Flores hechas tradición

El amanecer está cerca, faltan sólo dos horas para que empiece a salir el sol y el frío se hace más fuerte. En fila empiezan a llegar las camionetas que llevarán  a su destino el alma de la tradición silletera.  El cansancio de varios días de trabajo no borra las sonrisas de estos hombres y mujeres que, teniendo listas sus silletas, se disponen a engalanar la ciudad con sus hermosas obras de arte.

Cada año, en agosto, Medellín se viste de flores. Durante diez días los paisas muestran al mundo lo mejor de su cultura, de sus tradiciones, de una raza trabajadora y humilde, dejando claro que son mucho más que Pablo Escobar, narcotráfico  y Álvaro Uribe Vélez.

El silletero  nace, no se hace, es una tradición que corre por las venas y que se ve reflejada en los ojos de cada hombre, mujer y niño que, el siete de agosto viste con una sonrisa en el rostro, su traje típico.

Las calles se llenan de turistas de todas partes del país y del mundo, ansiosos por disfrutar al máximo cada acontecimiento. La programación es variada, para todos los gustos y en diferentes zonas de la ciudad. Tablados populares, fondas, mulas y arrieros, festival de la trova y eventos culturales están a la orden del día para todo aquel que quiera “ponerse de ruana” la feria,  mejor dicho de poncho, sombrero y carriel. Pero hay algo que todo turista sabe, si no fuiste a Santa Elena, no fuiste a la feria, y es que este corregimiento ubicado al oriente de la ciudad, es el epicentro, el alma, el origen mismo de la feria de las flores.

El 1 de Mayo 1957 se llevó a cabo el primer desfile de silleteros, con solo 40 de ellos, como homenaje a todos aquellos campesinos que durante años utilizaron esta estructura de madera para transportar en su espalda las flores y demás productos que cultivaban, desde su lugar de origen, hasta Medellín. En 1958 el desfile se realizó en agosto, mes en el que se celebra la independencia antioqueña y a partir de allí se convirtió en una tradición que sería una de las más grandes representaciones de la cultura paisa.  Declarado en 2015 patrimonio inmaterial de la nación, el desfile de silleteros es el evento más importante de la feria, y alrededor del cual giran todas las actividades de la misma.

Flores
Gabriel Jaime Atehortua Gallego – Cuarto Puesto – Categoría monumental

Caminar por las veredas de Santa Elena la semana previa al desfile es toda una odisea, buses, camiones escalera, personas bailando aquí y allá, tomándose fotos, queriendo participar, aunque sea un poco en la elaboración de las silletas.  Las hay de todos los tamaños y formas, son cinco categorías: tradicional, monumental, emblemática, comercial y  para este año se incluyó una nueva, la artística, que en realidad ya existía, pero no estaba clasificada.

Los silleteros sonríen, atienden a la gente y, sobre todo, trabajan. La fabricación de una silleta puede tardar desde una noche, en el caso de la tradicional, hasta un mes, en el caso de las emblemáticas y las artísticas, aunque en todas ellas hay un trabajo previo, en el que participa toda la familia.

Y es que si algo es importante para estas personas  trabajadoras, es precisamente la familia. Aquí nadie trabaja solo, lo que para muchos es un evento de rumba y diversión, para ellos es más una escuela, una manera de transmitir su conocimiento y amor por su labor a la siguiente generación. Desde los abuelos hasta los niños, desde los padres que cultivan las flores con sus manos, hasta los hijos que se decidieron  por la universidad. En feria todos son campesinos, todos son silleteros, todos son tradición.

Elaborar una silleta va mucho más allá de lo manual, aquí se involucra todo un plan de diseño, carpintería, dibujo y decoración. La creatividad juega un papel importante en una competencia reñida, donde los ganadores serán pocos, pero basta ver la cara de satisfacción y alegría de cada integrante de la familia para darse cuenta de que, independientemente del ganador, del premio o del reconocimiento, este esfuerzo se hace más por orgullo, por amor a la tradición, a la herencia, a sus raíces.

Entrar a una finca silletera, es sentirse en casa, aquí a nadie se trata como un foráneo, las casas se llenan de gente, los turistas observan con admiración el trabajo que paso a paso va creando un resultado único y disfrutan  de un  agua de panela caliente, mientras conversan con la familia, como cualquier primo que llegó de lejos.

La luz del sol despunta en el oriente y ya todos los silleteros se han ido, en las veredas de Santa Elena el silencio hace eco después de los días de fiesta. Las familias, cansadas del trabajo de tantos días, se disponen a dormir

La sala de la casa de un silletero no es como cualquier otra; está llena de emblemas que lo llenan de orgullo, cintas que representan su historia, reconocimientos por su labor, recortes de periódicos, recuerdos de sus viajes y fotos de sus más preciados tesoros, las silletas, que año a año le han permitido desfilar por las calles de Medellín exhibiendo allí todo el legado de sus antepasados.

El silletero  nace, no se hace, es una tradición que corre por las venas y que se ve reflejada en los ojos de cada hombre, mujer y niño que, el siete de agosto viste con una sonrisa en el rostro, su traje típico.

La luz del sol despunta en el oriente y ya todos los silleteros se han ido, en las veredas de Santa Elena el silencio hace eco después de los días de fiesta. Las familias, cansadas del trabajo de tantos días, se disponen a dormir, antes de que empiece la transmisión del desfile. En Medellín la fiesta continúa en su máximo esplendor, las calles abarrotadas de gente esperan ver  a más de 500 silleteros desfilar orgullosos llevando en sus espaldas hasta 95 kilos de historia, de cultura, de tradición.

El día termina con un primer puesto por cada categoría y un ganador absoluto; el mejor entre los mejores. La gente se dispersa, las silletas son llevadas a diferentes puntos de la ciudad y los silleteros regresan a su hogar. La fiesta ha terminado y los campesinos vuelven a su rutina diaria, satisfechos por la labor cumplida. Santa Elena vuelve a ser la misma, tranquila y callada y los habitantes de la ciudad siguen su vida inconscientes de que en su aula de clase, en la empresa donde trabajan o en una silla del metro a su lado hay un artista, un campesino, un silletero que durante poco más de una semana se convierte casi en una celebridad.

Por, Erika Molina Gallego

erikamolina@rugidosdisidentes.co

 

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Imagen tomada de Internet: Flickr

Lo sagrado y lo profano en el espacio macondino – IV parte

“…soñó esa noche que en aquel lugar se levantaba una ciudad ruidosa con casas de paredes de espejo. Preguntó qué ciudad era aquella, y le contestaron con un nombre que nunca había oído, que no tenía significado alguno, pero que tuvo en el sueño una resonancia sobrenatural: Macondo”.

Elección del chamán

La elección puede darse de maneras muy diversas, pero aquí sólo se analizarán las que conciernen a Cien Años de Soledad:

  1. La elección se hace a menudo mediante un trance extático o por medio de un sueño, este último es el caso de José Arcadio Buendía. Recuérdese que Macondo le es revelado en sueños: “…soñó esa noche que en aquel lugar se levantaba una ciudad ruidosa con casas de paredes de espejo. Preguntó qué ciudad era aquella, y le contestaron con un nombre que nunca había oído, que no tenía significado alguno, pero que tuvo en el sueño una resonancia sobrenatural: Macondo”.
  2. El chamán sufre alguna enfermedad de tipo nervioso: José Arcadio Buendía se caracteriza por sus obsesiones y luego es declarado loco por la comunidad.
  3. La elección puede ser transmitida de padres a hijos: Todos los miembros de la familia Buendía poseen alguna característica chamánica:
  • Úrsula es la esposa celeste: En los mitos generalmente hay una esposa celeste encargada de ayudar al compañero en su instrucción chamánica y en su experiencia extática. Esta ayuda puede convertirse en un impedimento por el deseo de la mujer de conservarlo atado a la realidad. Y Úrsula es una mujer firmemente atada a ella. Es necesario su ausencia para que José Arcadio Buendía pueda convertirse en chamán. Una vez que él logra dejar atrás su existencia profana, ella decide ayudarlo, deja de ser un obstáculo para convertirse en la esposa celeste o protectora del chamán: “Ella lo bañaba por partes sentado en el banquito, mientras le daba noticias de la familia”.
  • Aureliano Buendía tiene el don de la premonición.
  • José Arcadio posee una fuerza física mucho mayor que la de cualquier habitante de Macondo.
  • A Amaranta le ordenan tejer su mortaja y se le anuncia que el día que la termine será el día de su muerte.
  • Remedios la Bella asciende a los cielos una tarde en que doblaba las sábanas de Fernanda del Carpio.
  • José Arcadio Segundo es el único testigo de la masacre de las bananeras.
  • Aureliano Babilonia logra descifrar los pergaminos.
  1. La elección puede también ser ocasionada por un accidente insólito: La visión de la caída de un rayo o la aparición de un espíritu. En el caso de José Arcadio Buendía, puede considerarse como accidente el estado de delirio en el que cae durante la segunda ausencia de Úrsula.

