gira de cierta forma sobre una preocupación particular: el sentimiento de manipulación social o individual. Temas como la canción que titula el disco, Alienación, Sueño de un Maniquí, Hum-Antz y A.C.A.B, expresan con determinación la sensación de opresión social y dominación que diferentes fuerzas imprimen sobre el individuo; ya sea el poder político, el abuso policía o la propia mente. Sin estar afianzado al pensamiento marxista el disco plantea como somos extraños en nuestro propio mundo, indiferentes al control que se ejerce sobre nosotros y que nos aleja del grito de libertad necesario para mantenernos realmente humanos.
El tema Las Venas Abiertas mantiene el planteamiento general, pero evidencia el impacto en la banda de su recorrido por el hemisferio sur y su acercamiento tanto al publico como a la tierra, no tiene referencias directas al libro homónimo de Eduardo Galeano, pero su espíritu se mantiene en cuanto al mensaje especifico, la religión impuesta y el desangre de la colonización, aunque también es un saludo fraterno a los amigos captados en el camino y una bitácora interesante de sus actividades durante la mencionada gira.
El impacto de las tierras ancestrales sin duda marcó el imaginario creativo del cuarteto y a punto de cerrar el álbum nos regalan otro instrumental, el destacable The Return of Kalasasaya, dedicado al llamado el Templo de las Piedras Paradas en Tiahuanaco Bolivia. Tiene ese aire místico y cautivante de los lugares milenarios, es un tema suave y reiterativo que denota sensibilidad en medio del caos y la furia que caracterizan este trabajo.
El álbum se completa con The Megalodon y Los Hijos de la Evolución, ejercicios de puro Thrash en su onda clásica y guitarrera, con sonidos que transitan entre las influencias americana y alemana, a camino entre unos Whiplash y Kreator por referir algunas de las influencias perceptibles.
El sonido propio de la banda está consolidado y es, precisamente, un factor que permite entender su propuesta, sin desmarcarse de los elementos que ha tomado para crear lo que identifica a la agrupación. Por allá en los ochenta, el Thrash naciente surgía reuniendo elementos de la NWOBHM, la actitud punk y el speed metal, a los cuales recurre con frecuencia Perpetual Warfare, sin caer en el revival o demasiada nostalgia con el pasado, pues practica un Thrash con compromiso en su estilo, suficientemente técnico para dotarlo de personalidad propia y conjugando temas en español e inglés, que le permite ampliar su exposición en el mercado nacional e internacional, un espacio donde el Thrash es uno de los géneros con más acogida en la actualidad y en el cual resulta difícil competir.
Pocas veces la calidad instrumental se puede percibir en un estilo que busca la velocidad sin límites y la despreocupación por la mezcla, pero Perpetual Warfare evidencia sus ganas de continuidad, de trascendencia, de no quedarse en el camino y logra acertar en su estrategia, su mirada al presente sin descuidar la escuela, su sonido y estética, un apartado vocal destacable, además, por su buena interpretación del idioma inglés, (personalmente me gustan más sus temas en dicho idioma) por lo cual, no cabe dudas, Eartlhiens se posicionará como uno de los mejores discos del presente año en todo el continente.
Earthliens corrió con la producción de Gustavo Adolfo Valderrama y Perpetual Warfare, mezclado por Jesse Gander en los estudios Rain City de Vancouver con ingeniería de Christian Giussepe y el señor Matthias Krieger de Pocket estudio en Bogotá.
El turno este año en la edición número 31 de la Feria Internacional del Libro de Bogotá –FILBo es Argentina, país que ha realizado un gran trabajo editorial con más de 750 editoriales y más de 30 mil títulos por año.
Por, Rugidos Disidentes
El turno este año en la edición número 31 de la Feria Internacional del Libro de Bogotá –FILBo es Argentina, país que ha realizado un gran trabajo editorial con más de 750 editoriales y más de 30 mil títulos por año.
Bogotá fue designada en el 2007 como la Capital Mundial del Libro. No es para menos, pues gracias a FILBo, que se celebra desde 1988 la ciudad es epicentro de la literatura a nivel mundial. Un esfuerzo conjunto entre la Cámara Colombiana del Libro y Corferias que edición tras edición se convierte en el evento cultural más esperado del año.
