La Candelaria Orquesta 3

‘La Candelaria Lado A’ camina el barrio a través de los pasos del tango

«El tango es la primera forma cultural urbana del mundo»

Juan Zapata (docente investigador y tanguero)

(Medellín, Antioquia, Colombia)

Por, Olugna

La muerte, impredecible, caprichosa e inexplicable, decidiría que fuera la ciudad que lo había adoptado como a un hijo ―y en la que aún se rinde culto a su nombre― el lugar que lo vería morir. El avión Ford F-31, no alcanzaría a despegar. Eran las tres de la tarde del 24 de junio de 1935, Medellín, entonces, pasaría a la historia como el último instante del ‘Zorzal Criollo’, Carlos Gardel, un hombre que nació en algún arrabal de Argentina, Uruguay o Francia; el músico que trazaría un hito definitivo en la historia del tango.

Carlos Gardel era el portador de un legado cultural que nació en la cuenca del Río de la Plata, región que une a Montevideo y Buenos Aires; el mayor exponente de una expresión atravesada por la música, la danza y el teatro, que fue al mismo tiempo, el estandarte de identidad de la barriada; el hombre, también, que extendió el tango a través del continente. En Medellín, este género se arraigó con tanta fuerza, que ha permanecido vigente a través del tiempo y el lugar de su muerte, el Aeropuerto Enrique Olaya Herrera, se ha convertido en un punto en el que se rinde culto a su memoria en el Patio Gardel.

Imagen tomada de El Tiempo

«Ese día el bandoneón sonó triste y la milonga silenció su cantar. Ese día murió el cantor, pero nació la leyenda», señala la Alcaldía de Medellín en su página web.

86 años después de su muerte, en la comuna La Candelaria de la capital antioqueña, nació una orquesta que encontró en el tango un relato de su propia cotidianidad que valía la pena estudiar, entender e interpretar bajo la mirada de los músicos que forman parte del proyecto; chicos y chicas que, desde sus respectivos instrumentos, recogen el concepto que transmite un género atravesado por el baile, la música y el teatro; una expresión cultural que nació en el siglo XIX y encontró en Medellín un segundo hogar, una segunda cuna.

―El tango no se quedó en su lugar de nacimiento, este género viajó con grandilocuencia y echó raíces en muchos lugares. ―Explica La orquesta de tango La Candelaria y continúa―. En Colombia se ha convertido en algo único y eso justamente es lo que pretendemos promover y desarrollar.

Es así, como en 2021, nace La Candelaria, proyecto musical formado por 11 músicos, entre ellos una cantora, para extender la huella del tango en la Ciudad de la Eterna Primavera.

―La intención de nuestra propuesta musical radica en aportar a la consolidación de un sonido de tango local, es decir, de Medellín―, afirma La Candelaria.

‘La Candelaria Lado A’ es el trabajo más reciente de la orquesta, un EP compuesto por cuatro canciones que narran la tragedia, el amor y la cotidianidad de los habitantes de la comuna; cuatro piezas musicales que recorren lugares, atraviesan sentimientos y rinden homenaje a la memoria que dejó el tango en los barrios populares de Medellín.

‘Viejo Guayaquil’, la primera canción de ‘La Candelaria Lado A’, se ubica en la plaza de mercado, para retratar ―en la ausencia de la palabra― la dinámica social que se desenvolvía alrededor del barrio homónimo a la composición; mismo que hizo del tango, una banda sonora genuina de la calle y que Manuel Mejía Vallejo lamentó porque, a lo largo del tiempo, «se lo tragó el ensanche, o apenas vive en la memoria de algunas prostitutas que mascullan las calles».

‘El Viejo Guayaquil’ es instrumental, y el relato que pretende comunicar es cómo se vivía en el viejo Guayaquil, cómo eran sus habitantes, el amor, el deseo―. Agrega la orquesta.

‘Déjate de Cuentos’ es la segunda canción; una milonga escrita e interpretada por Laura Ceballos, cantora de La Candelaria, quien proyecta a través de su voz, la fuerza de una lírica intensa en la que una mujer se niega a caer en la palabrería de su pretendiente.

´Pesadumbre’, el tercer relato de esta caminata por el barrio, es un monólogo íntimo que reflexiona sobre el pasado y observa la existencia desde la melancolía, a través de la voz de Laura, que logra transmitir el dolor que se percibe en la letra de la canción.

‘Señor X’ es, quizás, la canción más compleja de ‘La Candelaria Lado A’.  Está inspirada en ‘El Rifle’, una de las pocas novelas escritas por Tomás Carrasquilla que se recrea en Bogotá. En ella, la soledad de su protagonista, es retratada en una pieza musical que recrea una atmósfera teatral que sumerge en la tristeza, en el desasosiego.

Acercarse a la propuesta de La Candelaria, es viajar en el tiempo para caminar las calles de los barrios de Medellín, acercarse a las vivencias de los habitantes de la comuna y entender que la herencia del tango permanece intacta y logra extenderse a través de esos nuevos portadores del legado que dejó en los arrabales del continente.

―Reconocemos y respetamos lo que Argentina nos trajo y ahora es menester reconocer lo que ha pasado y lo que está pasando hoy con este género musical en la ciudad―. Finaliza.

La Candelaria | Redes Sociales

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