Características del chamán

Por su condición de elegido tiene acceso a una zona del espacio y del tiempo sagrado, comúnmente vedada a los demás miembros de la comunidad: Los Buendía son iniciados en el arte de la orfebrería, de la daguerrotipia y en la lectura de los manuscritos en el cuarto de Melquíades “donde el aire parecía más puro que en el resto de la casa”.

  1. Es el único que conoce la mitología y la genealogía del clan: Aureliano Babilonia logra descifrar los pergaminos donde estaban consignados los cien años de historia de la familia: “…la ciudad de los espejos (o los espejismos) sería arrasada por el viento y desterrada de la memoria de los hombres en el instante en que Aureliano Babilonia acabara de descifrar los pergaminos”.
  2. Siempre busca la soledad: con excepción de José Arcadio, Arcadio y Aureliano Segundo,  los demás miembros de la familia se caracterizan por ser solitarios y taciturnos. La mayor parte de sus vidas transcurre en el cuarto de Melquíades.
  3. El chamán no sólo es un soñador sino que siempre está buscando algo imposible: José Arcadio Buendía busca el daguerrotipo de Dios y cuando conoce el hielo comienza a soñar con un Macondo refrigerado. José Arcadio Segundo, por su parte, “…se empeñó en despejar el cauce (del río) para establecer un servicio de navegación… (cuyo) lecho pedregoso y los numerosos tropiezos de la corriente impedían el tránsito desde Macondo hasta el mar”.
  4. Posee una fuerza descomunal: Para poder atar a José Arcadio Buendía al castaño se necesitaron 20 hombres.
  5. Tiene una perfecta salud mental: Mientras que todo el mundo lo considera “loco”, José Arcadio Buendía discurre sobre la existencia de Dios con el padre Nicanor, quien termina por reconocer su gran lucidez mental.
  6. Se comunica con los muertos o con los espíritus, quienes lo ayudan a entrar en el Hades y le enseñan a convertirse en espíritu: Es Prudencio Aguilar quien conduce al patriarca al mundo de los muertos.
  7. Conoce el lenguaje de los animales: José Arcadio Buendía puebla a Macondo de pájaros “el concierto de tantos pájaros distintos llegó a ser tan aturdidor, que Úrsula se tapó los oídos con cera de abejas para no perder el sentido de la realidad”. Amaranta Úrsula intentará hacer lo mismo, pero fracasará, porque para ese entonces Macondo será un lugar desacralizado por el hombre.
  8. Conocimiento de un lenguaje secreto, comúnmente transmitido por un maestro o por un espíritu: José Arcadio Buendía, en su experiencia extática, habla en un lenguaje desconocido para los profanos, pero no para el padre Nicanor. Los dos comparten una lengua común a los elegidos, en este caso el latín. Y Aureliano Babilonia logra descifrar el sánscrito de los pergaminos de Melquíades.
  9. El chamán puede producir frío o calor: José Arcadio Buendía sueña con un Macondo refrigerado.
  10. Para ser chamán, es necesario ser reconocido como tal por toda la comunidad: “He venido al sepelio del rey”. En muchos pueblos naturales el jefe y el chamán son la misma persona.

El pilar del mundo y el chamán

El Axis-Mundi, o Pilar, es un eje cósmico y a su alrededor se extiende el mundo, y como todo eje el Axis-Mundi se encuentra en el centro de la tierra. Permite la comunicación entre los tres niveles cósmicos: cielo-tierra-infierno. Puede ser representado por una montaña, una escalinata, una cúpula o un árbol. Para los araucanos, el árbol no es sólo el Axis-Mundi sino que por medio de él se logra la ascención al cielo mediante una experiencia extática. José Arcadio Buendía al ser amarrado al castaño logra la ascensión celeste y por lo tanto su consagración como chamán.

Para terminar habría que señalar que el éxtasis no puede de ninguna forma ser considerado como locura. El trance le permite al chamán observar zonas que comúnmente son vedadas a la comunidad o al hombre profano y dicha experiencia lo consagra como tal.

Nota

Este ensayo es un pequeño homenaje a Gabriel García Márquez, el hombre más grande e importante que ha nacido en Colombia. Cien Años de Soledad ha sido uno de los libros que he leído con más placer intelectual y estético en mi vida; pero también ha sido un libro con el que que he gozado, reído y llorado, un libro que ya es un clásico y que nos pertenece a todos, es un libro cosmogónico y universal.

Bibliografía

CARPENTIER, Alejo.La novela latinoamericana en vísperas de un Nuevo Siglo y otros ensayos. Siglo XXI Editores. México. 1981.

CAILLOIS, Roger. L’homme et le sacre. Idées/Gallimard. 1983.

ELIADE, Mircea. Aspects du mythe. Idées/Gallimard. 1983.

  • El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis. Fondo de Cultura
  • Económica. México. 1982.
  • El mito del eterno retorno. Alianza /Emecé. Madrid. 5S edición. 1984.
  • Herreros y alquimistas. Alianza Editorial. Madrid, 1984.
  • Mythes, rêves et mysterès. Idées/Gallimard.
  • Mefístófeles el andrógino. Labor/Punto Omega. 2§ edidón. 1984.
  • Lo sagrado y lo profano. Labor/Punto Omega. 5a edidón. 1983.
  • GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel. Cien Años de Soledad. Edit. La Oveja Negra. 1982.

 

Por, Berta Lucía Estrada Estrada*

 

Lo sagrado y lo profano en el espacio macondino – III parte

Lo sagrado y lo profano en el espacio macondino – II parte

Lo sagrado y lo profano en el espacio macondino – I parte

 

*Escritora. Egresada de Literatura en la Pontificia Universidad Javeriana. Maestría en Estudios Profundos (DEA) en literatura, en la Universidad de la Sorbona de París.

 

 

Texto publicado en el sitio: http://blogs.elespectador.com/cultura/el-hilo-de-ariadna/iv-parte-lo-sagrado-y-lo-profano-en-el-espacio-macondino
Imagen tomada de Internet: Noticias Caracol

Lo sagrado y lo profano en el espacio macondino – III parte

“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.”

Segunda descripción histórica:

“Eran tres regimientos cuya marcha pautada por tambor de galeotes hacía trepidar la tierra”.

El espacio comienza una vez más a ser profanado, violado, es una invasión semejante a la de los españoles:

“Su resuello de dragón multicéfalo impregnó de un vapor pestilente la claridad del mediodía”.

En las tradiciones orales europeas el dragón representa la invasión bárbara. Después de la derrota de Darío III por parte de Alejandro Magno, derrota que marca el fin de la invasión persa, Darío III es representado como un dragón. En el mito araucano el diluvio es desencadenado por dos enormes serpientes que luchan por el poder. Para los aztecas el regreso de la serpiente emplumada, Quetzacoalt, significaba el fin de una era y el derrumbe de la clase guerrera.

El regimiento sufre una metamorfosis, sus hombres son en realidad un enorme animal mítico que lleva consigo todo el mal y todo el sufrimiento posible, la historia comienza a ser convertida en leyenda.

Con el anuncio del Jefe Civil y Militar “dispuesto a interceder en el conflicto”, la historia se repite: en 1905, en Iquique (Chile) se había producido la primera huelga de mineros del país, el conflicto encontró como solución una gran masacre por parte de las autoridades civiles y militares, los pocos que lograron sobrevivir retornaron a las minas completamente derrotados y a seguir trabajando en la misma situación infrahumana que habían denunciado, y que denunciarían posteriormente en Macondo:

“José Arcadio Segundo estaba entre la muchedumbre que se concentró en la estación desde la semana del viernes. Había participado en una reunión de los dirigentes sindicales y había sido comisionado junto con el coronel Gavilán para confundirse con la multitud y orientarla según las circunstancias”.

El coronel Aureliano Buendía y José Arcadio Segundo se convierten en una sola persona, ésto se constata al ser acompañado por el coronel Gavilán. Los dos son ‘escogidos” para salvar a los trabajadores del banano, como antes lo habían sido para salvar al pueblo de las huestes conservadoras el coronel Aureliano Buendía y Gerineldo Márquez.