FILBo inició desde el pasado 17 de abril y estará abierta al público hasta el próximo 2 de mayo
El último y cuarto trabajo de la agrupación bogotana liderada por el guitarrista Patricio Stiglich, PSP, es un cañonazo de buen rock, heavy metal, metal progresivo y rock instrumental condensado en un trabajo genial que destila, como siempre, virtuosismo y calidad, y que en esta ocasión va más allá de la tradición de guitarrista shred de Patricio.
El nuevo disco de Patricio Stiglich Project, No Reaction, estrictamente hablando, es un trabajo grueso y compacto; complejo y completo.
Pero ojo, “más allá” no significa que no sea un disco de un guitarrista muy talentoso en la generación de virtuosos nacionales que se arriesgan en este género, por demás minoritario que está en una clara desventaja frente a la popularidad del metal extremo en el país. “Más allá”, en este caso significa que siendo un producto que parte de las características de los grandes álbumes de guitarra rock, rompe así sus esquemas y llega con una variedad muy importante que supera los clichés y defectos de dicho estilo.
La música instrumental en el rock es un nicho aparte que muchos han calificado alejado del propio género, el rock y el metal progresivo son criticados en muchas ocasiones por dosificar los elementos propios del rock para hacer énfasis en la capacidad técnica de los interpretes o dar rienda suelta a sus delirios musicales personalistas que pueden aburrir al escucha. En otras opiniones, la extensión de los temas puede ser sofocante ante el imperio desbordado de notas, cambios de ritmo y hasta de silencios conceptuales.
El desafío de llevar música compleja e inteligente a un público más allá de los propios músicos es complejo, pero también debemos recordar que pese a dichas críticas son álbumes clásicos, increíbles y legendarios como Speed Metal Symphony de Jason Becker y Marty Friedman, Edge of Insanity de Tony Macalpine, Rising Force de Yngwie J. Malmsteen, Passion and Warfare de Steve Vai o tal vez, el más reconocido por la crítica, Surfing With the Alien de Joe Satriani, que lograron llevar a un público extenso, no sólo capacidad sobre humana de estos genios, también el amor por la guitarra y la exploración de todas sus posibilidades eléctricas, la idea de llegar más lejos, más rápido, más preciso, más melódico, más y más allá, o simplemente inspirar lo que es más positivo en un arte: que otros se arriesguen a llegar a las alturas.
En Colombia se ha ido forjando, lentamente y con los clásicos tropiezos nacionales, una escena variada que ha permitido traer estos héroes legendarios al país y que muchos músicos de todas las edades puedan apreciar esta manera de hacer rock, pero también se han ido quedando en la memoria nuestros propios guitar masters; Tom Abella, Nicolás Waldo, José Fernando Cortez, Carlos Reyes, Jorge Luis Vanegas, Carlos Elliot Jr, Jorge Burbano y otros tantos que se me escapan en este momento, pero que han trabajado por llevar la interpretación del instrumento al nivel anglo y europeo, que en algún momento fue la limitante para hacer rock duro como se debe.
El nuevo disco de Patricio Stiglich Project, No Reaction, estrictamente hablando, es un trabajo grueso y compacto; complejo y completo, quiere decir que ofrece un panorama amplio frente a los discos clásicos de guitarristas como señalaba antes, logrando superar los cánones de los mismos.
Enumerando algunas de sus cualidades, podemos encontrar una banda consolidada que viene integrándose desde Bloodline (segundo trabajo), por lo cual, tanto Óscar Riaño (batería) como Mad Kat (bajo) acompañados ahora por Ricardo, el hermano menor de Patricio, (segunda guitarra, pero no menos técnico), suenan realmente como parte de un conjunto y lleva a la agrupación a sonar mejor que otros, donde simplemente se recurre a los samplers, mientras que el solista no cuenta con dicho respaldo.
En beneficio de la composición esta integración aporta además letras y estructura de canción a los temas del disco, por lo cual algunos son realmente pegajosos y alientan a escucharlos una y otra vez. Otro Día Más, esa oda a la procrastinación escrita por Katerin Arevalo (A.K.A. Mad Kat), que es un excelente ejemplo de lo anterior. Describe perfectamente el sonido de la banda, y transmite su propio mensaje con efectividad. Suena frenética y enérgica con un caos controlado. No te invita a la pereza, más bien, hace presente el remolino mental que te agobia cuando recuerdas todas tus obligaciones y te quedas perdido en los pensamientos. Es puro rock del bueno y duro.