El indicio de la próxima tragedia es el número tres, número cabalístico:

“Un poco antes de las tres corrió el rumor de que el tren oficial no llegaría hasta el día siguiente”.

Esta tragedia sólo será contada, y creída, por José Arcadio Segundo y un niño que salvó de morir pisoteado por la muchedumbre o por una bala de ametralladora:

“Al lado de José Arcadio Segundo estaba una mujer descalza… con dos niños de unos cuatro y siete años… Josa Arcadio Segundo se acaballó al niño (mayor) en la nuca. Muchos años después, ese niño había de seguir contando, sin que nadie se lo creyera, que había visto al teniente leyendo con una bocina de gramófono el Decreto Número 4 del Jefe Civil y Militar de la provincia”.

Ellos dos serán los únicos testigos de la masacre. El niño por su condición de elegido, no morirá, tendrá que vivir para contar la historia, evitando de esta forma que la huelga y la masacre queden en el olvido.

“Al final de su grito ocurrió algo que no le produjo espanto, sino una especie de alucinación. El capitán dio la orden de fuego y catorce nidos de ametralladoras le respondieron en el acto. Pero todo parecía una farsa. Era como si las ametralladoras hubieran estado cargadas con engañifas de pirotecnia…”

‘Alucinación, farsa y pirotecnia’ son palabras irreales, fantásticas, que contrastan con la verdadera tragedia: “Aquello parecía… una feria jubilosa”. Y como toda feria, ésta se caracteriza por el exceso, en este caso no es de comida o de orgía, sino de fuego, identificado por la población con juegos pirotécnicos. Por otra parte, la fiesta rompe con las prohibiciones que caracterizan al tiempo profano (dichas prohibiciones tienen como fin primordial proteger al mundo, y conservarlo en orden y armonía), y al ser levantadas las prohibiciones todo exceso es permitido; recuérdese las fiestas consagradas al dios Dionisos en Grecia o las de San Juan en el Perú. Según Roger Caillois el exceso, como la fiesta, contribuye a la renovación de la naturaleza, del mundo, y del tiempo, este último susceptible también de desgaste.

La masacre, en CIEN AÑOS DE SOLEDAD, al ser transformada en fiesta pierde su carácter dramático y real, es por ello que ningún habitante reconocerá luego su existencia.

El “grito de muerte” sumerge por un instante a la gente en el tiempo lineal, pero inmediatamente el tiempo mítico se impone:

“Una fuerza sísmica, un aliento volcánico, un rugido de cataclismo, estallaron en el centro de la muchedumbre…”.

Cuando se analizaba el espacio, se veía cómo el retorno al caos siempre ocurre mediante una catástrofe cósmica; al igual que el viento que arrasa a Macondo, ésta es una visión apocalíptica.

 

La segunda visión apocalíptica es observada por el niño: “La posición privilegiada del niño le permitió ver en ese momento que la masa desbocada empezaba a llegar a la esquina y la fila de ametralladoras abrió fuego”.

El dragón multicéfalo ha logrado apoderarse de la multitud:

“Los sobrevivientes, en vez de tirarse al suelo, trataron de volver a la plazoleta, y el pánico dio entonces un coletazo de dragón… Estaban acorralados, girando en un torbellino gigantesco…”.

Con esta visión el apocalipsis llega a su fin.

José Arcadio Segundo logra escapar con vida. Despierta en un tren amarillo cargado con “cadáveres… quienes los habían puesto en el vagón tuvieron tiempo de arrumarlos en el orden y sentido en que se transportaban los racimos de banano.”.

El banano, al ser desacralizado, se convierte en cómplice obligado de la masacre, pero el castigo divino no tarda en presentarse: “…los relámpagos que estallaban… Después de medianoche se precipitó un aguacero torrencial”. Esto marca el inicio del diluvio macondino.

José Arcadio Segundo, al llegar a Macondo, se encuentra con una mujer que le niega la existencia de dicha masacre:

“Aquí no ha habido muertos”, dijo. “Desde los tiempos de su tío, el coronel, no ha pasado nada en Macondo.”.

La mujer es la vocera de la versión oficial, contrasta con la negación que se hará al final de la obra sobre la existencia del coronel y de las 32 guerras civiles, lo que indicará que la historia ha sido completamente abolida.

Leyenda: El mito es el relato de un modelo ejemplar revelado por los dioses o por los ancestros míticos en el tiempo primordial y la historia en el tiempo profano, el tiempo de las desgracias, de los sufrimientos, del trabajo. La leyenda es el relato de un acontecimiento histórico, en el que participan personajes históricos y a veces contemporáneos, que son elevados a la categoría de héroes por las hazañas realizadas. Cuando esa historia comienza a ser manejada por el pueblo poco a poco se transforma en literatura oral y los acontecimientos reales pasan a tener características maravillosas y por lo tanto irreales (San Jorge matando al dragón, o un solo hombre venciendo a todo un ejército):

“… el gobierno conservador,… con el apoyo de los liberales, estaba reformando el calendario para que cada presidente estuviera cien años en el poder.”:

Cuando la historia no es abolida se convierte en leyenda o ficción.

 

El tiempo tratado como personaje: Uno de los elementos más importantes en el tratamiento del tiempo es el de convertirlo en un personaje más de CIEN AÑOS DE SOLEDAD. A todo lo largo de la obra, el lector es partícipe de un desgaste progresivo e irreversible del tiempo. Este se humaniza: “(el coronel) estaba… asombrado de la forma en que había envejecido el pueblo en un año… -¿Qué esperabas? -suspiró Úrsula-. El tiempo pasa. -Así es -admitió Aureliano-, pero no tanto.”. Le pasan los años, envejece, llega a la senilidad: “No era solamente que estuviera vieja y agotada, sino que la casa se precipitó de la noche a la mañana en una crisis de senilidad.”. Finalmente encuentra la muerte en la destrucción total de Macondo: “Era lo único que iba quedando de un pasado cuyo aniquilamiento no se consumaba, porque seguía aniquilándose indefinidamente, consumiéndose dentro de sí mismo, acabándose a cada minuto pero sin acabar de acabarse jamás.”

Tiempo psicológico: Otra de las características especiales del tiempo es el tratamiento que le dan los personajes, para quienes la vida entera puede transcurrir en un segundo: “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.” E incluso puede recordarse la vida de los antepasados: “En el cuartito apartado, adonde nunca llegó el viento árido, ni el polvo ni el calor, ambos recordaban la visión atávica de un anciano con sombrero de alas de cuervo que hablaba al mundo a espaldas de la ventana, muchos años antes de que ellos nacieran.” Esta utilización del tiempo es un recurso eminentemente cinematográfico, la vida entera, o una fracción de la misma, pasa delante de los Buendía como si estuvieran viendo una película en la que participaran, a la vez, como protagonistas y espectadores. Pareciera que el tiempo formara parte de la memoria colectiva, o como si la memoria pudiera ser transmitida de generación en generación.

Tiempo circular o eterno retorno: El mito del eterno retorno es antihistórico, no fluye, es recuperable y repetible. Es un tiempo primordial hecho presente, es un eterno comenzar. Todo fin es a la vez un comienzo, la muerte engendra un nuevo nacimiento (para entender mejor este concepto no habría sino que pensar en el ciclo de las estaciones, el invierno es la muerte de la naturaleza y la primavera su resurrección). Es el tiempo de los ancestros míticos, su recuperación y repetición se logra por medio del rito. En la tradición judeo-cristiana se revive el nacimiento y la muerte de Cristo cada año, de esta forma el creyente puede ser su contemporáneo. Si todo fin es en realidad un nuevo comienzo, un nuevo renacer, ésto significa que todo acontecimiento es susceptible de ser eternamente repetido.

En Macondo, dadas sus características míticas, el tiempo circular no podía faltar, es más, los actos realizados por uno de los miembros de la familia son repetidos luego por sus descendientes: “José Arcadio Segundo… se empeñó en despejar el cauce para establecer un servicio de navegación. Fue un sueño delirante, comparable apenas a los de su bisabuelo… Ya ésto me lo sé de memoria”, gritaba Úrsula. “Es como si el tiempo diera vueltas en redondo y hubiéramos vuelto al principio”. Otra de las características de los Buendía es “el vicio de hacer para deshacer” perpetuando así el mito de Penélope: “Viéndolo montar picaportes y desconectar relojes, Fernanda se preguntó si no estaría incurriendo también en el vicio de hacer para deshacer, como el coronel Aureliano Buendía con los pescaditos de oro, Amaranta con los botones y la mortaja, José Arcadio Segundo con los pergaminos y Úrsula con los recuerdos”. Todos los acontecimientos se repiten una y otra vez: “Qué quería -murmuró-, el tiempo pasa. -Así es -dijo Úrsula-, pero no tanto. Al decirlo tuvo conciencia de estar dando la misma. réplica que recibió el coronel Aureliano Buendía en su celda de sentenciado, y una vez más se estremeció con la comprobación de que el tiempo no pasaba, como ella lo acababa de admitir, sino que daba vueltas en redondo”. Pero la definición más clara la da Pilar Ternera: “No había ningún misterio en el corazón de un Buendía, que fuera impenetrable para ella, porque un siglo de naipes y de experiencias le había enseñado que la historia de la familia era un engranaje de repeticiones irreparables, una rueda giratoria que hubiera seguido dando vueltas, hasta la eternidad, de no haber sido por el desgaste progresivo e irremediable del eje”.