Por otra parte, es muy variado, tiene canciones instrumentales (Allowed in Metal, You Shall no Pass), en inglés como debe ser un disco que rompa fronteras en el mercado actual (A Better Life, No Reaction, Here Comes The Day) y otros buenos disparos en español, que son más fáciles de recordar y entonar (Somos Más, Hasta Desfallecer y la antes mencionada, Otro Día Más), los cuales realmente serian éxitos radiales si aquí el rock tuviera apoyo en las emisoras ‘mainstream’.
Se suma además colaboraciones de lujo. Primero, Somos Más junto con William Tappan, es el sencillo inicial, donde encontramos el sabor de un hard rock que prioriza el riff antes que los punteos, sin abandonar un buena dosis de los mismos por parte del dueto, que logra integrarse perfectamente, logrando una canción que va creciendo con la escucha y se te pega de inmediato con ese estribillo directo para ser coreado en vivo “¡Somos más los que no queremos dejarnos llevar, hacia un mundo de vidas vacías!”.
Luego y para cerrar, la que es mi favorita del álbum, Here Comes The Day junto a la voz de Fabián Rivas (Black Memory), es un ‘temazo´ en toda la extensión de la palabra, que logra presentar lo mejor del álbum de forma condensada, metal progresivo y metal pesado en esta oportunidad, un trabajo brutal de Fabián en la voces, que canta limpio y gutural con igual solvencia, solos tremendos por parte de los guitarristas, en donde además se introduce la colaboración de Shine Deges (EnePei), un acompañamiento potente en la sección rítmica que se luce en pequeños momentos de los apenas 4:23 minutos que dura el viaje, ¡y qué viaje!
Pudimos escuchar música programada por el reconocido locutor de rock, Andrés Durán.
No podría dejar de citar a lo que tal vez es menos evidente entre quienes siguen a un guitarrista virtuoso, baste decir que Patricio además sabe cantar, el plus definitivo evidente, sobretodo, en A Better Life. Lo hace bien sin recurrir a efectos o voces impostadas, su voz natural es adecuada y efectiva. Así, este disco lo voy apuntando sin miedo y desde ya como uno de los mejores del año.
El álbum fue realizado en los estudios Poket Audio, mezclado y masterizado por Matias Krieger, y fue presentado en el bar Boogaloop el pasado jueves ocho de marzo, con una introducción de la nueva agrupación experimental y prog M.I.J.O., donde además de los músicos que colaboraron en el álbum, pudimos escuchar música programada por el reconocido locutor de rock, Andrés Durán.
Unos días antes reunidos en una pequeña rueda de prensa en nuestra segunda casa, The Grange Bar, Patricio se refirió de manera sencilla frente al álbum, como la música que le gusta hacer y la que le nace, sin más expectativas que traducir su mente a sus creaciones musicales. Cero condescendencias con el público o el mercado, y doy gracias por ello, otra demostración de que aquí se puede y se seguirá haciendo rock del bueno, sin folclorismos localistas, porque éste es un lenguaje universal.
“… Es la hora de intentar esta carta personal, este asunto tan sospechoso. La verdad no sé por dónde empezar, no sé cómo decirte dónde está el paisaje. No hay tiempo para inventar, hay secretos, hay desvelos…”
Llevaba alrededor de media hora de presentación, cuando sonaron los primeros acordes de El Puñal, primer corte del álbum Polvo eres de La Derecha, el público presente, que disfrutaba de una jornada repleta de música, respondió de inmediato y unísono acompañó en las voces la canción de la banda liderada por Mario Duarte.
Versión rock de Simulación, interpretada
por Mario Duarte con clave en mano
Era la primera agrupación de la noche y una de las más esperadas. Definitivamente, 15 años en la vida son un acontecimiento que no pueden pasar desapercibidos, La Hamburguesería, celebraba ese 24 de febrero 15 años de existencia y ofreció un espectáculo que no tenía nada que envidiarle a los mejores festivales de rock celebrados en Colombia.