El año nuevo, símbolo del tiempo circular: Para terminar habría que señalar que para los griegos el dios del tiempo, Cronos, aún pervive en la lengua, es decir en el griego moderno. Jronia significa tiempo nuevo, año nuevo.

El año nuevo, y la fiesta que lo precede, representa una nueva vida, un nuevo mundo, es la abolición del tiempo pasado y la recreación de uno nuevo, cuyo modelo es el tiempo mítico. El ciclo solar y el lunar son el ejemplo más claro del mito del eterno retorno.

El brujo, el nagual, el medicine-man, el poeta, el sacerdote o el místico, son conocidos en las sociedades naturales con el nombre de chamán. Esta palabra proviene del tungús Shaman, y designa a todo aquel que tiene una visión sobrenatural, que puede visualizar tanto un espacio lejano como los acontecimientos pasados o futuros. El chamanismo es una experiencia mágico-religiosa. El chaman está revestido de un gran poder, a menudo más fuerte que el del jefe de la comunidad. Su palabra es indiscutible, y nada se hace sin su consentimiento. En los movimientos milinaristas lo vemos a menudo conduciendo a su pueblo hacia una muerte segura sin que nadie le objete su decisión. Es el encargado de buscar y de sacralizar el espacio. Todo chamán tiene como característica especial el haber sido “escogido”.

Por, Berta Lucía Estrada Estrada*

 

Lo sagrado y lo profano en el espacio macondino – II parte

Lo sagrado y lo profano en el espacio macondino – I parte

 

Texto publicado en el sitio: http://blogs.elespectador.com/cultura/el-hilo-de-ariadna/iii-parte-lo-sagrado-y-lo-profano-en-el-espacio-macondino

Lo sagrado y lo profano en el espacio macondino – II parte

En CIEN AÑOS DE SOLEDAD la recitación está de hecho representada en el nombre mismo del patriarca: José Arcadio Buendía. La Arcadia era una zona de pastoreo del Peloponeso antiguo. La literatura bucólica la toma siempre como escenario de sus acciones. La Arcadia, es un lugar ideal, armónico, y las historias que allí se desarrollan tienen, como común denominador un final feliz: “…era el hombre más emprendedor que se vería jamás en la aldea, había dispuesto de tal modo la posición de las casas, que desde todas podía llegarse al río y abastecerse de agua con igual esfuerzo, y trazó las calles con tan buen sentido que ninguna casa recibía más sol que otra a la hora del calor”.

El pueblo es, en su totalidad, una fiel copia de la casa del patriarca.

Otra de las características sagradas de Macondo la encontramos en una frase de Úrsula:

“-No nos iremos -dijo-. Aquí nos quedamos, porque aquí hemos tenido un hijo.

-Todavía no tenemos un muerto -dijo él-. Uno no es de ninguna parte mientras no tenga ningún muerto bajo la tierra.

-Si es necesario que yo muera para que se queden aquí, me muero.”

Ningún espacio sagrado puede abandonarse, este mismo tópico lo encontramos en la narrativa de Juan Rulfo.

Regreso al caos: Todos los males de Macondo provienen del exterior, son siempre elementos o personas foráneas los causantes de la profanación del espacio. Las primeras casas son de cañabrava y sus techos de paja son reemplazados luego por techos de zinc. El retorno al caos implica que Macondo tendrá que soportar siete plagas antes de desaparecer por completo de la memoria de los hombres:

  1. La fiebre del insomnio: Traída por Rebeca.
  2. La rivalidad entre Rebeca y Amaranta: El causante es Pietro Crespi.
  3. La violencia: Proveniente del gobierno conservador. Hasta ese momento Macondo se había mantenido alejado del gobierno central, pero la llegada del corregidor Moscote y la posterior violación de las urnas en favor del gobierno que representa, marcan el inicio de las 32 guerras civiles que emprenderá el Coronel Aureliano Buendía.
  4. La fiebre del banano: Comienza con la explotación de la fruta por parte de la United Fruit Company, representada por Mr. Brown.
  5. La masacre de las bananeras.
  6. El diluvio: Que durará 4 años, 11 meses y 2 días.
  7. El olvido: “Macondo olvidado hasta por los pájaros, donde el polvo y el calor eran tan tenaces que costaba trabajo respirar”

Las 7 plagas significan la destrucción total del pueblo, y el caos, que había comenzado a apoderarse tiempo atrás de la casa de los Buendía y del pueblo, termina su labor, lo borra definitivamente de la memoria de los hombres, como si nunca hubiera existido un villorrio llamado Macondo ni donde sus habitantes hubieran sido los más felices de la tierra:

“…empezó el viento tibio, incipiente… cuya potencia ciclónica arrancó de los quicios las puertas y las ventanas, descuajó el techo de la galería oriental y desarraigó los cimientos… (porque) las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra”

El apocalipsis puede producirse por medio del diluvio, del fuego o del calor; en el caso de Macondo, es un verano tórrido. La misma visión la encontramos en La Biblia:

“Se convertirán sus torrentes en pez,

su polvo en azufre,

y se hará su tierra pez ardiente”

Mito del eterno retorno

El tiempo, como el espacio, no es homogéneo ni continuo. Existen, por lo tanto, dos clases de tiempo: sagrado (o tiempo de fiestas) y profano (o lineal). Entre estos dos tiempos hay continuidad y el hombre puede pasar de un tiempo a otro. Mircea Eliade hace la siguiente diferenciación:

Tiempo sagrado: Es reversible – Es recuperable – Es repetible – No transcurre – Es antihistórico

Tiempo profano: Es irreversible – Es irrecuperable – Es irrepetible – Transcurre – Es histórico.

El ejemplo más claro de la antihistoricidad, en la obra que nos ocupa, la encontramos en la siguiente cita:

“A pesar del encierro de muchos años, el aire parecía más puro que en el resto de la casa. Todo era tan reciente, que varias semanas después, cuando Úrsula entró al cuarto con un cubo de agua y una escoba para lavar los pisos, no tuvo nada que hacer.”

Como puede observarse es un tiempo sobrenatural, que no transcurre, es siempre nuevo, puro e incorrupto.

¿Cómo se recupera un instante mítico?: La reactualización se logra por medio de la conmemoración de las fiestas religiosas y de los ritos correspondientes. La tradición judeo-cristiana cuenta con infinidad de fiestas, sin contar los días festivos dedicados al culto y alabanza de la divinidad, no habría sino que enumerar el nacimiento y muerte de Jesucristo. Al conmemorar alguno de estos dos acontecimientos el cristiano se convierte en su contemporáneo, y al restaurar el tiempo primordial, el tiempo histórico queda aniquilado. Esto es lo que comúnmente se conoce como tiempo circular o mito del eterno retorno, tema que se desarrollará más adelante.

En CIEN AÑOS DE SOLEDAD la intemporalidad está dada en el viento que destruye a Macondo, y la abolición de la historia con el olvido de la familia Buendía:

“…la ciudad… sería arrasada por el viento y desterrada de la memoria de los hombres en el instante en que Aureliano Babilonia acabara de descifrar los pergaminos, (porque)… todo lo escrito en ellos era irrepetible desde siempre y para siempre”.

Paralelo entre mito e historia: El viaje que hace José Arcadio Buendía en busca de una ruta que lo lleve a la civilización es el primer ejemplo de la diferenciación entre tiempo mítico e histórico:

“…rodeado de helechos y palmeras, blanco y polvoriento en la silenciosa luz de la mañana, estaba un enorme galeón español. Ligeramente volteado a estribor, de su arboladura intacta colgaban las piltrafas escuálidas del velamen, entre jarcias adornadas de orquídeas”.