“Los rockeros no gustan del vallenato”, pregonan muchos, sin embargo esa tarde La Derecha, con su estilo propio, interpretaba lo que sería la versión rock de Simulación, conocida canción del cantautor Diomedes Díaz, con el acompañamiento de los asistentes que respondieron de manera entusiasta y cantaron a todo dar, al tiempo que tomaban fotografías y grababan la presentación de la banda.
26 años de historia se sienten en tarima y La Derecha demostró por qué es una de las agrupaciones más representativas del rock nacional.
La jornada
El rock siempre será un buen plan, más aún cuando incluye la presentación de 19 agrupaciones, comida y cerveza. Si bien es cierto no todo era rock, pues también formaron parte del cartel Los Rolling Ruanas, Pernett, La 33, Systema Solar y Burning Caravan, sí era el género protagonista del festival.
Dos escenarios, uno junto al otro, daban a entender que sería una jornada intensa, pues no había recesos.
El Club Bellavista de Colsubsidio fue el lugar elegido para la presentación, que aunque lejano a la ciudad, brindó un escenario cómodo, con un césped muy bien cuidado, gradas cómodas, una amplia zona de baños y carpas de comidas y bebidas. Dos escenarios, uno junto al otro, daban a entender que sería una jornada intensa, pues no había recesos, mientras una banda realizaba su espectáculo, en la tarima contigua la otra se preparaba y así el público sin necesidad de desplazarse podía observar las presentaciones, sin perder sus lugares.
LosRolling Ruanas, conformada en el 2014, llama la atención, tiene personalidad y realiza un show que tiene una buena acogida. Su sonido toma raíces de ritmos campesinos, para combinarlas con el rock. Su presencia en Rock al Parque causó bastante polémica, sin embargo es una agrupación que seguirá siendo invitada a festivales del género. En su joven trayectoria ha grabado un EP, (Origen) y en su primer álbum, La balada del carranguero, lanzado el año anterior, cuenta con la participación de otros artistas, como Edson Velandia y la Tigra y de Catalina García de Monsieur Periné.
Era la tercera agrupación de la jornada y abrirían paso a la clásica Hora Local en la actualidad integrada por Juan Pablo García, Ricardo Jaramillo, Fernando Muñoz, Pedro Roda, Gonzalo de Sagarmínaga, Nicolás Uribe y Eduardo Arias, quien en teclados, también hizo algunos acompañamientos en las voces.
Hora Local fue la primera banda de vieja guardia que se presentaría esa tarde
Fue la primera banda de vieja guardia que se presentaría esa tarde. Conformada en 1986, Hora Local ha tenido intermitencias durante su trayectoria musical, sin embargo no pierde el estilo de sus primeros años.
Sigue siendo Bogotá es una de las canciones más representativas del rock capitalino, un estilo fresco, voces claras, es una oda a la ciudad, una canción que despertó nostalgia entre el público. Así fue la presentación de Hora Local, una banda clásica, en medio de los sonidos más jóvenes.
Llegaría el momento del ska, toda la energía que este género transmite contagió a los asistentes que de principio a fin de la presentación de Los Elefantes, no pararon de saltar, bailar y cantar a ritmo de canciones como Mira qué buena estás, Se va la vida, Opium Street y, por supuesto, Boca e’ Caimán.
Los Elefantes, conformada en 1998, es uno de los íconos más representativos del ska en Bogotá y su sonido hace mucho cruzó fronteras.
La tarde comenzaba a calentarse, los amagos de lluvia desaparecieron y Los Elefantes dejaron el nivel de la energía bastante alto.
1.280 Almas subió a la tarima, al frente de ellos, más de 2.000 cuerpos dispuestos a seguir descargando energía a través de la música, los esperaba. No decepcionó, todo lo contrario, si con la banda anterior el público no paró de bailar, con las almas, no pararía de ‘poguear’.
La fuerza que la agrupación conformada en 1989, no mengua con los años, el afecto que los bogotanos sentimos por ella se siente en cada concierto. Estrenó su nuevo álbum el pasado diciembre y durante su presentación interpretó varios de sus cortes, los cuales fueron intercalados por los clásicos Surfeando en Sangre, Marinero, entre otros.