El hallazgo del galeón es una irrupción de la historia, del “descubrimiento” de América y de su correspondiente despojo. José Arcadio Buendía no cae en cuenta que el galeón se encuentra en medio de la selva, a cuatro días de marcha de la costa más cercana. Esto es explicable porque, como ya se había analizado, dentro del mundo del mito todo es posible. El “espacio de soledad y olvido” es en realidad un testigo inmortal, tal vez el único, de la llegada de los españoles a tierras americanas.

Tiempo histórico: La llegada de don Apolinar Moscote, primer corregidor de Macondo, será la segunda irrupción de la historia. Con él, llega la realidad imperante en el país; el gobierno conservador, la violencia política, las órdenes arbitrarias. Recuérdese que todos los males que sufre Macondo provienen del exterior. Hasta la llegada de don Apolinar, el gobierno había sido de corte patriarcal, ejercido por José Arcadio Buendía, y aún mítico:

“Su primera disposición (de don Apolinar Moscote) fue que todas las casas se pintaran de azul para celebrar el aniversario de la independencia nacional”

En realidad no sólo se está haciendo alusión a la lucha bipartidista, entre conservadores y liberales sino al dictador Rafael Leónidas Trujillo, quien siendo el propietario de la única fábrica de pinturas dominicana, ordenaba cada cierto tiempo pintar todas las casas del país, orden que no podía ser ignorada.

La masacre de las bananeras: El paralelo principal entre mito e historia se encuentra en el relato de la masacre de las bananeras, relato que hace parte de la técnica de hacer literatura dentro de la literatura. Este fragmento puede leerse separadamente y sin que pierda sentido. Podría muy bien ser un cuento. El relato comienza con la descripción del tiempo histórico: “La huelga grande estalló”. La utilización del pretérito perfecto simple no deja lugar a dudas en cuanto a la veracidad del acontecimiento, puede ubicarse en un año, un mes, un día y un momento determinado. El acontecimiento histórico es irreversible e inmodificable.

Para los pueblos naturales el tiempo histórico se caracteriza por la época de trabajo mientras que el tiempo mítico es el que se consagra a las festividades:

“Los obreros ociosos desbordaron los pueblos. La Calle de los Turcos reverberó en un sábado de muchos días y en el salón de billares del Hotel de Jacob hubo que establecer turnos de veinticuatro horas”.

En este caso la fiesta ha sido impuesta por las circunstancias, no es una fiesta sagrada sino pagana, el mismo juego lo indica. Entre los huelguistas se encuentra José Arcadio Segundo:

“Aunque no era hombre de presagios, la noticia fue para él como un anuncio de la muerte, que había esperado desde la mañana distante en que el coronel Gerineldo Márquez le permitió ver un fusilamiento”.

Úrsula siempre creyó que los gemelos, en uno de sus eternos juegos de cambiarse de identidad, habían quedado trastocados para siempre. La primera prueba de ello es la increíble capacidad para la parranda que tiene Aureliano Segundo, son las mismas ansias infinitas de vivir del abuelo José Arcadio. La segunda es el ‘presagio’ de José Arcadio Segundo, ya que la premonición es lo que distingue a los Aurelianos.

Por, Berta Lucía Estrada Estrada*

*Escritora. Egresada de Literatura en la Pontificia Universidad Javeriana. Maestría en Estudios Profundos (DEA) en literatura, en la Universidad de la Sorbona de París.

 

Lo sagrado y lo profano en el espacio macondino – I parte

Imagen tomada de internet: http://www.crearensalamanca.com/macondo-y-gabriel-garcia-marquez-ensayo-de-enrique-viloria-vera/
Texto publicado en el sitio: http://blogs.elespectador.com/cultura/el-hilo-de-ariadna/ii-parte-lo-sagrado-y-lo-profano-en-el-estado-macondino

 

Lo sagrado y lo profano en el espacio macondino – I parte

Macondo es una palabra yoruba que significa banano. La palabra es sagrada, pero su significado es profano. Sagrada, porque protege a Macondo de los males exteriores mientras que éste se encuentre aislada del resto del país, y profana, por la explotación lucrativa de la fruta, lo que acarreará el comienzo de su desaparición. Este es uno de los más graves signos de decadencia y descomposición social que azota el pueblo.

La búsqueda de un territorio, instalarse en él, fundar una ciudad o un pueblo, construir la vivienda -según Mircea Eliade-, presupone una decisión vital del fundador y de la comunidad a la que pertenece, puesto que fundar significa “crear el cosmos”, sacralizar el espacio escogido para habitar. En CIEN AÑOS DE SOLEDAD, obra cumbre de la literatura colombiana, de Gabriel García Márquez, somos partícipes de la búsqueda de ese territorio, José Arcadio Buendía parte al exilio acompañado de algunos seguidores hacia una tierra nueva. La causa de su exilio es el castigo por dos transgresiones sagradas: el incesto y el asesinato de Prudencio Aguilar, asesinato comparable al fratricidio cometido por Caín; ya que en las sociedades naturales los miembros de una comunidad se consideran entre sí hermanos, de ahí que la mayoría de ellas sean sociedades exogámicas. Por otra parte, si se considera desde el punto de vista cristiano todos los hombres son hermanos y el asesinato de uno de ellos sería la reconstrucción del asesinato primordial anteriormente referido:

“-Está bien Prudencio -le dijo-. Nos iremos de este pueblo, lo más lejos que podamos, y no regresaremos jamás. Ahora vete tranquilo. Fue así como emprendieron la travesía de la sierra. Varios amigos de José Arcadio Buendía, jóvenes como él, embullados con la aventura desmantelaron sus casa y cargaron con sus mujeres y sus hijos hacia la tierra que nadie les había prometido”.

José Arcadio Buendía debe abandonar la tierra de sus antepasados y buscar una nueva que le permita expiar y borrar la culpa cometida. Es así como comienza el éxodo por entre el pantano, las llanuras, la selva, teniendo que soportar las condiciones de un clima inclemente. El viaje significa la travesía obligatoria del espacio profano, del caos.

Revelación del espacio sagrado: Cuando un objeto, un territorio, o un animal, se nos manifiesta como elemento sagrado se habla de la aparición de una hierofanía. Todo el cosmos es susceptible de devenir una hierofanía: un árbol, una piedra, un lago, una montaña, una estrella. La revelación puede ser provocada por el hombre o puede producirse bien sea mediante un trance chamánico o por un sueño tenido por el patriarca o jefe de la comunidad:

“(cuando) acamparon junto al río… José Arcadio Buendía soñó esa noche que en aquel lugar se levantaba una ciudad ruidosa con casas de paredes de espejo. Preguntó qué ciudad era aquella, y le contestaron con un nombre que nunca había oído, que no tenía significado alguno, pero que tuvo en el sueño una resonancia sobrenatural: Macondo”.

Este sueño no sólo recoge la tradición judeo-cristiana del sueño de las escalinatas de Jacob, sino que nos sumerge en el mundo africano reinante en el Caribe. Macondo es una palabra yoruba que significa banano. La palabra es sagrada, pero su significado es profano. Sagrada, porque protege a Macondo de los males exteriores mientras que éste se encuentre aislada del resto del país, y profana, por la explotación lucrativa de la fruta, lo que acarreará el comienzo de su desaparición. Este es uno de los más graves signos de decadencia y descomposición social que azota el pueblo.

Etnocentrismo: Los griegos denominaban a todo aquel que no había nacido en territorio helénico con el apelativo de “to xeno” (el extranjero). Luego extranjero se convirtió en “bárbaro”, denominación apropiada más tarde por los romanos, sirviéndoles de baluarte en la campaña de extensión de su Imperio. Posteriormente Occidente la remplazaría por el término de “salvaje”, siendo este último el utilizado en nuestros días. En los dos casos se niega la existencia de una cultura diferente a la del pueblo que se autodenomina como “civilizado”. En la mayoría de los grupos étnicos -considerados por Occidente como salvajes- la humanidad se restringe a su tribu o  tribus que conforman su grupo lingüístico, hasta el punto que muchas de ellas tienen una palabra especial que los designa como seres humanos mientras que a los demás grupos se les asigna una palabra que carece del significado esencial de hombre. Esto es lo que comúnmente se conoce como etnocentrismo, lo que ha dado como resultado la persecución, el avasallamiento y la aniquilación de innumerables grupos étnicos.

El etnocentrismo está íntimamente ligado a las tradiciones míticas de todos los pueblos. Es por ello que para cada comunidad el espacio que ocupa no sólo es sagrado sino que lo considera el centro del mundo. Cuzco significa en quechua “el ombligo del mundo”, pero también es el centro el Monte Meru de la India, el Monte Sinaí, la Sierra Nevada de Santa Marta, y en el mapamundi ideado en el siglo XVIII, y aún utilizado en nuestras escuelas, Europa aparece en el centro de la tierra, lo que difiere bastante de la realidad. Macondo no puede escapar a esta concepción etnocentrista. Es así que José Arcadio Buendía se atormenta con la idea de “un Macondo peninsular”, y mientras esta idea subsiste sus habitantes viven en perfecta armonía: “Era en verdad una aldea feliz, donde nadie era mayor de treinta años y donde nadie había muerto”. Es sólo con la llegada de los forasteros que trae Úrsula de su primer viaje, que esa armonía comienza a ser quebrantada, y Macondo comienza progresivamente a degradarse, pasando de ser un espacio sacro a un espacio profano.

Axis-Mundi: La revelación de una hierofanía ocasiona una escisión en el espacio y una abertura hacia el cielo (el mundo de los dioses) y hacia abajo (el mundo de los muertos), abertura que permite la comunicación de los tres niveles cósmicos: cielo-tierra- infierno. Para que la comunicación se produzca es necesario una columna universal, o Axis-Mundi, ésta se encuentra enclavada en las entrañas de la tierra y a su vez sostiene el cielo. El Axis-Mundi es un verdadero eje cósmico, y a su alrededor se extiende el mundo. El Axis-Mundi, como todo eje, se encuentra en el centro, en este caso en el centro de la tierra; puede ser representado por una montaña, una escalinata, una cúpula o un árbol.

En Macondo encontramos almendros eternizados por José Arcadio Buendía, y él mismo va a estar atado durante los últimos años de su vida al castaño de su casa. Este castaño es en realidad el Axis-Mundi que le permite emprender el viaje extático característico de todo chamán.

Construcción de Macondo: En los pueblos naturales es el chamán quien decide la ubicación de la maloca, o de las tiendas, y su construcción es, por lo general, una fiel copia de la vivienda de los ancestros míticos; por lo que siempre va acompañada de la recitación del mito cosmogónico.

Por, Berta Lucía Estrada Estrada*

Texto publicado en el sitio http://blogs.elespectador.com/cultura/el-hilo-de-ariadna/i-parte-lo-sagrado-y-lo-profano-en-el-espacio-macondino y compartido por la autora con Rugidos Disidentes.
*Escritora. Egresada de Literatura en la Pontificia Universidad Javeriana. Maestría en Estudios Profundos (DEA) en literatura, en la Universidad de la Sorbona de París.

Apuntes para una biografía

El poeta escribe para la sociedad y hay quienes hubieran deseado escribir éste o aquél verso o texto, pero el poeta lo ha escrito a partir de su propia experiencia, que es también la experiencia de cualquier hombre.

 

 

El poeta, ensayista y sociólogo santandereano, Antonio Acevedo Linares, nació en El Centro, Barrancabermeja, 28 de julio de 1957. Realizó estudios de Sociología y de Especialización en Filosofía Política Contemporánea, Instituto de Filosofía de la Universidad de Antioquia, y Maestría en Filosofía Latinoamericana, con Especialización en Educación en Filosofía Colombiana, Universidad Santo Tomás.  Ha ejercido la cátedra en varias universidades de la ciudad de Bucaramanga, como la Universidad Industrial de Santander, la Universidad Santo Tomás, la Universidad Cooperativa de Colombia, la Universidad Manuela Beltrán y la Universidad de Santander, en las cátedras de Sociología, Lenguaje y sociedad, Filosofía y sociedad, Literatura contemporánea, Filosofía contemporánea, Literatura colombiana, Sociología del trabajo, Epistemología y lógica, Historia de las ideas políticas, Socio- antropología, Proyecto de vida, Derechos humanos y derecho internacional humanitario, etc.

En su experiencia profesional como sociólogo, ha trabajado en la Alcaldía de Bucaramanga, en la Secretaría de Desarrollo Social, como Asesor en Participación y Organización Comunitaria, y en Convenio entre la Secretaria de Gobierno y la Universidad Industrial de Santander, en los conversatorios de construcción participativa del Observatorio de Derechos Humanos de Santander, como en programas de la Presidencia de la República, Jóvenes en Acción y Colombia Joven, y en la Alcaldía de Bucaramanga, en la Secretaría de Desarrollo Social, como Profesional de Apoyo, en el Programa de Minorías étnicas.

Ha publicado 6 Plegables de poesía, Arte erótica, 1988 y una muestra de poesía de poetas santandereanos, Sociedad de los poetas, 1998, CD, Poesía de viva voz, 2004 y, ha reunido en antologías su trilogía poética, Los girasoles de Van Gogh, 1999, Atlántica, 2004, En el país de las mariposas, 2007 y Por la reivindicación del cuerpo y la palabra, (reseñas criticas) 2008. La pasión de escribir, que reúne ensayos, artículos literarios y entrevistas con escritores y poetas colombianos, 2013. La poesía está en otra parte, 2016. Un trabajo de filosofía política titulado: Tolerancia, cultura, democracia y otros ensayos, que está próximo a publicarse. Su poesía figura en selección de poetas a nivel nacional y regional: Concurso Universitario de Poesía, ICFES, Bogotá, 1984. Palabra viva, Ecoe ediciones, Bogotá, 1992. En Voces encontradas, Biblioteca Pública Gabriel Turbay, 1997, Sociedad de los poetas, Cuarto de máquinas Editores, 1998, y Poética de la ciudad, Ediciones Higuerilla, 2006. Silencio… en el Jardín de la Poesía, UIS, 2012. Figura igualmente en el Anuario Quién es quién en Santander, 2009 (Comp, Edmundo Gavassa Villamizar) y Espíritus Libres 2, Programa de Egresados, Universidad de Antioquia, 2012. Su poesía, ensayos, artículos, audios y videos figuran igualmente en la Web en blogs, periódicos y revistas virtuales.

Ha grabado su poesía en la Emisora Cultural Luis Carlos Galán Stereo, Programa Voz Viva y Letras, que dirigía Jorge Valderrama Restrepo, en 1994, 1996, 1997, 1999, 2000, 2001 y 2002 y, en la Emisora U.I.S, Stereo, un especial de poesía erótica, 2001 y un especial de poesía social, 2001. Ha participado como ponente, en la Octava Feria Internacional del Libro, con la ponencia, El amor en la poesía, dentro de la Mesa Redonda, El amor en la Literatura Regional, Bogotá, 1995. En la Casa UNAB, con la ponencia, La ciudad como imaginación, dentro del tema ciudad y literatura, 2002, en la Universidad de Santander, con la ponencia, La pasión de escribir, en el primer conversatorio de poetas santandereanos 2008, etc.

Una vida dedicada a la poesía

En la génesis de su creación poética, en los primeros diez años (actividad literaria que inició en los años ochenta) obtuvo mención honorífica, segundo premio y fue finalista en concursos nacionales y regionales de poesía. Fue seleccionado en la Primera Feria de la santandereanidad, Programa Crea, Ministerio de Cultura, 1996. Seleccionado en el Encuentro Regional Centro Oriente, Programa Crea, Ministerio de Cultura, 1998. Seleccionado en el Encuentro Nacional, Programa Crea, Ministerio de Cultura, 1998. Después de ese periodo no volvió a participar en concursos literarios consciente de que la poesía no es una competencia de caballos sino una pasión solitaria en busca de una voz propia.

El poeta Antonio Acevedo L. ha escrito en el prólogo de sus libros una reflexión sobre su propia poesía en donde afirma que: “…la poesía es un oficio que se me ha ido imponiendo con los años y siempre he estado abierto a sus sonidos y furias. No la he acechado premeditadamente sino que me ha llegado de la manera más natural y así la he escrito. He escrito poesía con los elementos más cotidianos y autobiográficos que he tenido a la mano, lecturas y viajes han sido las fuentes principales para escribirla, poco he dejado a la imaginación, aunque sé que es su fuente originaria, pero he recurrido más a la experiencia vivida y leída que son los materiales de la que está hecha esta poesía”“… La imaginación seguramente está en la forma de escribirla pero su fuente es la vida misma. No de otra manera concibo una poética, aunque en la literatura así éste basado en un hecho real, todo es imaginario. No he hecho poesía en un lenguaje abstracto, y he tratado de no quedarme en las palabras o en las imágenes sino que he intentado contar una historia, revivir un episodio, explorar una reflexión”. ”La ciudad, la poesía y el erotismo han sido temas permanentes en mi poesía, no obstante, nunca me propuse escribir éste o aquél tema, escribo lo que llega por esa vía que muchos todavía llaman inspiración pero que en realidad es experiencia. Hay muchas vetas o líneas de creación en la poesía como lo son la poesía amorosa, erótica o política de las que nunca he sido ajeno, en tanto que la diversidad es también la expresión de la riqueza de la experiencia humana”.