Casi treinta años y la banda permanece fiel a ese estilo que la posicionó entre la cultura rock de la ciudad. Fernando del Castillo descarga toda la energía en la tarima como le es posible y no deja que los ánimos se calmen.
1.280 Almas antecedía a Doctor Krápula, Subcomadante Mario hizo su aparición en tarima, acompañado de David Jaramillo en el bajo que se presentó el pasado 11 de marzo, en las elecciones al Senado de la República.
Krápula sería la cuarta banda clásica de la tarde y como ya es una sana costumbre, en sus presentaciones el escenario estalló en energía.
Para esa hora el evento ya había valido la pena y aún faltaba una larga jornada. Krápula sería la cuarta banda clásica de la tarde y como ya es una sana costumbre, en sus presentaciones el escenario estalló en energía. Mario es un tipo que causa simpatía entre el público, interactúa muy bien con éste y bajó del escenario a interpretar las canciones de la agrupación con su gente. ‘Pogos’, gritos, saltos y mucha energía estuvieron presentes durante el concierto de la banda bogotana conformada en 1998.
Un recorrido musical que por los clásicos que a lo largo de su historia la banda ha lanzado, hizo vibrar el parque del Club Bellavista.
El turno llegó para Humberto Pernett, uno de los pioneros de la música fusión en nuestro país, hacia el 2003, año en el que fundó Pernett, proyecto con el cual combinó ritmos tradicionales colombianos con sonidos actuales, lo que él define como folclor progresivo. Su presentación permitió un espacio de tranquilidad en el público, luego del desfogue de energía de las bandas anteriores.
¿Que los rolos no sabemos de salsa?
Se acercaba la noche y la jornada que desde muy temprano ya era un éxito, había puesto vibrar a los asistentes, gente por aquí, por allá, en las casetas de comida, de bebida, o sentadas en el prado disfrutaban de un evento, cuya protagonista fue la música en una diversidad de sonidos, digna de grandes festivales.
Era el turno de la salsa, 11 integrantes liderados por Sergio Mejía. La-33 iniciaba su presentación con la canción homónima a la banda.
Era el turno de la salsa, 11 integrantes liderados por Sergio Mejía. La 33 iniciaba su presentación con la canción homónima a la banda. Tímidos en un principio, los espectadores presentes, poco a poco, dejaron que la salsa los contagiara y pusiera a mover sus pies al ritmo que imponía la orquesta.
No obstante las dificultades de sonido, que fueron solucionadas, La 33 demostró porque es una de las agrupaciones más destacadas de su género en Colombia. Sus temas clásicos como Pantera Mambo y Te lo voy a devolver se integraron a la perfección con la jornada músical.
Ya fuesen que bailaran o no, los asistentes se gozaron el espectáculo de La 33, comandada en las voces por David Cantillo ‘Malpelo’ y Guillermo Celis.
La distribución del escenario permitía degustar una hamburguesa, un perro caliente, un sándwich u otra comida, sin dejar de disfrutar de la música.
La distribución del escenario permitía degustar una hamburguesa, un perro caliente, un sándwich u otra comida, sin dejar de disfrutar de la música.
En el caso de nosotros, una hamburguesa y una cerveza (sí, nuestro trabajo nos permite una cantidad mínima de alcohol en los cubrimientos que realizamos), serían los acompañantes perfectos para disfrutar de la música de Los Makenzy y de Fatso, agrupaciones que rock y rock/blues respectivamente, continuarían con la descarga de emociones en la celebración de los 15 años de La Hamburguesería.
A Mario Duarte, en parte, le debemos que Bogotá cuente con uno de los festivales de rock más importantes del mundo: Rock al Parque.
¿Cómo no sentir admiración por La Derecha, si su música fue parte de la banda sonora de la adolescencia de muchos de nosotros? Ay qué dolor, Si te busco, Simulación —que fue interpretada por Mario Duarte con guacharaca en mano—, El Puñal, entre otros pusieron a cantar al público desde la primera canción hasta la última.
The Hall Efect, con más de 10 de experiencia, es una de las bandas de la nueva generación con más solidez y personalidad, ha conquistado a un público y en su presentación, hizo un recorrido por sus cuatro álbumes y su más reciente EP Become.
Carlos Reyes, Odio a Botero y Superlitio también hicieron lo propio, mantuvieron la energía de los asistentes que, pese a las muestras de cansancio evidentes, habían estado activos, algunos desde muy temprano, y no dejaron de respaldar a las agrupaciones que se hicieron presentes en la extensa jornada musical.
Los Petitfellas sería la última banda rock de la noche y la encargada de abrirle al sonido pacífico, electrónico y alternativo de Systema Solar, que le dio de nuevo al público una excusa para rumbear y prepararlo para el cierre a cargo de Burning Caravan, agrupación colombiana liderada por el chileno Francisco Marti y formada en el 2012.
Estábamos lejos de casa y mientras en la tarima Burning Caravan interpretaba La Historia de los hombres, nos despedíamos de la mejor fiesta de 15 a la que nos han invitado.
Un leve escalofrío recorrió su espalda y su corazón se estremeció, pero la curiosidad le hizo volverse. Para su sorpresa la luz ya no era tan brillante, pero ahora se veía mucho más cerca.
La hamaca se movía suavemente con el viento, el sonido del mar llenaba sus oídos, la suave brisa llegaba hasta su cara y el sol era apenas un tenue brillo en el horizonte. Aletargado, no sentía más que su lenta respiración. Una voz suave y delicada, casi imperceptible llegó a sus oídos.
—Jacinto— sintió como la voz lo llamaba, esta vez con más fuerza.
Asustado se lanzó de la hamaca sin pensarlo, aún un poco atontado por el sueño. Allí no había más que unas cuantas palmeras y las olas del mar que llegaban suavemente hasta la playa. Sacudió la cabeza, convencido de que no había sido más que el sonido del viento y se disponía a volver a dormir. De repente cerca de la orilla, una luz brillante llamó su atención.
—Jacinto, hay algo que te gustaría ver—Volvió a escuchar en un suave hilo de voz. Aterrado, tomó su sombrero de paja y caminó despacio hacia la luz, que cada vez brillaba con más fuerza. A medio camino decidió volver; quizá era sólo producto del reflejo del sol que se escondía poco a poco dando paso a la noche. Giró con intención de marcharse a casa, pero la voz silbó de nuevo en su oído.
—Jacinto— esta vez fue clara y contundente.
—No tengas miedo, acércate—
Un leve escalofrío recorrió su espalda y su corazón se estremeció, pero la curiosidad le hizo volverse. Para su sorpresa la luz ya no era tan brillante, pero ahora se veía mucho más cerca. Caminó hacia ella expectante y temeroso y cuando sus ojos descubrieron de qué se trataba, dio un paso atrás y cayó al suelo chapoteando el agua que llegaba hasta la playa.
Se levantó deprisa queriendo comprobar que no estaba soñando y volvió a mirar su descubrimiento. «No puede ser posible» dijo para sí y se frotó los ojos sin poder creerlo.
— ¿Por qué te sorprendes? ¿Acaso no has pensado siempre que nuestra existencia es real?— preguntó una hermosa sirena que lo miraba fijamente, mientras agitaba su enorme cola plateada y dejaba ver su rostro angelical.
Jacinto sintió que se tragaba la lengua, quería salir corriendo, pero no pudo siquiera ponerse de pie. Ella no dejaba de mirarlo, tenía una sonrisa dulce y misteriosa y su voz era tan cautivante como el danzar de las olas en alta mar.
—Ven conmigo— dijo la sirena, ofreciendo su mano a Jacinto.
Miles de recuerdos llegaron a su mente en aquel momento, mientras seguía petrificado sin poder mover un sólo dedo; los libros que llenaban sus repisas, todas las veces que sus amigos lo habían tildado de loco, las leyendas que desde niño solía escuchar…
— ¿Vienes?— escuchó de nuevo a la sirena.
Al fin, llevado por su curiosidad se armó de valor y preguntó:
— ¿Eres real? ¿Cuál es tu nombre?—
—Mi nombre no importa —respondió ella— puedes llamarme como quieras—. Lo que importa es lo que tengo para ti.
Jacinto sacudió de nuevo su cabeza, miró a todas partes, estaba completamente solo.
—Quiero ir contigo— dijo con voz temblorosa.
En ese instante el mar que segundos antes había estado en calma, rugió embravecido, mientras las olas se levantaban en enormes y oscuras paredes. Tomó la mano de la sirena y se dejó llevar, disfrutando la sensación de incertidumbre y aventura que lo embargaba.