Parafraseando a José Eustasio Rivera ha escrito, que “antes de que me hubiera apasionado por mujer alguna, jugué mi corazón al azar y me lo ganó la poesía”, y así lo consigna en un poema de variación de su célebre comienzo de novela. Un libro de poemas, dice el poeta Acevedo Linares: “… a veces tiene en ésta sociedad una suerte azarosa pero a veces también tiene un lector que se merece, la poesía también se enriquece con la lectura de sus aliados y cómplices. El poeta escribe para la sociedad y hay quienes hubieran deseado escribir éste o aquél verso o texto, pero el poeta lo ha escrito a partir de su propia experiencia, que es también la experiencia de cualquier hombre”.

El poeta Acevedo Linares ha expresado en sus prólogos su poética: “La poesía es la exploración de la palabra como el amor es la exploración del cuerpo. La hermosura de escribir sólo es comparable con el amor. La escritura de la poesía ha sido en estos años un oficio que me ha hecho sentir que cuando no escribo, siento que pierdo el tiempo, pero cuando escribo, recobro el tiempo perdido. La poesía nos recobra y redime. Su ejercicio es redimir las cosas cotidianas que pasan inadvertidas y soñar un país. Su esencia es la comunicación, porque creemos que la poesía es fundamentalmente comunicación. La comunicación del asombro y la dulzura de las cosas. Son más de treinta años ya dedicados a la escritura poética, un oficio que ha sido mi mejor coartada, y muchas cosas me han sido cómplices y me han deslumbrado a tal punto, que todavía se persiste en este oficio como un heroísmo en estos tiempos difíciles para la poesía”. “El poder desprecia a los poetas porque los poetas se han apropiado de sí mismos y así mismos se pertenecen, y eso es peligroso en una sociedad de servilismo y pusilánimes. La poesía, no obstante, continúa en su ejercicio como el más precioso atributo de la condición humana. Son muchos los poetas que me han aportado con su lucidez para escribir poesía; cada quién tiene las influencias que se merece y espero que las mías no sean menos dignas que la fervorosa admiración que la originó y se reflejen en estos libros”.

«Borges siempre escribió sus prólogos a sus propias obras y, hacer lo propio, es dejar que sea la obra misma la que por sí sola se defienda. Como un poeta marginal en mi propio país, desligado de modas, grupos, estéticas y editoriales durante años publiqué mi poesía en plegables y en ediciones de reducido tiraje (recopilado como antologías en tanto que por esa marginalidad no se publicaron los libros uno a uno como es lo propio) no obstante, que realicé lecturas de poesía en bares, cafés, tabernas, museos, universidades, emisoras culturales y bibliotecas, sin perder en un sólo instante la pasión por la escritura de la poesía, que ejercí con fervorosa exploración por la palabra, y que me maravilló desde un principio que comencé a leerla, y que se convirtió con los años en los libros que hasta hoy he escrito; doce en total. Son muchos libros tal vez en más de treinta años, pero tal vez también perdure en ellos la emoción de la escritura que los creó”.

En la actualidad el poeta Acevedo Linares continúa escribiendo (después de 36 años en olor de poesía) y preparando sus próximos libros a publicar y ejerciendo la cátedra de Literatura y Pensamiento, Cine Literario, Ética, Procesos de Lectura y Escritura en las UTS de Bucaramanga.

 

Por, Ramiro Lagos Castro

 

 

 

 

Malvinas: cañones contra guitarras

“Me preguntaron cómo vivía, me preguntaron.  ‘Sobreviviendo’ dije, ‘sobreviviendo’. Tengo un poema escrito más de mil veces, en él repito siempre que mientras alguien proponga muerte sobre esta tierra y se fabriquen armas para la guerra, yo pisaré estos campos sobreviviendo.” – Víctor Heredia

La rudeza del desarrollo industrial ha impuesto condiciones de juego bastante crudas para los pueblos, que  han sido, de acuerdo con sus posibilidades, dominantes o dominados. A Latinoamérica le ha tocado pertenecer al segundo grupo, de sur a norte, los países hispanos han escrito sobre sus propios cadáveres una historia en la que la independencia y la libertad han sido sus consignas principales y que, a pesar de los años transcurridos y las batallas libradas, aún continúan siendo sueños lejanos de hacerse algún día realidad.

La segunda mitad de la década de los setenta supuso para la sociedad argentina una transición absurda como violenta. En 1976, Jorge Rafael Videla fue designado presidente de la nación por el Proceso de Reorganización Nacional, junto con él, se instaló en el poder el Terrorismo de Estado, época oscura para la nación sudamericana, que durante 7 años vio impotente como los opositores a la dictadura eran asesinados, torturados, exiliados o desaparecidos.

El arma más eficaz de la dictadura en pro de sus consignas fue la censura, con ella no sólo ejerció control sobre los contenidos en los medios de comunicación, sino que además mantuvo en silencio muchas de sus barbaries. Gran parte de la persecución se centró en el rock –presente ya desde los 60– por considerarlo una incitación a la subversión, no obstante, el género, lejos de desvanecerse se fortaleció  y sus letras se llenaron aún más de resistencia y de rebeldía.

« En el País de la Libertad » – León Gieco

Canción grabada en 1973 y que fue censurada en la dictadura de Videla

La patria, causa nacionalista que fue impuesta con cierto éxito por el régimen, encontró en el fútbol un símbolo patriótico de unión con el codiciado trofeo de la Copa Mundial de la FIFA que Argentina alcanzó en 1978, pero que no logró distraer del todo las dificultades de gobernabilidad y económicas de la dictadura que se hicieron notorias hacia los 80; la favorabilidad del gobierno de Videla descendió considerablemente y la oposición hacia él se fortaleció en torno a los sindicatos y en contra de las constantes violaciones de los Derechos Humanos por parte del Estado hacia la sociedad civil. El 30 de marzo de 1982, encabezada por la Confederación General del Trabajo – CGT, se produjo una de las movilizaciones opositoras más importantes para la época en contra de la dictadura. La reacción de las fuerzas oficiales no se hizo esperar e impidió el avance de la marcha hacia la Plaza de Mayo. 

«Madres » – Caballeros de la Quema

 

(Canción grabada en 1998, último corte de su álbum, La Paciencia de la Araña)

Malvinas: Una excusa perfecta

Una dictadura evidentemente golpeada y maltrecha acudió al sentimiento que quizás despierta más pasión en la ciudadanía: la recuperación de las Islas Malvinas, usurpadas por la corona británica en un afán colonialista en 1833 y cuya ocupación ha originado la indignación y protesta de Argentina, que a través de los años ha sentado su voz de protesta sin que ésta despierte algún interés por Gran Bretaña, que asegura tener derecho sobre el archipiélago y a su vez niega que éstas estuvieran habitadas por nacionales gauchos al momento de su descubrimiento.

El 2 de abril de 1982 una fuerza conjunta de la armada argentina tomó control temporal de Port Stanley –Bautizado posteriormente como Puerto Argentino–, ciudad de las islas Malvinas, el objetivo de la operación militar era la de expulsar las tropas británicas allí asentadas. Acción que tuvo voces de apoyo, incluso en movimientos opositores, que sin abandonar su disidencia de frente al régimen, manifestaron su apoyo a la iniciativa de recuperar el archipiélago. “Las Malvinas son argentinas, los desaparecidos también”, fue la consigna de las Madres de Plaza de Mayo, por aquella época.

La motivación por recuperar el territorio de Malvinas fue aplaudida, pero altamente cuestionada desde diversos sectores que consideraron que una confrontación bélica, para la cual Argentina no estaba preparada, era una decisión equivocada.

El rock, que ya por esa época mostraba tonos enfadados y letras contestarías, sentó también su voz de protesta por la incitación a la guerra que estaba provocando la dictadura. Charly García, quien ya había hecho canciones con contenido político, muchas de ellas a través de metáforas, manifestó, con el tema No Bombardeen Buenos Aires, su oposición a la Guerra de las Malvinas.

«No Bombardeen Buenos Aires» – Charly García

(Tercer corte del álbum Yendo de la cama al living, grabado en 1982)

La mayoría de los soldados (70%)[i] enviados a las islas, era conscriptos que provenían de diferentes provincias y de diversas clases sociales. Estudiantes o no, aprendieron desde niños que las Malvinas eran argentinas y que ellos, conocidos como Los Chicos de la Guerra, estaban obligados a defenderlas.

El metal pesado argentino, caracterizado por su potencia y crítica política, declaró su abierta oposición a la Guerra de las Malvinas. Apocalipsis, en su tema 1982, realizó un homenaje a los soldados argentinos que dieron su vida a una causa, que si bien era justa, los condenó a muerte al enfrentarse en desigualdad de condiciones con un ejército mejor preparado y aventajado en cuanto a tecnología y armamento.

«1982» – Apocalipsis

(Primer corte del álbum compilatorio Endemoniado, 2005)

Malón, otra agrupación de heavy metal argentina, en su canción Nido de Almas, también rindió culto a los combatientes caídos en Malvinas con una letra desgarradora: “Fue su alma causa del servicio emancipado hasta su propio orgullo, desenvaina del honor su sacrificio y en su voz pide a Dios santo descanso”

«Nido de Almas» – Malón

(Primer corte del álbum Justicia o Resistencia, 1996)

El gobierno argentino buscó forzar una negociación con Reino Unido motivados con la idea de ser apoyados en su cruzada por Estados Unidos. Tres días después, el desembarque de las fuerzas conjuntas británicas en el puerto, dio respuesta al intento por buscar una salida diplomática. Tres semanas posteriores, la potencia norteamericana declaró su respaldo a Gran Bretaña y dio la espalda al anhelo que tenía Videla se der apoyado en su causa por la potencia norteamericana. La mayoría de países de Latinoamérica se solidarizaron diplomáticamente o militarmente con Argentina, sin embargo, tres naciones se inclinaron por las tropas inglesas: Colombia, Chile y Trinidad y Tobago.

A finales de abril los argentinos instalados en las Islas Georgias fueron expulsados, el 1 de mayo Puerto Argentino fue bombardeado, un día después fue hundido el navío ARA General Belgrano. Aunque hubo respuesta por parte de la nación sudamericana, ésta no fue suficiente y el 21 de mayo los buques ingleses desembarcaron en el Estrecho de San Carlos, en las Islas Soledad. Un ejército austral menguado y con grandes falencias en su entrenamiento realizó operaciones aéreas constantes, sin embargo la superioridad de su adversario era evidente.

Tren Loco, banda descendiente de Apocalipsis, dedicó un tema al hundimiento del crucero ARA General Belgrano por parte del submarino Conqueror el 2 de mayo de 1982, ataque en el que 323 soldados argentinos fallecieron.

«Acorazado Belgrano» – Tren Loco

(Canción del álbum Venas de Acero, 2008)

Aun así, los titulares de la prensa argentina a servicio de la dictadura y bajo el control de ésta casi que en su totalidad, valoró de manera excesiva los bombardeos de su ejército y dejaron en la opinión pública una sensación de victoria.

El 16 de mayo se llevó a cabo en el estadio de Obras Públicas el Festival por la Solidaridad Latinoamericana, cuyo fin era enviar un mensaje de paz y recaudar víveres y ropas para los combatientes. Al festival, en el que participaron entre otros: Charlie García, Pappo, Luis Alberto Spinetta, Raúl Porcheto y León Gieco asistieron cerca de 70.000 personas que a cambio de una donación pudieron entrar al espectáculo. El gran concierto contó con cubrimiento en televisión, pese a que el género estaba censurado por la dictadura. No obstante, con el tiempo se descubrió que las ayudas allí recogidas nunca llegaron a su destino y quedaron al desnudo intereses particulares que el régimen pretendía gracias al Festival. Varios artistas que participaron en él dieron declaraciones posteriores en las cuales dejaron ver su rechazo al manejo que se le dio al mismo:

“Cuando terminó la guerra y supe que la comida no les llegaba, que los torturaron por robar un poco de comida o que los chocolates que la gente donaba en Buenos Aires aparecían en kioscos de Rosario confirmé todo lo que sospeché en ese momento. Me di cuenta que los militares argentinos no sirven para nada, ni siquiera para la guerra.” – León Gieco.

«Sólo le Pido a Dios» – León Gieco

(Festival por la Solidaridad Americana, 16 de mayo 1982)

“… Cuando supimos que nada de lo que recaudamos llegó a Malvinas no nos sorprendimos, si se habían quedado con tantas vidas, ¿cómo no se iban a quedar con los chocolates?”– Raúl Porchetto.

«Algo de Paz» – Raúl Porchetto

(Festival por la Solidaridad Americana, 16 de mayo 1982)

El 28 de mayo, las tropas argentinas instaladas en Puerto Darwin se rindieron luego de dos días de combates. El 14 de junio se hizo oficial la rendición del ejército austral que vio como sus hombres dejaron su vida, o parte de ella, en el campo de batalla en nombre de la patria y de una causa –que analizada en profundidad–  era perdida, aun antes de comenzar.

El ejército británico, además de tener a su favor una mayor capacidad armamentista, tecnología mucho más avanzada y un mejor entrenamiento que su rival, contó en sus primeras filas con los ‘Gurkhas’, ejército nepalés afamado por la brutalidad de sus ataques  en contra de sus adversarios. Versiones no oficiales señalan que durante los enfrentamientos los ‘Gurkhas’ desollaron a los soldados argentinos con sus ‘Kukri’ –Cuchillos curvos hechos a mano–, aún después de su rendición.

En julio fueron entregados los últimos prisioneros de guerra por parte de las fuerzas británicas y los soldados y oficiales liberados fueron obligados a guardar silencio. La Dictadura recibió de esta manera su más duro golpe  y vio su final en 1983, dejando una nefasta huella en el país, pues no sólo fue culpable de un sinnúmero de vejámenes en contra de su propio pueblo, sino que además sentenció a muerte a 643 jóvenes enviándolos a una guerra en la cual, no tenían la menor posibilidad de alzarse con una victoria.

La Comisión de Análisis y Evaluación de Responsabilidades en el Conflicto del Atlántico Sur –CAERCAS, creada por la Junta Militar, concluyó lo que para todos era evidente, que la guerra fue desprovista de planeación, que la  Fuerza Armada Argentina no tenía la preparación adecuada para una operación bélica de esas magnitudes y que a ella se enviaron soldados con escaso entrenamiento, quienes además de los ataques de su adversario no contaban con los equipos para cobijarse de las inclemencias climáticas, propias de la zona en disputa.

Desde el rock argentino muchos artistas han alzado en sus canciones su protesta en contra de la Guerra de las Malvinas, entre muchos otros, artistas como Fito Páez, Ataque 77, Alejandro Lerner, Rata Blanca, Los Abuelos de la Nada y Luis Alberto Spinetta dedicaron canciones al conflicto por las Islas.

En el año 2015, Víctor Heredia y la agrupación La Beriso grabaron el tema Sobreviviendo, en la que adaptaron una línea de la letra como homenaje a La Guerra de las Malvinas:

“Hace tiempo no río como hace tiempo, y eso que yo reía como un jilguero. Tengo cierta memoria que me lastima, y no puedo olvidarme lo de Malvinas”

 «Sobreviviendo» – Víctor Heredia ft. La Beriso

Maradona: La reinvidicación argentina

Lo que fue imposible para Argentina a través de las armas en las Malvinas, lo hizo Diego Armando Maradona con sus pies en La Copa Mundial de la FIFA en 1986. Inglaterra cayó derrotada por la Selección Argentina en una emotiva final, en la que el diez del equipo albiceleste con dos anotaciones logró el trofeo más importante del fútbol; el primero fue un despliegue de talento en el que Maradona se llevó por delante a medio equipo inglés con velocidad y gambetas, el segundo fue “la mano de Dios”, con éste selló la victoria del onceno albiceleste.

La agrupación Las Pastillas del Abuelo, dedicó el tema ¿Qué es Dios?, escrito por el poeta taxista Alberto Sueiro a Maradona y los caídos en la Guerra de las Malvinas.

«¿Qué es Dios?» – Las Pastillas del Abuelo

(Corte 10 del álbum Crisis, cuyo lanzamiento se realizó en el Estadio Malvinas Argentinas del club Argentinos Junior en agosto de 2008)

«La mano de Dios»

(Escrita por el cantautor Rodrigo Alejandro Bueno en homenaje a Maradona, quien canta esta versión)

Por, Andrés Angulo Linares
    @OlugnaElGato

[i] Cifras extraídas del documento Pensar Malvinas, creado por el Ministerio de Educación de la Nación Argentina. Segunda Edición, 2010.

Imagen tomada de internet: www.infobae.com