Después de lo que sintió como horas de flotar a la deriva, se encontró en un lugar enigmático y hermoso, había grandes rocas de las cuales caían chorros de agua clara y cientos de sirenas danzaban una melodía que ningún instrumento conocido podría tocar. Había agua por todos lados, pero él seguía respirando. El miedo que había sentido antes ya no estaba, lo único que sentía era una felicidad embriagadora.
— ¿Dónde estamos? ¿Qué hacemos aquí?— preguntó a su compañera de viaje.
—Haces muchas preguntas — respondió ella.
—Estas aquí para hacer realidad tus fantasías, para recordar todo aquello que has olvidado, para que tus sueños vayan más allá de una hamaca, para recorrer tu vida y descubrirte—
La sirena levantó su mano y señaló hacia el frente, allí había una pequeña casita de paja, que Jacinto reconoció enseguida. Entendiendo lo que quería decirle, avanzó hacia allí y al mirar atrás ella ya no estaba, ni el mar, ni las otras sirenas, sólo había una pequeña playa oscura y la choza en la que había vivido toda su niñez. Dudó si entrar, pero allí no había otra salida, así que lo hizo. Lo primero que vio fue a su madre, quien había muerto hace un par de años, de inmediato las lágrimas rodaron por sus mejillas, corrió hacia ella e intentó abrazarla, pero sus manos traspasaron su cuerpo, haciéndolo comprender que aquello no era más que un espejismo. La contempló por un largo rato, deseando que fuera real, hasta que se vio a sí mismo sentado en un rincón de la cocina, perdido entre su libro favorito, uno que precisamente le había regalado su madre. Recordó lo que pensaba en ese momento «algún día seré un gran escritor». La imagen se volvió borrosa, sintió una sacudida y de pronto todo aquello desapareció.
Ahora se encontraba en el mar, pescando con su padre.
—Eso de los libros no es para usted, métaselo en la cabeza— le decía.
Vio su cara de alegría cuando sacó del mar un gran pez.
—Así se hace mijo—dijo acariciando su cabeza con cariño.
La canoa se hundió y repentinamente se encontró nadando en medio de una tormenta, luchaba con las olas, no podía ver nada, pero escuchaba muchas voces a la vez, su madre que le decía:
—Tú puedes Jacinto, no te des por vencido—
Su padre repitiendo que dejara de soñar y la hermosa sirena que decía en su oído:
—Encuentra lo que has venido a buscar—
Luchaba con todas sus fuerzas por alcanzar la orilla, pero el enfurecido mar lo hundía cada vez más y ésta parecía cada vez más lejana, las fuerzas le fallaban y al final se dejó hundir en lo profundo.
Cuando recuperó la consciencia, estaba de nuevo frente a las sirenas que danzaban. Se sentía extrañamente cansado, a pesar de esto sus pies empezaron a moverse hacia éstas que le abrían paso mientras avanzaba. Al final distinguió a aquella que lo había llevado hasta allí. Estaba igual de hermosa, pero había algo extraño en ella; en lugar de su cola, ahora tenía un par de largas piernas y lucía un elegante vestido azul. Se encontraba parada en lo que parecía un teatro y le extendía de nuevo su mano.
Ahora caminaba en medio de un numeroso público que aplaudía con entusiasmo. Siguió caminando sin saber qué era todo aquello y al llegar al estrado se dio cuenta de que llevaba un elegante traje, uno que nada tenía que ver con sus humildes vestiduras y su sombrero de paja. La sirena se apartó y lo dejó frente al público, entregándole un libro que llevaba su nombre.
Los aplausos se desvanecieron lentamente y la oscuridad le cegó de nuevo…
Despertó de golpe en su hamaca, con la cálida brisa en el rostro y la luna asomando su cara. Allí todo estaba igual, este viaje había sido sólo un sueño, uno que le ayudó a comprender cuanto había dejado atrás, un viaje que se convertiría en una gran historia, la historia de su vida, en la cual sería él quien escribiría el final.
Enamorada de las letras y la música, descubriendo mundos a través de los libros, queriendo encontrar el verdadero sentido de la literatura más allá de lo intelectual.